Hogwarts.
Los jóvenes pasaban y les lanzaban una mirada de extrañeza, era la primera vez que las veían y no sabían si ellas pertenecían a su mundo o se habían equivocado, el hecho es que estaban como todos esperando que el tren escarlata partiera, una era de cabellos castaños y rizados con una mirada miel profunda que al mirarte parecía que podía ver hasta el interior de tu alma, media alrededor de 1.68, delgada, con una personalidad misteriosa y a la vez común a cualquier chica de su edad divertida y relajada; la otra tenía el cabello castaño y lacio llegándole casi a la mitad de la espalda, tenía unos ojos verde aceituna, media aproximadamente 1.60, delgada, con una personalidad callada aunque muy espontanea con aquellas personas que se ganaban su confianza, ambas de dieciséis años.
-Vamos Valery no esperarás a que llegue papá, como siempre a último minuto- dijo Victoria la chica de cabello lacio.
-Pues tengo la esperanza de que así sea- dijo Valery la hermana de rizos.
-Ya, cinco minutos y entramos- dijo Vicky.
-¡Mira ahí viene! Sabía que no nos fallaría- dijo –Te tardaste mucho, ¿me trajiste mi regalo?
-Sí, aquí está tu varita nueva, espero que ésta si te dure y te aguante, cuídala por favor- dijo su padre, un hombre caucásico de unos cuarenta años, cabello castaño y ojos verdes, derrochante de elegancia y con una mirada humilde como salido de una novela, entregándole una pequeña caja alargada forrada en papel de regalo con un lazo Azul.
-Gracias papi- dijo la hija de cabellos rizos.
-¿Y el mío?- preguntó la joven de cabello lacio.
-Ten- dijo entregándole una pequeña caja forrada en papel de regalo con un lazo Verde –Feliz cumpleaños mis niñas- dijo un padre algo nostálgico, al mirar la gran locomotora recordó sus días de juventud y lo mucho que le recordaban sus hija a su madre.
-Gracias- dijeron al unísono abrazando a su padre, después de esta despedida las dos chicas se subieron a la gran locomotora escarlata, era la primera vez que irían a Hogwarts, camino hacia su nueva aventura.
Las dos chicas avanzaron por los corredores del tren de los alumnos de sexto curso, buscaban un compartimiento vacío.
-Oye ¿cómo se llama el chico ese que siempre te escribe?- preguntó Vicky.
-No creo que no lo recuerdes, acaso no estoy cansada de decirte que es el gran Harry Potter! El que era nuestro vecino antes de que nos mudáramos- dijo Vely presumiendo.
-Solo te pregunté su nombre no si era grande o no- dijo Vicky en tono cortante. –Ya, busquemos asiento en un compartimiento vacío, no quiero hablar con nadie.
-Eso no es raro en ti, el día que seas más social pasaremos mucho más tiempo juntas- asintió su hermana. –Mira aquí hay uno- dijo entrando a uno de los compartimientos.
Al entrar las dos hermanas se quedaron en un silencio sepulcral, Valery empezó a probar su varita nueva, era de madera de haya y pluma de fénix, bonita, flexible y resistente de 24cm y cuarto, Victoria empezó a destapar el regalo que le había hecho su padre, al mirar que era el último perfume que había salido en la portada de corazón de bruja, era una fragancia que solo se le podía complacer a las más adineradas del mundo mágico.
-¿Que papá aún no se da cuenta que con este tengo dos?- dijo Vicky.
-Igual yo, a veces como que no recuerda lo que nos regala, pero ese es bueno y dicen que con los chicos funciona perfectamente, deberías usarlo, me dijeron que aquí en Hogwarts hay chicos muy guapos e interesantes, así como Harry aunque te agradecería mucho que no lo veas a él- dijo con aire de superioridad el que se le esfumó al ver a los ojos de su hermana y percatarse de que ella nunca la traicionaría. –Lo siento, no quise decir eso, es solo que a veces soy un poco loca, ya me conoces no me hagas caso- le dijo al ver que la miraba con una cara de exasperación por el ego de su hermana.
-Siempre eres así, te conozco- admitió Vicky.
-Esta noche va a llover- dijo Valery cambiando el tema –Lo presiento.
-Diablos- dijo su hermana empezando a mirar con detalle el perfume, notó que no era el que ella tenía, era una edición limitada de Secret's Magic's. –Oh este no es el que yo tengo- dijo sonriendo frívolamente para si –Este es una edición que tú no tienes.
