Vuevo a la carga con otra serie de drabbles, esta vez, de la tabla Tacto de la comunidad de 10instantes.

Disclaimer: Estos personajes no me pertenecen, son de J.K.Rowling, que se ha hecho rica a costa de los miles de enganchados como yo.

Palabras: 290


Caricia

Fleur no es la señorita refinada y delicada que todos creen. Es una mujer hecha y derecha, es valiente, es seducción y perdición encerradas en un frasco de cristal, y sobre todo, es fuego de plata.

Por eso Bill se fijó en ella. Porque vió detrás de la piel nívea de la chica, porque miró más allá de sus ojos. La firme determinación que encontró fue suficiente para hacerlo caer preso de sus encantos.

Pero hay cosas que no se ven a primera vista, o que no se quieren ver. Por eso Molly solo suspiraba refunfuñando cada vez que Fleur organizaba la casa, recogía la ropa del suelo, ordenaba los estantes. Alzaba una ceja y ponía una sonrisilla cada vez que Fleur preparaba uno de sus platas franceses, que llevaban más nata que otra cosa y que sabían fatal.

Porque para Molly Fleur era una niña pija y estirada que no sabía nada de la vida, que había vivido entre mantas de hilo de oro y algodones de la mejor calidad francesa. Una niña que abandonaría a su hijo y se iría con el primer hombre con túnica de gala que le guiñara el ojo. Una niña que a sus ojos no había participado en el Torneo de los Tres Magos, para el que se necesita arrojo y fuego en el corazón, y no uñas con manicura.

Cuando Fleur la empujó y curó ella misma las heridas de su prometido, Molly atravesó la barrera de prejuicios que había creado, y la vió. Vió que quería a Bill, que era valiente, que ni le importaba ensuciarse las manos.

Molly la cogió de las manos, y se las acarició con suavidad. Era una caricia de aceptación, suave y cálida, una caricia maternal.


Se agradece un comentario ;)

Nos leemos