Nota: Naruto no me pertenece, es una saga creada por el mangaka Kishimoto Masashi. Espero que les guste mi versión del final de Naruto Shippuden, por supuesto lo central será NaruHina... Soy de esos románticos empedernidos jeje. No daré a conocer el resto de las parejas, espero que lean xD...

Capítulo 1

El final del sufrimiento revela la luz que se había extinguido por culpa de la oscuridad

Madara, con su ojo izquierdo aún inútil porque estaba vacío y el derecho ocupado por el Rinnegan, miró fijamente a los nueve bijuus, parados frente a él mirándolo con odio, tal y como siempre todos en el mundo lo habían mirado.

Se detuvo un momento de más a observar a Naruto Uzumaki, parado en la boca del cuerpo de chakra del Kyuubi, que le devolvía la mirada, pero de manera diferente. Lo miraba como si a pesar de todo quisiera entenderlo y consolarlo, pero ya era tarde para que hicieran eso.

Ya había pasado mucho tiempo solo, sumido en la oscuridad del poder ilimitado que le entregaban sus ojos…

Pero estaba ese chico de su propio clan, ese chico Uchiha, Sasuke, que tenía sus mismos ojos pero no parecía acarrear la misma oscuridad. Si bien estaba rodeado de ella, y esto se notaba en su forma de hablar y actuar a la hora de luchar, en el fondo no había oscuridad. Había una luz que hasta tenía nombre. Y él, con sus ojos, con su Fuumetsu Mangekyou Sharingan, lo había visto. El nombre de esa luz era Itachi. Itachi Uchiha.

Se sentía bastante identificado con eso, puesto que en el fondo su luz había sido Izuna, su hermano. Pero Izuna había muerto por culpa de Tobirama Senju, el hermano de su queridísimo mejor amigo.

Pero entre Sasuke e Itachi las cosas habían sido diferentes, según le había dicho Zetsu, mientras iban desde el lugar donde había eliminado, o eso había creído, a los cinco Kages, hasta donde Obito se batía a duelo con Naruto Uzumaki.

Itachi había urgido un plan para preparar a su hermano, Sasuke, para que pudiera pelear con Obito cuando llegara el momento, fortaleciendo el odio del muchacho hasta el punto de hacer que peleara contra él a muerte. Así, Sasuke obtuvo el Mangekyou Sharingan, y una vez que se implantó los ojos de Itachi, obtuvo el mayor poder del clan Uchiha.

Por lo que Madara había visto mientras peleaba con Hashirama, Sasuke podía invocar al Sasuno'o Perfecto Estabilizado.

Sería un buen contrincante… Una vez que acabara con los Bijuus. No le importaba en absoluto cómo el chico Uchiha había sido muy parecido a él. Al final, sus historias eran diferentes, sólo había una similitud: ambos habían peleado con sus mejores amigos.

Pero una de las diferencias… Era que Sasuke había derrotado a Naruto en el Valle del Fin. Y él, Madara, no había podido vencer a Hashirama. Quizá por eso… Pero no, daba igual. No dudaría ahora. No a esta altura del juego, cuando estaba a tan poco de alcanzar su sueño de paz.

-Muy bien.-aplaudió Madara, mirando con un solo ojo.- Han hecho su jugada. Pero ahora yo haré la mía.-unió sus manos en el sello de la serpiente.- ¡Senpou!-

Kurama jadeó, gritó a sus compañeros Bijuus que corrieran. Conocía ese jutsu. Demasiado bien.

-Gaara, ¡detenlo!-chilló Naruto, a lo que Gaara extendió la mano y cerró el puño con la intención de destrozar a Madara, pero el Rinnegan de este se contrajo y luego se normalizó, bloqueando el chakra de Gaara que intentaba manipular la arena en su interior y mandando al Kazekage a partirse la cabeza contra el suelo.

-¡No!-gritó el rubio desde la boca de Kurama, justo antes de volverse hacia Madara, muerto de rabia.

-¡Mokuton!-Madara separó las manos y las bajó, apuntando las palmas al cielo.

-¡Corran! ¡Corran!-gritaba Hashirama a todo el que pudiera escucharlo.- ¡CORRAN!-

-¡Shin Suusenju!-

El mundo entero tembló cuando la titánica estatua de madera emergió de la tierra con Madara parado sobre ella.

