Título: Dulce destino
Advertencias: Lemon, violencia
Disclamer: Durarara! Ni sus personajes me pertenecen, si no a Ryohgo Narita
CAPÍTULO I
El hombre más fuerte de Ikebukuro fumaba tranquilamente, mientras se dirigía a su departamento, el rubio había tenido un día bastante rutinario a excepción de que no había visto a su némesis en todo el día…
En la mañana Shizuo perseguía a Izaya con una señal de tránsito, dejando destrozos por todas partes como de costumbre, hasta que Izaya se paró en seco y miró hacia un lado con cara de molestia.
-Lo siento Chizu-chan puedes intentar matarme en otra ocasión, tengo un asunto pendiente que resolver, ya me cansé de posponerlo, saltó una pared y corrió hasta que Shizuo ya no pudo sentir su olor.
Izaya corría y corría, luego de que se percató de que Shizuo ya no lo perseguía empezó a caminar, siguió hasta dar la vuelta en una esquina, y esperó… al medio minuto apareció un hombre con ojeras que parecía muy agotado; lo había estado siguiendo hace demasiado tiempo como para que Izaya lo dejara pasar…
-¿Quién demonios eres? ¿Por qué me persigues?
El hombre se quedó callado con cara de asombro sin saber qué decir; Izaya se había dado cuenta hace mucho tiempo, al principio creyó que no sabía cómo acceder a sus servicios de información, pero se había cansado de que lo distrajera cuando estaba jugando con su monstruo favorito.
El hombre intentó coger de los brazos a Izaya, pero el veloz informante se libró con facilidad y sacó su navaja poniéndola en el cuello de su acosador.
-No quiero volver a verte espiándome ¿entendiste? ¡Piérdete ahora mismo!
El hombre salió a tropezones con rostro de querer llorar, lo que hizo reír a Izaya, sus amados humanos siempre eran tan predecibles… Como ya había perdido mucho tiempo decidió ponerse a trabajar.
Izaya debía regresar, se había alejado bastante de su destino debido a su persecución con el rubio y a su encuentro con el acosador; y definitivamente cometió un error al voltear hacia esa calle... en un instante estaba rodeado, probablemente por clientes insatisfechos que esperaron pacientemente su golpe de suerte para poder ajustar cuentas con el informante. Izaya intentó escapar pero eran muchos, peleó hasta cansarse y entonces escapó; se refugió en un callejón mientras recobraba el aliento y las fuerzas, cuando sintió un duro golpe en la cabeza y se desmayó.
Cuando despertó estaba tirado en el suelo y sentía unas manos frias y desagradables que tocaban su cuerpo; pero su entrepierna estaba caliente y a decir verdad dolía un poco, todavía algo mareado intentó averiguar que pasaba cuando vio a aquel acosador desagradable sobre él…
-No te preocupes, te di algo para que te sientas muuuy bien… te he observado, hace tiempo que quiero hacer esto y esta vez no puedes resistirte.
-Ahh suéltame! Intentó encontrar su navaja pero no la tenía, por lo que reunió todas sus fuerzas y logró darle un codazo en la cien desmayándolo, se incorporó todavía mareado y comenzó a caminar; no sabía hacia donde iba hasta que por esas cosas del destino escuchó lo que menos quería escuchar en ese momento
-IZZZAAAAAYAAAAAAA
El rubio lo había olfateado y se dirigía furioso hacia él, -Genial, esta vez sí me matará, pensó y cómo aceptando su destino giró hacia el bartender caminó hacia él y se desmayó en sus brazos.
