Disclaimer: Los personajes de la serie de Inuyasha, no son de mi propiedad, pertenecen a la gran Rumiko Takahashi y yo los uso sin fines de lucro.
Advertencia: Muerte de varios personajes, el fic está ubicado en un A/U (universo alterno), posible Ooc. Además de que el fanfic es un Sesshome, así que si no eres fans de esta pareja es recomendable que no leas.
Notas de Autora al final del capítulo.
Una cucharada de su propio chocolate...
Capítulo 1
Amor de Madre.
Totosay Higurashi y su esposa Kaede de Higurashi, son los dueños de una de las mejores fábricas de chocolate de todo el país (La Shikon No Tama), la cual heredaría su único hijo Inuyasha, de 28 años de edad, cuando ellos murieran el pasaría a ser el propietaria de dicha fabrica. Inuyasha, estaba felizmente casado con Kikyo Amateri, hija de uno de los socios de la fábrica, su joven esposa de 25 años, recién se había enterado de que estaba embarazada. Ambas familias esperaban con ansias la llegada del nuevo integrante de la familia, todo era dicha y felicidad, nada podría ser mejor la fábrica estaba produciendo de maravillas trayéndoles grandes ganancias a los dueños y socios de la misma; además de la felicidad por la llegada del bebe.
Todo era así, hasta que un día en medio de una de las grandes fiestas de aniversario de la fábrica, Kikyo, que contaba ya con tres meses de embarazo, se comenzó a sentir mal y por dicho malestar Inuyasha, muy preocupado por la salud de su esposa y él bebe, decide abandonar la celebración, llevándose con el a su esposa; para ingresarla a la clínica de emergencia, apenas llegaron ella fue atendida por uno de los mejores doctores (obstetra/ginecólogo) del sitio. En la clínica, el doctor la somete a varios análisis que confirmaron sus sospechas, a Kikyo e Inuyasha, el doctor les informo que el embarazo era de alto riesgo y era probable que él bebe no lo resistiera y en dado caso que el resistiera, la vida de la madre correría peligro cuando llegara el momento del nacimiento, debido a la fatal perdida del primer feto (bebe) que padeció la paciente hace un año.
Seis meses después...
En una habitación totalmente en blanco de una de las mejores clínicas del país, se encontraba Kikyo, acostada en una camilla y a su lado se encontraba, de pie, su esposo Inuyasha, tal parecía que la llegada del bebe había llegado. Kikyo, apenas había dilatado unos cuantos centímetros y ya habían comenzado las complicaciones para el nacimiento del bebé.
-Doctor, estamos perdiendo mucha sangre y la presión a comenzado a disminuir -informo una alarmada enfermera al doctor, poniendo muy preocupado a Inuyasha, por la salud de su mujer y su hija, el solo veía a su pálida esposa que trataba de mantenerse consiente a pesar de lo débil que se encontraba.
-Señor Higurashi, ha llegado el momento al que le temíamos... va tener que tomar una difícil decisión si quiere salvar la vida de una de ellas o si no ambas... morirán. -le informo muy serio el doctor a Inuyasha- entonces dígame a quien de las dos salvaremos ¿a su esposa o a su hija?- le pregunto el doctor, que solo lo observaba en espera de su respuesta para poder comenzar a salvarle la vida a una de ellas.
Inuyasha, al escuchar esas palabras se quedó, literalmente, de piedra sin duda era la decisión más difícil que tomaría en su vida. ¿A quien salvaría? ¿A su esposa o a su hija? Sin duda para él era muy difícil decidir ¿Por qué demonios tenía que perder a una de las dos? ¿Por qué la vida tenía que ser tan injusta con él? Se preguntaba mentalmente mientras se rascaba la cabeza preocupado y angustiado por no saber que decidir, tenía que apurarse sino las perdería a ambas.
