Prueba de fe
Capítulo 1: Un mundo de fantasías
¿Cómo te sentirías si de un día para otro tu vida cambia totalmente? Cuando no eras más que un niño que de un momento a otro lo perdió todo, y más aún cuando el real objetivo de los que acabaron con tu infancia eras tú.
Esta es la primera vez que miro hacia atrás y veo todo lo que logré en mi vida, dicen que eso sucede cuando estas a punto de morir. Mi nombre es Inuyasha Taishou y esto es lo que he vivido hasta ahora.
Esto comenzó cuando yo tenía mas o menos unos siete años de edad, vivía en el pueblo de Shikon, a mi la do estaban mis padres y mi medio hermano mayor Sesshoumaru, con quien trataba de llevarme bien de vez en cuado.
Esto no parece tan malo ¿verdad?, se preguntarán ¿Qué había de malo en todo esto, parece que lleva una vida normal? Pues debo decirles que debajo de toda esta fachada de familia feliz se escondía un gran secreto.
Mi padre al igual que mi hermano eran demonios del tipo Inuyoukai, en cambio que mi madre era humana pero por cosas de la vida se dedicaba a la brujería.
El problema en realidad para mi no era ese, sino que era de los demás el problema, ya que como toda criatura sobrenatural corríamos un gran peligro, los que eran completamente humanos nos cazaban como animales y en el caso de los humanos con algún tipo de habilidad los quemaban en una hoguera.
Recuerdo muy bien el día en que toda mi pesadilla comenzó. Mi padre nos había enviado a Sesshoumaru y a mi a una especia de excursión a una cascada, en aquel entonces mi hermano tenía 15 años.
En la parada del bus se encuentra un joven de cabello plateado y ojos dorados como el mismo sol, a su lado un pequeño de iguales características solo que su piel era un poco mas bronceada
-No estaríamos esperando tanto si no te hubieran quedado dormidos- dijo Sesshoumaru con un tono de enojo en su voz
-No fue mi culpa, tú me hiciste desvelarme- responde el pequeño Inuyasha - el monstruo iba a comerme
-Inuyasha… nuestro padre es un demonio y tu madre es una bruja, si un monstruo quisiera entrar a la casa para atacarte o no nos conoce o es un idiota, además mira, haya viene el autobús, así que toma tu mochila- dijo como ultimátum Sesshoumaru
Ya en la cascada…
-Guau… es impresionante, nunca me imaginé que fuera tan grande- dice Inuyasha mostrando su obvia impresión por el lugar.
La cascada salía de una imponente montaña, mostrando toda su majestuosidad, ambos hermanos la observaban desde un puente que pasaba muy cerca, estaba a tal altura que las nubes le daban un toque mágico
- La llaman la cascada de los sueños- dice Sesshoumaru al ver el entusiasmo de su hermanito- ¿sabes por que?
-No, si sabes dime ¿siiii?- lo dice con ojos de perrito entristecido
-Tiene ese nombre porque se cuenta que hace mucho tiempo una princesa saltó desde la cima de la montaña para salvar al hombre al que amaba, es una historia muy cursi si me lo preguntas- termina por añadir este
- ¿Y no murió?-pregunta confundido Inuyasha
- No, y déjame terminar… en el momento en el que ella saltó, el hombre al que amaba pidió un deseo, y el cuerpo de la princesa se transformó en agua, la misma que vemos en la cascada, y el agua representa es… mejor lo dejamos hasta aquí- concluye este
- Termina de contarme- dice enojado Inuyasha
- Mejor otro día, prometí que volveríamos antes del almuerzo y ya se nos esta haciendo tarde- di ce su hermano
- No quiero, dijiste que me contarías por que se llama cascada de los sueños- reprocha el pequeño Inuyasha sin dejar de hacer una pataleta
-Que lastima porque me enteré de que hoy íbamos a comer esa comida ninja que tanto te gusta- lo dice con sarcasmo Sesshoumaru
- Entonces que esperamos, hay que volver lo más rápido posible, vamos hermano no te quedes atrás- dice con entusiasmo el hermano menor mientras empuja a Sesshoumaru para que apresure su paso
- Inuyasha eres incorregible- termina de declarar Sesshoumaru- me pregunto que hice para tener un hermanito como tu- esto ultimo lo piensa para luego comenzar a caminar de vuelta a casa
