Prólogo
La plaga se extendió rápidamente a través del reino de Lordaeron. Parte de la culpa fue del príncipe Arthas, quien en su furia, cerró sus ojos a la verdad y trajo la ruina del reino norteño de los hombres.
Sabía que Lordaeron no tenía una oportunidad de derrotar al Azote. Traté de convencerlo para conducir a su pueblo a través del mar, a las tierras occidentales de Kalimdor. Le advertí de la muerte de su pueblo. Yo le advertí.
Pero él no quiso escuchar.
Su esfuerzo para salvar a su reino y a su pueblo lo llevó directamente a la locura y la traición. Su cordura fue rápidamente consumida por la espada rúnica del Rey Lich, Frostmourne, que Arthas encontró que en Northrend y utilizó para destruir a Mal'Ganis y sus fuerzas. Luego se convirtió en primer y más poderoso Caballero de la Muerte del Rey Lich, y el comandante del Azote. Él profanó el Pozo del Sol con el fin de traer a Kel'Thuzad de nuevo a la vida, y llamó a la Legión Ardiente para destruir el mundo de Azeroth y todo lo que una vez fue amado por el joven príncipe.
Pero la parte de Arthas no es importante en este punto de nuestra historia. Ya sabemos que sus acciones fueron traicioneras y nefastas. Ahora me importa su hermana mayor, Calia Menethil, hija primogénita del Rey Terenas.
Ella si escapó de la desolación de Lordaeron. Ella se vio obligada, en la tristeza y las lágrimas, a abandonar su pueblo a su muerte. Sólo una pequeña parte de los ciudadanos de Lordaeron escapó del Azote y su vil tifón de muerte y descomposición que destruyó su hogar. Se fueron al sur, a los reinos seguros de Khaz Modan y Azeroth, liderados por su valiente princesa Calia Menethil y sus guardias.
Ella fue bien recibida por el rey de Stormwind, Varian Wrynn, que la trató como la princesa que era. En la ciudad de Stormwind, el rey Varian le encontró un noble de casarse, Lord Deomir. Aunque al principio eran completamente desconocidos entre sí, se hicieron amigos, y con el paso del tiempo, comenzaron a amarse. Algunos meses más tarde, quedó embarazada de su marido, que no se convertiría en padre; Deomir murió en la batalla contra la Horda Orca. Cuando Calia se oyó la noticia, su corazón se rompió profundamente, y sufrió más de lo que muchos sufrieron en este mundo.
Algunos dicen que el día en que Deomir murió fue el día en que nació el hijo de Calia. Tuvo un hijo sano y fuerte, al que llamó Amathor. A pesar de que no sabía de su sangre real en sus primeros años, él siempre se comportó como un verdadero príncipe, devoto y humilde. El joven príncipe era el pupilo del rey, y él enseñó a Amathor las artes de la guerra, la diplomacia y la economía, junto a las formas de un rey.
Años más tarde, Calia contó a Amathor su historia entera ... y su linaje. Ella sabía que su hijo iba a reunir un ejército para derrocar el reinado de muerte y miseria de los Muertos Vivientes en su reino legítimo. Sabiendo eso, Calia no quería decirle la verdad, pero sabía que tenía que hacerlo.
Me enfrenté a Amathor yo mismo. Le dije lo que tenía que hacer para recuperar su legítimo reino ... Pero su futuro, estaba cubierto en nubes oscuras, incluso para mí.
¿Quién diría que Medivh, el poderoso y famoso Profeta, no sería capaz de predecir el futuro de un mortal?
