Ningún personaje me pertence y este fic está inspirado en el comic Discordantly de Cosmic Unicorn, me pareció una historia muy profunda y quise hacer un fic de él so, aquí 'ta mis bronies :3 Planeo hacer unos cuantos cápitulos más para hacer la historia un poco más... Interesante xD Diganme si apesto o si les gusta o sjkaskl algo *O* haha... :)
Equestria, una tierra mágica con criaturas fantásticas, unicornios, pegasos, grifos, alicornios, dragones, entre otros. Pero, en ese mágico reino, existía un ser único, un draconequs. El cuerpo de dragón, la cabeza de un pony, la pata de un león, una garra de águila, las alas de un murciélago y de un pegaso, los cuernos de un alce y de un unicornio y un solo colmillo que sobresalía de su boca… Estas eran entre otras, las partes de animales que conformaban a este magnífico ser de nombre Discord. Aunque, para muchos, no era magnífico, para otros él solo era un monstruo que al aparecer por Equestria, todos se escondían de él. Para evitar esto, la majestuosa creatura solo paseaba por el reino de noche, y adentrado en los bosques para que nadie pudiese verlo. Él en realidad no era un monstruo, a pesar de su apariencia, era de alma buena y generosa, lamentablemente no muchos parecían entenderlo.
En los castillos de Canterlot, la capital del reino, vivían dos futuras princesas, una que pronto tendría el poder de controlar al Sol, y la otra, a la Luna. Celestia y Luna, dos hermanas que asumirían el trono cuando llegaran a la mayoría de edad.
Y bueno, qué tienen que ver ellas con todo esto? Vale, resulta que en las afueras de esos castillos, estaba el Bosque Everfree, lugar que era el hogar de Discord, era su terreno, sus dominios… Una tarde, mientras el paseaba por ahí, vio a una alicornio asomarse por el balcón de la torre, era Celestia. Se quedó esperando un rato y observó que la princesa salió de la torre a los jardines del castillo, donde él, tenía una mejor vista.
−Santa madre de Eris… Es hermosa.− Se repetía en su mente el atontado draconequs ante lo que sus ojos estaban viendo.
Después de eso, todas las tardes, iba a la misma hora de siempre a visitar a la princesa, solo, oculto entre los árboles, observándola jugar con los animales, y sin cruzar nunca una sola palabra con ella. Hasta un día, que él se llenó de valor, recogió unas flores de entre los rosales, los claveles y las petunias del bosque, y fue a ver a su amada. Al llegar la vio ahí, como siempre, jugando y retozando por el jardín. Se acercó lentamente, tomó aire, y dijo:
−C-c-celestia..?− Dijo con voz penosa. Rápidamente ella se volteó al escuchar su nombre. Pronto la expresión de su cara cambió completamente al ver a quién estaba frente a ella. Ahora en vez de ver todo con ojos alegres, en ellos solo se veía una cosa reflejada, repulsión.
−Y qué se supone que eres tú?− Escupió con tono cortante, pero aun así, bastante suave.
−Mi… Mi nombre es D-d-discord… He e-estado observándote y… Y-yo creo que…−
−Has estado viéndome?!− Su voz se escuchaba ahora enojada, y con asco en cada palabra. La peor pesadilla del draconequs se estaba convirtiendo en realidad.
−S-si p-pero… E-eres la yegua más linda que había v-visto antes…−
Su tono sumiso y roto más aquellas palabras solo le quitaron a Celestia el último gramo de paciencia que tenía… −Repugnante, de solo pensar que algo como tú pudiera estar espiándome!−
Ahora Discord solo sentía vergüenza, pena y tristeza, se veía en sus ojos. −Yo te amo, Celestia...− Alzó su mano y le mostró las flores que había recogido para ella.
Ella le quitó las flores y las estrelló contra el pasto –Aléjate de mi vista, monstruo.− Solo dijo eso y alzó el vuelo, perdiéndose en las nubes y así, dejando a un dolido Discord mirando al cielo, esperando verla aparecer de nuevo, pero ella no volvió, él sabía que no lo haría…
Ya en el bosque, Discord se encontraba llorando contra una roca y recordando las palabras de la princesa: "Aléjate de mi vista, monstruo". Y era verdad, eso es lo que era, un monstruo, solo eso.