-¿Todavía quieren bailar?-cuestionó el Uchiha, con los brazos ahora alzados hacia el cielo, observando a las bestias con cola alejarse.- ¿No? Oh, pero yo sí. ¡Senpou: Choujou Kebutsu!

Todos lo sintieron. Todos sintieron el temblor de los miles de brazos de la estatua al desprenderse y propulsarse hacia los Bijuus.

Entonces sucedieron varias cosas inesperadas.

Kurama y Naruto saltaron, giraron en el aire y lanzaron una descarga de chakra contra los proyectiles, pero no fue suficiente para bloquearlos todos.

Orochimaru, que siempre que se había cruzado a Naruto había intentado acabar con él, se interpuso entre el chico y la madera y gritó:

-¡Kuchiyose: Sanjuu Rashoumon! ¡Kuchiyose no Jutsu!-

Tanto las tres puertas Rashoumon como una serpiente gigante detuvieron tantos brazos de madera como pudieron, pero tampoco fueron suficientes, cayeron destruidos.

Un Susano'o Perfecto Estabilizado de color lila creció de un instante a otro frente a los brazos restantes, que aún eran muchos.

-¡No vas a matar a mi único amigo!-chilló Sasuke enloqueciendo de rabia.

Susano'o disparó llamaradas hacia la madera, quemando un brazo tras otro, carbonizándolos, haciendo que sólo fueran cenizas lo que llegara a la armadura del Samurái Espiritual, pero incluso así acabaría siendo destruido.

-¡Enton: Kagutsuchi! ¡Enton: Yasaka no Magatama!-gritaba Sasuke a diestra y siniestra, mientras Orochimaru seguía invocando Rashoumons.

-¡Kurama, con los demás Bijuus! ¡Sasuke, aguanta, por favor!-

El Kyuubi saltó hacia atrás, colocándose justo en círculo con los demás, que corrían despavoridos.

-¡Hay que hacer una bomba bijuu y ya! ¡Todos juntos!-

A lo lejos, se oía la risa de Madara, que gozaba de la destrucción y desesperanza que estaba causando.

Naruto podía ver a la Alianza Shinobi huyendo del lugar, previendo lo que se les vendría encima.

Los nueve Bijuus comenzaron a concentrar energía en un único punto, creando una bomba tan potente como las del mismísimo Juubi.

Pero no llegarían a tiempo. Podía ver cómo el Susano'o de Sasuke estaba siendo destruido, y en breve su mejor amigo acabaría muerto… Seguiría el mismo destino que la serpiente invocada por Orochimaru, quien se hallaba refugiado en uno de los pies de Susano'o.

Y cuando oyó el grito no podía creerlo. No podía concebir la idea de que Hinata estuviera defendiéndolo otra vez, arriesgando su vida de nuevo.

Pero esta vez había otra vez unida a la suya.

-¡Hakke: Mauntendaburuu~ōrudesutoroiyā (Ocho Trigramas: Doble Pared Destructora de Montañas!-gritaron Hinata, Hiashi, su padre, y todo el clan Hyuuga, expulsando de un solo saque todo el chakra del Kyuubi que tenían encima más el suyo propio.

Una infernal cantidad de chakra golpeó a todos y cada uno de los brazos de madera y los desvió, justo cuando Susano'o se desvanecía.

El rubio, desde la boca de Kurama, pudo ver a todos los miembros del clan Hyuuga ubicados de a pares, todos con las manos extendidas hacia adelante.

-¡¿Qué es esto?!-exigió Madara.

-¡Esto…-gritó Naruto apuntando la enorme bomba bijuu que habían formado los nueve animales.-… Es…-pensó en todos sus amigos y amigas, en sus padres, en Ero-Sennin, en Nagato, en Itachi, en Zabuza Momochi y en Haku, todos le habían dejado algo; todos le habían pedido un favor: encontrar la paz; estaba a punto de lograrlo; "mírenme", rogó.- …LA VOLUNTAD DE FUEGO!-gritó.

-¡CHO OOBIJUUDAMA!-aullaron los nueve Bijuus a la vez.

-¡Ah, pero olvidan que tengo el Rinnegan y puedo absorber todo ese poder!-

Sin embargo, cuando intentó hacerlo, el escudo absorbente falló y volvió a quedarse ciego, a la vez que sentía arena fluir por los huecos de sus ojos a altas velocidades, provocándole un gran dolor.

Y entonces la bomba impactó en él.

Cuando la bomba estaba por dar en el blanco, Gaara lanzó el ojo de Madara hacia Naruto, quien lo atrapó en el aire, antes de desmayarse por el golpazo de antes.

