Hola. Que tal?
Se que hace mucho no subo. Pero se me fue la inspiración". Pero hoy navegando en fanfiction, me dije: "Hey! Por que no continuar tu historia sobre Naruto". Por lo qué me puse al leer lo ya había hecho para ver como continuarlo. Y no me gusto. Ahí recién estaba empezando a escribir, pero ahora ya tengo un poco mas experiencia.
Es por eso que borre mi historia anterior y la voy a subir de nuevo muuuchos con cambios.
En primer lugar, no habrá viaje en el tiempo ni nada. Todo esta ambientado en mi futuro imaginario de Naruto (ya se cual es el final pero me quedo con el mio).
Sasuke e Itachi seguiran muertos, aunque harán ciertas intervenciones como en flash back, u otra cosa.
Akatsuki cambio de bando y ahora es bueno, subiré conservar sus actitudes asesinas.
Neji está muerto. Hay muchísimo oc. De hecho la historia gira en torno a uno.
Conservare una qué otra parte de la anterior historia.
Para entender un tiquitin más la historia, lean "No te olvides de mi" que seria como el prólogo. Es triste para que lo sepan.
Bueno empezamos.
Luz, cámara, a leer!
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Un rubio se encontraba recostado sobre un escritorio.
Tenía una mueca de sufrimiento.
Sus ojos reflejaban una inmensa tristeza.
Algo abominable había pasado.
Algo terrible.
Sádico.
Horroroso.
Inaudito.
Ichiraku Ramen había cerrado a causa de la temporada vacacional.
Y todos sabemos que para Uzumaki Naruto, El héroe de Konoha, Hijo De Yondaime Hokage, y ahora Rokudaime Hokage, eso era el mismísimo infierno.
Recordaba como si fuera ayer cuando comía su último plato de ramen, lleno de felicidad y satisfacción.
De hecho, eso fue ayer.
Lo privarian de su adorado ramen durante 3 semanas.
¡Cómo podían hacerle eso a su Hokage!
¿No había hecho él una orden de que nunca debería faltar ese tan sabroso platillo en ningún rincón de Konoha, mucho menos del de Ichiraku?
¡Y sin embargo, la gente desafiaba a su líder! ¡Robandole de sus manos su fuente de vida!
Eso era una total injusticia.
Una peli-celeste de ojos perlas y rayas de zorro en sus mejillas, veía con incredulidad a su padre.
Entendía su sufrimiento. Le había pasado exactamente lo mismo cuando Shuki Dango's había cerrado por motivo de plaga.
¡Pero ella nunca habría puesto un día de duelo por esa simple razón!
Ella era infantil, como cualquiera niño de 9 años de edad.
¡Pero su oto-chan lo era aún más!
Sin embargo, haría lo que Kakashi-obachan le recomendó, ignorarlo.
Con esa resolución, la pequeña Kushina salió de la sala del Hokage.
Buscaría a su hermano. Posiblemente estaría con Sakumo-kun.
Era mejor eso que estar con un padre en depresión.
Y a parte, tal vez podría encontrarse con.. con.. S-shin-kun.
"Eso me haría muy feliz" piensa la niña con las mejillas sonrojadas y una tímida sonrisa.
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Tres jóvenes de 12 años estaban en el campo de entrenamiento número 1.
Este estaba llenos de shurikens y pergaminos. Se notaba que allí había habido una batalla.
Respiraban agitadamente. Sus ropas estaban desordenadas o, en todo caso, rotas.
- Eso ha sido fuerte, dattebane -decia un peliazul de ojos azules. Este es Minato Uzumaki Hyuuga.
- Tu dijiste que no nos rentengamos, baka -le contesta una pelirrosa de ojos negros y piel pálida, de nombre Mebuki Haruno.
Nadie dice más. Solo se escuchan el sonido de sus respiraciones, cuando algo rompe el silencio.
Es un oji-ambarino peligris, quien tiene una máscara que le cubre la mitad de su cara, mete su mano en sus estuche de armas ninja, buscando algo.
Sus compañeros no se inmutan. Ya tiene una idea de que es lo que sacara.
Y se dan cuenta que tienen razón, cuando Sakumo Hatake saca un libro. Icha Icha Paradise.
"De tal palo tal palo, tal astilla. De tal pervertido, otro pervertido en potencia" piensan sus acompañantes.
- ¿Que? -dice el Hatake al sentir como lo miran los otros.
- ¿Podrías dejar alguna vez por un segundo ese estúpido libro? -dice Mebuki molesta.
- No. Es totalmente necesario para mi educación. Si quiero ser como mi padre, tengo que leer este magnífico escrito. Y sinceramente, es algo que me agrada hacerlo.
- ¡Y como no te va a gustar! ¡Hijo de hentai-sensei tenias que ser! -dice Minato.
