Mi héroe

Capítulo I

- Vamos Darien, no has estado con ninguna otra mujer, porque no te animas y vas con nosotros – le dice Andrew golpeándolo en el brazo

- no, sabes muy bien que tengo mucho trabajo aquí, no puedo darme el lujo de salir de parranda por esos lugares de mala muerte – le dice Darien con el ceño fruncido mientras seguía escribiendo en su computador

- aaaa por favor, no seas aguafiestas, sabemos que quieres ir, para que te haces de rogar – le dice Nicholas riendo a carcajadas

- Nick por favor, tu sabes que no es eso – le dice Darien mirando a su amigo

- entonces que es…. No me digas que te nos cambiaste de bando – le dice Andrew mirándolo incrédulo

- me pueden dejar tranquilo, tengo muchas cosas que hacer, mañana tengo que entregar cinco informes, no puedo entretenerme o si no me despedirán – le dice Darien volviendo a concentrarse en el computador

- guau volvió el señor huraño, para que vamos a seguir perdiendo el tiempo, Darien jamás ira con nosotros – le dice Nicholas haciéndole unas señas a Andrew para irse

- bueno, tú te pierdes llegar a las cumbres del places con las mujeres más lindas de todo Tokio – le dice Andrew dándole unas palmaditas en el hombro

- de todo Japón querrás decir – le dice Nicholas corrigiéndolo

- entonces que están esperando, y vayan a alcanzar las cumbres del placer – le dice Darien molestando a su amigo

- abúrrete – le dice Andrew molesto

- oye, si te arrepientes y quieres ir aquí está la dirección – le dice Nicholas dejándole un papel en el escritorio

Darien observo por un momento el papel y lo tomo en sus manos, miro la dirección y luego observo su computador.

Subió su manga y vio la hora, eran las diez y media de la noche y le faltaba un informe, quizás podía ir con sus amigos a distraerse un poco, la tensión se estaba acumulando en su espalda y cuello haciendo que un gran dolor se apoderara de él.

- Nicholas, sé que aun estas aquí – dice Darien al aire

- que perceptivo eres amigo – le dice Nicholas apareciendo detrás de el

- voy a ir con ustedes, pero con el compromiso que me dejaran ir temprano a terminar mi trabajo – le dice Darien

- de eso no te preocupes, si quieres nosotros te ayudamos, ahora vamos que yo creo que tu Dariencito junior esta sediento por un poquito de atención…. Ya sabes – le dice Nicholas subiendo y bajando sus cejas

- las cosas que dices – dice Darien mientras negaba con la cabeza y una sonrisa aparecía en sus labios

- pero esa sonrisita me acaba de confirmar lo que te dije… o es que estás utilizando otro tipo de ayuda para tu soledad – le pregunta Nicholas mirándolo fijamente

- como se te ocurre pensar eso – le dice Darien parándose de un salto de la silla

- pero si es algo normal hombre, no me digas que jamás lo has hecho – le dice Nicholas

- esta conversación no es de mi agrado – le dice Darien comenzando a caminar para salir lo más rápido posible de la oficina y alejarse también de la extraña conversación que había entablado con su amigo

- Darien… Darien… Darien, así jamás tendrás a una mujer a tu lado – le dice Nicholas

- a que te refieres con eso – le pregunta Darien

- pues que a ellas les gusta que el hombre sea atrevido – le dice Nicholas

- pero eso no quiere decir que debes estar divulgando que te andas masturbando por la vida – le dice Darien

- pero a ellas les enloquece que nosotros seamos… como te lo puedo explicar – le dice Nicholas poniendo una mano en su mentón mientras esperaban que las puertas del ascensor se abrieran

- mejor no me expliques nada, de verdad – le dice Darien entrando al ascensor

- no pero Nicholas nunca se queda con una explicación a medias – le dice el mientras observaba a su amigo apretar el botón que indicaba el numero uno

- callado te ves mejor – le dice Darien riendo

- amigo, hoy conocerás a las mejores chicas de todo Japón, no puedes llegar como un pollito a ese lugar – le dice Nicholas colocando una mano en su hombro