Kikyo, que aún estaba consiente escucho las palabras del Doctor, ella supo desde el momento que el doctor le informo que su embarazo era de alto riesgo meses atrás, que en algún momento habría que decidir si ¿Su vida o la de su pequeña? Y ella como toda madre, desde el momento que supo que estaba embarazada comenzó a amar a su bebé aun sin haber nacido, por lo tanto ella había tomado una decisión y haría lo que toda madre haría si en algún momento tuviera que dar su vida por su hijo.
-Doctor, haga todo lo que tenga que hacer para salvar la vida de mi niña. -dijo muy decidida Kikyo, con la voz apenas audible por lo débil que estaba.
Inuyasha, se sobresaltó al escuchar las palabras de su mujer, el, la miro y vio en sus hermosos ojos chocolates la determinación y supo que ella ya había decidido. Así que solo la apoyaría hasta el final, aun sabiendo que la perdería y por todo el amor que le tenía el, amaría a su hija con su vida al igual como la amo a ella, a su mujer, a su Kikyo, él se le acerco y caricio su suave mejilla derecha y observó como ella dibujaba una débil sonrisa en sus labios, la cual permanece en ellos después de ser anestesiada, Inuyasha, se le acerco mucho más y deposito un suave beso en sus labios, sintiéndolos probablemente por última vez, el sierra sus ojos aun sabiendo que ella no le correspondería y sin poder evitarlo una lagrima solitaria bajo por una de sus mejillas, cuando separó sus labios de los de ella.
Kikyo, fue trasladada al quirófano donde le harían una cesaría de emergencia, la única forma de salvar a la bebe; pero pondría aun en más riesgo la vida de la madre.
Al momento de escucharse dentro del quirófano el llanto de una bebe que acababa de nacer, también se escuchó el sonido del monitor el cual informaba que el corazón de la joven madre se había detenido.
Kikyo, había muerto al momento de nacer su bebita; murió sin ni siquiera haber tenido entre sus brazos por un momento a su bebe...
Inuyasha, que estaba en la sala de espera caminando de un lado a otro muy preocupado, se detuvo al ver las puertas del quirófano abrirse dejando ver al doctor, el cual se le acercó lentamente y al llegar frente a él, se quito la mascarilla y hizo un movimiento en negativa con su cabeza; movimiento que Inuyasha, entendió perfectamente. Su hermosa y dulce esposa había muerto ya nunca más estaría junto a él y tampoco vería crecer a su hija...
-¡Kikyo, No! - dijo casi gritando Inuyasha, mientras se llevaba ambas manos a su cabeza sujetándosela fuertemente mientras sus ojos se ponían cristalinos por las lágrimas que amenaban con querer salir de ellos... No, no lloraría (aunque quisiera hacerlo) tenía que ser fuerte por su hija, que necesitaría de el al no tener a su madre.
Su hija sería el único recuerdo viviente que tendría de su esposa por siempre, en ese momento él se prometio siempre estar con su hija, iba a amarla y cuidarla con su vida y se aseguraría de contarle lo maravillosa que había sido su madre y cuanto la amo sin siquiera haber nacido...
15 años después...
Aome, así fue llamada la hermosa niña, nombre que había escogido su madre para ella...
Ese día era sábado, día en que se daría en la mansión Higurashi una gran celebración de cumpleaños, pues Aome, estaba cumpliendo sus 15 años, su padre (Inuyasha) recordaba que ese mismo día 15 años atrás había perdido a su amada esposa, pero que a cambio ella le había dejado un ángel para que siempre la recordara, porque su hija era el vivo recuerdo de su mujer solo a diferencia que Aome, tenía el cabello castaño claro muy diferentes al color de cabello de su madre.
