No sólo hay que anhelar
Cap.1 "Adios" es mejor
-Tío no puedes rendirte.
-Así es, debes arriesgarte ésta puede ser tu última oportunidad.
-¿Acaso creen que no lo sé?
-Entonces detenla, de lo contrario no la volverás a ver ni nosotros tampoco.
-Muchachos ustedes no lo comprenden -Habló con cierto pesar en el cuerpo, inclinando la cabeza de manera que la larga cabellera azabache le cubría su rostro -la tradición, la ley de los enanos… mi padre son muy específicos en mi deber, pensé librarme de aquello pero… ni si quiera por defender Erebor obtengo el derecho a elegir con quien estar, ya hay enanas seleccionadas y todo los perjuicios se me vendrán encima y no quiero ni pensar en lo que será para ella, yo no podría soportarlo.
-Cuentas con toda la compañía y seguramente nuestra madre también -Dijo Kili presionando en hombro de su tío intentando en vano darle seguridad, pero él y Fili sienten sus esperanzas desmoronarse ante las palabras de Thorin.
Como príncipe, como nuevo Rey Bajo la Montaña Thorin había triunfado, ganando lo que una vez le arrebataron con crueldad, su pueblo vuelve esperanzado a la montaña a recuperar sus vidas. Ante tal hazaña el principe merece una recompensa pero él no quiere lluvia de halagos, no quiere a cada representante de los reinos enanos a rendirle tributo por su victoria, aunque de ellos prefiere darles un machetazo por negarse a luchar con él; Thorin sólo pide una cosa, a una persona, al único ser que hizo latir si corazón y no por coraje o susto, sino de amor, lo único que anhelaba era a Bilba Bolsón. Su saqueadora, su compañera de viaje, su amiga… gustoso le diría "Novia" pero ni a eso se aventuró en todo este tiempo por el temor que ahora padece, cumplir las reglas para su consorte, una dama enana de buena familia que ha de ser reina en Erebor.
Un título que ninguna fémina enana merece porque ninguna salió a batallar con ellos, sólo lo hizo una pequeña pero extraordinariamente valiente hobbit, que no sabe pelear con espadas pesadas ni hachas duras, sólo acertar con su "Abre cartas" y su corazón desbordante de valentía, ella si se lo merecía no las otras.
Thorin estaba enteramente agradecido con el mago por rescatar a su padre, lo sentía vivo y el mago se lo demostró, lo malo es que como todo señor enano debe cerciorase de que su linaje quede limpio en tradición a la familia del rey. Pero Bilba no va con los planes de la familia real y eso, devasta a Escudo de Roble. Al iniciar el viaje se sabe que habrá un final, pero él aborrece despedirse de la hobbit, no así, no imaginó que se enamoraría de ella, si algo supo robar, fue su corazón.
-Nuestro abuelo se veía comprensivo cuando niños, ¿De verdad se opondrá a Bilba?
-Agradecerá su participación pero nada mas, no la aceptará como mi esposa, por Durin… ¿Porqué tienen que ser las cosas así?
Entre su angustia, Thrain era atendido por Oin en sus heridas, mejoraría por su fuerza de voluntad, así eran los enanos, Bilba permanecía del otro lado de la puerta. Había llevado los vendajes que su amigo enano necesitaba, más de su lugar no pasó, a nadie que no fueran los príncipes les era permitido pasar, ella podía entender que el padre de Thorin no deseaba ser visto en tal estado, pero sentía curiosidad.
Se retiró del pasillo para ir a donde la biblioteca que ya había sido limpiada de los escombros, las construcciones avanzaban y Erebor mejoraba, su deber acabó hace mucho pero no se anima a irse, no cuando tiene a alguien clavado en la cabeza, sin embargo su lado razonable le grita que se vaya, que no hay nada para ella, que Thorin no le pertenece. Después de todo ¿Qué eran? ¿"Novios"? ¿"Amantes"? Nada de ello, un sentimiento en medio de ellos nació y creció pero hasta cierto punto los dos se habían retenido, pero era inevitable que la mirada de color azul buscara la figura pequeña de la señorita Bolsón y quedarse cautivado por su sincero valor y amistad hacia su gente y ella, imposible rechazar el porte, fuerza y coraje del príncipe enano, más audaz, atrevido y tenaz que los príncipes de los cuentos.
