Sasuke se encontraba en la casa de los Uzumaki, más concretamente en la sala de estar. En el sofá morado Minato con la cabeza agachada, apoyando sus manos en su sien. El moreno le miraba desde la esquina de la ventana.
-No sé que hacer...En serio que no lo sé. Esto me supera -Las palabras del mayor salían desgarradas.
Sasuke no pudo más que dar un pequeño suspiro a la vez que apretaba sus puños con fuerza. Le dolía horrores verlo así. No soportaba tenerle en frente y reprimir sus ganas de abrazarle, de decir que todo iba a estar bien, que todo se arreglaría...Pero sabía que no debía, que no era su deber inmiscuirse en ese asunto.
-¿Sabes que he encontrado hoy en un bolsillo de su pantalón? -Alzó su mirada encontrándose de lleno con la oscura de Sasuke. Este callo hasta que Minato lanzándose de valor continuo -Esto...-Saco una pequeña bolsita de plástico en la que había una especie de polvo transparente.
-¿Cristal? -El moreno no pudo disimular su sorpresa -¿Desde cuando Naruto toma esa mierda? -
-Como he sido tan tonto como para no darme cuenta...¡Joder! ¡Es mi hijo! ¡Mi hijo! Jamás imagine que él...-Una lágrima amarga se escurrió por su mejilla derecha -Soy un desastre...Una vergüenza de padre...
-Ni que tú tuvieras la culpa de que a ese imbécil le guste drogarse -Sasuke no pudo evitar alzar la voz recriminando su comportamiento.
Por un momento quiso avanzar hacia él, pero al instante se arrepintió retrocediendo. No era el momento. No, nunca lo era. Estaba intentando en vano alejarse de esa persona. Esa que no hacía más que desmoronarle por dentro y por fuera.
-Sasuke tienes que ayudarme. Tienes que hacerlo...-Dijo en un intento de súplica desesperada.
-Yo no puedo hacer nada...-Volvió a fijar la vista en la ventana. No aguantaba tener que lidiar con su cara y si lo hacía no podría negarse a cualquier cosa que le pidiera.
-Por favor...-Se levantó y con paso lento fue hasta donde estaba Sasuke posicionándose detrás de él -Sabes que solo confió en ti... No voy a permitir que mi hijo se destruya...No mientras yo este con vida.
-¿Y qué quieres que haga? ¡Ni siquiera nos llevamos bien! -Exclamó a la defensiva. La cercana presencia de Minato le ponía nervioso. Era algo difícil de controlar.
-Vais a la misma Universidad. Mira con quien se junta, trata de averiguar algo. Te lo pido...-Sasuke sabía que era algo demasiado delicado como para pasarlo de largo. Por otro lado no quería meterse en esos líos, ya tenía bastante con lo suyo.
-¡Así estaríamos violando su privacidad! -
-¿¡Te crees qué me importa! ¡No quiero perderle! Dios Sasuke no me puedo creer que dudes en algo tan serio -Se estaba exasperando -Creía que podría contar contigo pero ya veo que me equivoque...-
Desilusionado apretó su mano sin llegar a colocarla encima del hombro del más bajo. En ese instante Sasuke reaccionó volteando hacía él.
-Está bien. Lo haré. Haré todo lo que pueda -Minato mostró una leve sonrisa fingida.
-Gracias... -
-No te prometo nada. Naruto es muy reservado y como se enteré que le estoy espiando...-Una suave caricia le hizo callar de inmediato.
El rubio había depositado su mano en su mejilla en un breve toque. La piel de Sasuke estaba fría. Sus músculos se tensaron ante el roce.
-No va a pasar nada. Te lo prometo -Alegó tranquilizando al moreno -Te estoy infinitamente agradecido por todo Sasuke. No se que haría sin ti.
Ante esas palabras todo su ser vibró. Minato era increíble. Siempre había poseído esa fuerza y a la vez esa tremenda ternura capaz de conmover a cualquiera.
