Disclaimer: Pokémon es propiedad intelectual de Game Freak y Nintendo. Asimismo, el anime es propiedad de TV Tokyo y OLM.


Pokémon, Diez años después

por F.W. Zen


Prólogo: Corrupción.

Todo comenzó hace cinco años. Cuando Charles Goodshow dejó de ser el presidente de la liga Pokémon, dejando su lugar a un hombre llamado Marcus Starker. Aunque nunca se ha escuchado hablar de él, se sabe que es una persona de unos veinticinco años, de cabello rubio y ojos verdes, con el izquierdo cubierto por un mechón de su cabello. Sus subordinados, los pocos que tenía, siempre le veían con un bastón; según el joven, lo usaba más por estética que por tener algún tipo de discapacidad.

Ahora en el presente, se encontraba sentado en su despacho, con un chico de aproximadamente once años frente suyo. Aquel niño respondía al nombre de Yamato Hamada, oriundo de la región de Kanto.

Y frente a Yamato, había un maletín con una gran cantidad de dinero, el joven tragó una cantidad considerable de saliva, ya que no estaba entendiendo los motivos por los cuales fue llamado. Al principio, pensaba que era para felicitarlo por estar entre los cuatro mejores antes de comenzar las semifinales. Pero su pensamiento cambió al ver esa maleta.

—Felicidades por estar en las semifinales, Hamada —habló ofreciéndole una taza de té.

—Gra...Gracias, señor —respondió aquel chico de pelo castaño, tomando la taza con las manos temblorosas.

Yamato con suerte pudo esbozar una sonrisa, sintiendo que en cualquier momento sus nervios le jugarían en contra. Pero entonces, su atención volvió al misterioso maletín.

—Te preguntas el motivo del dinero, ¿no es así? —preguntó entrando al meollo de la pequeña reunión.

El chico asintió, tomando un sorbo del té.

—Te quiero hacer un ofrecimiento, joven. —Chasqueó los dedos, y unos hombres cerraron la puerta—. Yamato Hamada, todo este dinero será tuyo si pierdes en la próxima ronda, quedando entre los cuatro mejores.

Yamato golpeó la mesa con uno de sus puños, haciendo que las tazas emitieran un sonido agudo.

—¡Yo no puedo aceptar eso! ¡Yo y mis Pokémon hemos trabajado duro para llegar a la semifinal! —gritó enojado, mirando al hombre con el ceño fruncido.

—Todos han dicho lo mismo, y aun así aceptan esta oferta. —Comentó para sí mismo—. Escucha, este dinero es el doble de la cantidad del premio que recibe el campeón...

El joven Hamada apretó los puños al escuchar todo el ofrecimiento.

"Nada más, combate terminado, el combatiente, Shigeru Ayame, ha pasado a la final"

En el estadio de la liga Pokémon, Yamato fue a recoger a su compañero Pokémon, saludando respetuosamente a su contrincante.

En las gradas, una persona vestida de chaleco azul con detalles negros había sido testigo de todo el combate, aunque a diferencia del resto de personas, este estaba apoyado en la pared, con su rostro oculto gracias a la capucha de su vestimenta. Sabía que el combate estaba arreglado, por eso arrugó el entrecejo. Al ver que todos se estaban retirando procedió a hacer lo mismo.

—Vámonos, Pikachu.

La criatura que estaba a su lado levantó las orejas, caminando a su lado antes de subir a su hombro.

¿Desde cuándo los combates dejaron de tener esa chispa que tanto les caracterizaban? Esa fue la pregunta que el joven se hizo al salir del estadio.


Hola, hola. Cómo ya terminé la primera parte de Monochrome Heart, voy a dedicar mi tiempo a mis otras historias. Y una de ellas es esta, que la he estado trabajando desde hace muchísimo. Espero que me den su opinión en los comentarios para ver que debo agregar y que quitar en los próximos capítulos.

Nos leemos.