Holongo! Cómo están? Bien, bien, como ustedes lo pidieron y yo no pude resistirme decidí traerles esto que desde hace un tiempo andaba rodando en mi cabecita, su tan querida continuación ya está aquí, espero y les guste como irá este rollo, debo confesar que aún no tengo planeada bien la cosa pero como ya saben, ustedes son las que deciden si continúo o mejor lo dejo de lado (O en otras palabras que es una caca y no debo seguir así de sencillo), sin más espero que les guste, pero ya para que le hago al cuento, mejor los dejo leer ;)


Prólogo

Sí, ya sé, se lo están preguntando "¿Qué hace ella aquí?", bueno, ¿Quieren que se los diga?, pues adivinen qué…yo tampoco lo sé, en realidad, quizá lo sepa, el caso es que no lo recuerdo, al menos no concretamente, hice algo malo, eso es seguro, porque…generalmente se encierra a las personas en lugares como estos cuando tienen ciertos…problemas, sea lo que sea, tengo el presentimiento de que así fue, tengo la sospecha de que yo no soy nada común y corriente, y si estoy aquí es porque debí haber hecho algo atroz, algo horrible, ¿no?

Pero les confesaré algo, y es que no me siento culpable, no tengo ningún remordimiento, cuando pienso en ello no digo "Me arrepiento", en cierta parte creo que algo en mi dice que esta bien lo que hice, aunque no sepa que fue eso que hice, es confuso ¿verdad?

Oh…esperen…ya sé, seguro también se preguntan por qué no recuerdo nada, bueno, eso sí lo sé, estoy aquí desde hace un tiempo, no sé cuanto ha pasado, pero imagino que tal vez mucho ¿O quizá no?, lo lamento si no puedo ser específica, es sólo que estar encerrada en esta habitación, con nada más que cuatro sucias paredes acolchadas, sí, sucias, son asquerosamente asfixiantes, es tan aburrido el estar cautiva aquí dentro, nunca puedo salir, el lugar no poseé ventanas, Annie siempre dice que es peligroso, al menos no es como los demás, ella no dice que YO soy la peligrosa, en fin, Annie es mi enfermera, me visita todos los días, se encarga de aplicarme los sedantes y darme las medicinas que me mantienen tranquila, también me informa sobre el mundo exterior, lo que pasa fuera de esta habitación –la cual parece achicarse cada día que pasa-.

Annie siempre me hace sentirme menos sola, bah, pero qué digo, yo nunca estoy sola, en mi condición eso es tremendamente imposible, estar sola para mí sería un deleite. Cuando ella viene a visitarme siempre me mira con tristeza, como odio esa mirada, me hace enfurecer, odio su voz cargada de lástima cada vez que saluda diciendo "Hola Chris, ¿Cómo estás?", desearía poder levantarme y arrancarle los ojos, abrir su garganta con mis propias uñas y desgarrar sus cuerdas vocales sólo para no oír ese tono en su voz, sin embargo, esta camisa que me mantiene atada no me lo permite, moverme resulta dificultoso, además de mencionar el hecho de que todos estos medicamentes sólo me adormecen y lo hacen más complicado.

¿Para qué los medicamentos?, bueno, si hasta este punto no lo han notado deben ser muy estúpidos como para no darse cuenta de qué hablo, me encuentro en un hospital psiquiátrico, no, no estoy loca, no creo estar loca, mi realidad es diferente, mi manera de ver las cosas es diferente, no hay nadie que pueda comprenderme, es por eso que los demás lo etiquetan de muchas maneras, demencia, delirio, bipolaridad, esquizofrenia…lo que yo suelo llamar mi propio mundo, el mundo en el que he estado viviendo durante todos estos días, he perdido la noción del tiempo, no sé ni cuando es de día ni cuando es de noche, siempre me hacen análisis, ponen medicamentos en mi comida para mantenerme quieta y dócil, cuando los ataques de ansiedad comienzan a invadirme Annie viene de inmediato para aplicarme los sedantes, a veces en cantidades extremas, y todo para hacer que me calme. A diario tengo alucinaciones, veo rostros que no suelo reconocer, escucho voces que susurran y me llaman, sombras que se pasean de un lado a otro de la habitación, se arrastran y trepan por las paredes, una chica igual a mi que a menudo sólo se queda sentada en una esquina y me mira fijamente sin decir nada y finalmente unos ojos, de un color azul intenso, profundo, a veces tan oscuro que parece negro, acompañados de una larga sonrisa que me reconforta e incluso me hace sonreír también.

