Historia basada en mi one-shot Lágrimas de Sangre. Para poder seguir el trama y ritmo de la misma debes de leer primero el one-shot para que puedas guiarte.
ADVERTENCIA: muerte de un personaje.
Cursiva: pensamientos en el flash back.
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Tú, Sasuke. Lloraras lágrimas de sangre por su partida. Has perdido lo que alguna vez fue valioso para y no lo sabias, tú y naruto se encargaron de arrebatarle su vida, y de ahora en adelante…Su recuerdo será una tortura, su sonrisa tu perdición, su muerte tu dolor y su partida generara en ti un doloroso recuerdo imposible de superar.
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Dicen que la pérdida y ausencia de una persona significativa y amada puede ocasionarte infinidades de sentimientos, como soledad y tristeza. En este caso, no era la diferencia a ambos les había afectado de manera rotunda su muerte.
Pero también dicen, que más allá de la muerte existe algo que une a las personas y que no los separa. Un sentimiento que puede sobrepasar todo, cualquier adversidad, cualquier dolor, cualquier odio o venganza, un amor que es sin fronteras.
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Doloroso Recuerdo
El día en konoha se encontraba nublado, oscuro y frio…muy frio. Como si el cielo sintiera tristeza y dolor. Sus calles ya reconstruidas se encontraban un poco desoladas debido a la posible tormenta que se acercaba. El viento era fuerte, de tal manera que mecía de manera brusca las hojas de los árboles que adornaban konoha.
Mirando desde el balcón de su departamento se encontraba el dueño de unos ojos azabaches, tan oscuros, tan fríos, tan distantes…tan solos. Miraba con expresión neutra hacia el cielo, pero si lo mirabas detenidamente se podía encontrar tristeza, soledad, dolor y sufrimiento. Si sufrimiento, eso era lo que rodeaba ahora a Sasuke Uchiha.
El día se encontraba como ese… ese día tan significativo, trágico y doloroso para él. Cerró los ojos y los apretó con fuerza tensando su mandíbula. Le dio un golpe al marco de su balcón e inmediatamente el recuerdo vino a él.
Flash back.
-vuelve…vuelve-repetía constantemente. Pero era en vano, quería que ella despertara, que abriera sus ojos, quería que todo fuera una pesadilla. Si… una maldita y estúpida pesadilla. Pero la realidad lo golpeaba a cada instante, cada vez que la llamaba y no contestaba, cada vez que pedía que abriera los ojos y en vano eran sus palabras, pues sabía que ella nunca jamás los abriría de nuevo.
Se reusaba tanto a soltarla, esperando que un milagro se apiadara de él. No dejaba que se acercaran, no…no quería que se acercaran a ellos. Quería… ¿Qué quería?... Quería que ella despertara, que lo mirara con esos ojos verdes que siempre le han gustado y llamado tanto la atención, que lo llame de nuevo Sasuke-kun. Pero no, no es así… le duele. Siente que ella se ha llevado su vida con su partida y eso simplemente hace que se sientas más solo que nunca. Su mirada negra se pasea una y otra vez por ella detallándola…mirándola. Meciéndose de vez en cuando con ella entre sus brazos, llorando y aclamando un milagro, meciéndose como si ella fuera una niña tratando de dormirla.
-sakura…-susurra.- sakura… abre los ojos…-acaricia su mejilla con una de sus manos, mientras que con la otra la tiene apegada y aferrada a su cuerpo.
-ábrelos…- repite.- vamos….molestia…- duele y mucho. Siente como la opresión del pecho hace que su voz salga ronca…quebrada.
¿Cuánto tiempo llevas así?
No lo sabes
No sabe cuánto exactamente pero eso no le importa. No, le da igual el tiempo que lleva con ella entre sus brazos apreciándola, mirándola y rogando a los cielos que despierte.
-kami.-pide. No, ya no pide. Es más una súplica…suplica que espera ser escuchada
-Sasuke…-escucha como le habla Tsunade.- tienes que soltarla.- le pide.
-no…-niega con su cabeza.- déjame…-la aprieta más contra su cuerpo si es posible. Tsunade lo mira con pena. Nunca pensó ver así a Sasuke Uchiha, sabía que el poseía lazos de amistad hacia sus compañeros aunque se negara a aceptarlo. Pero, su actitud ante la muerte de sakura la había dejado impactada y petrificada. A ella le dolía, y como no dolerle. Sakura había sido su alumna, su discípula y más que eso…era como su hija. Al llegar y verla tendida entre los brazos del Uchiha muerta había sido la peor visión que había tenido en su vida. Más que la muerte de su hermano y prometido. Ella que estaba tan llena de vida, tan vivaz, alegre, atenta, cariñosa…tan dispuesta a todo…ahora estaba muerta. Solo Kami sabía las ganas que tenia de asesinar a esos idiotas en cuando llego, pero la tristeza y el dolor eran tan inmensos que apenas y podía moverse. Sus piernas le temblaban y se sentía débil, acumulación de la batalla y más aún del impacto al verla allí tendida…muerta
Más de una vez intento acercarse al cuerpo de su alumna, pero simplemente no podía. Y era que Sasuke, a cada intento que ella hacia el la aferraba más a su cuerpo dando claros inicios de que no la sortaria y no permitiría que nadie se le acercara. Esa reacción la abrumo, ¿para qué aferrase a algo que ya había perdido? Pero al verlo llorar lágrimas de sangre por ella fue lo que la desconcertó más, jamás pensó ver tal cosa. Sabía que esa acción solo podía salir a flote cuando un Uchiha estaba enamorado profundamente y para ella, que él estuviese enamorado de su alumna había sido una novedad. Pero, ya era tarde. Muy tarde para demostrar esos sentimientos. Sintió pena por él, tal vez porque quizás y ese sería siempre su destino perder a todas las personas que amaba, en parte lo entendía ella también había perdido en su vida a las personas que más amaba y ahora, la perdida de sakura no era la excepción. Extrañaría tanto a esa niña más que a cualquier otra cosa.