-Tengo que irme -Anunció alejándose del cuerpo del mayor que todavía seguía parado enfrente suyo . Cogió una pequeña mochila que traía y se la echo a la espalda -Adiós.
-¡Sasuke! -
El aludido le miró antes de abrir la puerta.
-¿Te veo mañana? -Una pequeña cabezada en asentimiento basto en afirmación.
Antaño Sasuke y Naruto habían sido inseparables. Compartieron juntos años en el colegio, después en el instituto. Pero al llegar al último curso de repente cambió. Empezó a juntarse con bandas peligrosas y grupos que no hacían otra cosa que actuar de forma violenta. Naruto que había sido un niño amigable y tierno ahora se mostraba agresivo y rebelde.
Dejaron de hablarse por culpa de una estúpida pelea en donde Sasuke le sacó en cara lo patético que se veía. Nunca lo supo con certeza y por eso no quiso comunicárselo a su padre Minato, pero él ya se olía que pudiera estar metido en asuntos de drogas. No necesitaba pruebas, porque el propio Naruto no tenía reparos en evidenciar sus estados de embriaguez. Nada bueno saldría de eso.
Sasuke respiró profundo al recordar todo aquello. ¿Qué fue lo que hizo que mutara de esa manera? ¿Por qué? ¿Por qué? Por mucho que lo meditaba no encontraba ninguna respuesta lo suficiente convincente.
De camino a su casa se puso a lloviznar, pero poco lo importo. Estaba tan absorto en su cabeza llena de dudas, de confusiones, que todo lo demás quedaba en segundo plano.
Al pasar por el parque una voz conocida le devolvió a la realidad. Naruto estaba como de costumbre bebiendo con un par de chicos más en los bancos más alejados. Estaban riendo como posesos. Una mueca de tristeza y melancolía inundo el rostro de Sasuke. Solo de pensar en como estaría ahora mismo Minato. Y Naruto estaba allí sin más. Seguramente y hoy también se había saltado todas las clases. Clases que su padre tenía que pagar aunque no asistiera. Mordió su labio inferior de rabia.
-Puto gilipollas...Como le sigas jodiendo más te las verás conmigo...-Dijo para si mismo.
Al llegar a su residencia personal estaba completamente empapado. Todas las luces estaban apagadas y no se oía ni un alma en pena dentro. Sus padres al estar de viaje de negocios no volverían hasta dentro de un mes y Itachi como de costumbre llegaría a las tantas alegando que tenia una reunión o algún que otro cuento chino. Él sabia perfectamente que estaba con su novio.
¿Por qué le tenía tan poca confianza? No era ingenuo ni mucho menos. Al principio se hizo el tonto pero a medida que pasaban los días no tuvo otra que decírselo a la cara. Itachi tan solo sonrió y con su siempre semblante elegante le dijo que no comentara nada a papá y mamá. Pf, ni que fuera un chivato. Mientras no tuviera que soportar sus gemidos en casa lo demás le importaba bien poco.
Había acertado de lleno. Itachi no regresó hasta las doce y pico de la noche. Sasuke ya se había duchado y había preparado la cena, dejando un poco para él en la nevera. Ahora estaba tumbado en el sofá despierto, incapaz de dormir.
-¿Cuantas veces tengo que decirte que no hace falta que me esperes despierto? -
-Olvidame, hoy no estoy de humor -Dijo ignorando el tono de Itachi, quien solo pretendía picarle.
-¿Qué pasa? -Pregunto acercándose a su lado -Hermanito...-
-Naruto se droga -Exclamó como si fuera la cosa más normal del mundo. La expresión de Itachi ni se inmutó.
-Vaya...¡Qué novedad! -Ironizó.
Al ver la cara afligida de Sasuke supo de inmediato que eso no era todo.
-¿No estás así por él cierto? -Sobo sus cabellos revolviendolos -Sasuke negó.
-Es Minato...-Se incorporo dejando sitio para que Itachi se sentará.
-Como Naruto se enteré te mata, lo sabes ¿No es así? -Sasuke se alteró al oír lo evidente.