Otro hecho interesante aunque tal vez irrelevante es mencionar que mi mente esta fragmentada, ¿Qué significa?, bueno, significa que parte de mi memoria no es clara, "Las personas tienden a olvidarse de hechos importantes de su pasado cuando sufren severos traumatismos, se bloquean de manera voluntaria, aferrándose al hecho de sufrir una amnesia, aunque en el fondo saben que lo recuerdan, es como una defensa, como un escudo protector" eso fue lo que explicó el doctor Philips, pero estoy segura que la terapia de electrochoques ha contribuido también; no sé quien fui y no tengo muy claro quien soy, no tengo idea de cómo fue mi vida antes de llegar aquí y ni de cómo empecé a olvidarlo, mi mente es un lugar roto y deteriorado, bastante caótico si tuviera que elegir solo una palabra para describirlo. Recordar no me interesa en lo más mínimo, sería doloroso y frustrante, no ayudaría en nada, sólo empeoraría la situación, el pensar que alguien allá afuera está sufriendo por mi en este instante, o que simplemente no halla alguien que me quiera o recuerde, tal vez sólo se olvidaron de mi y siguieron con sus vidas, posiblemente sólo no tengo a nadie, bah, no es como si lo necesitara, porque a fin de cuentas…no tengo nada, nada más que esta mente quebrada, llena de visiones insólitas y mundos al revés, es todo lo que necesito, nada más que a mi misma.

La puerta se abre en ese mismo instante, siento la presencia de alguien más en el cuarto y sé que la hora ha llegado, mi mirada usualmente perdida en alguna parte del cuarto viaja hasta la puerta y veo a Annie parada en el umbral.

—Hola Chris, ¿Cómo estás?— sí, ahí está de nuevo, esa mirada, esa voz.

Miro como sostiene una jeringa entre sus manos, y como es usual cada vez que esta parte del día llega trato de hacerme más pequeña, me apego a la pared como tratando de fundirme en ella, no quiero más sedantes, es horrible lo que veo cada vez que cierro los ojos, esa es la razón por la que nunca duermo, porque cuando lo hago me envuelve una pesadilla interminable, como vivir en una auténtica película de terror.

—Tranquila, esto no es para ti, sólo quería pasar a ver cómo estabas— dice al darse cuenta de mi reacción.

Me relajo, bien, al menos todavía no me ha llegado el momento para encontrarme con mi infierno personal, por el momento…

—Hoy hace un día hermoso, me gustaría que pudieras verlo, le he pedido al director permiso para que puedas salir al patio, me ha dicho que si tu comportamiento es igual de tranquilo al de estás últimas semanas lo considerará.

Me alegro un poco con esas palabras, mi mirada se fue de nuevo hacia la jeringa, con gesto interrogante la miro a los ojos.

—¿Qué sucede?— señalo el objeto con un ligero movimiento de cabeza —Oh ¿Quieres saber para quién es?, se supone que no debo decir nada, es confidencial, pero tu guardarás el secreto, ¿verdad?

Asiento.

—Llegó alguien nuevo, hace como…semana y media, me lo han asignado así que será un poco difícil pasar un poco más de tiempo contigo ahora, lo lamento, pero trataré de venir más a menudo— esboza una sonrisa cálida, su expresión típicamente alegre y pícara me hace sonreír igualmente.

—Me gusta cuando sonríes Chris, te ves muy linda— se acerca a mi y se pone en cuclillas, su manó se estiró y me acarició el enredado cabello negro con dulzura, desde que llegué aquí ella es muy amable conmigo, es linda, poseé unos bellos ojos color marrón y su cabello color caoba cobrizo largo y ondulado suele estar atado en una coleta alta, el uniforme blanco le sienta bien a su piel canela.

—¿Sabes? Nunca pude tener hijos, pero con seguridad puedo afirmar que si hubiera podido tenerlos me habría encantado tener a una niña igual a ti— suspira y se levanta —Tengo que irme Chris, hay mucho papeleo por hacer, tal vez te visite mañana, si es posible lo haré más tarde, Gretta se encargará de aplicarte los sedantes en unas cuantas horas más— la miro con confusión, ella siempre me aplica los sedantes, ¿Por qué tiene que hacerlo Gretta? —Estaré ocupada con el nuevo paciente y no puedo hacerlo, tranquila, estarás bien, por cierto, tengo una sorpresa para ti, te la daré la próxima vez que venga a visitarte, tengo el presentimiento de que te va a encantar.

Sale y cierra la puerta, dejándome de nuevo con mis ya usuales visiones, me deslizo hasta recostarme en el suelo, observo a las sombras pasearse como bultos, sus irregulares figuras a veces me confunden y marean.

—Dejen de hacer eso— ordeno, algunas desaparecen, otras deciden no obedecerme y siguen dando vueltas, bufo y frunzo el seño.

Mis ojos se encuentran con unos iguales a los míos, la chica igual a mi me miran desde el otro lado de la habitación, su rostro inexpresivo, sus labios no pronuncian palabra alguna, nuestras miradas no se apartan, un duelo silencioso se mantiene entre nosotras, inevitablemente rompo el silencio.

—Deja de mirarme— digo.

Ella no responde, y por un momento creo que no lo hará, pero entonces, esboza una sonrisa y abre la boca, su voz igual a la mía me causa un ligero estremecimiento.

—Sonríe— pronuncia finalmente, y yo no puedo entenderlo.


¿Qué tal?, ¿Les gusto?, ya saben, déjenme sus reviews y yo con gustazo continuare si me lo piden, chao chao Oh por cierto un gran saludo así enorme a uno de mis fieles lectores mi queridísimo Dan Pas sabes que te quiero :3