La vergüenza me recorría por completo, sentí como una rápida descarga eléctrica tenso mi cuerpo y calentó mis mejillas cuando el tomo mi mano. Era la tercera vez que salíamos juntos después de que le confesé mis sentimientos, y desde que me obligo a referirme a él como mi novio (no es que no quisiera decírselo, es solo que la timidez que produce en mí no me permite pronunciar palabra alguna cuando él me mira de esa forma). Caminamos por el parque sin decir una palabra, no puedo evitar perderme en su rostro y termino agachando la mirada cuando me descubre observándolo. Lo veo sonreír y siento que debo decirle algo..
_Po... ¿porque sonríes así?
_Estoy feliz
_Eso lo sé, lo veo en tu cara, pero ¿Por qué!?
(No puedo evitar contestarle así, es porque en el fondo deseo oír más, mucho más)
_Estoy feliz, porque caminar contigo de la mano hace que el día sea especial.
(Me mira y sonríe, sonríe y me mira. Mi cabeza da vueltas de solo verlo. No sé de dónde saco palabras para contestar algo remotamente coherente)
_¿Que... tiene de especial?
(Vuelve a mirarme y a sonreír, parece divertido, a veces creo que solo busca enloquecerme)
_Mmm… está bien, un día de estos tu sentirás lo mismo.
(Aprieta mi mano y me besa como siempre, y eso beso acalla las palabras que quiero gritarle. Yo me siento igual, siento lo mismo Takano, siento lo mismo)