El mayor de los acercamientos es haberse tomado las manos y él besar las pequeñas con una devoción que más de una enana quisiera para sí.
-Ay mamá, no sé que hacer, no debí fijarme en él pero no pude evitarlo y ahora me cuesta irme, pero aquí ya no tengo más que hacer, mi vida está en la Comarca y por lo que sospecho el pueblo anhela verlo junto a una consorte de su talla ¿Yo en dónde encajó? -Miro desde la altura de la ventana de la biblioteca a los enanos trabajar con ahínco, fijándose especialmente en las enanas, eran justo a la talla de un señor enano, cualquiera luciría magnífica junto a Thorin, su Thorin.
-Él no es mío.
-¿Quién, niña? -Ahogó un grito girando, halló a Oin que se acercaba a su lado.
-…Oin, nadie… sólo pensaba en voz alta.
-Discúlpame si te asusté, vengo aquí de vez en cuando a ver el panorama, me relaja además de ver estos libros ¿A ti también?
-Más bien me deja sorprendida con su raza.
-Cierto, cierto, ver trabajar a cientos de enanos es más sorprendente que ver a trece ¿No?, Da gusto que admites nuestra labor hay quienes creen que sólo somos ruido y ajetreo, especialmente los duendes.
-Elfos -Lo corrigió con una sonrisa.
-Es igual, mi cuñada desea conocerte le hemos hablado tan bien de ti que sólo por eso desea hacer el viaje hasta acá.
-No debiste decirle eso, hará un viaje en vano, dentro de poco me iré -Habló decaída.
-Nadie te corre, entiendo que tu vida está en Bolsón Cerrado, pero once enanos y yo sabemos que el corazón está en otro extremo -Más baja se sintió prefiriendo ni hablar de eso, pero sus amigos enanos no lo permitirían por el cariño que le agarraron -escucha niña, si te vas no serás feliz nunca porque sólo pensarás en el príncipe, lucha no te dejaremos sola.
-No Oin, aunque lo hiciera ¿Qué hay de él? ¿Irá en contra de su padre? ¿De su pueblo? Es demasiado para él y además... no creo que se arriesgue -Ante todo la hobbit intentaba tocar el frío realismo -no creas que soy de muchas ilusiones.
Oin suspiró porque él tampoco contaba con tanta esperanza, pues si Thrain tiene bien definido sus planes con su hijo mayor, a quien ha ganado más renombre por sus hazañas así que era preciso una dama enana extraordinaria.
Abrazó a su hijo con todas las fuerzas, enredó su mano en los cabellos negros sintiendo la textura conocida, la barba también, era su amado hijo quien creyó muerto junto con todo lo que él conocía. Thorin estaba agradecido por tener nuevamente a su padre, no perdió a toda su familia como sus pesadillas le hacían creer. Cuando tuvo fuerzas hablaron de tantas cosas, a pesar de las heridas el hijo de Thror se renovaba con los relatos de su hijo, orgulloso de él. Thorin aunque feliz, debía hablarle sobre su verdad, por lo tanto en una noche que le ayudaba a cambiarle los vendajes habló.
-Padre debo hablarte.
-Lo estamos haciendo, hijo, a no ser que quieras hablar de algo que es delicado para nuestra raza -Muy bien lo conocía su padre -adelante.
-Está claro que a ti no te puedo engañar, iré al grano, Bilba representa para mí…
-Nunca -Cortantemente, el menor se tenso por lo respondido pero no puede bajar la guardia.
-Padre no la conoces, ella luchó a nuestro lado, hizo un viaje tan largo y peligroso que se merece el reconocimiento de nuestro pueblo.