- pero yo soy así, que quieres que le haga – le dice Darien

- cuántos años tienes – le pregunta Nicholas mirándolo seriamente

- veintiuno – le dice Darien mirándolo extrañado

- has tenido alguna novia – le pregunta Nicholas cruzando sus brazos en su pecho

- claro – le dice Darien mirando los números en la parte superior de la puerta, bien solo faltaban dos pisos y llegarían abajo

- y supongo que tú y ella… bueno tú me entiendes – le dice Nicholas haciendo unos movimientos muy sugerentes con las manos

- no, como se te ocurre – le grita Darien abriendo los ojos como verdaderos platos

- mentira que eres virgen – le dice Nicholas mirándolo sin creerlo

- s…s…i – le dice Darien mirando el suelo mientras su rostro comenzaba a tomar un color rojizo odiaba las conversaciones de ese tipo con la gente, en especial con sus amigos

- no puede ser…. No lo puedo creer – le dice Nicholas mientras estallaba en una carcajada

Andrew estaba afuera del edificio esperando a sus amigos, sabía que los esfuerzos de Nicholas por convencerlo de ir a esos lugares no harían el efecto esperado en su amigo, si lo conocía tan bien como creía sabía que no iría a esos lugares en donde pervirtieran su casta mente. Fue cuando escucho la risotada conocida de Nicholas. Quizás algo había pasado y no tardaría en preguntarle.

Grande fue su sorpresa al ver a Darien al lado de Nicholas, ese chico sí que tenía el don del convencimiento. Pero una sonrisa apareció en su rostro al ver el ruborizado rostro de su amigo, pobre terminaría traumado después de esa noche.

- que fue lo que le dijiste al pobre – le dice Andrew

- nada, solo le pregunte si había tenido relaciones con su novia – le dice Nicholas mientras se secaba unas lagrimitas de los ojos

Andrew miro a Darien, y entendió por su mirada que no quería seguir hablando del tema por lo que lo cambio abruptamente y los invito a subir al auto, Andrew manejaba, Nicholas iba en el lado del copiloto y Darien iba sentado atrás. Demasiado callado que de costumbre.

- como se te ocurre decirle eso Nick – le dice Andrew apenas susurrando

- solo quería saber nada mas – le dice Nicholas subiendo los hombros

- eres el mejor amigo del mundo – le dice Andrew en un tono irónico

- ya lo sabía – le dice Nicholas riendo

Darien solo miraba por la ventana, no podía creer que había aceptado ir a ese lugar, no había sido buena idea pensó en decirles a los chicos que lo dejaran por el camino y que él se iría a su casa, pero sabía que lo tildarían como cobarde… Darien Chiba nunca había sido cobarde. Estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando llegaron al cabaret. Por fuera parecía muy bonito, pero no tenía la menos intención de saber lo que había dentro.

Con pocas ganas salió del auto y camino junto a sus amigos como un niño pequeño que teme perderse entre una gran multitud de gente. Vio como el guardia lo miro y un brillo de burla apareció en sus ojos, se supone que los hombres que van ahí parecen verdaderos hombres, no una niña asustada.

El lugar tenía un color rojo, la música con un toque sensual sonaba fuerte, habían mesas cerca de la pared pero en medio del local había un escenario con un caño en el centro, en ese momento no había nadie bailando lo que le llamo la atención.

- no mires así, más tarde vienen las chicas – le dice Nicholas

- yo no quería saber eso – le dice Darien

- si como no, sentémonos aquí cerquita de escenario para que las chicas puedan mimar a Darien – le dice Nicholas

- si no te sientes cómodo puedo ir a dejarte a tu casa – le dice Andrew mirando el asustado rostro de su amigo

- y quedar como cobarde frente a Nicholas, jamás – le dice Darien con mucha determinación

- pero si se te nota a leguas que no quieres estar aquí – le dice Andrew

- ya te dije no me quiero ir y quedar como el mono de Nicholas – le dice Darien

- quizá no te guste lo que veras más adelante – le dice Andrew mirándolo fijamente

- me quiero quedar – le dice Darien

- está bien, luego no digas que no te ofrecí – le dice Andrew levantando los hombros

- encontré una mesa perfecta – le dice Nicholas llamando la atención a los dos muchachos

Los muchachos se sentaron, luego de una conversación un poco incómoda para Darien las luces se apagaron, eso solo significaba una cosa el show iba a comenzar.

