Provocación accidental*
El hangar donde se recibe el cargamento estaba plagado de voces de los pilotos, algunos curiosos y los altos mandos, todo gracias al espectáculo presentado por uno de los científicos del shatterdome.
Los trillizos Wei eran los más cercanos al científico loco, como les gustaba decirle, y le sonreían dispuestos a ayudarlo en cualquier cosa mientras lo animaban en lo que estaba haciendo; los esposos rusos miraban divertidos la escena que montaban frente a ellos, Sasha soltaba discretas risas mientras su marido Aleksis tomaba por el cuello de la camisa a los chinos cuando uno de ellos quería subirse al mismo lugar que el científico; Mako sonreía un poco nerviosa por el escándalo presentado mientras a su lado Becket se aguantaba la risa, pero fallaba inútilmente ya que no le ponía verdadero esfuerzo; Chuck giraba la cabeza en varios ángulos tratando de hallarle forma a lo que estaba viendo mientras Max gruñía de a momentos, Herc realmente no sabía si debía detener esto el mismo o dejar que el mariscal se encargue de eso; Tendo tenía su mano en la cara debido a la vergüenza ajena que recorría su cuerpo en este momento, Pentecost estaba pensando seriamente si llamar a seguridad o permitir que el científico haga sus idioteces hasta que se aburra, lo segundo era lo más probable por obvias razones.
Y parado frente a la gran puerta de entrada del hangar, acababa de llegar el Dr. Gottlieb que en este momento se arrepentía con todo su ser haber puesto un pie fuera de la base, pues ciertamente es ridículo lo que estaba haciendo su prometido.
¿Que está haciendo el Dr. Geiszler?
Sobre un enorme tubo lleno de amoniaco con un cerebro de kaiju en perfecto estado categoría 5, se hallaba un emocionado Newton gritando en alto el nombre de su prometido mientras agitaba un sombrero vaquero como si montara el enorme frasco, no estaba usando un megáfono porque Stacker se lo confisco y no había bajado del enorme tubo exigiendo ver a Hermann antes de eso, porque quería restregarle en la cara su nueva adquisición.
-¡Hermann, llegaste!-grito un alegre científico, dirigiendo la atención de él hacia el otro doctor.
-Que la tierra me trague...-susurro molesto mientras caminaba hacia el de lentes.
Newton trato de bajar por la escalera apoyada en un lado del tubo, pero resbalo debido a la humedad en todas partes gracias al clima. Los trillizos se apuraron a tratar de cargar al científico para evitar que terminara como hotcake sobre el suelo, pero era una pésima idea ya que ellos no se caracterizaban por tener músculos; Tendo se llevó las manos a la cabeza jalándose los pelos con desespero, no estaba preparado para ver sangre, Stacker negó en desaprobación esperando que el golpe aplacara un poco al Dr. Geiszler; Mori se tapó los ojos de inmediato para no ver la posible muerte del científico mientras Becket intentaba abrirse paso para tratar de salvar al hombre; Chuck se agacho para taparle los ojos a su perro sin dejar de ver al frente y Herc cerró los ojos esperando no ser salpicado de sangre.
Al final el de lentes no termino hecho tortilla en el pavimento, Aleksis solo extendió los brazos y el científico aterrizo en los fornidos músculos del ruso, Sasha a su lado aplaudió a su esposo suavemente y a unos pasos de ellos, Hermann miraba horrorizado lo que acababa de presenciar mientras sostenía su mano libre en donde está situado su agitado corazón.
-¡Wow, me atrapaste! Eres muy fuerte, gracias.-bajo de los brazos del ruso recibiendo solamente un asentimiento.
El biólogo camino hasta su pareja, dejando el sombrero que nunca soltó en la cabeza de uno de los trillizos, rodeo la cintura del matemático con sus brazos mientras lo sacudía ligeramente para sacarlo del shock.
-Vamos, Herms. Lo siento por eso, pero realmente estoy emocionado por el presente que acabo de recibir.
Cuando el de bastón logro calmarse, su cara adopto una mueca furiosa y empujo a su prometido tirándolo al suelo.
-¡Casi te matas, idiota!-grito enojado antes de darse vuelta y emprender camino de regreso a la base.
El de lentes se levantó y siguió a su futuro esposo frenando su andar al jalarlo de su brazo. Gottlieb se volteo con ojos furiosos pero enseguida recibió los cálidos labios del otro sobre los suyos.
-De verdad lo siento mucho, sabes que la emoción me gana a veces y no es excusa...-susurro cerca de sus labios cuando se separaron, su prometido no abandono su mueca molesta y puso un poco de espacio ya que todos los estaban viendo.
-Como sea.-reanudo su caminata con el otro hombre a su lado, todos comenzaron a dispersarse después de eso.
-Pase toda la noche investigando partes de kaiju categoría 4, sé que me regañaras por no dormir, pero es emocionante el cuerpo de esas bestias.-comentaba emocionado el de tatuajes siendo oído por el otro científico sin decir nada.-El cerebro que viste antes me fue enviado por Hannibal Chau...-susurro lo último acercándose un poco para que nadie lo escuchara.