-¡Me la suda! Que rece para que me contenga, que como vuelva a verlo bebido le rompo la cara -Chasqueo su lengua y apretó sus nudillos -Tsk...Me da asco.
-¡Eh! Así no vas a conseguir nada. ¿Qué tal esta Minato? -
-¿Como quieres que esté? -La impotencia que sentía podía con él mismo. Ya ni lograba controlarse. Su máscara de indiferencia se rompía mostrando al verdadero Sasuke.
-Entiendo. Dale recuerdos de mi parte la próxima vez que le veas -Se levantó no sin antes dar un suave beso en la frente de su hermano -Voy a ducharme, estoy agotado.
-Buenas noches -
-No te quedes ahí rallado ¿Me oyes? Vete a dormir -Le exigió sabiendo de sobras que ahora más que nunca Sasuke necesitaría de su apoyo. Y él no se lo negaría.
-Que sí.
La silueta de Itachi se perdió por las escaleras del piso de arriba. Poco después y cansado de tanto dar vueltas a su cabeza Sasuke se quedo dormido en el mismo sofá.
Al día siguiente fue Itachi quien dejó el desayuno preparado. Pocas veces solía hacerlo pero prefirió dejar a Sasuke descansar un poco más. Lo necesitaba.
-¡Hey! Despierta -Sasuke entreabrió los ojos somnoliento -Te dejado la comida en la mesa. Yo ya me voy.
Se percató que estaba arropado con una manta. Itachi seguramente se la habría puesto al verle dormir descubierto.
Sin muchas ganas se levantó y haciendo su típica rutina matinal, se ducho, desayuno y se lavó los dientes preparándose para ir a la Uni.
Toda la mañana en general pasó sin ninguna novedad. Era un día más, un día gris y nublado, triste como lo seguía estando él. Solo deseaba terminar de una vez las clases para ir a casa de Minato. Por mucho que intentaba tranquilizarse le preocupaba que ahora que había descubierto en que líos estaba metido Naruto hiciera alguna tontería.
Al terminar se fue corriendo hacia la salida. No había visto a Naruto en todo el día. Durante el descanso preguntó pero nadie supo decirle nada en concreto. Ya casi nunca le veían por allí.
-¡Sasuke! -El rubio le abrió la puerta y le recibió con esa sonrisa contagiosa que solo los Uzumakis poseían -¡Pasa! -
Ya se había vuelto una rutina ir a visitarlo cada vez al acabar las clases. Lo necesitaba. Aunque no hablaran de nada en concreto o la mayoría de las veces solo lo hiciera Minato comunicándole cosas de Naruto. Daba igual de que fuera, el solo echo de tenerlo cerca le bastaba.
El mayor siempre se lo había agradecido, a él también le hacia falta una buena compañía. Se sentía tan solo. Kushina, su mujer, había fallecido poco después de nacer Naruto y él tuvo que encargarse del pequeño convirtiéndose en su padre y madre al mismo tiempo. Fue muy duro pero al final creyó haberlo echo bien. Naruto se había convertido en un adolescente fuerte e inteligente...Pero una vez más la vida le jugo una mala pasada. Ahora no se veía capaz de llevar toda esa situación por si mismo.
-¿Como a ido? -Sasuke sabía perfectamente que se refería y eso aunque no quisiera le molestaba.
Lo tenía presente, Naruto al ser su hijo ocupaba el cien por cien de su vida. Y era lógico, sobretodo ahora que necesitaba de su ayuda más que nunca. Aun así se sentía celoso. Minato era amable, cariñoso y todos los calificativos positivos que pudiera imaginarse alguien, pero a veces llegaba a odiarle. Le odiaba por hacerle sentir ese tipo de sentimientos posesivos. Porque ardía por dentro al saber que toda su mente la ocupaba Naruto.
¿Y qué pasaba con él? ¿Acaso no importaba? ¿No podía ni preguntarle nunca que tal iban sus clases? ¿Si estaba bien?
-Normal -Contestó de mala gana -Lo de siempre.
