Disclaimer:
Los personajes no me pertenecen. Los personajes de Homestuck le pertenecen a Andrew Hussie.
La historia no me pertenece, el autor de esta historia es adrielan, pueden visitar su cuenta aquí en fanfiction y comprobarlo. Originalmente títulada: A very important day, por cuestiones de traducción, al español: Un día muy importante.
La beteada va dirigida con agradecimientos a Griimoire, ella hace que no traduzca piedras, y traiga lo mejor para ustedes. Aún así, si hay algún error, bueno es mi primera traducción y realmente hago lo mejor que puedo.
Por ultimo y no menos importante, esta traducción va dedicada a Aki, yo se que es su cumpleaños el día de mañana y bueno, quería sorprenderla con algo que le gustara, así que espero que realmente esto haga su día feliz. ¡Feliz cumpleaños!
Boda
Tu nombre es Dave Strider, tienes veinticinco años y hoy es un día muy importante. No, no para ti. – no, tú en verdad ya no tienes muchos días importantes (Eso claro es una mentira, claro que los tienes, solo que no son importantes para ti). Este es un gran día para John Egbert, tu hermano, tu mejor amigo, el tipo que ha estado para ti en las buenas y en las malas, por el mundo, desde que eras un pequeño niño. Este es un día que él ha estado esperando por años, y es también un día que has venido anticipando. Mientras tú, estas allí ayudándolo a plisar los pliegues de su chaqueta, intentas detener su inquietud y lo que está echando a perder su cabello, tú crees que él se ve realmente bien, grandioso, atractivo y feliz.
"¿Crees que estoy bien? Rayos, está sofocante aquí adentro o soy solo yo"
"Eres solo tú, hermano, tranquilízate" Dijiste aplastando hacia abajo su cabello una vez más. "Relájate, ¿Está bien? Te ves asombroso"
"¿Realmente lo crees?" Y él sonríe nervioso, con esos dientes que aún sobresalen por encima de los demás.
"Yeah" Apenas si dibujas una sonrisa "Lo creo. Ella te comerá entero ¿Está bien?"
Su cara se puso roja, sin embargo, su sonrisa creció. "¡Gracias amigo!" Y dio un golpe, para luego reírse dejando escapar un bufido.
Hoy, es un día muy importante, para la persona más importante para ti, alguien que crees que es el amor de tu vida.
Pero que no es para ti.
"Hey, chicos, ¿Están listos?" Jade se asomó ajustándose sus lentes. "La ceremonia está a punto de comenzar"
"¿Qué? ¿En serio?, ¡Oh Dios mío!, yo-"y ahora estaba en pánico de nuevo. Mirándose al espejo y jugueteando con su cabello hasta despeinarlo, una y otra vez. Tú lo pusiste en su lugar de nuevo, aplastando una de sus mejillas con fuerza.
"Dude, estas bien. ¿Quieres casarte con ella? ¿No es así?" Alzaste tus cejas.
"Claro que si" Al asintió repetidas veces.
"Entonces estarás bien".
Y con eso, el salió caminando de allí, suspirando de manera profunda, mientras tú lo seguías atrás. Asegurándote de que llegue al altar sin que sufra de un ataque de pánico, dándole en un pequeño empujoncito, a menudo para mayor seguridad.
Recuerdas cuando te pidió que lo acompañes al altar. En verdad no era algo que el esperará que tú digas que no a la final lo habían decidido años atrás, que se acompañarían en el altar. Había sido algo así, tu siempre creíste que sería el que se casaría primero, y tu serías su acompañante cuando el este viejo y canoso, y tu estarías riendo pero a la misma vez enojando porque te verías terrible en tu terno. Enserio, ¿tenía que casarse cuando estaba joven y guapo? Jesús. Pero estas perdiendo el enfoque, era en esa donde paraban de imaginarse cosas, y comenzaban a golpearse, comenzaban a forcejear y siempre lo mantenías así atado hasta que le hacías cosquillas. Y así se mantenían.