Ya en casa, el padre de ambos los esperaba, el gran demonio Inuyoukai, Inumaru, el amo y señor de las tierras del oeste o por lo menos así era hasta la intervención de los humanos para aniquilar a todos los demonios
- ¿Cómo les fue en la cascada?- pregunta el padre al recibir a Inuyasha en un abrazo
-Excelente- responde Inuyasha – si no hubiera sido por que a Sesshoumaru se le ocurrió volver
- Yo le pedí que te trajera pronto- responde el padre al ver el enojo del pequeño, y a su otro hijo el cual se encuentra recargado en el marco de la puerta con expresión de seriedad- necesitaba mostrarte algo que quiero que busques
-¿Por qué yo?-piensa Inuyasha- ¿y que es?- en eso de dirigen a una gran biblioteca
- ¿¡Aun no me has dicho?!- pregunta Sesshoumaru con algo de enojo en su tono
- Ahora iba a hacerlo, Sesshoumaru trae los mapas- lo ordena Inumaru mientras que con Inuyasha se dirigen hacia un enorme escritorio
Sesshoumaru por su parte busca en unos baúles y saca tres mapas – mas vale que todo este esfuerzo valga la pena
-Como sabrás los que son como nosotros son perseguidos, no están exterminando por ser lo que somos- dice con tristeza Inumaru- en estos tres pergaminos están sellados todos los secretos de nuestra gente, todo lo que significa ser un demonio esta aquí
- Pero… yo soy… un híbrido, aunque quiera ser un demonio de todas formas terminaré muerto- dice Inuyasha
- Si, es cierto, por eso te las estoy entregando a ti, porque tengo plena confianza en que tu lograrás salvar a los nuestros, tu sangre no será de una sola raza, pero tienes el poder dentro de ti, el que seas un híbrido no significa que seas inferior si no todo lo contrario-dice con orgullo Inumaru- sé que lograrás vencer cualquier obstáculo que se te ponga por delante, cuando te conviertas en hombre se vendrán encima de ti muchas responsabilidades, por eso quiero que estés preparándote desde ahora
Mientras que en la puerta de la casa se escuchan golpes, la madre de Inuyasha, Izayoi una mujer muy hermosa de cabello largo y negro con ojos almendrados se dirige a abrir la puerta tratando de parecer lo mas tranquila posible, sabe muy bien el riesgo que corre su familia si es descubierta.
-¿Si, quienes son ustedes?-pregunta Izayoi con un pequeño temblor en la voz a los soldados que se encuentran en la puerta de la casa
- Señora mi soy el capitán Onigumo Kishimoto y vengo a informarle que tengo una orden de cateo – lo informa el joven capitán
-¿¡Con que cargos?!- pregunta asustada la mujer viéndose ya descubierta
- Según nos informaron fuentes confiables en esta casa se encuentran habitando varios demonios además de que la propiedad posee instrumentos de brujería- lo dice mostrando la orden dada por el juez para registrar la casa
El padre y los hijos que se encuentran en la biblioteca a lo lejos pueden oír a los soldados discutir y comenzar con el cateo
-Se oyen voces… son militares-ante tal evidencia Inumaru se pone manos a la obra- rápido Inuyasha, ven conmigo, y tu Sesshoumaru esconde lo que pueda delatarnos y luego ven con nosotros
- ¿A dónde vamos papá?-pregunta el pequeño asustado
-Te pondré en un lugar seguro- trata de darle seguridad a su hijo- y hagas lo que hagas no salgas del escondite, es por tu seguridad
Salen al corredor el cual por suerte no se encuentra siendo observado por nadie e Inumaru esconde a su pequeño hijo en una trampilla (en un escondite en el mismo suelo que se puede ocultar con una alfombra o algo para pasar desapercibido)
-No te preocupes, Sesshoumaru estará dentro de poco contigo… guarda los pergaminos por mi- por ultimo le da los pergaminos y lo oculta de cualquier mirada
-Tengo miedo- lo dice con pequeñas lágrimas en sus ojos
-Yo también- es lo último que escucha Inuyasha de su padre
Inumaru cierra la trampilla, pero aún así Inuyasha escucha todo lo que sucede afuera, tiene mucho miedo y solo cierra sus ojos para escuchar atentamente lo que dicen.
