Antes de nada, decir que tanto Winx Club como todos sus personajes pertenecen a Iginio Straffi y Rainbow.
Confía en mí.
…Cap. 1…..
- -Stella-
Abrí los ojos con un gran esfuerzo, mientras la luz del sol que entraba por la ventana me obligaba a cerrarlos. Intenté volver a dormirme, pero ya era imposible. Estiré la mano hasta el otro lado de la cama, esperando encontrar a Trevor, me sorprendí al no hacerlo. Ahora sí abrí los ojos, buscando en cada parte de la habitación sus ojos azules, pero no dio resultado. Entonces recordé, hoy tenía una reunión a primera hora, se habría marchado hace ya un rato.
Trevor es un importante hombre de negocios, muy importante. Pasaba mucho tiempo en el trabajo y era prácticamente lo único que le importaba a excepción de mí, Stella Solaria, su prometida. Tengo 22 años y Trevor tiene 25. Sé que podemos parecer un poco jóvenes para estar ya prometidos, de hecho mucha gente nos lo dice, pero nos da igual. Él me lo pidió hace unos 4 meses, y simplemente no pude decirle que no. Es un chico guapísimo, con profundos ojos azules y pelo negro como el carbón. También alto, bastante más que yo. Es un chico amable, simpático, agradable y que me cuida mucho. La parte mala, es que es muy celoso, demasiado la verdad. Eso le hizo…cometer errores, pero le perdoné. Es complicado, cuando estamos con amigos o familiares es un amor, un cielo. Simplemente perfecto. Está pendiente de mí en todo momento, me dedica palabras que a cualquier chica le gustaría escuchar, parece orgulloso de mí…pero cuando estamos los dos solos, parece como si se transformara. Me trata como si fuera un mueble más, con suerte. Siempre me replica que he dicho o hecho algo mal, insinuando que quería dejarlo en ridículo, la mayoría de las veces por hablar o mirar a algún hombre. Varias veces ha cruzado la línea, me ha puesto la mano encima. Cada vez es más frecuente. Realmente hasta yo me doy cuenta de que parezco bipolar; es decir, adoro a Trevor, pero por otra parte lo odio. Amo al Trevor cariñoso, de ese me enamoré. Pero tengo miedo del otro, del que salió a la luz hace un año, del que me quiere sólo para él como me ha repetido un millón de veces, del que me pega… Muchas veces me he arrepentido de haber aceptado su proposición, pero después se me pasa. Sé que está mal, que debería dejarle y huir, pero no puedo. Estoy enamorada de él, por mucho que me duela. Nadie más sabe lo que pasa, sólo él y yo. Jamás se lo he contado a mis amigas: Bloom, Flora, Musa, Layla y Tecna. Sé que puedo contarles cualquier cosa, y aún así me resisto a que sepan la verdad de Trevor; no sé a qué tengo miedo, quizá a que él se vengue de mí…tal vez. Esa es la historia de mi vida; una chica de vida acomodada que encontró al "hombre perfecto" y cuando ya estaba irremediablemente loca por él, se encontró de bruces con la horrible realidad. Y ahora ya no podía hacer nada… en 1 mes me casaría con él.
Medio dormida y nerviosa por todos esos pensamientos, fui hacia la cocina y me preparé un vaso de leche con tostadas. Aprovechando que Trevor no estaba y probablemente no volvería hasta la tarde, les mandé un mensaje a las chicas para quedar esa mañana. Me di una ducha y me vestí; vestido a rayas marineras y unas sandalias de tacón azul marino. Cogí mi coche y pasé a por Bloom, que vivía a unas pocas calles de mí, cuando estuve en la puerta de su casa, pité con el claxon. Y Bloom salió casi al instante, esa era una de sus muchas virtudes, la puntualidad. Llevaba una falda de vuelo blanca con una camiseta celeste, su color favorito.
-¡Stella!-gritó mientras entraba en el coche-hace tantísimo que no te veo…
-Sí, bueno, he estado liada con los preparativos de la boda y eso…-mentí, prácticamente no he hecho nada.
-No puedo creerme que vayas a casarte-"yo tampoco" pensé- y que yo vaya a ser una de tus damas de honor, es increíble.
-Sí…
Al poco llegamos al café en el que nos esperaban las demás, en cuanto atravesamos la puerta, todas se lanzaron a por mí.
-¡Stella!-repitieron al unísono.
-¡Chicas! Me alegro tanto de volver a estar con vosotras.
Nos sentamos en una mesa y después de pedir, empezaron a acosarme a preguntas.
-¿Has comprado ya el vestido?-me preguntó Flora.
-En realidad no…
-¿Cómo? Stella, queda sólo un mes para la boda, ¿a qué esperas?
A que algo la detenga pensé, y después volví a mentir-a que vosotras me acompañéis a comprarlo por supuesto.
-¡Claro!-volvieron a decir todas a la vez, bueno, todas no. Flora estaba mirando a alguien, un chico. Llevaba vaqueros, camisa verde y el pelo azul en una especie de coleta. No dije nada, pero parecía que le gustaba, sonreí. Ella se levantó y fue hacia él.
*3 horas después*
Había pasado toda la mañana y también la comida con las chicas, volví a casa muy cansada pero feliz. Hacía mucho que no salía con ellas, y no precisamente por los preparativos de la boda. A Trevor no le gustaba que saliera con ellas, bueno, ni con ellas ni con nadie. Habíamos discutido muchas veces sobre eso, pero él siempre acababa ganando; aunque no por convencerme con sus argumentos, más bien con sus golpes. Quité rápidamente esos pensamientos de mi cabeza y abrí la puerta. Me sorprendí al verle allí, sentado en el sofá del salón, mirando fijamente la televisión apagada y después a mí.
-¿Dónde estabas?-dijo secamente.
-Con las chicas.
-Ya… y no había nadie más, ¿no?
-Claro que no.
Se levantó bruscamente y me cogió las muñecas con fuerza mirándome a los ojos.
-No me mientas-me dijo con una pausa antes de cada palabra.
-No lo hago, Trevor por favor, estás haciéndome daño- supliqué.
-Más te vale-dijo dando un último pero intenso tirón en mis muñecas, dejándolas libres.
Me las toqué con cuidado, y a los pocos aparecieron marcas ligeramente moradas en ellas. No dolía demasiado, por lo menos no en el sentido físico. No sé ni cómo tuve valor de decirle eso.
-Trevor… las chicas iban a ir esta noche a una discoteca, me dijeron si queríamos ir con ellas.
Me miró con una mezcla de asco y contención, y luego lentamente asintió, lo que me sorprendió.
-Sí, pero nada de tonterías, ya lo sabes. O no seré tan bueno-susurró lo bastante alto como para que lo escuchara mientras miraba mis muñecas.
No me había atrevido a decirle nada, pero además de las chicas, también iban a ir a la discoteca el chico que Flora había conocido en el café, Helia, y unos amigos suyos. Sería mejor no mencionarlo, supongo.
...
¿Qué os parece? Es mi primer fic :S Por favor leanlo y dejen comentarios para ver qué les parece. :)
