Hola a todos, esta pequeña historia fue producto de mi imaginación un día en que fantasié con un Draco invisible totalmente a mi disposición en mi habitación jejejejeje... quién no quisiera eso, no?

Una mañana de invierno fría como cualquiera en esa época. Un joven delgado de apariencia vulnerable, piel clara y cabello negrísimo completamente revuelto descansaba en una cama que por fuera parecía normal, pero sobre ella su cuerpo se retorcía gesticulando placer, entre sueños, caricias febriles y un rubor que subía como el vapor por su rostro, ávidos labios entreabiertos, rojos y nacarados por los mordiscos, manos hábiles y traviesas que parecían quemar y de pronto un susurro que se convierte en una orden y luego en un grito...

HARRY! – unos ojos verde esmeralda se abrieron con fastidio para contemplar un manchón grande rojo cerca de una mota clara jaspeada de pecas.

Qué quieres, Ron?... déjame dormir... – Harry intentaba vanamente arroparse nuevamente con las sábanas mientras su amigo se las arrebataba a jalones.

...Tienes alguna idea de qué hora es?... Harry, es tarde! y no pienso ir solo con Hermione a la clase doble de pociones! – de inmediato los ojos esmeralda se abrieron desmesuradamente, había olvidado que clase le tocaba hoy, como podía haberlo hecho si le había dado vueltas a eso toda la semana, hoy Snape no solo les mandaría preparar una apestosa e inútil poción como siempre, sino que formaría los grupos para asignarles el trabajo final que decidiría el 50 de la nota total del curso, Harry estaba seguro de que Snape guardaría para él el peor tema. Se levantó con desidia y se encaminó al baño.

Apresúrate o llegaremos tarde y no es que esté impaciente por llegar... – dijo Ron una expresión como quien traga vinagre –... pero no quiero que Snape tenga excusa para bajarle más puntos a Gryffindor.

Al cabo de un rato los dos jóvenes bajaban por las escaleras desde el cuarto de chicos, una espesa cabellera se dio la vuelta para mostrar el rostro de la mejor amiga de ambos muchachos, Hermione no parecía muy contenta y por el seño fruncido se notaba que pronto les reprocharía algo.

Es que ustedes no tiene noción de lo que es la hora, ya vamonos, si? – dijo casi sin mirarlos y se encaminó hacia el hueco del retrato. Ambos jóvenes se limitaron a seguirla.

Espero que Snape no me haga hacer el trabajo con Crabbe o Goyle, me sería de más ayuda hacer pareja con un hipógrifo. – dijo Ron con preocupación

Estoy ansiosa por saber mi tema, le demostraré al profesor Snape, tendrá que calificarme con un diez – terminó Hermione con una actitud de seguridad que ya hubiese querido tener Harry, a lo que más temía no era al tema que le podían asignar sino con quien tendría que realizar el dichosos trabajo, y en cinco años de experiencia en clase de pociones con Snape, Harry estaba ya casi seguro de la identidad de su pareja, puso los ojos en blanco al tiempo que dejaba escapar un resoplido, un calor familiar se apoderó de su rostro y de nuevo el sentimiento de completa estupidez por sus reacciones.

Los tres jóvenes entraron apresuradamente al salón, Hermione se dirigió hacia Parvati que le hacia señas desde una banca al fondo del aula, mientras que Harry y Ron se acomodaron en una de las últimas bancas vacías al frente.

Genial, primera fila para ver la nariz más torcida y el cabello más grasiento de Hogwarts.- dijo Ron con aburrimiento, Harry esbozó una sonrisa y volteó al escuchar un ruido a su espalda.

La puerta se abría de par en par para dar paso al príncipe de Slytherin seguido de su comitiva, Draco Malfoy se pavoneaba con su usual sonrisa de superioridad por el aula hasta llegar al frente, justo al lado de la banca donde Harry se hallaba sentado, una mirada de reojo cargada de arrogancia y un grácil movimiento para sentarse. Harry ni siquiera lo había mirado, prefería fingir que no estaba ahí, se removió en su asiento como un niño asustado, se maldijo por hacerlo, no es que le tuviera miedo a Malfoy, era más bien a él mismo, a como podría reaccionar si el otro le provocaba hacer tal o cual cosa... otro resoplido de impotencia malinterpretado por Ron que le dijo que solo tratara de ignorar al maldito hurón.