-¿Qué es lo de siempre? -Minato se mostró irritable -¿Has descubierto algo?
-Nada...Le vi ayer con unos amigos en el parque, parecían divertirse -Se encogió de hombros exasperando aun más al mayor.
-¿Y ya está? -Sasuke le miró esta vez desafiante y molesto.
-Si, y ya está. Te dije que sería muy difícil averiguar algo de esa forma. Si quieres saber porque se droga ¿Por qué no se lo preguntas tú directamente? Que por algo eres su padre -Gritó arrepintiéndose luego de lo dicho. Le había salido sin más pero quizás había sido demasiado duro al echarle en cara aquello.
-¡Lo haría si pudiera! -Bramó descolocando por completo a Sasuke -Pero...-Empezó a sollozar aguantando como podía sus tremendas ganas de echarse a llorar -Ya ni por casa aparece...A veces me despierto en la madrugada y apenas le veo. Se encierra en su habitación y no sale para nada. Hace semanas que no me dirige la palabra.
-Lo siento...No debí decir eso...-Se disculpó incapaz de mirarle a los ojos -Será mejor que me vaya.
Minato se seco como pudo un par de lágrimas y se interpuso en su camino.
-No te vayas. Perdoname a mi. Últimamente no hago más que alterarme por nada...No es culpa tuya...-Fue entonces cuando Sasuke se fijo en su semblante, levemente pálido y con visibles ojeras -¿Quieres tomar algo? ¿Un té? -
-Un café gracias -Tomo asiento en el sillón mientras Minato se dirigía hacía la cocina.
Se oyó un portazo en la puerta principal. De inmediato el causante de ese alboroto apareció pillando a Sasuke por sorpresa. Era Naruto quien acaba de aparecer. Con despreocupación tiró su mochila a un lado y se dirigió a Sasuke.
-¿Tú otra vez por aquí? Cualquier diría que no tienes casa -Se burló con una sonrisa en la cara.
-La tengo, pero prefiero la tuya -Si lo que pretendía era molestarle, no iba a permitirle que lo hiciera sin más. Además tenía muchas cuentas pendientes con él -A lo mejor me quedo a vivir aquí.
La expresión de Naruto se transformó en una de visible mosqueo.
-¿Qué has dicho? -
-Que me quedo ¿Te importa? -Volvió a picarle, incitándole. Sabía que Naruto no tardaría en ceder.
-Jodido bastardo...-Gruño -Aquí no pintas nada, así que largo.
-Largate tú imbécil -Naruto se lanzó sobre el dándole un puñetazo en toda la cara. Sasuke reaccionó a tiempo para luego poder zafarse de sus patadas. Naruto pegaba duro.
Cuando estaba por devolverle el golpe, Minato apareció cogiendo a Naruto por el brazo.
-¡¿Qué coño haces? ¡¿Te has vuelto loco? -Lo inmovilizó estrechándole la muñeca con dureza.
-¡Suéltame! Este idiota...-Miro con odio a Sasuke -¡Quiero que se largué! -
Estaba realmente histérico. Sasuke pensó que lo más seguro estaría colocado, ya que no era normal verlo en ese estado y lanzarse a hostias por esa tontería. Parecía un salvaje. Nada tenía que ver con el Naruto de antes.
-No se va a ir a ninguna parte -Dijo Minato autoritario sin soltarle -Esto se tiene que acabar ¿Me oyes? Se va a acabar. Estoy harto de que estés por ahí de juerga y no regreses hasta las tantas borracho. Que te saltes las clases y que ya no me hables ¿Qué te pasa? Si hay algo que te preocupa podemos hablarlo...-Esto último lo dijo en apenas un susurro. Advertía que Naruto no tendría ninguna intención de hablar de sus problemas pero debía intentarlo. Tenía que hacer todo lo que estuviera en sus manos.
Naruto se echo a reír a carcajada limpia, desconcertandole.