-¡¿Que?!-grito frenando su andar.
-¡Shhh!...Hannibal consigue lo que sea.-volvió a susurrar cuidando de que nadie los oyera.-Me lo dio como regalo debido a que molestaba mucho acerca del enlace y quería callarme la boca por un tiempo...bueno, al menos eso decía la tarjeta que venía con el cerebro.
El matemático rodo los ojos comprendiendo por un momento al americano, su pareja podía llegar a ser un dolor de muelas a veces.
-¡Un cerebro secundario de un categoría 5 y en perfecto estado!-grito emocionado moviendo las manos como si sostuviera lo mencionado.- ¡¿Puedes creerlo?!
-Si, porque te vi montado encima de él como si fuera un corcel.
-¡Lo sé!-volvió a gritar sin dejar su alegría.
Hermann se masajeo el puente de la nariz estresado.
-Si ya terminaste de llamar la atención en medio del pasillo...-el biólogo apenas se dio cuenta de que algunos curiosos los observaban.-...iré a terminar un reporte y espero no te metas en problemas ni hayas dejado un desastre en el laboratorio.
-No te preocupes, no es tan grave.-le guiño el ojo de forma coqueta.-Recuerda que en la noche iremos a cenar fuera como te prometí, hasta entonces no intentes provocarme a menos que quieras ir directo al postre.
Un escalofrió recorrió la columna vertebral del físico cuando su prometido deslizo discretamente una mano en su costado y masajeo suavemente el hueso de su cadera. Newton se retiró con una sonrisa satisfecha plasmada en los labios murmurando algo de pedirle a los trillizos ayuda para mover el cerebro, el alemán solo se quedó parado sin moverse un centímetro mientras un sonrojo aparecía en sus mejillas.
-¡Tonto!-murmuro avergonzado emprendiendo su camino una vez más.
Si el desastre fuera una persona, el alemán está seguro de que Newton es la exacta personificación de eso. Su mano apretó casi con violencia la empuñadura de su bastón tratando de frenar las ganas asesinas que recorrían por su cuerpo, y aclamaban con ir a enterrarle el bastón a su prometido por donde no llega el sol, pues el desastre en el laboratorio no parece ser hecho por una sola persona, sino por una fraternidad de universitarios de casi 30 miembros.
Ama a Newton y mucho, pero le desesperaba tanto cuando hacia su cochinero en todas partes, el único lugar que parece respetar es la habitación que comparten y solo es porque Hermann lo amenaza con incinerar sus preciados pedazos de kaiju si hace desorden en sus aposentos.
-Esto es horrible...-murmuro tratando de llegar a su escritorio sin pisar alguna viscosidad.
Entrañas, piel, sangre y otras partes de las que no quiere enterarse su nombre, cubrían gran parte del laboratorio, 3/4 para ser precisos. Lo más desastroso parece ser el escritorio del xenobiologo del que colgaban algunas extremidades asquerosas de kaiju.
-Deseo tanto que haya neutralizado el componente acido de la sangre...-comento para sí mismo, tratando de convencerse que su prometido es un profesional y no cometería tal idiotez.
Logro llegar a su escritorio que tenía algunas gotas de sangre azul, pero no había arruinado nada importante y la carpeta con el reporte por terminar se mantenía intacto.
-No puedo terminar esto aquí, se ensuciara.-estaba por tomar el sobre e irse rápidamente, pero algo suave y húmedo se enrollo alrededor de su tobillo derecho.- ¿Que rayos?-al voltear abajo vio un pedazo de intestino sujetándose débilmente a él, un escalofrió de desagrado paso por su cuerpo.-Asco...obligare a Newton a limpiar esto primero.
Se dijo a si mismo sin tomar el sobre y dispuesto a irse en busca del otro científico, confiando que un pedazo de kaiju tan débil se soltaría de inmediato al mover su pie...estaba tan equivocado.
El pedazo de intestino pareció sacar fuerza de quien sabe dónde, y tiro de Hermann tan fuerte que lo tumbo al piso separándolo de su fiel bastón. El hombre grito del susto y ante la caída, ahora estaba cubierto del líquido azul que goteaba de todas partes y unos cuantos pedazos de kaiju que se paseaban deliberadamente por encima de él, casi de forma atrevida.
-¡Demonios, que asco!-pataleo tratando de liberarse pero solo conseguía el efecto contrario.
Después de unos minutos batallando, sintió algo extraño sobre su cuerpo, un tentáculo estaba tocando directamente su piel en el pecho, pero eso no es posible ya que tiene puesta la camisa, el chaleco y un abrigo, levanto la cabeza para ver mejor y se encontró una horrible escena.