Un portazo anunciaba que Snape ya había llegado, para pesar de media clase. El oscuro profesor avanzó directo hacia el frente y con un movimiento de varita se dibujó una lista en el pizarrón.

Las parejas están formadas de acuerdo a mi criterio, no espero que encuentren en eso ningún inconveniente, tampoco en el tema ni en la fecha de presentación.

Harry levantó la vista con un nudo en la garganta, siguió los nombres desde el primero, Granger-Parckinson, Finnegan-Zabinni, otros más, Weasley-Goyle (pobre Ron), Longbottom-Crabbe (valla equipo!) y... finalmente Potter-Malfoy. El corazón de Harry se detuvo completamente por un instante, no pudo evitar desviar su vista hacia el rubio a su lado, un hermoso perfil fue lo que encontró, una nariz respingada, unos ojos gris brillante claros como la plata pulida, unos labios rosa mojados ocasionalmente por la punta de una lengua traviesa, no pudo evitar morderse los suyos, acaso lo hacia a propósito? lo provocaba? quería hacerlo caer para después hundirlo más? volteó de inmediato, se habría dado cuenta, si estaba a su lado como no hacerlo, se maldijo nuevamente.

En realidad, el saber que te toca hacer equipo con Malfoy, me consuela, Harry, lo siento amigo pero es verdad, Harry, Harry! – Ron zarandeó a Harry un poco para hacerlo reaccionar.

Qué?...

Que, es lo que debería preguntar yo, hace unos días estas muy raro Harry... como distraído... me preocupas... – dijo Ron con gesto solemne – Ah! No me digas que es una chica... jeje, Harry porque no me lo cuentas?...

Qué, no es ninguna chica Ron, estoy bien, no tengo nada, en serio.

Lo que va a tener, Potter, es una tarea extra por perturbar el silencio de mi clase – una voz rastrera se escuchó a espaldas de los jóvenes. Se oyeron luego varias risas de los Slytherins, pero una especialmente cercana le hizo a Harry hervir la sangre.

Ahora quiero que se reúnan con sus respectivas parejas y avancen algo del trabajo final – hubo un silencio por un momento, demostrando claramente el desacuerdo de los estudiantes respecto a su pareja de grupo – AHORA! – exclamó el profesor de pociones, a lo que todos los alumnos comenzaron a moverse.

Harry observó como Blaise Zabinni recogía sus cosas para dejar a Malfoy solo en el pupitre, a lo que centró su vista en el rubio, como solicitando permiso con cierto recelo para ocupar el asiento, Malfoy se limitó a recorrerlo de arriba a bajo con los ojos entornados, este simple hecho provocó en Harry un nerviosismo que no era usual en él, se abstuvo de tragar un poco de saliva que luego sintió atorada en su garganta, para terminar de meter sus cosas en su mochila y cambiarse al asiento de al lado; solo escucho el murmullo de un – Ten cuidado con el hurón, Harry… - de parte de Ron antes de levantarse y rodear el pupitre para ocupar el espacio vacío al lado de Malfoy.

Cuando se sentó finalmente fijo su vista en la mesa, como si estuviera allí la octava maravilla del mundo, podía sentir su calor a su lado, estaba tan cerca de él que el olor a lavanda que siempre lo acompañaba era mucho más fuerte de lo que recordaba, lo sentía respirar, movió su brazo para atraer su mochila, la cual había dejado sobre la mesa, y rozó sin querer su mano, era suave y blanca, muy blanca, y al contrario de lo que había pensado Harry era tibia, "Tibia y suave.." pensó Harry.

Esta ves no pudo evitar tragar un poco de saliva, ese simple roce le había recordado el sueño del que tan cruelmente le había despertado Ron aquella mañana.