-¿QUE? No es justo, yo también quiero uno- dijo haciendo un puchero infantil.
-Nadie te mandó a romper tu varita ¿o sí? Inventando encantamientos nuevos bah!- dijo la ojiverde.
Escucharon como se abría la puerta de su compartimiento, Victoria solo vio cómo su hermana se lanzaba a los brazos de un chico de gafas.
-Harry te he extrañado mucho, moría por verte- dijo Valery emocionada.
-Vely, estás hermosa y tú también Victoria- dijo Harry echándole un ojo a la distraída ojiverde, pasó al compartimiento y empezó a hacerle cumplidos a la rizada, en sus ojos había un brillo fascinación por la chica que tenía delante, al rato entró un pelirrojo de aspecto desaliñado, Victoria vio al chico con algo de escepticismo.
-Hola hermosa- dijo Ron dirigiéndose a Vicky ella que en ese momento miraba hacia la ventana volteó a verlo y se lo encontró peligrosamente cerca de su cara.
-ALEJATE ENGENDRO- gritó la chica que en un abrir y cerrar de ojos sacó su varita y gritó –EXPELIARMUS.
El pelirrojo salió disparado y se golpeó contra la puerta del compartimiento que en ese momento se encontraba cerrada. La chica de cabello lacio salió hacia los corredores, con algo de suerte encontraría otro compartimiento vacío.
Valery y Harry contemplaron la escena expectantes, Harry solo fue a donde su amigo y lo ayudó a levantarse.
-Por Merlín Ron disculpa, ella es algo retraída, voy a buscarla antes de que mate a alguien, de verdad lo siento- dijo y salió corriendo en busca de su hermana, la encontró dos compartimientos después del de ellas, murmurando y quejándose de que ese pelirrojo sin escrúpulos había invadido su espacio personal.
-¿Estás bien?- preguntó Valery.
-Sí, que no ves- dijo Victoria altaneramente.
-Está bien solo me aseguraba- dijo Vely –Mira ya estamos llegando deberías colocarte la túnica, relájate y prepárate a vivir una nueva experiencia.
-Bueno será- suspiró resignada.
En el gran comedor las chica habían tenido la experiencia de encontrarse con el calamar gigante una de ella estaba empapada ya que se había caído.
-Vamos el agua no pudo estar tan fría, así refrescas tus ideas- rio Valery.
-HA, HA, HA, muy gracioso tu comentario- dijo sarcásticamente Victoria.
-Quiero tocar en Gryffindor- dijo Valery –Para estar con Jamie (Harry), aunque mirando la mesa de Slytherin hay muchos galanes con los que me gustaría compartir-.
-¡Me da igual en cual toque!- dijo un poco fuera de sí Victoria.
-Ushhh discúlpame señorita No-me-importa-nada, sé que estás moles…- Valery no pudo terminar la frase porque la profesora McGonagall la llamaba para colocarle el sombrero.
-Valery Ressemberg- la chica subió hacia donde se encontraba el banquillo y se sentó, dejando que la profesora le colocara el sombrero en su cabellera rizada.
-Ummm, una mente brillante, llena de pasiones y dispuesta a todo aunque… veo que tienes una mente astuta llena de malevolencia que ni tú conoces, así que me decido por… SLYTHERIN- dijo el sombrero seleccionador, los colores de la túnica de la chica cambiaron de negro a verde y plateado.
-Victoria Ressemberg- anunció la profesora.
-Genial- dijo la chica en forma de quejido, al sentarse en el banquillo le colocaron el sombrero.
-Una joven egida, astuta y ególatra… pero también veo una mente fulgurante así que será… SLYTHERIN.
Ya sentadas en la mesa de Slytherin Valery notó la presencia del chico rubio y ojos grises que hablaba en voz alta y altanera como para ser notado, "Draco Malfoy" pensó, lo recordó porque Harry lo había descrito en algunas de sus cartas, y no evitaba lamentarse por no haber quedado en la casa de su Jamie, Draco miraba expectante a la chica de ojos miel, era una mirada infinitamente profunda, de pronto vio como la chica saludaba hacia la mesa de en frente, dirigiendo su mirada hacia allá vio como Harry Potter su mayor enemigo la saludaba, al ver esto no pudo evitar sentir más rabia de la que ya sentía hacia él.