-ay que regresar…debemos...-su voz se quebró- debemos darle sepultura.
-¡dije que no!- exclamo Sasuke. La reacción del Uchiha la abrumo aún más, si se podría decir, parecía un niño...un niño encaprichado al que se le había arrebatado un tesoro preciado y ahora se rehusaba a dejarlo. Un niño, el cual el mismo se encargó de arrebatar su tesoro y que ahora sin duda lamenta, llora y sufre su perdida. Tsunade solo atino a cerrar su puño y apretarlo con fuerza, esa situación no llegaría a nada, era doloroso ella lo sabía. Pero en cualquier momento debían regresar debían aceptar la realidad les gustara o no, aunque en el fondo de su corazón lo que más deseaba ella era que su alumna viviera. Que regresaran todos juntos a konoha a reconstruir la aldea.
-sakura…mírame…vamos… ¡maldición!-exclamo por milésima vez el pelinegro, sentía como la desesperación lo consumía cada vez más. Quería que ella despertara tan difícil era. Pero nada pasaba. Ella no habría sus ojos, no escuchaba, pero sobre todo no le respondía.
¿Es que caso aún no te has dado cuenta? Sintió como hablo su subconsciente.
Está muerta. le recalcaba cada palabra y amargas lágrimas caen de nuevo de su rostro. Tú la mataste.
No sabe exactamente cuánto tiempo paso, ni siquiera se molestó en preguntar pero como cualquier ocasión la resignación termino por llegar cuando pasadas las horas ella seguía en la misma situación. Solo allí entendió de una vez que no había solución, que ya no había excusas ni escapatoria. La hora de la verdad había llegado debían irse, debían regresar y esta vez con ella muerta entre sus brazos. Debió acepta la realidad aunque parezca cruel y dolorosa. Es la única realidad que existe
Tu realidad, la realidad de Sasuke Uchiha.
Por eso no se reusó cuando naruto se posó junto a él y te dijo que era hora de marcharse, después de todo ya nada podrían hacer. Nada que la regresara y que hiciera que ella estuviese con ustedes de nuevo. Pasado un tiempo en la posición que se encontraban decidieron regresar a konoha, o lo que quedaba de ella. Sasuke, había cargado con sakura en todo el trayecto. Naruto había pedido para llevarla e incluso kakashi pero no, él se reusaba a soltarla. La apretaba con fuerza y la cargaba como si fuera una niña.
Cada paso, cada segundo e instante sus ojos no se separaban del cuerpo inerte de la peli rosa, se había reusado a que la cubrieran. Sabía que Tsunade tenía su mirada fija en él, ella también había querido llevarla pero el, encaprichado no quiso. No quería entregarla. Naruto caminaba silencioso a su lado, los demás iban tras ellos en silencio. Un silencio tan comunicativo a la vez, que decía tanto. Cada uno sumido en sus pensamientos, cada uno lamentado la perdida tan significativa y cada uno sumido en su propio dolor.
Nunca se les había hecho tan largo un viaje. Pero este era distinto a todos.
Si
Muy distinto ¿verdad?
Distinto, porque el regresaba a su aldea.
Distinto, porque él se sentía extraño.
Distinto, porque sabía que ella ya no lo iba a recibir con un ¡bienvenido de vuelta, Sasuke-kun!
Distinto, porque ahora la lleva entre sus brazos muerta
Muerta, sin vida…sin posibilidad.
Te sientes distinto, ¿verdad? Sasuke.
El trayecto termino, y con ello debía ceder su cuerpo. Tsunade se posiciono frente a él estirando sus brazos dándole a entender que le diera ahora su turno, ahora le tocaba a ella cargarla y encargarse del resto. Los ojos azabaches se posaron una vez más en ese cuerpo pálido, frio y cubierto de sangre. La apretó contra si un segundo y luego a regañadientes se la entregó a Tsunade. Y sin más de nuevo la soledad se apodero de él, haciendo que se sintiera frio…frio y solo…solo de nuevo.
-nos vemos dentro de 3 horas en el panteón…-la voz de Tsunade era tan poco audible, tan falta de vida, tan llena de dolor que apenas y podía articular palabras. Ante la mirada atenta de todos se marchó de allí con el cuerpo sin vida de su alumna…alumna que extrañaría toda su vida.