Su hija, había heredado todas las cualidades de su madre a excepción de una sola el estilo, ya que a su hija no le gustaba nada estar a la moda ni nada de eso, ella prefería andar "cómoda" como decía, con ropas holgadas y camisas dos tallas más grandes de las que debería usar y ni que decir de los zapatos altos literalmente los odiaba, por ese lado Aome, prefería sus zapatos deportivos converse (unas convers) que eran sus favoritos, pero ese día no se salvó de usar un hermoso y femenino vestido parecido al de Bella ( de la película: la bella y la bestia de Disney) a diferencia de que era de un hermoso tono de azul celeste.
la fiesta había comenzado desde las de las 7:40pm de la noche.
Inuyasha, ese día le había tocado ir a la fábrica y no pudo faltar, porque cerraría un importante contrato que traería grandes ganancias para ellos y los socios, ya que exportarían a varios países el chocolate Shikon. Estaba tan concentrado en su trabajo que, prácticamente, se le olvido que le había prometido a su hija estar con ella en su fiesta y bailar con ella el vals según la tradición, así que miro su reloj de mano y vio que eran las 11:20pm así que apresurado guarda todas sus cosas en su maletín y sale de la fábrica directo al estacionamiento subterráneo del lugar y tomo su auto y salió a toda velocidad rumbo a la mansión para llegar a tiempo, porque a las 12 tenía que estar con su hija, se lo había prometido y él no pensaba faltar a su promesa.
La fiesta estaba yendo viento en popa, hasta que una llamada a los abuelos de la quinceañera, acabaría con la celebración...
Kaede y Totosay, se acercaron a su nieta que estaba muy tranquila hablando y bailando en la pista con su amiga Sango, ellos se le acercaron llorando y ella los miro sorprendida al ver que lloraban y al escuchar el porque lo hacían, no pudo evitar caer de rodillas al suelo en medio de la pista de baile, mientras las lagrimas caían sin control de sus hermosos ojos color chocolate deslizandose por sus tersas mejillas bañando su rostro y sin importarle que se había arruinado su vestido y que los invitados la miraban pregundose ¿que le había ocurrido? Aome siguió allí llorando; hasta que el reloj sonó informando la media noche y entonces Aome, recordó que su padre le había hecho una promesa y el nunca había roto sus promesas...
-¡Papá, tú me prometiste que estarías aquí conmigo! - decia Aome, mientras se levantaba del suelo y miraba a su alrededor buscando a su padre entre los invitados -¡No papito tú no estás muerto! -grito Aome, al no haber podido encontrar a su padre, negándose a creer esa cruel noticia...
Sus abuelos y su amiga se le acaron y la abrazaron fuertemente tratando de que se calmara. Debido a que no sabían ¿Cómo pedirle que se calmara? Si le acaban de decir que su querido padre había muerto. Kaede y Totosay, estaban muy dolidos habían perdido a su único hijo y si claro que les dolía ¿Cómo no dolerles? ¡Era su único hijo! pero también les dolía ver en ese estado a su alegre nieta, justo en sus 15 años. Una fiesta que es para recordarla toda la vida y ella, Aome, sin duda la recordaría por siempre, pues le acaban de decir que su querido padre había muerto en un accidente automovilístico.
Desde ese día su cumpleaños se convirtió en una fecha que no le agradaba para nada celebrarla ¿Cómo celebrarla? Si hace 15 años había perdido a su madre cuando la trajo al mundo y le dio la vida y justo en la misma fecha también había perdido a su padre.
Que era el único que hacia soportable sus cumpleaños, pero ahora ¿qué motivos tendría para celebrarlo? a partir de ese momento; Además su vida había perdido el sentido para ella ese día y aun después de tres años no superaba la muerte de su padre...
Continuará...
Hasta el próximo capítulo
Notas de Autora: Hola espero les haya gustado este primer capitulo de mi historia que es un poco triste. Admito que llore escribiendolo. Esta será la primera historia que hare de mas de 3 Capítulo.
Esperaré con ansias sus comentarios (acepto todo tipo de críticas siempre y cuando sean constructivas y No ofensivas)
Se despide:
AdryThaisho