Un suave gemido resonó en la memoria de Harry, sus labios devorando la suave piel de un cuello níveo, una respiración cálida en su oído, un susurro cargado de lascivia con su nombre…

Es que tanto te apasiona tu mugrienta mochila, cara-rajada, que te la quedas mirando tan embelesadamente?

Harry volvió a la realidad de golpe al escuchar la suave y arrastrada voz del Slytherin.

No pienso trabajar en esto yo solo, y que tú compartas mi nota, entendido fenómeno?

Créeme que preferiría tragarme un gusarajo de cola explosiva a trabajar contigo, Malfoy, pero igual pienso hacer mi parte. – con esto, Harry prestó por primera ves atención al tema que le tocaba para investigar, de ninguna forma le demostraría a Malfoy su pequeña… "debilidad" por él, no para que este pueda aprovecharse y humillarlo.

Leyó mentalmente "Poción Desvanecedora", no tenía ni idea de que era lo necesario para elaborarla ni cuales eran sus efectos. Debió notársele la cara de desconcierto porque no tardó en oír nuevamente la voz arrastrada del Slytherin a su lado.

Es una antigua poción para la invisibilidad – dijo alardeando – creada por Paracelso en la Edad Media para ocultar a los magos que eran perseguidos en ese tiempo. – terminó Malfoy mirando a Harry de soslayo con una actitud completamente Malfoy de superioridad.

Harry simplemente le contestó la mirada con otra igual… "Maldito amante de las pociones…" dijo mentalmente, de pronto se encontró contemplando cada centímetro de piel del cuello del rubio, acarició con sus ojos la longitud de éste hasta llegar a las mejillas pálidas pero suaves a la vista, cuánto le provocaba acariciarlas…llegó nuevamente a esa naricita perfecta, cuando de pronto se dio con la sorpresa de que la mirada del rubio había cambiado de una de completo odio a una confusa y contrariada, de inmediato desvió la vista hacia el estante de ingredientes al final del salón, sintió como el rubor amenazaba con teñir sus mejillas pero intentó echar una mirada al resto de la clase para evitarlo, Ron que estaba en el pupitre de al lado con Goyle, miraba a la puerta con unas ansias que a Harry le causaron algo de gracia, Hermione y Pansy Parckinson se encontraban en pleno duelo de miradas, había algo en las miradas de odio que se dedicaban las chicas que le daba escalofríos a Harry, mientras que Seamus parecía anormalmente nervioso jugando con sus dedos frente a la mirada fija de un sonriente Zabinni, posó sus ojos nuevamente en la mesa, ya no tendría coraje para ver a Malfoy a la cara en un mes… un mes?... en una eternidad.

El resto de la clase se la pasó haciendo como que escribía algo en un pergamino cuando Snape amenazaba con acercarse, de rato en rato lanzaba miraditas por el rabillo del ojo para ver qué hacia Malfoy, este parecía bastante ocupado escribiendo en su pergamino con su pluma de águila.

Cuando la clase llegó a su termino, Harry metió apresuradamente su pergamino en la mochila sin importarle lo arrugado que quedó y estaba a punto de levantarse cuando una vos aterciopelada llamó su atención.

Mañana a las 6 en la vieja aula de transformaciones. – dijo el Slytherin sin siquiera mirarlo doblando cuidadosamente su pergamino y guardando su pluma en un estuche.

Qué? – fue lo único que salio de la boca de Harry. Al minuto siguiente se arrepintió de haber hablado ya que Malfoy se quedó quieto y alojó sus ojos fríos de tormenta en los suyos, sin reflejar expresión alguna, lo cual causó el ya conocido nerviosismo de Harry multiplicado por mil.

Dijiste que harías tu parte, cara-rajada, eso es lo que discutiremos mañana. – dijo lentamente como si Harry fuera un descerebrado y tuviera que deletrearle cada palabra. Dicho esto se levantó y se colgó la mochila al hombro descuidadamente.


Espero que les haya gustado, de ustedes depende el que la siga o abandone como muchas otras, solo tienen que darle click al pequeño botoncito lila de abajo y mandarme tres palabritas de aliento!