- Que puedes encontrar de lindo es ser igual a Kakashi-sensei. Es tardón, pervertido, mentiroso, chanta, vago, y la lista sigue y sigue.
- Será todo eso pero es mi padre, Mebuki-chan. Acaso no te gustaría ser igual a Sakura-chan?
- Claro que si! Mi oka-chan es la mejor médico, una de las mejores ninjas, que va! Es una sannin!
- Pero Mebuki-chan, aprecio mucho a la tía Sakura, pero.. etto.. también tiene un humor de perros, una fuerza monstruosa que es muy intimidante, muy voluble y también.. -se interrumpe Minato al ver la mirada asesina que le dirigía la oji-negra.
- Exactamente. Por lo tanto, tu Haruno no puedes criticar a mi padre. Como podemos ver, Sakura tampoco es un ángel -dice el oji-ambarino.
- Callense, bakas! -dice mientras les da un coscorrón en la cabeza a ambos.
- Mebuki! Eso duele!
- Pues se lo merecen -dice altanera.
- Oe, saben donde esta Kira-teme? -cambia de tema el Uzumaki.
- No tengo idea. Pero conociéndola, estará en una misión o entrenando. Tu, Sakumo-kun siempre estés con ella, sabes dónde se encuentra?
- Pues, yo opino lo mismo que tu, Mebuki-chan. Kira-chan no sabe lo que es la vida social. De hecho, no se si está consciente que existe un mundo a su alrededor.
- Bueno, pero yo sí sé es que estará muy enojada, dattebane -dice poniéndose las manos en la nuca.
- Por qué lo dices Minato? -pregunta la pelirrosa.
- Por que to-chan tiene una misión para ella, y de verdad no creo que le agrade.
- Y cual es esa misión? -pregunta ya medio impaciente Sakumo.
- Solo esperen y lo verán, dattebane -responde con una sonrisa zorruna el peli-azul.
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Nuestro rubio favorito se encontraba en la misma posición que al principio, con la única diferencia que ahora veía un cuadro con añoranza.
Lo más ridículo de todo esto, es que en el cuadro había la fotografía de un plato de ramen.
- No te pongas triste. Nos encontraremos. Yo nunca te olvidare. Te prometo que nada ni nadie nos volverá a separar jamás. Viviremos nuestro amor a toda costa, aun si es imposible, oh mi amado ramen.
La puerta se abre bruscamente en ese momento, interrumpiendo la declaración de amor del hokage.
A la sala entra un rubia con negro en las puntas, incluido el flequillo.
Sus ojos negros como el carbón, fulminan al hombre frente a ella.
Es muy intimidante para tener 12 años.
- Naruto -dice con furia disimulada en su voz.
- K-kira-ch-chan - exclamó nervioso antes el Uzumaki, ya sin rastro de tristeza- q-que te tra-trae por aquí?
La oji-negra se mueve rápidamente, por lo que en un instante está apoyándose en el escritorio, acercando su rostro al Hokage.
Y si bien se encuentra inmutable en sus facciones, se puede ver la ira remolinando en sus ojos.
Azota contra la madera una carpeta.
- Así que..gennis? -pregunta, con voz amenazante.
- De-de q-que ha-hablas Ki-kira-c-chan?
- No seré sensei de un grupo gennin -dice ignorando la pregunta.
Olvidando su plan de hacerse el tonto, Naruto responde:
- Pero Kira-chan acaso no te agrada la idea de enseñar a otras personas a ser grandes ninjas?
- No. En absoluto. Son un estorbo. Una molestia en mi vida. Elige a alguien más.
- No -dice firmemente el rubio- tu serás el sensei Kira-chan. No está en discusión.
- ¿Por qué no? -dice sin rendirse.
- Porque esta no es solo una decisión mía. El consejo ha mandado eso. Quieren a más ninjas como tu. Y quien mas que seas tu misma la que les enseñes a hacerlo?
- Pero yo no quiero. No lo acepto.
- No te puedes negar Kira. Es una orden. Míralo como otro paso en tu camino como shinobi.
- Hmp -la rubia sale bufando, dando un portazo, al ver que no podía hacer ya nada más.
Ella no quería que unos mocosos la molesten.
Solo serian un grano en el trasero.
Y ser sensei a su edad traería muchos problemas, ya que tiene la misma edad de sus supuestos pupilos.
No la respetarian como la superior que era.
Pero un ninja debe adaptarse a las situaciones que se le presenten. Y eso haría.
Pero después que los niñatos esos no se quejaran si era demasiado exigente.
No les tendría compasión.
Excelente. No los conocía y ya los odiaba.
Con esos pensamientos, la rubia empezó a saltar sobre las edificaciones, dirigiéndose a su casa.
Los territorios Uchiha.