Tsunade al ubicarse en una de las pequeñas casas reconstruidas acostó a sakura en una camilla. Nunca en su vida le había dolido tanto una situación como esta, según para ella lo más doloroso era lo que le había tocado, debía alistarla para su funeral y nada dolía más que eso. Ella ni siquiera había alistado a su hermano a Dan para su sepulcro, pero ahora era todo tan distinto. Ahora le tocaba a ella alistar y arreglar a quien una vez considero como su hija, sin sus padres vivos le correspondía a ella cuidar y velar por sakura pero había fallado, ahora ella estaba muerta y podría reunirse con ellos. Había faltado a su promesa y lo menos que podía hacer era preparar todo aunque fuera lo más doloroso que había hecho.
Miro detenidamente una vez más el cuerpo inerte de la peli rosa sobre la camilla y los recuerdos de esa dulce niña invadieron su mente.
Por favor, permítame ser su alumna.
La decisión con la que lo había dicho la animo tanto que no dudo un segundo en aceptar, sabía que ella no poseía ningún poder de línea sucesoria pero esa niña poseía algo que nadie tenía. Un control exacto de chakra único que superaba incluso el de ella si se pulía. Era una joya en bruto y ella la aria brillar.
¡Sí! Tsunade-sama lo he conseguido.- exclamo con euforia al reavivar el pez
Tsunade, la operación fue un éxito y todo gracias a Sakura-sama- le había informado un enfermero en cuanto ella llego mal hospital al notificarle de la emergencia. Vio como sakura salía de la sala del quirófano eh inmediatamente se desmayó. Esa tonta, había excedido su uso de chakra pero como se sentía orgullosa de ella
Tsunade-shishou, arigato… por todo. Ha sido mucho para mí.- observo como le extendió un presente el cual era un colgante con una piedra preciosa
Tsunade-sama vamos a salir hoy. Sera solo noche de chicas. –exclamo con alegría alzando su brazo animadamente convenciéndola al instante
-sabes mocosa, eres una mala influencia para mi
-na na Tsunade-sama aquí la mala influencia has sido tú.
Esos y más eran los recuerdos que la invadían. Sakura había crecido tanto con ella, había desarrollado al máximo su potencial era una joven con un futuro por delante, con metas, sueños y ganas de vivir… y ahora…solo estaba allí tendida en la cama muerta. Imágenes repetidas de ella invadieron su mente, riendo, entrenado, aprendiendo, reuniéndose con ella y Shizune. Si, en definitiva sakura se había convertido en una hija para ella, y ahora su pérdida le dolía como a cualquier madre que perdía su hijo. Sus ojos mostraban dolor y sufrimiento al verla postrada allí cubierta de sangre.
Se acercó a ella y coloco sus manos sobre el traje ninja, se dispuso a quitarle la ropa y sus ojos se posaron en esas heridas. Tuvo que llevarse la mano a la boca para evitar un grito fuerte.
-sakura- exclamo ahogadamente y lágrimas rodearon sus orbes cafés. Dios, el impacto había sido tan fuerte. No podía permitir que ella estuviera asi, al menos podría hacer algo para cerrarlas, poso sus manos sobre ambas heridas y se dispuso a emanar chakra curativo, cerrando así sus heridas y dejando a la vista el inicio así de dos cicatrices marcadas en su cuerpo en ambos costados. Sintió cuando Shizune entro y se posó a su lado colocando un bold de agua con una esponja sobre una mesita al costado de la cama, retiro las ropas del cuerpo de sakura tomo entre sus manos el recipiente y se dispuso a limpiarla con cuidado, como si de una bebe se tratase.
-pequeña…-susurro con voz cortada-mira como estas, toda sucia y manchada de sangre… eres una terca Perfectamente sabias lo que sucedería si interferías entre ellos…y mira…mira como ha terminado todo… te has ido sakura. Nos has dejado a todos eh incluso a ellos… a quienes querías cuidar y proteger con tu vida…-cada palabra era tan dolorosa, tan significativa para ella, limpiaba de manera lenta y cuidadosa el cuerpo de sakura tal como una madre lo aria con su hijo recién nacido- a la final lo hiciste ¿no? Los protegiste y salvaste a los dos… te convertiste en una hermosa mujer…una mujer fuerte y valiente... no me equivoque en elegirte como alumna...
-Tsunade-sama…-la voz lastimosa de Shizune se sintió a su lado.
-ves Shizune… entiendes ahora lo que una persona por amor es capaz de hacer.- Shizune solo bajo su mirada con dolor expresada en ella. Ella también lamentaba la perdida de sakura le dolía demasiado, de hecho eran muy buenas amigas y su ausencia sería algo que llevaría siempre consigo.
-no lo merecía…-susurro con dolor la pelinegra y una sonrisa irónica salió de los labios de Tsunade captando su atención
-es así…la maldita vida es una ironía. Quien merece vivir es quien muere, y quien no lo merece es quien vive.
-Tsunade…-asombro expreso su voz esta vez. Acaso ella… acaso estaba dando a entender que ¿quién no merecía vivir era Sasuke Uchiha?. Ella también había pensado lo mismo, pero… supongo que esas eran las cosas del destino.