Así que cuando te pidió que lo acompañaras, en un inicio, te sorprendió - Aunque ustedes dos siempre hubiesen estado bromeando. " ¿Y que no dijiste que serías mi acompañante cuando estuviera viejo, ha?! Es lo que te dio cuando te llamo para preguntar, riendo de forma cálida desde el otro lado del teléfono. "¿Ni siquiera tienes novia? ¿Verdad?"
"Te dije que te jodieras. No te veo jodiendote"
"Oh mi… Hahahaha oh mi dios, el grandísimo Strider nunca ha tenido una novia y yo me estoy casando" Estuvo un buen rato haciendo gracia de ello. No pudo dejarlo, rematándote con eso un buen tiempo. "De todas maneras, ¿Qué onda con eso?"
"He estado ocupado, enamorado de ti, no es obvio" Le respondiste con tu tono de broma.
"¡Cállate, pendejo! Y sabias que en ese momento él te hubiese dado un golpecito en el hombro. Eso claro, si es que estuvieran cerca en este preciso instante. Suponías que él se lo había tomado de la manera sarcástica. Bueno, era claro que tú lo querías así. Como si alguna vez fueras a decirle, por más doloroso que fuese, y al menos que estuvieses muerto, él pensaría en algo así como una posibilidad.
Irónico ¿no es así?
Y ahora estas allí, parado a su lado, mientras él hace sus ejercicios de respiración, viéndose tan atractivo en su terno de vestir, y en la luz que pasa a través de las ventanas de la iglesia. Tú, obviamente tienes tus razones para no querer estar aquí en este momento, crees que igual estaría bien. A la final, él se ve grandioso, feliz y emocionado. De seguro quizás preferirías que tú fueses la razón por la que esta así, y sería grandioso, estar en el medio del lugar, con él, pero supiste desde siempre, que esa nunca fue una opción. Desde el primer día, este fue tu lugar, y pudiste haberte rendido hace ya mucho. , pero preferiste no hacerlo- Tu sabías (pensabas más bien) que podrías manejarlo. A la final ser un Strider y tener un final feliz, sería demasiado obvio ¿No lo creen así? O eso es lo que pensabas, y nadie te lo quitaría de la cabeza.
Y ya es casi la hora, todos se habían levantado de sus sillas, estaban realmente emocionados. Viste a Rose y a Jade, codeándose, en el lado de las sillas que le correspondían a John. El señor Egbert agarrado de la señora Lalonde de la mano mientras se preguntaban cómo estaban. Tu hermano había sido invitado, claro que sí. Pero decidió saltarse la ceremonia (aunque dijo que estaría presente para la recepción). Había muchas caras que no conocías en el lado que le tocaba a la novia, pero creías que era tu culpa, nunca te interesaste en conocerlos. Aunque a ella si la conocías bien, a la final, tenías que asegurarte que ella fuese suficiente para tú chico John (Ella encajaba, y era demasiado perfecta, y esa es la razón por la que habían acabado así.
Y el pianista comenzó a tocar, Dios, John se veía tan emocionado, que creías que iba a lanzarse a correr hacía ella, pero era lógico que no lo hizo. Estaba parado allí, y sus ojos se iluminaron cuando ella por fin se mostró.
Ella era hermosa. Molly Valentine, cabellos rubios que llegaban hasta sus hombros, ojos azules, vistiendo un decorado que brillaba con la luz del sol. (Se veía tan maravillosa como John, pensabas). Ellos se conocieron en el la universidad, mientras estudiaban ciencias. Les gustaban las mismas estúpidas películas, estaban en el mismo campo, tenían el mismo sentido del humor nerd, a ambos les gustaba gastarse bromas el uno al otro. Era de esas uniones que eran hechas por el cielo, y desde el momento en el que tú los viste interactuar, lo supiste. Supiste que ellos dos envejecerían juntos, y ni si quiera podías estar molesto acerca de ello, porque de alguna manera lo querías. Nunca dirías que es una zorra, o una puta, no podías dejar de hacer que tu mente pensase que tú eras mejor para él, porque sabías que eso no era cierto. Sabías que ella era lo mejor para él. Lo sabías, sería demasiado feliz.