Naruto lanzó brazos de chakra a por Orochimaru, Sasuke, Hinata, Hiashi y los Hyuuga, pero llegó tarde. Aun así, no se rindió e intentó sacarlos de dentro de la explosión y cuando los brazos de chakra los alcanzaron, se encontró con algo que le impedía agarrarlos.

Cuando el humo y la energía de la explosión se disiparon, pudo ver con claridad un Susano'o liláceo con forma de samurái alzando dos katanas enormes. Todos estaban protegidos por él.

-Hasta nunca, cadáver.-susurró Sasuke viendo que el chakra senjutsu de Hashirama que tenía Madara empezaba a curarlo.

-¡No!-gritó Naruto.- ¡No lo mates!-

Y su amigo detuvo la katana justo al lado del cuello del Legendario Uchiha.

Madara rió, tosió sangre. Sintió varias heridas a lo largo de su cuerpo, que ya se iban curando.

-Por favor.-dijo, ciego.- Están retrasando lo inevitable. Vendrá otro después de mí que reconocerá la verdad, que verá la verdad de mis palabras y querrá cumplir mi sueño, ¡mi sueño del Mugen Tsukuyomi! ¡Alguien que preferirá ver al mundo entero sumido en un Genjutsu sin fin antes que verlo autodestruyéndose!-

Naruto se arrodilló al lado de Madara y deshizo su armadura de chakra. Se quitó la chaqueta naranja y negra rasgada y la usó para contener el sangrado de la herida más grande de su enemigo. El Uchiha se sorprendió, y, si hubiera tenido ojos, los hubiera abierto de par en par.

Sasuke desarmó a Susano'o y se acercó, deteniéndose al lado de su enemigo, con una mano en su katana, Kusanagi.

-¡Aparta!-gritó Madara intentando empujar a Naruto, pero él se resistió.

-¿Qué puedo hacer para que te detengas?-lloró presionando más la herida para que no sangrara.- No quiero que nadie más sufra, quiero detener todo este dolor… Todo este odio… ¿Cómo es que pude desahogar a un Bijuu pero no puedo desahogar a una persona?-las lágrimas corrieron desde sus ojos hasta su mentón y cayeron al suelo.

-Nadie puede detener este ciclo sin fin de odio, ¡sólo mi Genjutsu, sólo el Mugen Tsukuyomi!-

-¡No!-gritó Naruto en respuesta sacudiendo su rubia cabeza.- ¡Eso no es verdad!-lloró.-

-¡Sí, lo es, de lo contrario no estaría sucediendo esto! ¡Dices que vas a salvar el mundo, pero aquí estás, peleando conmigo, fomentando la guerra!-

Naruto lo miró con los ojos abiertos, totalmente indignado.

A su alrededor, Hinata contuvo el aliento e Hiashi apretó los puños, Sasuke cerró los ojos y afianzó el agarre sobre Kusanagi con odio, y Orochimaru sonrió maliciosamente.

-No entiendes nada.-susurró Naruto conteniendo su ira.- Estamos aquí luchando porque…-

-Alabas tanto la idea de convertirte en Hokage, gritas a los cuatro vientos que ese es tu sueño, y que no hay que renunciar a los sueños…-Madara fue subiendo su tono de voz hasta casi gritar, y cuando habló de nuevo lo hizo con un hilo de voz, como si pretendiera matar a Naruto con lo que dijo a continuación.- Y aquí estás tú. Destruyendo MI sueño.-

-Eso…-dijo Hinata aproximándose, sin importarle que su padre y su clan entero estuvieran mirando, para arrodillarse al lado de Naruto y tomar su mano.- Es porque tu sueño consiste en destruir todos los nuestros.-

"Hinata…" pensó Naruto, sorprendido, "Ahí estás otra vez apoyándome, aunque todos te estén mirando. Ya no tienes vergüenza de nada."

-¡Cómo te atreves, mocosa insolente!-Madara hizo ademán de pegarle una bofetada, pero Naruto lo agarró por la muñeca.

Hinata, que había apretado los dientes y estaba preparada para recibir el golpe, soltó un gritito de sorpresa.

-¡No te lo permitiré! ¡No vas a causar más dolor! ¡A nadie!-

-¡Suficiente! ¡Invocaré a Susano'o todas las veces que haga falta con tal de matarlos a todos, mocosos estúpidos, ¿quiénes se…?! ¡Arg!-

Una raíz había saltado desde el suelo y había atravesado el pecho de Madara.