-son las ironías de la vida…-culmino por decir mientras sacaba de un gabinete un vestido- con esto te verás hermosa…sakura.- lo abrió despacio y se lo coloco. Si, en definitiva se veía hermosa y limpia...- ¿ves? Ahora estas aseada, limpia…-su voz se quebró de nuevo- sakura…dios.- y amargas lágrimas cayeron de nuevo- ¿Por qué? Porque tenía que suceder así…- hablo con dolor acariciando con ternura el cabello de la peligrosa y dejando salir a flote todo lo que sentía… lloraba y se sentía en la libertad de hacerlo. Esa niña había dejado un hueco en su vida.
-Tsunade.- shize la miraba con dolor y se acercó a ella posándose a su lado. Tsunade no era el tipo de mujer afectiva pero si algo sabia ella era que necesitaba compañía y apoyo en ese momento.
-mírala Shizune…se ve tan tranquila…
-está en paz Tsunade…
-sakura…- y sin más desahogo todos esos sentimientos encontrados de manera dolorosa ya cumulados que tenia
Ubicándonos con Sasuke quien se encontraba en una de las cabañas donde era ahora la casa de naruto, ambos se preparaban para asistir al funeral de sakura. Ninguno decía anda, ninguno hablaba o tan siquiera se miraban. Preferían evitarse no querían siquiera mirarse, sabían de ante mano que a partir de ese día todo sería distinto, a partir de ahora solo quedarían esos recuerdos dolorosos uniendo lo que una vez unió una amistad o una hermandad.
Ya sabes lo que viene, ¿no?. Sientes como de nuevo esa jodida voz te molesta, está torturándote más aun de lo que ya estas. Te marchas de allí, necesitas prepararte para lo que viene a continuación. Escuchaste como naruto te hablo diciéndote que a donde ibas pero no le importó solo quería estar solo por un instante y recordarla
El tiempo se hizo eterno para los jóvenes chinobis, hasta que pasada las horas ya se encontraban todos allí. En el panteón junto rodeando el ataúd donde esta ella.
Si, ella en un ataúd. Allí esta. Su mirada ónix se posa en ella, en su cuerpo y su rostro. Ahora se encuentra limpia, aseada y hermosa.
Se ve tranquila, serena, en paz…
Se ve hermosa a pesar de estar muerta, con ese vestido largo de color verde agua. Verde que se parecían a sus ojos. Sus ojos ya cerrados para siempre.
Su cabello suelto esparcido alrededor de esa pequeña almohada.
Observa como tiene sus manos entrelazadas debajo de su pecho con varias flores blancas. ¿Lirios?
Sí...
Son lirios flor que ella adoraba y te colocaba en hospital cada vez que te pasaba algo.
A su lado esta naruto quien también la detalla, saben que jamás volverán a verla
Nunca jamás estará con ustedes, lo saben ¿verdad?
Los recuerdos los apoderan una vez más
Sasuke-kun…- susurro tu nombre apenada, mientras sus mejillas adquirían ese tono carmesí peculiar en ella
Sasuke-kun, ¿podemos salir?-pidió cuando pasaban por el Gran puente Naruto
-no- respondiste, tú al rechazaste y ella con resignación bajo su cabeza
Sasuke-kun ¿te encuentras bien?- pregunto al verte gemir debido al kunay que sacaste de tu pierna en el bosque de la muerte
-si.- respondiste y luego tapaste su boca para que no continuara hablando
-¿Quién te hizo eso, sakura?- le preguntaste la verla toda herida y con su cabello corto. Sentiste la ira correr por tus venas querías asesinar al que se había atrevido a tocarla
-detente…detente por favor…-te suplico abrazándote por la espalda antes de que le hicieras daño al último ninja del sonido. Al ver sus ojos llenos de lágrimas lograste cesar la sed de venganza que tenias
Sasuke-kun…etto… te he traído manzanas.- te susurro y se dispuso a cortarlas. Te encontrabas en el hospital habías peleado con Itachi y Tsunade te habías acido de su genjutsu
sasuke…no..no te vayas por favor.. Si te vas llévame contigo… yo… yo te amo sasuke-kun y si te vas... para mi será estar sola... onegai..sasuke-kun- pidió en lágrimas al verte partir, mas sin embargo tu a pesar de querer estar a su lado, solo decidiste noquearla no sin antes decirle un "gracias"
sa…¿Sasuke-kun?- inquiero con sorpresa al verte de nuevo luego de más de tres años.
Esos y más eran las imágenes de ella que paseaban por su mente. Sakura sonriéndole, extendiéndole la mano, golpeando a naruto, peleando de nuevo los tres en la cuarta guerra, ella llorando, sonrojada. Solo ella estaba en su mente, recordando cada momento vivido a su lado.
Naruto- exclamó sakura molesta- ¿Qué haces idiota?- y lo golpeó fuertemente en la cabeza para luego cruzarse de brazos
Iiteee…-lloro naruto sobándose su chichón visible- sakura-chan para ser pequeña golpeas fuerte
-sakura-chan vamos a comer ramen.
