No tenía palabras para describir aquel sentimiento desgarrador en su pecho. Simplemente ver a la persona que más amaba en el mundo, besar alguien más, le hacía sentir un enorme y horrendo vacío en su pecho.

«Pero, ¿Qué puedo hacer? »

No iría corriendo hasta el escenario y agarrar a Eren por ese estúpido traje para dar le un puño en la cara, claro que no, quería pero se ganaría grandes y graves problemas con las directivas, aunque no fuera el único con aquella idea, veía como de reojo a Ymir luchaba para que la soltaran e ir a separar a Historia del castaño.

Desde el principio se sabía que será algo inevitable, Jaeger ama demasiado el teatro como para dejar desperdiciar la oportunidad y Reiss es demasiado amable como para rechazar la oferta.

Soltó un leve suspiro, se acercaba la escena… Y no sabía si seguir viendo o desviar la mirada. A su lado escuchaba a Hanji entusiasmada, al igual que Armin, quienes aplaudían impacientes por ver como el príncipe despertará con un beso a la joven y bella princesa.

« Si hubiera nacido como mujer, ¿estaría ocupando su lugar? »

Frunció levemente el ceño, probablemente no. Desvió sus ojos buscando a los cazatalentos, quienes habían ido a la escuela buscando eruditos en el mundo de la actuación. Obviamente los protagonistas estaban en su mirada voraz, desinteresada, crítica, seguros de sí mismos para escoger que vale la pena y que no.

A lo que su mirada volvió al escenario, le fue inevitable no dar un pequeño brinco, el que por suerte nadie notó pero que sí agitó su corazón. Ahí estaban, su mejor amigo y su compañera besándose de forma dulce y tierna, permaneciendo segundos así que se sintieron como eternos. Escuchaba cerca como Hanji y Armin celebraban, como si estuvieran esperando que detrás del telón se fueran a dar a conocer un amor que se cultivó durante los meses de preparación, enseguida, Mikasa y Ymir desprendían una aura bastante intimidante, o al menos eso notó al ver como muchos otros estudiantes se alejaban poco a poco de ellas mientras que Levi…

« ¿Esto es amar? »

Trataba de mantener su vista al frente, pero no soportó seguir mirando. Observó al sucio suelo, sintiendo como sus ojos se humedecían y la vista se le nublaba; debía soportar esto, que no era nada comparado a la vez que su padre se fue de la casa tras una discusión con su madre o cuando murió su adorado gato negro en sus brazos después de haber sido atropellado. Debía ser fuerte.

« ¿Ver cómo a quién amas irse? »

En celebración del final, el elenco apareció sobre el escenario, los enanos rodeando a la joven pareja, mientras que su corazón se volvía a destruir el ver que Eren le robaba un beso a Historia, ¿Cómo supo que no hacía parte de la obra? Se había leído todo el libreto, sabiendo que únicamente se besaban una sola vez, hasta ahora.

«Quizás en esta vida no estábamos destinados amarnos.»

Retrocedió un poco hacía atrás, pasando rápidamente su manga por su rostro, borrando evidencia alguna de las lágrimas que se escaparon. Sus acompañantes salieron corriendo sin duda al escenario, mientras que él, con el corazón en su mano, pensaba en nada más como superar aquello.

Mocoso, lo hiciste bien. —Susurró para sí mismo, como si lograse escucharlo desde donde estaba. Decidió retirarse, pues sabía que a pesar de ser una persona fuerte y que pocos notaran su verdadero estado, quería evitar el cuestionamiento que el castaño le haría al ver lo así. Por supuesto el azabache no arruinaría la felicidad de ése día para él; finalmente, en la puerta antes de retirarse, vio a su grupo de amigos festejar, Levi no hizo nada más que sonreír e irse.