Los personajes no me pertenecen, son de la gran autora J.K Rowling. Solo los tome prestados para tener un hobbie :v
Capítulo 1. La nueva felicidad.
Había un gran movimiento en King's Cross. Muchas personas con vestimentas extrañas, extravagantes y ridículas empujaban carritos con baúles y jaulas con lechuzas o gatos dentro. "Cada año es igual" pensó el guardia mientras veía pasar a un hombre con un bañador sobre su pijama de cuadros escocesas, una camisa con pequeñas abejas y una capa verde botella que se abrochaba del cuello "Ah... las modas, cada día más extrañas".
Era 1° de septiembre y como todo mago sabía, el expreso de Hogwarts estaba esperando a los estudiantes que trasladaría a Hogsmeade para un nuevo año escolar en el conocido y mágico castillo del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
En el anden 9 3/4 los magos iban y venían. Grandes familias se despedian de los chicos a los que no iban a ver hasta navidad, pero la familia que llamaba más la atención en el anden, y no solo por ser numerosa o por pelirrojos si no por llevar a los héroes de la guerra, eran los Weasley. La gente estiraba sus cuellos, se ponía de puntas e intentaba acercarse a ellos, todos queriendo hablar con el trió dorado. Los héroes. Los salvadores. Entre otras formas que la sociedad mágica habían decidido llamar a el elegido y sus eternos acompañantes.
-Ginny, cariño... Este año no te metas en problemas ¿de acuerdo?, limítate a obedecer a tus profesores y hacer tus tareas. - Dijo una, ya no tan regordeta, Molly.
-Madre, yo siempre obedezco a mis profesores. - Dijo Ginny con fastidio, ¿cómo su mamá la hacía quedar como una niñita inmadura frente a su novio? - Harry... ¡Te voy a echar mucho de menos! Prómeteme que me escribiras y vendras a Hogsmeade cuando se me tenga permitido salir.-
-Lo haré Ginny. Te escribiré dos veces por semana y cada vez que se pueda iré a verte y...- Bajó la voz para no ser escuchado por los demás- Me colare al colegio cada vez que pueda para hacerte visitas... en tu dormitorio.- Ginny enrojeció hasta las orejas y una sonrisa apareció en el guapo rostro del niño que vivió; amaba ver sus mejillas teñidas del color de su cabello y que bajara la mirada. Amaba todo de ella, hasta el minimo detalle.
Harry Potter había cambiado bastante el último año, se había convertido en hombre y tenía una gran familia, que iba desde los Weasley hasta su pequeño ahijado Teddy. Desde que terminó la guerra había pasado todo el verano en la Madriguera con su novia, y próxima prometida, y su gran familia... Fueron meses geniales para él; a pesar de los juicios, la perdida de amigos y demás huellas que dejo la guerra, él había sido por fin feliz y se sentía libre y aliviado de que todo se terminara. Pero las vacaciones habían acabado y su novia debía volver a estudiar y él empezar en su nuevo trabajo junto a su mejor amigo y cuñado.
Su nuevo trabajo en el departamento de aurores era una de las tantas recompensas que se les habían otorgado a él y a sus dos mejores amigos Ron y Hermione ¿qué más podía pedir? Tenía una novia, una familia, sus dos mejores amigos a su lado, un nuevo empleo y una casa que remodelar. O tal vez si podía pedir un poco más a Merlín... Felicidad completa para su no hermana de sangre, Hermione.
Él entendía que su amiga no haya aceptado el trabajo, seguramente sentía que no se lo merecía con todas sus ideas de moral y ganarse las cosas por si mismo, y entendía que ella quisiera volver a Hogwarts, con lo que ama estudiar y los libros... pero lo que no podía entender es como había rechazado el cariño y la estabilidad que le había ofrecido Ron. Después de la guerra y de que Hermione fuera por sus padres a Australia, todos creían que ellos dos estarían al fin juntos y el pelirrojo vaya que lo había intentado... "No, Ron. No podemos." había dicho ella. Y Ron se había enojado, se puso rojo de ira hasta las uñas, había gritado y hecho explotar algunas cosas para terminar llorando desconsoladamente en su habitación hasta quedarse dormido.