-está bien, solo dame un minuto.- sonrió, para luego de un segundo salir de su casa- bien vamos.
-¿naruto, estas bien?- inquirió preocupada al verte sangrando en la batalla contra haku
Naruto…-susurro- yo...-sus ojos jades derramaban lagrimas- trae a Sasuke, por favor.
Gomen, naruto… la próxima te ayudare. Dame tiempo.- te había dicho al irte a ver en el hospital luego de que intentaras traer de regreso a Sasuke, batalla en la cual saliste gravemente lastimado.
¡Naruto!.- exclamo al ver que te ibas de la aldea con Jiraya- cuídate ¿sí?- pidio apenada, y no era para menos tú también te ibas y ella quedaría sola.
-si.- le respondiste para tranquilizarla- regresare pronto.
-lo sé, cuando regreses yo también abre crecido y me abre convertido en una mujer fuerte.- te habló con ánimo y entusiasmo- así podremos traer los dos a Sasuke de vuelta
Naruto… cuentas conmigo- te animo al momento que decidiste hablar con los hokages sobre el destierro de Sasuke. Ella te apoyaba en todo de manera incondicional
Idiota! Eso es una estupidez como vas a ir a tu solo- replico enojada en cuanto le hablaste de ir a hablar con pein. Ella era tan cabezota y preocupada por ti.
Pase lo que pase, estaremos juntos los tres de nuevo. ¿Sí?- te hablo sonriéndote de manera cariñosa y acariciando tu megilla.- no estarás mas solo, naruto. Y te brazo…abrazo al que tu correspondiste gustoso.
Recordabas cada momento y cada instante con ella, cada abrazo, cada golpe, cada misión… cada segundo vivido con ella, que más que una amiga había sido su primer amor y luego se convirtió en su hermana. Esa hermana que kami había puesto en su camino. Las imágenes de ella contigo, junto a ti llorando, luchando, saliendo, conversando, golpeándote era lo que invadía su mente en ese momento.
Nee… kakashi sensei llego tarde de nuevo.- reclamo molesta colocando sus manos en la cintura en modo de jarra
-gomen…- respondiste mirándola con resignación.- empecemos.
-kakshi, eres un pervertido.- te apunto con su dedo al ver en tus manos el icha icha
-no es perversión, es producción.- respondiste con tranquilidad
-si claro- hablo sarcásticamente mirándote con desconfianza
-kakashi-sensei…- la miraste, dándole a entender que tenía toda tu atención- es difícil ser un ninja ¿no?
-sí, así es.
-pero, me siento feliz por tenerlo como mi sensei y tener a naruto y a Sasuke-kun…
-he decidido entrenar con Tsunade…
-que bien.- t legro su anuncio- crecerás mucho lo sé.
-claro, si tu has sido mi maestro.
Kakashi-sensei te encontré- te dijo al golpear el suelo y descubrir tu escondiste, en ese instante habías entendido que ya no era una niña llorona y débil. No, ahora era una mujer fuerte
Kakashi- sensei tenga, un presente.- te entrego un pequeño envoltorio dentro dl cual había un portarretrato con una foto de los tres integrantes de niños y una nueva donde estaban naruto, Sai, ella y tú.
Kakashi, arigato.-susurro apenada al tener que haberla salvado de un golpe descuidado.
-tranquila, mi deber es cuidarte.
-no soy una niña…- respondió inflando sus cachetes acto que viste con ternura y gracia.
Para el ella siempre seria tu niña. La veía como una hija, siempre la protegía y cuidaba, recordaba cada instante con ella y con el grupo. Sakura riendo, regañando a naruto, golpeándolo, reclamándote por llegar tarde, ella durmiendo en las misiones, curando tus heridas y las de naruto. Pidiendo que se cuidaran cada vez que salían de misión sin ella.
Jaajaja ¡vamos! Apúrense. Naruto, Sasuke-kun kakashi-sensei
Cada uno sumido en sus pensamientos
Cada uno recordándola como era, alegre vivaz, feliz, dulce y tierna
Cada uno con su propio dolor
Cada uno con su propio sufrimiento.
Un sufrimiento que tardaría años en desaparecer. O quizás nunca desaparecería.
No.
Nunca.
Nada podría reemplazar lo que ella les hacía sentir.
Nada ni nadie podría reemplazar a la dulce, tierna y vivaz Sakura Haruno.
Al volver al presente siente como sus ojos empiezan a arder, inicio claro de que las lágrimas están por salir de sus ojos negros. El día esta nublado, oscuro, frio y triste. Tal parece que hasta el cielo llora la pérdida de la flor de konoha… la observas detenidamente de nuevo, quieres sacarla de allí pues sabes que luego de eso no veras su rostro nunca más...
Pero…
¿Para qué sacarla? si fuiste tú quien la puso en esa situación. Le hablo de nuevo esa jodida voz que solo lo torturaba mas
Su mirada se dirige hacia su derecha y observa a naruto quien esta con un semblante serio pero su mirada expresan el inmenso dolor que siente, al igual que las lágrimas que bajan de sus ojos. Aprieta sus puños con fuerza y su mandíbula se tensa.
