En el camino. (H/GN Harry POV)

- …pero las maldiciones pasaban rozándonos…

Es como estar en trance. Oye sus palabras con total nitidez pero no quiere creer que sea cierto.

Si alguna vez hubiese estado en trance sabría que se puede sentir así. Pero no está seguro de si eso es un trance. Es lo más parecido a estar perdido. Buscarse en un mapa tal vez no sirva de nada porque no se encontraría así mismo. No le ha hecho falta tocarle para saber que no volverá. Está muerto. Abre la boca para hablar pero no se oye pronunciar ni una sola palabra. Es como si su mismo ser se hubiese ido con Dumbledore.

Y como si no tuviese suficiente con eso, Neville y Bill están heridos. Está arrastrando a todos a una guerra que solo es suya. Es él el que debería estar en la enfermería postrado en una cama o muerto.

Pero nota la cálida mano que le sujeta y le guía por los pasillos. Y sabe que es ella. Sabe que gracias a ella no ha perdido la conciencia ni el alma. Porque de no ser por ella, ahora mismo estaría buscando venganza con mayor ira que el propio Snape.

Se para en seco. Siente que todo el ímpetu y rabia que tiene dentro va a explotar de un momento a otro y no se ve capaz de aguantar mucho más. Ginny le mira sin soltar su mano. No le hace falta decir nada para saber que ella siente exactamente lo mismo. Es como si ella viese más allá de lo meramente superficial. Es como si pudiese leer su mente y alma. Harry respira hondo y siente que se va a desmayar.

Justo en el segundo que abre la boca para decir algo Ginny le abraza. Ella ha adivinado que él no es capaz de decir nada. Y por una milésima de segundo siente que todo lo que le duele desaparece. Ya no nota la presión en el pecho ni el nudo en la garganta. Nada depende de lo que vaya a hacer y toda su vida se resume en un segundo. Porque si no amase no le dolería tanto. El sufrimiento no estaría a punto de arrancarle la piel a tiras y aplastar su corazón si no pudiese amar.

Harry se aparta ligeramente y ella le mira con una serenidad fingida, conteniendo las lágrimas. Se da cuenta de que el miedo por el estado de su hermano la supera. Ginny le seca las lágrimas de las mejillas con las manos y él sonríe. Harry la besa en la frente.

- Se pondrá bien, Ginny. Seguro.

Ella asiente con la cabeza. No está seguro de si eso ha servido para que ella se sienta mejor. Es como si ya no pudiese hacer nada para que los que le rodean sean felices. La coge de la mano y emprenden el camino a la enfermería.