Y finalmente ella se paró en frente tuyo, sonriendo, mientras se despedía de su padre y él señor se encaminaba a los asientos que le correspondían mientras lloriqueaba. Ella estaba radiante para John, y cuando por fin regreso a verlo, él tomo su mano para colocarlo encima de la suya. Y creías que por el mejor camino, era mejor que dejases de mirar en ese momento, aún tenías que resistir.
No estabas prestando la mitad de la atención a la ceremonia mientras transcurría (lo que era como un mecanismo de defensa por tu sanidad mental), y tus ojos comenzaban a lagrimear un poco. Tus ojos se encontraron con los de Rose por un momento y ella te sonreía de una manera un poco triste. Mierda, te habías olvidado que ella sabía, se lo habías dicho años atrás alguna vez cuando estabas ebrio. Pero no estabas pidiendo su lastima. No habían hablado de eso nuevamente desde aquella vez, pero la manera en la que te miraba te decía que ella sabía que eso seguía allí, y maldición su lastima era palpable. Tuviste que desviar la mirada, esperando que ella no pudiera ver a través de tus gafas.
"Si alguien está en contra, que hable ahora o que calle para siempre", escuchaste el tono de un celular en la iglesia, y de allí el silencio. Tus dientes se estaban incrustando en tu labio superior, rogándote a ti mismo el no decir nada. Después de todo, no había razón para que ellos no se casaran, a la final, lo que tu sentías por John no significaba nada cuando sabías lo que sentían ellos, el uno por el otro. Eran felices, tan felices- y continuarían siendo felices. John lo merecía y tú no eras nadie para arrebatárselo.
Y comenzó de nuevo, se sentía como la tranquilidad circulaba una vez más. El sacerdote hacía un pequeño gesto, mientras les pedía que leyeran los votos, y podías ver como Molly sonreía, sus pequeños labios doblados en forma de sonrisa antes de que ella diga. "Si, acepto"
Y no mucho después, tu escuchaste a John decir lo mismo, y clavaste tus uñas en tus palmas, intentando desesperadamente mantener una sonrisa, aunque esa no era tu naturaleza, no querías verte como un total idiota mientras todos atendían a la ceremonia. Aunque tú sabías que Rose sin embargo, sospecharía cada vez más desde su asiento y Jade, también comenzó a sentir algo de curiosidad. Pero miraste fijamente y no, ella solo estaba mirando de un lado a otro, para luego prestar atención en la pareja, justo donde debería estar su mirada.
Mentalmente, tuviste que alejarte del resto, intentando no pensar en nada más, excepto en las palabras que John le decía a Molly en el momento en el que ponía el anillo en su dedo... (Él probablemente este sonriendo. Dios como amas esa sonrisa), especulando seguramente como pasaría sus años a su lado. Cuando por fin alzaste la mirada a ver, había lágrimas en sus ojos, y dijo sus líneas, mientras se notaba como su maquillaje pronto se desvanecía porque estaba siendo agarrado por las lágrimas a medida que iba haciendo lo mismo con él.
"Ahora los declaro, marido y mujer"
Se escucharon casi enseguida el ánimo por los que estaban allí presentes, todos de pie con sus manos alzadas, cuando por fin, se dieron el beso, tan, tan enamorados, que casi no se separan. Tu por tu lado, tenías una sonrisa tan grande en tu cara en este mismo momento, y era tan forzada, pero lastimosamente era lo mejor que podías hacer en este preciso momento, además de todo, aplaudías, eso era todo lo que importaba. Pronto, tus oídos fueron invadidos por la emoción de todos, en el momento en el que John alzaba a su novia, en la manera en la que se las alza a ellas, y la cargaba fuera de la iglesia, todos aplaudían desde sus asientos observando como la feliz pareja se retiraba.
Luego todos los presentes, intercambian pequeñas conversaciones entre ellos para luego ir por sus vehículos, estaban listos para el siguiente evento, la recepción, claro estaba, era por lo que más animados estaban.