Kakashi, se encuentra frente a ustedes, del otro lado del ataúd mirando a sakura con la expresión más triste que hubieras visto. El siente la partida de ella, y se siente culpable lo sabes porque sus ojos lo expresan. Él también se echa la culpa de lo sucedido. Amargas lágrimas bajan de sus ojos, ojos visibles. Al igual que los presentes quienes lloran y se encuentran destrozados por tan grande perdida.
El dolor es tan palpable en el ambiente, que hasta escalofríos sientes.
¿Te das cuenta verdad?
Tú, has ocasionado esta situación
Tú y naruto la han matado.
Ella ha muerto por ustedes.
Observas como Tsunade cierra el ataúd y en ese instante te tensas. La hora ha llegado, hay que sepultarla. Hasta aquí llego todo, Sasuke.
Ya no estarás a su lado nunca más, estarás solo y el remordimiento te matara la conciencia.
Los presentes lloran de manera desconsolada, unos en silencio otros pronunciando su nombre de manera repetida. Ino de un momento a otro se desmaya. El dolor que siente es inmenso e insoportable, kiba quien estaba a su lado la sostuvo entre sus brazos, después de todo eran mejores amigas. Pero ya no lo serían más, entre sus manos ella tiene el listón rojo que era de sakura. Apretándolo fuertemente a pesar de su estado inconsciente. Los presentes la miran preocupados y con pena, es tan dolorosa la situación.
Las lágrimas empiezan a bajar de tu rostro cuando vez que la tierra la está cubriendo, sientes que las piernas te tiemblan. Aprietas tus puños. Escuchas como naruto susurra unas palabras que desconoces.
Te duele, ¿verdad? Sasuke.
Terminan de echarle la tierra y tú te arrodillas donde está ahora la lápida con su nombre gravado.
En honor a Sakura Haruno. Flor de Konoha.
Sakura…-susurra y de nuevo los sentimientos se apoderan de él. Lloras y note importa que los demás te observen. Sientes un ruido y te das cuenta que has ido un trueno, miras al cielo y las gotas de la lluvia empiezan a caer, gotas que se unen con tus lagrimas rebeldes.
Intentas relajarte, sacar tu dolor pero no puedes. Tienes una presión en el pecho, déjalo salir. Desahógate… no, no lo aras. Miras de nuevo la lápida y observas a naruto a un costado de ti.
El también llora.
Él también está destrozado.
Kakashi está de pie mirándolos a ambos con… ¿decepción? ¿Impotencia? No lo sabes, pero si sabes que le duele también.
No se sabe cuánto tiempo estuvieron los tres allí, pero luego decidieron marcharse. No sin antes mirar de nuevo esa lapida con ese nombre tan significativo para los tres.
Fin del Flash back.
Se abren tus ojos y tu mirada muestra soledad, una infinita soledad.
-sakura…-susurra su nombre y mira al cielo. Seguramente todos estarán así. Recordando ese día trágico y doloroso.
Después de todo no había un solo día en el que no ser acordarán de ella, que la estuviera en sus pensamientos, en sus conversaciones. En toda su vida. Las cosas habían cambiado tanto, naruto y tu apenas y se juntaban, el hecho de estar juntos significaba recordar lo sucedió. Kakashi frecuentaba muy poco, hablaban cuando era necesario. Naruto ya no reía como antes, no era juguetón e hiperactivo. Ahora era más callado, aislado y desorientado. Tú, tú te habías vuelto más silencioso, alejado, desinteresado. No te importaba nada.
Las misiones las había dejado a un lado, prefería evitar salir. Todo era tan distinto sin ella. Cada vez que se encontraban reunidos los grupos era palpable la ausencia su ausencia, era tan incómodo y entristecedor que habían evitado el reunirse de nuevo. Eso solo implicaba más sufrimiento del que ya podían tener.
Un bufido de desesperación escapo de sus labios y pasa de manera brusca sus manos por su cabello.
Sasuke-kun…
Sientes su voz como si el viento la pronunciara, que maldita broma del destino. Cada día, hora, minuto y segundo desde ese trágico día sentía escucharla. Soñaba con ella, creía verla eh incluso que estaba con él.
"Son alucinaciones debido al impacto que ha generado en ti el evento". Le había dicho Tsunade cuando fue a verla debido a la recurrencia de esos sucesos. Pero no, nada de eso había desaparecido.
-deberías dejar de ir tan frecuente al cementerio. Eso puede estarte afectando.
Le dijo esa vez, más sin embargo no hizo caso. Eso era tu ritual. Ir todos los días al cementerio a ver su lápida, sentarte un rato limpiar y colocar flores nuevas. Lo cuidaba tanto, como un guardián velando por un preciado tesoro escondido. A veces no era necesario pues naruto también hacia lo mismo, ciertas ocasiones se habían encontrado allí y se quedaban un largo rato en silencio o diciendo cualquier cosa, para evitar la incomodidad.
Eso era su rutina desde su sepulcro.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde su muerte? ¿9 meses?...
Si, justamente hoy son 9 meses sin ella. Miras al cielo y de nuevo la recuerdas.
Y como todos los días, de nuevo se dirige a visitar el panteón donde está su lápida. A pesar de la posible tormenta que se avecina no le importó, tomo las flores blancas y se marcha.
