¤ Prompt: Lentes rotos.
¤ Extensión: 303.
¤ Advertencia: Yaoi, lime.
¤ Notas: Definitivamente los lime no son lo mío *gota*. Para el DTM de Crack&Roll.


Se encontraban fuera de sí, a punto de perder completamente la razón, sin recordar como es que habían terminado de esa forma. Pero no parecían tener la intensión de detenerse. Ni siquiera el crujido de los lentes, al ser pisados por Renji (o por Ishida, o por los dos. Realmente no importaba por quien), fue capaz de regresarlos a la realidad. Sus sentidos hallándose al máximo, rozando ese límite donde podrían explotar de un momento para el otro, dejándose dominar por un caos del que no sabían si podrían escapar.

Sus cuerpos sonrojados, calientes y sensibles, cubiertos por una delgada capa de sudor, no hacían más que exigir más contacto con el otro, provocando que cada nueva fricción, cada nuevo roce, les quemara como hierro ardiente, dejando marcas imborrables en la piel y alterando aún más sus pobres mentes.

Las grandes manos del Vice-Capitán recorrían con deleite el otro cuerpo, pellizcándolo con fuerza, arañándolo como si quisiera dejar tatuado en la piel aquel encuentro tabú. Los labios del Quincy se dedicaban a besar los tatuajes del shinigami, remarcándolos con su lengua, ahogando así los gemidos que rogaban con escapar de su garganta.

Se habían dicho, antes de que todo ese caos se desatara, antes de que aparecieran esos roces que superaban una intimidad que nunca se hubieran permitido tener, que nada iba a pasar entre ellos. Se dijeron (se juraron) que nunca existirían otros sentimientos que no fueran respeto o compañerismo por el otro.

Pero la mente puede creer una cosa y el corazón demandar otra.

Y cuando sus labios finalmente se encontraron, la mente calló y el corazón se permitió liberar todas esas emociones que los dos habían estado reprimidas hasta el momento, excepto la culpa. Ella podría aparecer al siguiente día, si así lo deseaba. Después de que todo eso terminase.


¿Review? :3