Escrito para el cumpleaños de una amiga.
La inspiración me vino mientras escuchaba When Im Sixty-Four de los Beatles.
Ambientado cuando estaban en Hogwarts. No sé si para entonces ya existía la canción pero bueno... Disculpad si no es así.

Todo de sus respectivos autores. Harry Potter de J.K Rowling. La canción de The Beatles.


Lily se despierta una mañana de mediados de junio con la música de una guitarra, la mirada fija a través de la ventana que está inexplicablemente abierta y James Potter sobre la escoba sin sujetarse porque lo que en realidad él sujeta es una guitarra española que sólo Circe sabe cómo ha obtenido. El nombre de un tal Black le resuena en el cerebro junto a los primeros acordes.
Y ahí lo tiene, James Potter genio y figura, con el pelo castaño siempre alborotado, las gafas un poco torcidas y la casi eterna sonrisa que sólo se deforma cuando comienza a cantar algo sospechosamente conocido pues se lo ha encontrado por los pasillos tarareando eso todo el tiempo.
La mañana es soleada y los Beatles suenan a una sola guitarra y voz. James canta con más ganas que destreza, desafinando en casi todas las notas pero la guitarra suena condenadamente bien.
Ella lo mira atento, aún en pijama, el pelo rojo medio enredado y los ojos verdes, enormes, brillando, que le hacen pensar a James que todo ha valido la pena, y que lo valdrá porque seguro le meten un castigo. Pero no le importa porque Lily está mirándole y aún no se ha marchado o le ha cerrado la ventana…
—''Childrens on your knee. Harry, John & Mick''

James le cambia la letra, y la hace reír.
Su risa, el sonido más hermoso que la humanidad pueda escuchar se extiende por la habitación y le llega perfectamente pues está apoyada en el alfeizar de la ventana y a él le hace pensar que no importa lo que pase luego, él es el hombre más feliz de esta tierra y ella el ser más hermoso y mágico que va a existir nunca. La ama. La amará cuando tenga 64, cuando el pelo ya no sea rojo y ya no pueda montar en escoba para cantarle, o cuando ninguno de los dos exista ya.
Para James el mundo es esos ojos verdes que ahora brillan de una forma especial SÓLO PARA ÉL.
Y Lily, que no puede evitar sonreír al ver aquella enorme sonrisa blanca de chico bueno que siempre, SIEMPRE le dedica a ella, con el pelo alborotado y los ojos sin esa chulería que le muestra a casi todo el mundo se esfuerza en no sentirse ridículamente feliz y en pensar que le va a amar básicamente toda la vida. Y tal vez, si James tiene suerte, ella se lo diga antes de que se marche, pensando con total seguridad que nunca se va a amar como ellos se aman.

James, el maldito, está de suerte hoy, como siempre, porque él piensa que está de suerte siempre desde hace siete años cuando vio en el tren aquellos ojos verdes.
— ¡Ni creas que te daré vino si no aguantas ni la cerveza de mantequilla!

Y luego moviendo simplemente los labios le va a decir 'Te amo'.