Podías ver en esos momentos al señor Egbert riendo con la señora Lalonde, y ella murmuraba y balbuceaba todas los posibles escenarios de una ciudad de ensueño que vendría a causa del alcohol, y casi sonreíste un momento. Sin embargo, no ibas al mismo lugar que todo el resto. Rose y Jade pronto llegaron a tu lado, preguntando si es que querías que te llevaran a la recepción.
" Nah. Estaré aquí por un momento. Aún no he desayudando, como me la pase cuidando del triste trasero de Egbert" Respondiste, haciendo que Jade te abrace fuerte antes de golpearte con algo de fuerza en la cabeza.
"¿Estas seguuuuro de que no quieres venir?" Pregunto ella después de momento.
"Dame un momento, me estoy sintiendo un poco asqueado. Estaré allí en unos minutos"
"Oh" Replicó antes de marcharse "Esta bien, te veré allá" Y luego corrió, intentando alcanzar a Rose, para que camine con ella.
Y allí fue cuando, tú te dirigiste de manera casi inmediata al cuarto donde se habían estado preparando, suspirando con fuerza, y esperando a que todo el mundo se fuera. Solo en el momento en el que no había muros en la costa, lo primero que hiciste es golpear tu puño con el tapiz, dejando escapar maldiciones de tu garganta. Golpe tras golpe, hasta hacer que tus puños sangraran. Luego, tu frente también fue a parar directamente en la pared. Antes de que caigas de rodillas repitiendo. "Maldición" como si fuera una manta invisible y segura.
No sabes por qué estás tan triste. Supone que ya habías pasado por esto. Años, años y años. Todas las veces que Egbert venía a llorarte por alguna chica que había molestado, cada vez que te contaba lo ansioso que estaba, cada vez que te invitaban a sus citas, porque aparentemente sería algo que te gustaría, cada vez, cada vez, cada maldita vez, te habías mantenido bajo control, pero hoy tuviste suficiente. Hoy lo perdiste todo, y las lágrimas no podían dejar de caer, y no podías dejar de temblar, deseando que las cosas no hubiesen sido de esta manera. Deseabas que fueras lo suficiente bueno para alguien como él, deseabas que él pudiese amarte de vuelta, y si es que eso sucedía, tú te lo ganases, desearías que él sepa y desearías no tener que haber pretendido todo este tiempo.
Desearías no amarlo, tanto como lo haces, pero no, nunca podrías arrepentirte de eso. A la final, ¿cómo no amalo? Esa nunca fue una pregunta, tampoco sí que Valentine, lo amara o no. Era imposible no amarlo, estas seguro de eso.
Deseabas que Valentine supiera que suerte tenía.
O bueno, su apellido era Egbert ahora. ¿No?
Estuvo un poco silencioso, hasta que notaste una mano en tu hombro, y que te ofrecían un pañuelo.
"Ma-Maldición Rose, ¿Por qué demonios sigues aquí?" Gritaste, para agarrar el pedazo de tela.
"Deberías ya saber a este punto que yo sé cuándo no estas verdaderamente enfermo" Suspiró, mientras se situaba a tu lado manteniendo esa mano en tu hombro. "Después de todo ¿Para eso estamos las hermanas?
"Solo…M-mierda" Es lo único que pudiste responder, y maldición estabas tan avergonzado. Una cosa era perder el control estando tú solo, y otra muy diferente estando con alguien más allí.
"Yo lo sé" Murmuró, sentándose en el lino mientras agarraba tu cabeza, acercándola a ella.
"Yo lo sé"
Hoy es un día verdaderamente importante, para John, y para ti también.
Pero no sabes si decir que el más feliz o el peor, o algo entre ambos. Es difícil precisar.
¿Les gusto?, espero que si, la primera vez que yo lo leí me pareció hermoso y doloroso a la vez, y bueno, este fanfic tiene todo mi cariño por que fue el primero que leí de este par.
Nos vemos la semana que viene con más ;)