"−Pero, no soy yo, es este mundo cruel! Son esos alicornios que se la pasan tan bien y tú aquí, exiliado solo por ser lo que eres! Ellos merecen sufrir, todos ellos! Todos los demás!−" Esa voz con sus palabras llenas de odio se filtraban por su cabeza haciéndoselas escuchar.
Sí, la voz tenía razón, él no era el monstruo, eran todas las demás criaturas que albergaban este horrible mundo. Pronto su dolor y su llanto se convirtieron en enojo, comenzó a darle zarpazos a un árbol una y otra vez hasta que dejó el árbol con una figura parecida a él, solo que esta se veía mas... Oscura.
−Creen que soy un monstruo? Vale, yo les mostraré un monstruo de verdad! A todos!− Un poder mágico de color rojo tinto emergió de sus manos. Al ver lo que ahora podía hacer, lanzó su magia contra los árboles, dejándolos ardiendo en llamas. Al ver como el bosque entero se quemaba, alzó el vuelo y desde el cielo, rompió en carcajadas. Se sentía bien, muy bien, era tan caótico, y lo mejor de todo, todo le causaba regocijo! Qué era mejor que una buena risa en el día? Nada. –Hahah esto es divertido! Y esto, es solo el comienzo…−
Al estarse destruyendo el bosque entero, surgió de entre las llamas un nuevo ser, un monstruo, el monstruo del caos.
Ahora Discord comenzaba a practicar su nuevo don, el caos, en todo su esplendor y perfección, el orden no era algo que estuviese destinado a ser para él. Todo era realmente divertido hasta que se dio cuenta que aun le quedaba un problema, la piedra en su zapato: Los alicornios.
Esos seres que lo habían condenado con desprecio y odio pero que al mismo tiempo a las demás criaturas las trataban con respeto y amor. Esos que se creían moralmente superiores y capaces de "proteger" a los más "débiles". Esos que no tenían sentido alguna del humor al parecer, porque nada de lo que el hacía parecía divertirles en lo más mínimo.
Trataron de detenerlo. Pero, su magia era lamentablemente, inútil. Ya que el desató las peores desgracias para Equestria: Hambre, sequías, enfermedad, guerras, destrucción… Equestria terminó casi en pedazos, como Canterlot, no se supo nada de la familia real, solo desaparecieron sin dejar rastro. En fin, ningún alicornio tuvo nunca una oportunidad, y al final, se extinguieron.
O… Eso pensó…
Dos hermosas princesas se salvaron, las únicas de su especie que quedaban al parecer, restauraron el orden con su magia, devolvieron la lluvia y la luz del sol, hicieron a las plantas crecer, destruyeron y arruinaron toda la creación de Discord. La vida había regresado a la normalidad.
Ahora para Discord nada tenía sentido ni diversión, todo era aburrido y tan predecible, era realmente desagradable para él ver que todo lo que había hecho, se esfumaba lentamente.
Y después, fueron por él. Lo persiguieron, lo obligaron a dejar su trono del caos y huir, sin descansar ni un segundo, no dejaban de buscarlo por todos lados. Y cuando él pensó que estaría seguro al menos por un momento, ellas ya estaban esperándolo, para hacerle frente.
Las había subestimado.
−Discord! Por todos tus crímenes contra Equestria y sus habitantes, quedas sentenciado a petrificación.− Dijo la mayor de las hermanas autoritariamente.
Juntas, con su magia, lo convirtieron en piedra… El dolor de Discord fue casi inimaginable, lo hicieron sufrir lentamente. Al final, él se dio cuenta de quien le había hablado, esa figura que un trágico día lo despreció y humilló, aun se conservaba como antes. Era ella. Era Celestia, y al lado de ella su hermana, Luna.
Ese fue el detonante de una lágrima que rodó por su mejilla justo antes de terminar hecho nada más que una piedra dura y fría. Nunca pensó que terminaría así, realmente nunca lo hizo. Pero, afortunadamente, tenía apreciación por la belleza después de todo.