Naruto, Hinata y Sasuke voltearon, y vieron a Hashirama con las manos unidas en su sello de serpiente y a Tobirama dejando caer la última de esas cosas que lo mantenían apresado.

-Lo siento, viejo amigo.-susurró Hashirama.- Ellos son la próxima generación de ninjas. Y como el Hokage que fui, no puedo dejar que los mates.-

La raíz se retiró y dejó a un moribundo Madara en el suelo. Cuando el Uchiha intentaba usar el senjutsu de Hashirama, éste lo tomó del cuello y extrajo su chakra.

-Hashirama…-dijo Madara con sangre saliéndole a borbotones de la boca.- Te maldigo… Hashirama… Senju…-

Y esas fueron sus últimas palabras antes de morir.

Naruto rompió a llorar, desconsolado ante la idea de que Madara no fuera capaz de recapacitar, sintió las manos de Hinata pasar por su espalda y pecho hasta rodearlo y la sintió apoyar su cabeza en su clavícula para finalmente abrazarlo y acariciar su cabello. Sintió también cómo Hashirama le ponía una mano en el hombro y lo apretaba, como queriendo contenerlo también.

Al fin había acabado… Pero… ¿De la manera correcta?


"Al fin moriste, Madara.", pensó Obito desde lo más profundo de su ser, justo antes caer medio muerto al suelo, viendo que Naruto traía el Rinnegan del Uchiha en la mano, acompañado por una muchacha de su edad.

-¡Obito!-lo llamaron Naruto, Minato y Kakashi acercándose a él.

-Je.-dijo él.- No se preocupen por mí. Hace mucho que debería estar muerto.-se arrancó el Rinnegan de Madara y lo miró.- Por favor. No lo merezco, pero… Me gustaría ser enterrado a su lado.-observó a Kakashi.- Tú sabes de quién hablo. No soy digno ni siquiera de decir su nombre. Por favor.-lloró.- Te lo ruego.-

-Te prometo que ahí estarás, Obito. A su lado. Por toda la eternidad.-juró Kakashi Hatake.

-Y Naruto…-susurró tosiendo sangre mientras sentía cómo Kakashi aferraba su mano cerrada.- Aquí tienes el otro ojo. Deshazte de ellos. Sólo traerán dolor al mundo… Y no quiero eso.-sonrió con los labios manchados de rojo cuando Naruto agarró el otro ojo.- Dolor para el mundo… Je, je… Eso no es parte de mi sueño.-miró a Naruto con su ojo derecho y le pasó la localización de Yamato a través de un Genjutsu.- Ve a buscarlo…-se sacó el otro ojo, y ya sin ver nada, buscó a Kakashi a tientas.- Te mereces esto… Amigo… Perdón por no… regalarte nada al… convertirte en ANBU. Perdón por… No estar ahí cuando… Fuiste Sensei del grupo más… Fuerte jamás visto… En Konoha.-de los ojos de Kakashi brotaron lágrimas.- Vamos, tonto… No te me… Ablandes ahora.-pidió

Minato cerró los ojos, inundado por el dolor. Se agarró la frente y puso una mano en el pecho de Obito, que apenas se movía.

-¿Sensei?-dijo el Uchiha sonriendo.- Lo lamento tanto… No entendí sus enseñanzas. A todos… Lo…-tosió de nuevo más sangre.- …Siento.-acabó por decir justo antes de morir con una sonrisa inmortalizada en sus labios.

Kakashi bajó la cabeza, llorando, y Naruto le dio un abrazo por primera vez en mucho tiempo.

-Suéltame.-le dijo el rubio después de un rato; Kakashi lo miró atontado.- Babeas mi chaleco.-añadió sonriendo.

Su Sensei sonrió y cerró los ojos. Naruto vio cómo la máscara se movía formando la sonrisa al recordar aquel momento.

Minato se agachó y se cargó al hombro sano el cuerpo sin vida de su alumno.

-Vámonos de aquí.-sugirió.- Démosle a Obito un entierro digno.-

-¿Y qué hay de Madara?-pidió Naruto.- Aunque fuera nuestro enemigo, también se lo merece.-

Hashirama apareció cargando el cuerpo del otro Uchiha.

-De eso me encargo yo. Ahora volvamos a Konoha. Hay que despedirnos de dos grandes guerreros.-se notaba una nota de angustia en su voz.