¤ Prompt: "Había tanto sol de donde venimos..."
¤ Extensión: 601.
¤ Advertencia: Spoilers de los últimos caps de la tercera temporada, ligero slash.
¤ Notas: Uso "Master" porque no me convence usar "Amo" o "Maestro" *gota*. Para el DTM de Crack&Roll.
"Había tanto sol de donde venimos..."
Cada vez que escuchaba esa frase, dicha con ese tono lastimero, de quien ha visto todo el universo y aún así extraña tanto su hogar, tenía que aceptarlo, le dolía (mucho). El Doctor sabía que esa nostalgia, por su hogar, por su gente, nunca desaparecería. Que la llevaría siempre consigo, calándole hondo. Pero una cosa había sido lamentarse solo durante todos esos años, sabiéndose el único de su especie y otra... otra lo que había estado viviendo durante los últimos meses.
Habían creado una pequeña rutina, los dos, Master y él, sin darse cuenta. Una rutina que terminaba lastimándolos, pero sobre todo a él. Comprobando así que el paso del tiempo había acabado ablandándolo más de lo que llegó a pensar.
Master, en cada anochecer, se acercaba a él mas nunca le miraba. Su rostro y mirada fijos afuera, en el cielo de la Tierra. Y siempre, cuando se encontraban solos y eran testigos de cómo el sol desaparecía en el horizonte, siempre repetía esa frase, "Había tanto sol de donde venimos...". Y eso, para el Doctor, era la peor de las torturas.
Porque no podía evitar los recuerdos. Porque a su mente regresaban las imágenes de su hogar, de Gallifrey. Recordaba los amaneceres, el como todo parecía cobrar vida cuando el sol hacia acto de presencia, cubriéndolos con su brillo dorado. Y, al anochecer, el como la luna inundaba los paisajes con sus luces plateadas, hechizando a todos con su encanto. Recordaba la risa de la gente, sus rostros tranquilos. Recordaba a su familia, los días que pasaba en su compañía, paseando por los rojizos paisajes de su mundo.
Recordaba tanto y a la vez deseaba olvidarlo todo. Porque sus corazones se estrechaban, lastimándolo, haciéndole creer que de un momento a otro terminarían deteniéndose y moriría encerrado en aquel cuerpo, sin arreglar nada, dejando al mundo resquebrajado. Y cuando creía que ya no podría retener las lágrimas, mostrando así una debilidad que siempre había negado tener, Master le miraba, y el hueco en su alma se hacía más grande, pero su cordura regresaba. Porque se daba cuenta, sin dudar ni un instante, de lo vacíos y solitarios que eran aquellos ojos. Sabiendo de antemano que, a pesar de todo lo sufrido, de todo lo pasado, su mirada no era así. Porque él tenía una nueva familia, no estaba sólo, al menos no completamente. No como él.
"Había tanto sol de donde venimos...", repetía siempre, Master, queriendo ser testigo de cómo esa alma, que alguna vez fue tan fuerte, se iba rompiendo, poco a poco. Pero no se daba cuenta de que, a la vez, se iba fortaleciendo más, cubriendo las pequeñas grietas, con cuidado.
El Doctor se lamentaba, sintiéndose un traidor por no haber muerto con los suyos. Y, aún así, alzaba el rostro, mirando a su único compañero, al único que quedaba de su gente. Y murmuraba, con esa voz apagada que poseía ese cuerpo, pero aún así con determinación, palabras que Master nunca quiso entender, pero que siempre hacían que se marchase, después de mirarlo con desprecio y miedo (Miedo a haberse quedado solo. Miedo a ser el único que no se adaptase al universo. Miedo a que, al final, sólo quedase el ruido de los tambores).
"Había tanto sol de donde venimos... pero ahora es aquí donde más brilla".
Pudiera ser que hubieran perdido a Gallifrey, pero aún quedaba la Tierra. Y eso, para el Doctor, significaba tener (todavía) un lugar al cual pertenecer.
Y por eso no se rendiría (al menos no hasta saber que su hogar estaba a salvo).
¿Review? :3