Entonces Harry decidió ir a buscar a su amiga. Salió silencioso de la casa de los Weasley y la encontró sola en un prado a unos metros de la Madriguera acostada sobre la hierba verde viendo hacía el cielo que se estaba tornando de un azul oscuro. Preguntó que había pasado y ella respondió que eso él ya lo sabía. Preguntó si ya no amaba a Ron y ella contesto que no estaba segura de haberlo hecho alguna vez. Preguntó si estaba segura de que eso era lo quería y ella seriamente respondió que no sabia lo que quería, pero si lo que no... y eso era Ron. Ella lloró y él la abrazo hasta que ya no tenía más lagrimas que derramar. Le dolía esa situación por que sus dos mejores amigos sufrían y por más que fuera el Elegido, el niño que vivió, el salvador, el héroe, etc. etc. etc., no podía hacer nada para que dos de las tres personas que más le importaban en el mundo, fueran felices.
Hermione recibía besos de despedida de parte de cada uno de los Weasley, Arthur y Molly le habían deseado buena suerte, la habían abrazado, le habían dado un tierno beso e incluso le habían dado la charla sobre la responsabilidad y la disciplina... Los amaba, eran como sus segundos padres. Ella amaba a todos los Weasley, a cada uno de ellos... eran como los hermanos que no tuvo... Eran su familia. Y pensó que iba a perderlos después de lo que había pasado con Ron, pero no fue así. Molly la seguía tratando como su hija, el señor Weasley siguió saludándola con un abrazo como a todos sus hijos después de llegar del trabjo y Fred y George seguían haciéndole bromas casi tanto como a Ron cada vez que visitaban la Madriguera; incluso Percy hablaba con ella con naturalidad. Nada había cambiado.
Al día siguiente de haberle explicado que no podían estar juntos, ella ya tenía listo su baúl para marcharse al medio día. Ni Molly, ni Ginny, ni Harry, ni el señor Weasley la habían convencido de quedarse... Y luego Ron salió de su habitación con los ojos muy hinchados y el cabello hecho un desastre pidiéndole que salieran al jardín y hablaran.
-Hermione ¿te vas a ir?- Aún tenía la voz pastosa y lagañas en sus azules ojos - He visto tu baúl al bajar.
-Creo que es lo mejor Ron... no quiero más problemas ni incomodar a ninguno de ustedes.
-Herms, eres mi mejor amiga, lo sabes ¿no?. Eso nunca va a cambiar. No quiero que te vayas... Si no tengo el amor que deseo de ti, me conformo con el amor que me das de amigo... Por que aún soy uno de tus mejores amigos, verdad?- Ella asintió débilmente. - Genial, entonces no se hable más, en este momento subo tu baúl a tu habitación y vamos a desayunar... muero de hambre.- Hermione soltó una carcajada, Ron siempre tenía hambre.
Después del largo sermón de Molly de que debía comer en Hogwarts para tener muchas energías Hermione recibió un cálido abrazo de Percy, Harry, Ron, Bill y Fleur y Fred y George le dieron un baboso beso en cada mejilla.
Era hora de irse. Ginny y Hermione caminaron hacía al gran tren y dijeron adiós a su familia con nostalgia... Hasta que Ginny corrió de regreso a los brazos de Harry para darle un dramático beso. Era una digna escena de película.
Y ella se quedo ahí a ver como sus amigos se miraban a lo ojos y se decían algo que ella no podía escuchar debido a la distancia, aunque digamos que no era algo que ella quisiera oír. Ginny y Harry eran muy... apasionados.
-Asqueroso - dijo una voz masculina detrás de Hermione - Realmente asqueroso... No deberían dar muestras de amor en público, no es como si la gente le interesara ver como se pegan y comparten sus asquerosas babas.- Ella sabía que era él. La persona más desagradable que tenía la mala suerte de conocer dando su estúpida opinión que nadie había pedido, arrastrando sus palabras inyectando su veneno con cada silaba... como la serpiente que era.
