Tom Sawyer para magos


Los personajes no son míos.

La idea vino de "A Very Potter Senior Year".

Y este fic participa en el reto de "Viñetas" del foro I solemny swear.


¿Qué hacía un joven mago en una biblioteca muggle? ¿Y sobre todo en la sección de literatura? Extraño. Algo debía estar tramando.

Tomó un libro y leyó la contratapa. Lo dejó donde estaba. Sacó otro e hizo lo mismo. ¿Qué estaría buscando?

Una joven que trabajaba ahí se le acercó "Buenas tardes, ¿busca algo en particular?" le preguntó. El muchacho de cabellos rizados le sonrió y negó con la cabeza "No sabría decirle lo que estoy buscando, pero gracias." En seguida le guiñó un ojo y la chica se ruborizó. Después de todo, el joven era bastante guapo, aunque sus ropas fueran algo extravagantes.

Siguió recorriendo estantes hasta que dio con un libro de llamativas letras doradas. De un tal Mark Twain, se titulaba "Las aventuras de Tom Sawyer". Comenzó a leerlo y de inmediato lo atrapó. Buena trama, totalmente copiable, ningún mago lo habría leído, eso era seguro.

Lo escondió bajo su capa y salió de la biblioteca.

Una vez en su apartamento sacó su máquina de escribir y tipió "Las aventuras de Gilderoy Lockhart". Sería todo un best-seller, ya casi podía ver su rostro en El Profeta "Lockhart arrasa con la ventas de su nuevo libro, una aventura singular llena de emoción".

No era la primera vez que hacía eso, por supuesto que no. ¿Cuántos libros llevaba publicados? ¿Siete, ocho? Quizás más. Todos plagiados. Todos contaban las grandes hazañas del mago.

Nadie podía enterarse de su secreto. Tenía un nombre que cuidar, fama y seguidores. No podía perderlo todo por un descuido. Suerte que nadie hacía los obliviate como él. Si de algo le había servido ir al estúpido colegio, era que había aprendido ese único hechizo. ¿Trabajar en el Ministerio? Eso era para ñoños. Él era un espíritu libre. Un aventurero nato, y un escritor prodigioso.

Gilderoy Lockhart era el escritor del siglo.