-¿Ahora te preocupas por mi? ¡Que gracioso! Ni te molestes, sé cuidarme solo y paso de que me controles. Ya soy mayorcito para saber lo que hago.
-¿Ah si? ¿Y también eres mayorcito para drogarte? -No tenía intención de soltárselo de esa manera. Había pensado hacerlo cuando estuvieran los dos solos y tranquilos pero no todo había salido según lo previsto.
-¿Qué? -Minato soltó a Naruto y este le miro confuso -¿Has estado husmeando en mis cosas? ¡Como te atreves! -Su tono volvió a ponerse agresivo.
-¡Soy tu padre! ¡Tengo todo el derecho! -Naruto se echo a correr hacia las habitaciones y Minato fue detrás de él sin pesarlo.
Sasuke se quedo parado sobándose allí donde antes Naruto le había golpeado. En ese momento se sintió más que nunca fuera de lugar. Sentía que a pesar de tener mucho que ver con esa familia jamás tendría un lugar en ella.
Escuchaba gritar a Naruto y a Minato. La discusión entre chillidos y berrinches se alargo hasta que vio aparecer otra vez a Naruto. Le tiró a la cara una fotografía medio arrugada que cayo al suelo.
-Ojala te pudras -Pronunció con rencor sin dejar de mirarle -¡Ojala os pudráis todos! -Le dedico una última mirada cargada de rabia antes de salir disparado hacía la calle.
Sasuke se agacho cogiendo la foto y lo que vio en ella le aturdió completamente. Era él. ¿Como es que Naruto la tenía? Minato no tardó en aparecer. Se acercó hasta el moreno y robandosela de las manos le dirigió una media sonrisa.
-Sales muy guapo -Sasuke se avergonzó de inmediato al oír tal piropo de la boca del mayor -En serio...-Minato rió al descubrir como le ruborizaban tales palabras al moreno.
Sasuke era el típico chico al que no le gustaba mostrar abiertamente sus emociones. Siempre solía mostrarse serio y firme. Casi nunca nadie lograba sacarle una sonrisa y mucho menos un rubor por eso el que ahora se ruborizara era algo tan especial para Minato como encantador.
-Me encanta verte así...-Susurro sin reparar mucho en sus palabras.
Sasuke en ese momento desbordado y sumamente cohibido decidió pararle los pies.
-Deja de bromear. Naruto se a puesto echo una fiera.
-Ya imagine que esa sería su reacción -Concluyo apenado.
-Dale tiempo. Mira tampoco era el lugar, ni el momento. Se habrá sentido desplazado cuando le dicho que quería quedarme -Minato le interrumpió sorprendido.
-¿Le has dicho eso? -
-Si bueno, en broma pero él se lo a creído y después a empezado a decir que me largará y...-
-No importa. Esta bien -Sasuke suspiró aun algo intranquilo.
-Si yo estoy aquí no vas a poder arreglar las cosas con él, por eso es mejor que no venga en un tiempo.
-¿Pero que dices? ¡Esa no es la solución! -Alegó decidido a no dejar que Sasuke desapareciera de su vida.
Ya no era una simple compañía lo que le brindaba. Era la seguridad, la tranquilidad, el no saberse solo...Él poder disfrutar de esos pequeños momentos alegres que creía no volvería a vivir.
-Puede que no, pero si sigo visitándote las cosas se pondrán peor. Es lo mejor -Afirmó anteponiendo la realidad a sus deseos.
-¿Lo mejor para quién? -Inquirió llamando la atención del ojinegro -¿Para ti? ¿Para mi? ¿Para Naruto? -Separó la pequeña distancia que se interponía entre ellos y abrazó a Sasuke en un impulso desesperado -Sin ti...No seré capaz de soportarlo...-
Esas palabras se clavaron como cuchillos afilados en Sasuke, quebrando la poca cordura que le quedaba. Lo tenía tan cerca. Sentía su dulce fragancia impregnarse en la suya propia. Su aliento salir por sus labios entreabiertos, como si quisieran provocarle...Estaba a punto de volverse loco.