En un lugar lejano de konoha, en lo profundo del bosque de manera subterránea se encontraba una especie de laboratorio, rodeado de experimentos, tubos y ensambles. Algo perturbador para cualquiera, era escalofriante. Un hombre encapuchado caminaba de un lado hacia el otro bajo la mirada atenta de su sirviente. El encapuchado realizo una serie de ritual colocándose en un círculo junto al lado de una persona que yacía a su lado totalmente inerte.
Algo malvado pasaba por sus mentes, algo inexplicable e inhumano. Algo que era tan desquiciado y perturbador que solo a una mente tan retorcida como la de ese ser se le pasaría por la cabeza.
-¿seguro que esto servirá? Señor- inquirió con desconfianza el súbdito. No es que dudara de las habilidades de su amo, no para nada. Pero hacer eso que tenía en mente podría tener sus consecuencias. Después de todo, en los experimentos siempre había un fallo.
Él estaba intentando jugar con el mismito diablo si así podría decirse. Eso que intentaba hacer podría ser un acto sucedía para ellos, como también podría dar resultado. Era fácil la balanza estaba en un 50 y 50 por ciento de posibilidades.
Pensaba que podría ser fácil, pero no. Hacer todo el procedimiento cavar tanto, extraerlo de la tierra, reconstruir cada fibra y cada parte no fue la tarea más fácil, mas sin embargo lo había hecho, había logrado ese trabajo. Cabe destacar que no fue nada fácil, oh no. Infiltrase sin ser descubierto fue la misión más difícil de su vida. Esa jodida aldea estaba tan vigilada que a cada paso que daba lo podían descubrir.
Mas sin embargo, allí estaba observando como su jefe caminaba de un lado a otro, escribiendo sellos con sangre en el piso, uniendo los cuerpos, leyendo libros y pensando bien en lo que crearía en su nuevo juguete. Después de todo eso sería ¿no? Su nuevo juguete
-claro que sí.- respondió su amo con voz ronca. Su plan no podría fallar, oh no. Claro que no. Había tardado más de 8 meses en planearlo todo, observar y estudiar hasta el más mínimo detalle para que todo funcionara así que no podría salir mal. Sabía que podría haber un fallo así que se basó en las teorías y jutsus más profundos que nadie había estudiado jamás. Un pacto con el demonio no era un pecado, y el si era por su venganza vendría hasta su propia alma si era necesario.
-¿y si falla?- inquirió dudoso al ver como su amo comenzaba a realizar las técnicas en sus manos. Cerró sus ojos pro unos instantes acumulando el chakra necesario para llevarla a cabo. Un fuerte viento interno hizo que el siervo cerrara sus ojos por un instante mientras el amo hablaba en una lengua totalmente desconocida para él. Pasado unas horas en donde no se sabía si había resultado o no, decidió abrir sus ojos y vio a su amo arrodillado, ser acerco a él y observo como a su lado la persona empezaba a moverse
-no lo ara…-susurro unas palabras entrecortadas y luego abrió los ojos- además, ¿Cómo no habría de funcionar? No tendrá memoria ni recuerdos- su voz era macabra y llena de odio- me vengare de konoha y ¿qué mejor venganza que esta?
La persona se paró frente a ellos mirándonos detenidamente y con una confusión totalmente invadida en sus ojos y rostro. Una sonrisa adorno sus labios, había funcionado.
-¿ha funcionado amo?
-sí, claro que si.- y sin más una sonrisa macabra inundo todos los espacios y rincones del laboratorio ante la mirada desorientada y perdida de la persona que tenían en frente.
Arrodillado frente a la lápida se encontraba Sasuke, quien opto luego de un rato por sentarse. Pensó que abría tormenta pero no había sido así, solo había un fuerte viento, un viento totalmente frio y hasta gélido que le erizaba la piel a cualquiera. La lapida como había pensado se encontraba limpia y con flores nuevas de diversos colores, indicio de que ya habían estado allí. Seguramente los demás, ya que no había un mes dese la muerte de sakura que ellos no fueran.
Escucho una persona acercarse pero no se molestó en mirar, de sobra sabía quién era. Su mirada se mantenía atenta al nombre de ella grabado en la lápida mientras el viento movía sus cabellos negros.
-así que aquí has estado…- susurro naruto sentándose a su lado.- fui a buscarte a tu casa, pero en el trayecto recordé que te la pasas más aquí…- no recibió ninguna respuesta de su parte, de hecho tampoco la había esperado. Después de todo la comunicación y relación entre los dos se había quebrado desde el día que ella los había dejado. A veces el intentaba acercarse pero el Uchiha solo lo evitaba y perfectamente entendía porque era. A él también le traía recuerdos el estar cerca de Sasuke, más sin embargo le había prometido a ella que estarían juntos y que se cuidarían. Tal vez y solo era eso lo que ahora mantenía los lazos unidos. Una promesa.
-parece mentira nee?. – continuo hablando- Ya han pasado 9 meses desde ese día…- su voz era pausada y llena de melancolía mientras acariciaba el nombre de su antigua compañera en la lápida.- hola, sakura-chan- dijo en modo de saludo sin recibir respuesta, esa respuesta que siempre había esperado desde hace tanto tiempo.