Victoria por su parte no paraba de ser observada por un muchacho de tez morena y ojos azules, ella se sentía incomoda por la mirada del joven y casi podía adivinar cuales eran sus pensamientos, el chico que estaba frente a ella tenía unos espectaculares ojos verdes, cabello castaño y de tez pálida. Ella se sentía realmente incomoda por la mirada de esos dos jóvenes taladrándola.
-Valery porque ellos me miran tanto- le preguntó en susurro Victoria a su hermana.
-Porque después de mi tu eres la chica más linda de todo el colegio- dijo la rizada
-Si egocéntrica te creo, ¿qué sabes tú si aquí hay chicas más bonitas que tú?- susurró.
-¿Que no miras que todos nos observan tontita?, incluso esa pelirroja nos ve con mala cara, ¿no crees? – Susurró señalando a la pelirroja que estaba en la mesa de Gryffindor- por cierto esa como que es Ginny la hermana de Ron, ¿no crees?-.
- ¡Que voy a saber yo! ¡No tengo tantos contactos como tú!, en realidad a ninguno, aunque si se parecen- dijo la hermana.
-Bueno tampoco es que tengo muchos, solo conozco a Jamie-.
-¿Quién demonios es ese?- preguntó la ojos verde con aire de indiferencia.
-¡Pues Harry! El amor de mi vida- dijo la ojimiel con una mirada risueña.
-Bueno a ver Vely, ¿quién es aquella chica de cabellos castaños y enmarañados? – Preguntó Vicky.
-¿Cúal, la que me copia el estilo de una mala manera? Esa es Hermione Granger la mejor y sabionda amiga de Harry- respondió con un aire de suficiencia, ella sabía que a su hermana le afectaría el orgullo saber que había una chica con las mismas capacidades de ella, sin embargo lo dijo con una intensión oculta, ya que a Vely no le simpatizaba mucho la chica de rulos desaliñados.
-Pues eso lo veremos, porque no creo que pueda con mi coeficiente.- dijo Vicky con voz altanera.
-Pues eso es lo que tengo entendido, según Harry no sale de un libro- Acentuó Vely.
Ya en la sala común Pansy Parkinson les indicó su habitación a las recién llegadas, está por curiosidad vio que sobresalía del bolso de una de las chicas una caja muy parecida a la que había visto en la revista Corazón de Bruja conteniendo el perfume Secret' s Magic' s.
-Aléjate de mis cosas, no te quiero cerca de ellas- gritó Victoria al ver que Pansy tomaba admirada el perfume nuevo que sobresalía del bolso. Esta exaltada por el grito soltó el perfume el cual se quebró al tocar el suelo, perfumando toda la habitación, Victoria roja de la ira sacó casi a patadas a la chica que le había destrozado el regalo de su padre. Los chicos en la sala común escucharon los alaridos de Vicky y los tres prefectos fueron a ver que sucedía. Draco fue el primero en entrar a la asfixiante habitación.
-¿Pero qué demonios pasó aquí?- preguntó Zabinni viendo como Victoria estaba sentada en el piso haciendo puchero. Blaise como todo caballero se le acercó y le preguntó que pasaba.
-Una idiota me partió el perfume que mi padre me había regalado por mi cumpleaños- dijo la chica con un tono frío en su voz.
-Oh lo lamento- dijo el moreno, simplemente se alejó –No pasa nada solo fue un perfume-.
-Simplemente un perfume no querido- dijo Vely exaltada, llamando la atención de los tres individuos que voltearon a mirarla. –Un perfume carísimo edición limitada muy difícil de conseguir y que no cualquiera puede comprar-.
-Sí, ¿cuánto cuesta? Yo se lo compro- dijo Draco altaneramente.
-No es tanto el dinero- dijo Valery –Es el valor sentimental, idiota, ese se lo dio mi papi.
-Conmigo evítate las faltas de respeto y tranquila, este se lo daré yo- dijo Draco en tono cortante y presumido.
-Si eso deseas- dijo Valery en tono desafiante, ella camino hacia su baúl sacó una pluma y un trozo de pergamino, anotando el precio del perfume junto con el nombre de este- Ten aquí esta, si puedes consíguelo.
-Ahora ¡LARGO!- gritó Victoria mientras entraba al baño y cerraba la puerta de un golpe.
-Ay pero que humor- Bromeó Theo.
-Si no quieres que ella te golpee, sigue sus consejos- Dijo Valery con una risilla sacando sus cosas del baúl.