-Concuerdo contigo en eso pero en lo demás que pretendes explicar, la respuesta es definitiva, haría bien el despedirte de la mediana pronto.
-No padre.
El mayor volteó a verlo de forma intensa, desafiante y decisiva, Thorin no un paso da atrás aunque esa mirada le recuerde a la de Thror.
-Si fuese mi padre créeme que una paliza a puño y espada merecerías pero siempre fui en ese aspecto suave contigo, no me hagas serlo ahora, pude darme cuenta, cuando te vi al volver a esta montaña y aún lastimado y cansado yo noté una mirada diferente en ti, algo que jamás presenciamos tu madre y yo, algo que sólo ocurrió cuando se hallaba cerca una hobbit. Hijo mío has esos pensamientos a un lado y acepta tu responsabilidad como heredero al trono, mi matrimonio también fue arreglado pero tuve la bendición del Hacedor de que me enamorara profundamente de mi esposa, quisiera la misma suerte para ti, pero eso no va a suceder si tienes a esa mediana en la cabeza.
-Hablas como si fuese sencillo, Bilba es más digna que una dama de cuna noble, porque ninguna otra quiso venir sólo mi hermana y habría venido si no fuera por el miedo a perderla en esta misión, ¡Bilba merece estar sentada junto a mi en el trono!
-¡Jamás!
-Padre por favor no quiero pelear contigo, no cuando te he encontrado y mi familia está reunida otra vez, piénsalo esa hobbit ha ganado un lugar en nuestro reino.
-Thorin no abuses de que se le debe gratitud a esa mediana, no quiero cometer un acto que deje ver a nuestro pueblo como un malagradecido, siempre supiste tu deber para con el linaje de Durin, nuestra familia debe avanzar, el pueblo celebrará a lo grande por la boda de su heroico rey.
-No lo quiero de esa forma.
-Lo siento hijo pero no hay otra forma.
-…¿Ni a eso tengo libertad? -Agachó la cabeza decepcionado por lo dicho.
-El tiempo te hará ver las cosas con claridad, es lo mejor para los dos.
No tenía sueño y estar acostada en la pequeña pero cómoda cama no era agradable, al menos no como se sentía ahora. Tomó el abrigo de piel que le obsequiaron para el invierno que ya estaba dejando su huella blanca. Caminó por todo el pasillo hasta llegar al otro extremo donde en la ventana se dejaba ver las escaleras donde llevarían a lo que era una plaza, a esta hora todavía había enanos trabajando aunque pocos, sus avances en la montaña cambian el aspecto del reino, aún ella se sorprendía por sus habilidades, como daban todo de si para reparar su hogar, por ello la imagen de su casa volvió, viendo también la Comarca y a todos con los que trataba, hasta a Lobelia; si, ahí estaba su hogar, ahí era a donde pertenecía no en esta montaña.
La idea de regresar tocaba más fuerte, Gandalf con gusto la llevará de regreso a la Comarca para cuidarle, no hay nada que la detenga, nada se interpone para regresar.
Excepto una mano más grande y fuerte tomando la suya que es pequeña, volteó de sorpresa hacia el intruso, era Thorin sonriendo de la única forma en que lo hacía cuando estaban solos, ella le correspondió quedamente al tiempo que volvía la vista al panorama de la ventana y liberar a su mano, el enano resintió su acción.
-¿No podías dormir? Ya es media noche.
-Me acostumbré a las guardias que hacía con Bofur cuando acampábamos.
-Es verdad.
Los dos quedaron sin hablar por un rato, Bilba mirando el panorama, Thorin entre ella y el pasillo indeciso de que hablar, era inaudito viniendo de un enano de su edad, sin embargo jamás se había sentido de esa manera frente a una fémina.
-Gandalf me contó que el camino es aún adecuado para viajar, el invierno sólo nos acompañará a mitad del camino y que los elfos del Bosque Negro están al pendiente del camino por donde se puede avanzar, no habrá mayores problemas…
-¿Vas a regresar?