Una a una las muchachas pasaron a bailar al caño mientras los hombres gritaban, algunas, las más osadas se comenzaban a sacar la ropa hasta el punto de quedar completamente desnudas. Darien se sentía incómodo de estar ahí, más que nada porque los hombres que estaban ahí trataban a las mujeres como objetos sexuales nada más que eso.

- al fin llegó el turno de quien estaban esperando muchachos, prepárense porque se viene la reina de este local nuestra princesa de la luna – dice el animador antes de salir por una de las salidas laterales

- quien es – pregunta Darien

- una mujer increíble – le dice Andrew

- de verdad, no parece de este mundo, es hermosa, por eso todo aquí le dicen la princesa de la luna, desde la primera vez que apareció esto se llenó – le dice Nicholas

- pero que es lo que hace - le pregunta Darien

- ya lo veras amigo – le dice Nicholas moviendo las cejas de arriba hacia abajo

La muchacha de no más de veinte años salió directo hacia el caño, llevaba una capa de color blanco al igual que toda su vestimenta, la música comenzó a sonar mientras que ella se dejaba llevar. Los sensuales movimientos que realizaba, hacía que los hombres gritaran.

Darien los miraba realmente sorprendido, nunca había visto a hombres comportarse como perros en celo por ver a una mujer, bueno ella no era una mujer cualquiera, era muy hermosa. Observo su mirada, no sabía si era su imaginación o que pero parecía tener un poco de resentimiento y temor.

Vio como poco a poco ella comenzó a desprenderse de su ropa, miraba a Nicholas como le gritaba algunas cosas, luego de algunos minutos vio como las manos de la muchacha iban hacia su espalda con la intención de desabrocharse se brasier, fue cuando se paró de la silla y salió del local en donde estaba.

Salió a la calle en donde estaban estacionados los automóviles, quizás el parecía un cobarde por no poder mirar como una mujer se desnudaba, pero él nunca había aceptado mirar a una mujer como solo un objeto, había hecho muy mal en ir a ese lugar.

- que estás haciendo aquí – le pregunta Andrew

- nada, no me sentía comodo allá adentro – le dice Darien

- si me di cuenta – le dice Andrew

Fue cuando vio a una muchacha de cabello rubio salir del cabaret, se iba arreglando la cartera en su hombro, no pudo evitar mirarla caminar. Tenía una gracia particular, no era como las demás mujeres. Ella lo miro y le sonrió, el mundo se detuvo.

- amigo, cierra la boca que te entraran moscas – le dice Andrew riendo

- la viste – le pregunta Darien mirándolo

- claro que sí, es una mujer hermosa – le dice Andrew

- lástima que quizás no la vuelva a ver – le dice Darien con un poco de nostalgia

- te gusto – le dice Andrew golpeándolo en el hombro

- es que, que hombre no se fijaría en una diosa como ella – le dice Darien mirando a la muchacha que seguía caminando

- quieres volver adentro o quieres irte a tu casa – le pregunta Andrew

- quiero irme – le dice Darien

- está bien, yo te iré a dejar – le dice Andrew mientras buscaba las llaves en los bolsillos de su pantalón

Darien no podía dejar de mirar a la chica, no la perdió de vista hasta que ella se perdió entre la gente que pasaba por la calle a esa hora. La bocina del auto de Andrew lo saco de sus pensamientos, lentamente se acercó y se subió por el lado del copiloto donde antes había estado Nicholas.

Poco después llegaron al apartamento de Darien, se despidió de su amigo y subió a su hogar. Abrió la puerta y llego a la soledad de su vida, pero aun no podía sacarse de la mente a la hermosa mujer que había visto esa noche, por lo menos algo positivo había sucedido.