Sasuke miraba atentamente las intenciones de naruto, igual que el cada vez que llegaba saludaba mencionado el nombre de "sakura" a modo de saludo, o tal vez esperando que por una vez en su vida dijeran Sasuke-kun de nuevo. Pero no, eso ya no sucedía más desde hace 9 meses.
Doloroso ¿no?
El dolor que ella les ha dejado.
Dolor que ustedes mismos causaron.
-aun no me acostumbro a su ausencia...-la voz de naruto quebró por un momento- no hay un jodido día en el que no me culpe por lo sucedido.- Sasuke fijo sus orbes negros en naruto quien observaba la lápida de sakura con dolor mientras su mano posaba en la misma. Volvió su mirada a la lápida y su expresión se frunció.
Si, era cierto él también se culpaba cada día y a cada instante por lo sucedido. Pero el, en cambio de otros sufría en silenció. No expresaba más su dolor, no desde ese día… el día de su funeral.
-tsunade-obaachan me ha dicho que el día ha estado muy extraño…- su ceño se frunció.- también me comento que han profanado una tumba.
-¿Qué?- hablo por primera vez desde que el rubio había llegado. Miro a su compañero.- de qué demonios hablas.
-lo que has escuchado.- inquirió mirándolo- hace dos días alguien entro a konoha y profanaron una tumba.
-¿de quién?- inquirió con evidente curiosidad.
-aún no se sabe, pero tal parece que fue donde están los cuerpos de los antiguos hokages.- hablo de manera seria, cuando Tsunade le había dado esa noticia sintió arder por dentro el solo pensar que podría haber sido la de su amiga, pero no. Sintió un leve alivio al notar que había escombros en la de los antiguos hokages. Mas sin embargo, no entendía porque demonios alguien aria eso. De hecho, ¿porqué de una maldita vez no dejaban a konoha en paz?. Él ya estaba cansado y arto de las guerras, peleas de salir herido, además de que aún no cerraba una herida. La herida que ella le había dejado con su partida.
-¿Quién querría hacer algo así?.- frunció el ceño- es que acaso no dejaran de joder de una maldita vez.
-Sasuke.- la voz de naruto sonó seria e inmediatamente miro de nuevo la tumba de sakura- lo sé, pensé que habían acabado las peleas…demo…tal parece que no y…
-no iré de misión...-inquiere de pronto interrumpiendo y adivinando lo que naruto diría. El rubio lo miro con sorpresa en sus ojos y a la vez frunció el ceño. No sabía si había sido demasiado obvio, pero como siempre el pelinegro había adivinado sus intenciones.
-quieras o no debemos ir. Tsunade nos envía específicamente a ambos a esta misión. Debemos averiguar quién esta queriendo joder ahora a konoha.
-he dicho no.
-eres un…-callo, no. No más peleas, él lo había jurado se lo había prometido- escucha, sé que te has reusado a salir a misiones. Te entiendo, a mi tampoco me agrada la idea. Pero es nuestro deber.- Sasuke quedo callado mientras observaba el nombre de sakura grabado en la lápida. ¿Su deber? Su deber había sido cuidarla y protegerla y aun así no lo había cumplido.- sakura-chan amaba konoha no podemos permitir que la destruyan. Aunque sea…por una maldita vez cumplamos un sueño en común.
La mirada decisiva de naruto hizo que Sasuke frunciera el ceño. Un sueño en común… si, en un momento ese había sido el sueño de los tres mantener a salvo y proteger a konoha. Solo que ahora ella no estaba. Tal vez, y solo esta vez podría cumplir una promesa en su vida. Solo debían averiguar quien era el desgraciado jodiendo y listo.
-Sasuke…-escucho como lo llamo naruto
-está bien- respondió sin más.- ¿Cuándo iremos?
-mañana mismo. A primera hora.
-hum…
Ambos miraron de nuevo la lápida, pero sin saber porque y sin entender sintieron una mirada posarse sobre ellos. Alertados observaron hacia el lugar de donde provenía esa mirada y no había nadie. No al menos en ese momento pero desde una altura totalmente visible una persona cubierta con una capa observaban a konoha y especialmente el panteón una sonrisa ladeada se apodero de sus labios y una mano hizo en sus hombro hizo que se volteara.
-pronto podremos vengarnos, aun no es el momento.-, menciono el hombre a su lado. Mientras que con un movimiento de cabeza dio a entender que estaba de acuerdo.
Pronto los tres podrían vengarse de esa aldea y acabarían con ella. No quedaría nada, absolutamente nada y de ello se encargaría con sus propias manos.
-vamos…-menciono el líder y sin más sus dos súbditos se fueron detrás de el a paso lento dejando atrás una aldea que pronto estallaría entre sus manos.
Hola! He aquí con esta historia llamadaSin Fronteras basada en mi one-shot Lágrimas de Sangre, espero sea de su agrado y merezca algunos reviews. Esta idea surgió gracias a un comentario en Lágrimas de Sangre así que gracias por la idea.