-Es lo normal, extraño mi casa y la compañía que tenía en la Comarca, mi trabajo con ustedes se terminó, es todo lo que tenia que hacer en esta montaña.
-No…
Sus palabras eran desquiciantes, casi decía lo mismo que Thrain y era atemorizante porque entonces no desea estar con él.
-Aguarda no puedes irte, no ahora que la vida regresa a la montaña.
-No es mi hogar.
-Te has ganado tu lugar, debes quedarte aquí… conmigo -Tomando sus manos, mirándole preocupado por su decisión.
Bilba todavía permanecía estable pero el contacto y la mirada de Escudo de Doble la derribaban vez.
-Yo sé que no se puede.
-Bilba…
-¿No es tu deber hacer crecer el linaje Durin? Sólo se consigue con alguien de la misma raza en cambio yo… además nosotros ni siquiera somos algo que…
-Tú lo eres todo para mí -Sosteniendo con más fuerzas sus manos, sintiendo en ellas el calor que emanaba de su cuerpo el cual le quitaría el frío de esa noche -ya deberías haberte dado cuenta, no puedo dejar que te vayas así.
-Thorin no entiendes -Bajando la mirada.
-Si lo entiendo y no voy a dejar que te vayas así.
-Si me quedo ¿Qué lugar ocupó además de ser integrante de la compañía, ¿Qué esperas que sea yo aquí? Dime si el señor Thrain lo permitiría -Ahora fue él quien bajó la mirada -,nunca aspiré a cosas de la nobleza yo soy feliz con la vida que tengo no pueden acusarme de ser interesada.
-Yo mejor que nadie sabe que las joyas y el oro no te interesa.
-Me alegro, entonces debo hablar con Gandalf para que me acompañe.
Caminó a donde el mago pero Thorin la detuvo tomando su brazo.
-Bilba no lo hagas.
-…Thorin.
-Aún podemos estar juntos.
La hobbit no dijo nada pero su semblante era un claro mensaje de no albergar esperanza, una cosa era batallar con orcos y otra con la temple del hijo de Thror, con la intensa tradición del pueblo enano, la mediana no puede darse el lujo de soñar.
Se liberó despacio de su agarre manteniendo la misma mirada, al sentir que se alejaba de su mano también siente que así lo está haciendo en su vida, quería decir más pero su boca no dijo silaba alguna. La hobbit no quiso verlo más y se alejó del lugar, esforzándose hasta llegar a su habitación para llorar libremente, donde nadie la vea ni la oiga, así podrá despedirse mejor de este lugar y de sus amigos.
-Con razón papá dijo que los cuentos son sólo eso.
En la soledad de ese pasillo el enano hizo esfuerzos de no gritar, gemidos ahogados entonaba su garganta.
-¿Así termina todo? ¿Antes de empezar?
Al mago habría que agradecerle muchas cosas por ese viaje, la vida en la Comarca era tranquila sin nada de emociones fuertes para un hobbit amante de su tierra, ahí jamás sintió frío y hambre de días, cansancio por el largo trayecto a caminar, temer por su vida a manos de una jauría de ogros acechando bajo las órdenes del más temible de ellos, tampoco en su Comarca había experimentado una atracción a un varón como le provocaba el enano. Al conocerlo su gran porte llamaba la atención y aunque al principio se comportaba tosco y dudoso de los beneficios de llevarla con ellos, con el tiempo las cosas fueron cambiando y ella pudo descubrir que en el fondo de esa coraza donde se mantenía fuerte para los suyos había un lado vulnerable, sensible que nadie debía ver.
Ella lo descubrió y se convirtió en su confidente para sobrellevar la carga de recuperar el reino, bajando la guardia Thorin se dejó cautivar por ella, su belleza hogareña era notoria pero al acercarse descubrió valor, comprensión y decisión en todo lo que hacía, dando su máximo esfuerzo para sus amigos.