-Lo serás...-Murmuro haciendo el mayor esfuerzo por no sucumbir ante él -Eres fuerte...
-Sasuke yo...Yo no...No te alejes ¿Está bien? -No sabía muy bien como responder a lo que apenas empezaba a sentir pero lo que si sabia era que no permitiría que ese chico se esfumara de su vida sin más.
-No lo hagas más difícil -Susurro incapaz de aguantar más el contacto.
Se separó dejando a un Minato afligido. Él tampoco quería dejar de verle y mucho menos ahora que se había dado cuenta de cuanto lo necesitaba, pero sabía que a pesar de todo y de lo que le dijera el mayor, siempre estaría por detrás de Naruto.
-Nos vemos -Pronunció evitando volver a mirarle. En ese caso, Minato no le detuvo, se mantuvo de pie hasta que Sasuke desapareció por la puerta dejandole a solas.
Esa noche ninguno imagino lo larga que sería para ambos. Sasuke al llegar a casa ni siquiera ceno. Se tiro en la cama abatido. No podía dejar se pensar en él. En que quizás pasarán meses antes de volver a verle ya que no tenía intención de volver.
Itachi interrumpió llamando a la puerta.
-¿Puedo pasar? -La habitación estaba a oscuras, tuvo que hacer alago de su gran vista para no tropezarse con nada a su camino. Cuando llego a los pies de la cama se arrodillo frente a Sasuke dedicándole una amable sonrisa.
-¿Estás bien? -Sasuke simplemente se mantuvo callado mientras que dejaba que Itachi le acariciara el cabello. Le hacía sentirse protegido ese tipo de gestos por parte de su hermano -¿Qué tal el día? -Y querido más que nunca, ya que Itachi era el único que parecía preocuparse por él, después de todo.
-Mal...-Murmuro sin pizca de emoción -Fatal...A sido el peor día de mi vida.
-Ya veo...Te han dejado la cara echa un mapa. ¿Qué a pasado? -
-Dejaré de ver a Minato -Lo dijo directamente. Con Itachi no había necesidad de ir con rodeos, era demasiado astuto y siempre acababa por darse cuenta de cualquier mentira o excusa que trataras de colarle.
-Joder Sasuke. No te entiendo -Le recriminó.
-Vale, soy estúpido lo sé. Ni yo me entiendo.
Itachi se levantó y de un salto se tumbó al lado de Sasuke. La cama era lo bastante grande como para que pudieran estar los dos.
-¿Hasta que punto te importa? -No era nuevo para él el gran cariño que le tenía al padre de Naruto, desde ya tiempo atrás había notado que no era una simple amistad lo que le obligaba a ir a verle cada día.
-Le quiero -Se esperaba cualquier cosa menos esa confesión. El mayor se quedo mudo de la impresión. Que Sasuke dijera algo como aquello. Juraría que nunca había escuchado salir por sus labios nada parecido.
Una lágrima se paseo por entre la piel nívea del moreno, la cual no tardo en apartar con firmeza.
-Pero da igual lo que yo sienta...-
-¿Estás seguro de lo que estás haciendo? ¿Vas a interponer tu felicidad por todo ese asunto con Naruto? -
-Esa la única manera -Dijo resignado -Si él es feliz a mi ya me esta bien. Le olvidaré y punto.
Itachi abrazó a Sasuke contra su pecho, este último le correspondió aunque no le gustará demostrar su debilidad. Pero si solo era por esa noche estaba bien. Solo esa noche dejaría que su hermano le consolara y que apaciguara un poco su sufrimiento. A la mañana siguiente tendría que enfrentarse de nuevo con la realidad. Estaba dispuesto a olvidarle. A empezar de nuevo, como si Minato ya no existiera.
En otra casa, no muy lejos de la suya estaba el dueño de sus pensamientos en su habitación, reprochándose su actitud, maldiciéndose interiormente por haber dejado ir a Sasuke. Reparo en la fotografía que aun seguía en sus manos, mirándola sin apartar su vista de ella.
-Sasuke...-