El maldito del Dr. Geiszler no había neutralizado por completo el componente acido de la sangre, por lo que los pedazos de kaiju se paseaban libremente en su piel expuesta, no es tan acido como para lastimarlo, pero si lo suficiente como para disolver su ropa. Un enorme rubor se presentó en sus mejillas cuando sintió una extremidad fría tratando de disolver la parte de su pantalón que cubría su intimidad, ya era suficiente con que tocaran sus pezones...
-¡No puede ser!-grito ya espantado por pensar que tal vez sería abusado por partes de kaiju, en estos momentos maldecía tanto tener el laboratorio en una zona alejada de las personas.
Hermann se arrastró por el suelo tratando de tomar su bastón para al menos tener algo con que defenderse, el piso estaba demasiado resbaloso como para levantarse y si lo intentaba, solo terminaría de vuelta al suelo y con una contusión en la cabeza. Logro arrastrarse lo suficiente como para tomar su bastón, pero en el proceso perdió su abrigo y el chaleco, parte de la camisa ya que solo quedaban sus mangas, sus zapatos se fueron dejándolo en calcetas y su pantalón se redujo a un short corto con algunos agujeros en el que se podía apreciar parte de su ropa interior.
-¡Por fin!-exclamo victorioso usando el bastón para alejar los pedazos de kaiju que extrañamente se empeñaban en desaparecer por completo sus pantalones.
Un pedazo de intestino no parecía dispuesto a dejarlo ir y se abrió paso entre todos sus compañeros llegando hasta el cuerpo del científico, se enredó de forma casi obscena al rededor del matemático apretando lugares que solo le pertenecían a su futuro esposo.
-¡Ahh~!-gimió avergonzado el alemán llevando una mano a su cadera tratando de alejar esa extraña parte de kaiju de él.
Hermann estaba entrando en la desesperación, hace casi 20 minutos estaba intentando liberarse pero solo conseguía ser parcialmente desnudado, nadie escuchaba sus gritos, lamento su suerte apretando fuertemente el bastón, no quería ser abusado. A su agitada mente llego el nombre de su prometido mientras unas pequeñas lágrimas amenazaban con abandonar sus ojos.
-Newton...-susurro cerrando los ojos con fuerza.
No quería rendirse, pero estaba siendo sujetado por completo, solo quería que el de tatuajes llegara y lo liberara...
-¡HERMANN!
Abrió los ojos de golpe al escuchar un grito, levanto la vista a la puerta para encontrar al causante de semejante escándalo. Parado frente a la puerta, estaba Newton con los ojos tan grandes como platos mirándolo angustiado, inmediatamente el biólogo corrió a una parte del laboratorio y volvió con un tubo verde que vertió encima de su prometido, haciendo que todas las extremidades kaiju retrocedieran del hombre como si quemara.
Geiszler se arrodillo a su lado sacándose su chaqueta y dejándola caer sobre los hombros de su pareja cubriendo su casi desnudez. Gottlieb se aferró a la camisa del otro agradecido por ser salvado.
-¡Demonios! ¿Dejaste que te agarraran?-pregunto preocupado sacando un pañuelo de su bolsillo y limpiando la cara de su compañero.-Esas cosas se aferran a ti como unas sanguijuelas, debí advertirte y lo siento tanto por eso...
Hermann lo miro iracundo. Newton bajo el rostro sintiéndose el peor ser humano que haya pisado la tierra, había lastimado a su pareja y eso no tenía perdón.
-Sé que te fue como la mierda por mi culpa y no espero me perdones...solo...por favor no me dejes...-susurro lo último dolido, enserio la había cagado esta vez.
El alemán suavizo su mirada pero no lo suficiente.
-Estoy tan enojado contigo en este momento...pero no voy a dejarte, no podría, te quiero.
El de lentes levanto el rostro con una sonrisa ilusionada, pero solo recibió un puñetazo en la mejilla sacándole un poco de sangre del labio.
-Me...me lo merecía. Prometo que seré más ordenado desde ahora.
-Más te vale, o a la próxima dejare que esas cosas...-señalo las entrañas.-...amanezcan sobre ti y te dejare a tu suerte. ¿Entendiste?
El otro le regalo una sonrisa un poco manchada de sangre.
-Si, cariño.
El biólogo ayudo al otro a levantarse y le paso una toalla que había dejado hace unas horas por si se manchaba, pero nunca llego a usarla. Salieron a paso veloz del laboratorio con cuidado de que nadie los viera.
-¿Aunque sabes...?-comenzó diciendo el de tatuajes.
Hermann levanto una ceja asegurándole que lo escuchaba.
-Verte en el suelo en una posee tan sugerente y casi sin ropa, cumpliste una de mis fantasías...creo que nos saltaremos directo al postre esta noche.-termino por decir con una sonrisa traviesa y una mirada coqueta que recorría su parcialmente desnudo cuerpo.
La cara del alemán se calentó a una temperatura alarmante.
-Esto resulto ser una provocación accidental...y surgió efecto.-comento deslizando su brazo por la cintura de su pareja.
Lo último que se escuchó por el pasillo, fue la escandalosa risa del xenobiologo seguido por su queja debido a que su prometido lo golpeo en la cabeza.
