Disclaimer: Todos los personajes de La espada del Inmortal pertenecen a Hiroaki Samura.
RIN
¿Cuándo dejé de verla como a una niña? ¿Cuándo se convirtió en una mujer? Desde que me salvó, la veo diferente. Ahora parece más fuerte, de todas las maneras en que una persona puede hacerse más fuerte.
Por lo menos ahora no llora tanto como al principio, me dolía verla sufrir.
Soy patético. Yo enamorado, quien lo iba a decir… Supongo que desde que la conozco la quiero, pero no he querido reconocerlo. Pensé que nunca iba a querer a nadie, a excepción de mi pobre hermana, y va y aparece ella en mi vida. Le ha dado la vuelta completamente. Me voy a convertir en un sentimental. Pronto estaré cantándole al amor y hablándole a las flores. Si es que cada vez que la miro me vienen ideas extrañas a la cabeza, tales como; besarla o formar una familia con ella. Que asco, yo no soy así.
Algunos pensaran que eso es una cosa buena, pero yo no. Un guerrero no puede dejarse llevar por sus sentimientos, se vuelve débil, vulnerable.
Cada vez que le han hecho algo a Rin, me he vuelto descuidado e impulsivo, aunque luego le he dado su merecido a esos desgraciados.
Creo que siente algo por mí, pero no puedo dejar que sepa mis sentimientos hacia ella, eso solo nos haría daño a los dos. No puedo darle el futuro que ella se merece, soy un asesino, un vagabundo. A la persona que este a mi lado no le espera nada bueno, y yo quiero que Rin sea feliz, aunque me duela pensar que vaya a ser con otro. Si pudiera pillar a ese maldito…
Cuando terminemos con Anotsu nos separaremos, y yo continuaré con mi miserable vida, hasta que los kessenchu desaparezcan de mi cuerpo y muera de una forma terrible. No quiero que Rin pase por eso.
Jamás le diré que la amo, pero jamás le diré que no lo hago. Es triste, pero la realidad suele serlo.
*C'EST FINI*
Notas finales: He aquí mi primer drabble o lo que sea, no lo tengo muy claro. Espero que le haya gustado a alguien. (Skuld reza a todos los dioses para que así sea.)