Flash Back
-Quédate quieto o no estarán acomodadas correctamente las hierbas y no sanaras.
-Esa basura atinó mejor que antes y yo que esperaba que estuviera muerto y en cambio… debí haberlo matado hace años, así mi padre y mi abuelo… -Habló molesto el enano.
-Mi madre dijo que el mal siempre busca hacerse fuerte con nuestro sufrimiento -Habló la hobbit colocando con cuidado el vendaje en la herida, con suavidad para no lastimarlo pero a la vez para reconfortarlo -y parece que muchas veces gana pero el bien así también se escabulle y se alza glorioso, me decía que el mal en el mundo no ha tomado todo terreno por algo que quizás es pequeño a la vista pero es en realidad lo más valioso.
Thorin aunque dolido por la herida y el enojo la miró interesado por sus palabras, Bilba respondió a su curiosidad con la misma sonrisa.
-La esperanza -Thorin arqueo una ceja, esperaba algo más "Grande", más "Fuerte" sin embargo la chispa en aquellos ojos verdes y la sonrisa luminosa le ayudaba a digerir sus palabras -, ¿No es eso lo que mueve al heredero de Durin?
El mencionado calmó sus aires de enfado, su mirada y el resto de su cuerpo de relajó permitiéndose una ligera sonrisa, ver esa expresión en el rostro del enano era alentador para ella, el líder de la compañía retomaría sus fuerzas para dirigirlos, eso es lo que impresionaba a la hobbit.
-Si, lo hace pero a veces el odio parece moverlo más, gracias por recordármelo saqueadora.
-¡A sus órdenes, majestad!
Fin del Flash Back
Los recuerdos será lo único que se lleve, no lo compartiría con nadie pues ningún hobbit le iba a creer.
Miró a su padre descansar en la cama fatigado de las curaciones pero aún así se le veía resistente, su aspecto lentamente va cambiando y eso era bueno, Erebor celebraría que aunque el rey Thror murió a manos de Azog, su descendencia vive para contarlo, además de dar la bienvenida al nuevo rey Thorin; pero éste no siente ánimos de celebración.
-Es decidida tanto como yo, daba la imagen de ser frágil pero es tan fuerte y valiente como el mayor de los enanos, una bendición haberla encontrado y ahora debo separarme de ella ¿Porqué?, El pueblo debería reconocerla como mi…
Unos quejidos llamaron su atención, atendió a su padre que necesitaba agua, Thorin le ayudó con la misma diligencia y cuidado desde siempre, Tharin le agradeció con una sonrisa a la que débilmente Thorin correspondió.
-Siempre fuiste un buen hijo, tan bueno que excedías a tus responsabilidades, tu madre te educó bien en la parte de un señor enano.
-Quizás.
-¿Ya la despediste? -Los ojos azul abrieron -Será lo más indicado para los dos no alimentes esperanzas, cada quien su destino.
-Padre…
-Es por tu bien.
Le cortó toda intención de hablar al acomodarse en la cama, descansando como su cuerpo lo necesitaba, Thorin quedó con las reclamaciones en la punta de la lengua y el corazón con un vuelco; su padre resultaba más comprensivo que su abuelo pues incluso le está agradecido a la hobbit pero no permitirá una unión que "Perjudique" al linaje de Durin. Su deber como heredero jamás había sido tan pesado como hoy.
A la mañana siguiente Bilba revisaba sus cosas y el pony que me prestaran para viajar, era un pony tan fuerte como el que Thorin usaba al principio del viaje, sonrió por la coincidencia, de sus cosas en realidad era poco y lo más ostentoso eran esos dos cofres llenos de plata y oro, con eso no se preocuparía económicamente por mucho, mucho tiempo, si no es que jamás. Sin embargo la estabilidad económica no le interesa, es a quienes deja lo que le causa un sentido de pérdida y ella misma quiere recuperarse pues las amistades no se terminan y eso lo que mas atesora. Y el recuerdo de cierto enano.