-Yo creo que a la gente si le interesa verlos... - Había otro chico con él, pero no reconocía quien era, seguro era otra Slytherin que lo admiraba- Mira como están al rededor aplaudiendo su espectáculo. Te aseguro que si fueramos tu y yo nos estarían aventando basura e insultándonos por ex-mortifagos.
-Diablos Theo, eso fue completamente asqueroso. Nadie quiere ver a un par de serpientes besándose... y menos si son ustedes dos. Si al menos fueran guapos... En fin. ¿Quién llevara mis baúles?
Esa era Pansy Parkinson, su voz chillona y su tono de burla era reconocible en cualquier lado. y por lo visto, o más bien oído, aún no se le quitaba lo mandona. Le sorprendía que Malfoy y Parkinson volvieran al colegio, estaba bien que los Malfoy salieran bien librados en sus juicios por haber terminado luchando de su lado y principalmente por Narcissa Malfoy que había mentido a Voldemort y salvado a Harry, pero aunque ante el ministerio eran inocentes, para la sociedad mágica eran aún peor que escoria y que estuviera en Hogwarts solo aumentaria las posibilidades de ataques y ofensas. En cuanto a Parkinson, no tenía buena reputación por intentar entregar a Harry antes de la batalla y bueno, su padre había sido sentenciado a Azkaban unas semanas después de ser encontrado en el Londres muggle... así que tampoco sería muy bien recibida.
Pero su sorpresa más grande fue que cuando Pansy pregunto quien llevaría sus baúles, escucho las claras carcajadas de los chicos... Nunca había escuchado a ningún Slytherin reírse, a menos que fuera una burla para ella... Pero nunca por una broma entre amigos.
-Hablo en serio chicos, solo puedo llevar uno y aquí quedarían estos dos... ¡Ne-ce-si-to ayuda!
-¿Porqué traes tanto equipaje, querida?... Traes como un cambio diferente para cada día y resulta que casi todo el tiempo que estemos ahí usaremos las... túnicas. - Hermione estaba en shock. Era la primera vez que escuchaba una conversación donde Draco Malfoy no insultara a ella o alguien más.
-No te preocupes, princesa... Yo llevare tu equipaje- Había un tercer chico y no tenía idea de quien era... Parece que Malfoy había dejado atrás a Goyle y tenía nuevos seguidores.
-Que galante, Blaise... Tu si sabes tratar a las mujeres - Dijo una Pansy encantada.- Eh, tú. Muévete ¿quieres?, estas tapando esta entrada.-
Hermione inmediatamente se movió, pero algo salió mal con sus pies que tropezo con ellos mismos y para no caer al suelo se tomo de lo primero que pudo... el brazo de alguien.
-Ah pero si eres tu Granger... que crecidita estas.
- emm... ¿Gracias?- No sabía si tomar el comentario de Pansy como insulto o halago y la guapa slytherin le dio una sonrisa esplendida y tan hermosa que no pudo evitar querer esconder sus dientes.
- Sé que te gusta el contacto con mi piel... Y no quiero ser grosero y arruinar el gran... momento que estamos pasando, pero... ¿podrías soltarme el brazo? Quiero continuar mi camino.
Hermione no se había percatado que aún seguía sostenida de ese fuerte brazo, que resulto ser el de Theo. Rápidamente quito la mano, y miro a todos confusa y con vergüenza... Se estaba preparando para ser insultada por todos los slytherin que estaban ahí y principalmente por su tormento de todos sus años en Hogwarts.
-Gracias.- Dijo Theo. Y Hermione bajo la mirada totalmente avergonzada y roja hasta las orejas.
Y uno a uno de los slytherin paso frente a ella perdiendose en la entrada del tren.
-Granger- Hermione levanto la mirada y se encontró con unos ojos grises que la miraban inexpresivos- Nos vemos en clase... Rata de biblioteca.
Bueno, este es el primer capitulo... Espero que les guste.
Como podran leer, esto va directamente después de la guerra. Todo es igual que en los 7 libros, lo único que cambia es que no tuve corazón para matar a Fred.
Es la primera vez que hago algo así. Dejen sus reviews... no sean muy duros conmigo:(
Cissy