-Puedes permanecer más tiempo en Erebor.
-Ya no Balin, tengo que regresar a mi hogar ya estuve en esta montaña mucho tiempo.
-¿Fue tan malo?
-Claro que no, aunque se hayan reparando su hogar la estancia aquí fue muy agradable, tanto o más que en Rivendel.
-Entonces espero que vuelvas cuando Erebor haya sido totalmente restaurada y admires su grandeza.
-Ustedes son su grandeza, fueron lo más valioso que Smaug no robó por ser tan ciego.
El enano de barba blanca sonrió conmovido por sus palabras, en verdad esa hobbit no ambicionaba riquezas materiales si no otras, considerar al pueblo de enanos la verdadera riqueza de Erebor por encima del gran tesoro de Thror es cautivador. Que pena tan cruel que Thrain no mire aquello en su amiga.
Acomodaba lo último en su morral y tocan a la puerta, permite el paso descubriéndose a Thorin mirando se forma sería, Bilba se sintió incómoda pero no iba a irse de la montaña sin despedirse de él, sería una grosería, pidió un momento a solas y Balin se los concedió, Thorin se acercó un poco a la hobbit manteniendo su pose.
-¿Tienes todo listo?
-Si.
-El pony estará preparado y otras provisiones para tu viaje, no tendrás de que preocuparte.
-Muchas gracias, no era necesario tanto.
-Quise hacer menos fatigado tu viaje -Se acercó más a ella y Bilba sintió un estremecimiento, Thorin le fijo la mirada unos segundos antes de levantar su mano mostrando un anillo de oro con una piedra color rosado tallada en forma de un lirio acuático -. Éste es mi presente para recompensarte todo lo que hiciste por mi familia, siempre te estaremos agradecidos.
-Thorin… no, es… es muy fino, es demasiado con esos cofres es mucho más de lo que merezco, por favor no…
-¿Vas a despreciar las sinceras gracias que da un hijo de Durin? Eso lo puedo ver como una grave afrenta.
Le habló con tono muy serio y profundo, Bilba lo sintió igual cuando empezaba su viaje ¿Era así como se despide? ¿De la manera en que actuaba con ella al principio?, Le causó un malestar pero, quizás era lo mejor para que no doliera la partida. Tomó el anillo y agradeció educadamente el presente.
-Regresa a tu Comarca con historias para los niños, vuelve a disfrutar de tus libros y mecedora, ojala nos hagas un espacio en tu hogar, porque está montaña no es suficientemente grande para guardar tu recuerdo.
Aquel estremecimiento aumentó y el pesar de irse también, tenía ganas de llorar, echarse para atrás y decir que se quedaba en esa montaña con sus amigos, que se quedaba con él…
-Pero no somos nada, siempre los recordaré -Era todo lo que podía decirse.
Thorin dio media vuelta cambiando su semblante a espaldas de Bilba por uno de dolor, fue duro sólo tener que decir eso.
-Adiós a todos, gracias por todo.
-Gracias a ti querida Bilba, ojalá vuelvas a esta montaña.
-Cuida de ella Gandalf, haber si no tomas atajos extraños como en Rivendel.
-Pero llegaron a salvo ¿No?
-¡Por poco! -Gritaron todos.
Con una risa se despidió de sus queridos amigos, todos los integrantes de la compañía excepto Thorin, él ya se había despedido, aún así miro desde una ventana todo lo que sucedía, resistiendo tristeza y coraje por dentro.
Una sirvienta enana entró a la habitación trayendo consigo un pergamino, entregándolo en mano.
-Manda el rey que lo lea cuidadosamente y escoja con la dignidad de un descendiente de Durin.
Thorin se extrañó por el mensaje de la enana, ella se retiró y él desenvolvió el pergamino, a los primeras líneas su mano se formó en puño golpeando con tal fuerza que las cosas en la mesa retumbaron.
-¡Todavía no se va y ya quiere que elija una enana!
Continuara...