-Capitán, venga rápido encontré a uno de los demonios portando artículos de hechicería- lo dice mientras tiene en frente de si a Sesshoumaru, temiendo que el muchacho lo pudiera atacar se encuentra apuntándole con un arma de fuego
-Bien hecho Kaijimbou, ¿son todos los que se encuentran en el lugar?-pregunta Onigumo mientras ve a Sesshoumaru inmovilizado
-No señor, falta un niño pequeño y este no quiere decir donde esta-responde Onigumo
-Inuyasha si me escuchas… ¡no salgas!, ¡no salgas!- grita Sesshoumaru tratando de advertir a su hermano del peligro que corre
-Inuyasha, sal, solo quiero hablar contigo, no te voy a hacer nada- lo dice cínicamente Onigumo esperando que Inuyasha haga cualquier movimiento- no creo que salga, maten al chico y quemen la casa-es la última orden que da el capitán
-no voy a poder salir- piensa Inuyasha viendo se atrapado en aquel lugar
-Inuyasha…solo me queda una opción para ayudarte hermanito, tengo que llamar a Kagura… Kagura, si me escuchas ven por favor y saca a Inuyasha de la casa antes de que sea tarde- Sesshoumaru usa este último recurso vendo que su muerte es inevitable, al menos tiene el consuelo de que Inuyasha podrá vivir
- Te llegó la hora mocoso- dice Kaijimbou mientras le apunta con el arma
-te veré en el infierno, maldito animal, algún día-son sus ultimas palabras mientras el cañón del arma le apunta en medio de los ojos
-eso lo veremos niño- de un momento a otro el soldado jala el gatillo y el sonido del disparo retumba en los oídos de Inuyasha
-¿Sesshoumaru?- afuera todo es silencio, pero Inuyasha sigue escuchando todo los murmullos atentamente hasta que…
-bien hecho soldado Kaijimbou, lástima que no encontramos a ese niño, Inuyasha, pero de todas formas si aparece ya no tendrá familia a la cual volver-dice Onigumo viendo el cuerpo de Sesshoumaru en el piso
-señor, ¿a que se refiere?- pregunta Kaijimbou
-nuestro respetable general Naraku a acabado con la vida de sus padres, en estos momento esos rebeldes deben de estar siendo quemados en la hoguera
-mamá, papá, no- Inuyasha sentía que su corazón se rompía en cientos de pedazos, de pronto siente que otros pasos se acercan, se trataban del general Naraku Watase
-general, la casa esta vacía, ahora solo falta que confirme la orden de quema del inmueble- le informa Onigumo
-¿ya encontraron al niño?-pregunta Naraku registrando el lugar con la mirada
-no señor, al parecer escapó mucho antes- dice Kaijimbou
-no lo creo, su padre jamás lo enviaría solo, el muchacho aún está aquí, búsquenlo-termina de ordenar Naraku para luego salir del recinto
-por favor que no me encuentren… Sesshoumaru… ¿Por qué no vienes?, tengo miedo- el niño ya no sabe que hacer al parecer se encuentra solo en su hogar
-no creo que ese niño este cerca-piensa por un momento Kaijimbou- los que son demonios o brujos… construyen trampillas y esas cosas para ocultar lo que pueda delatarlos, si yo fuera uno de ellos la escondería en el piso… cerca de una salida- lo piensa mientras camina cerca del lugar en donde se encuentra Inuyasha, y comienza a palpar el suelo buscando un punto hueco
-alguien se acerca… ¿será Sesshoumaru?- piensa Inuyasha recuperando la alegría al pensar que es su hermano quien se encuentra buscándolo, por lo que abre levemente la trampilla lo suficiente como para que Kaijimbou lo vea por detrás
-al fin encontré al niño- Kaijimbou se acerca sigilosamente hasta la trampilla y la descubre por completo, al verse descubierto Inuyasha corre llevando consigo los pergaminos- ¡¡te llegó la hora niño!!
Mientras Inuyasha corre, el soldado le apunta con el arma, pero de un solo golpe una muchacha se lo impide, dándole a Inuyasha la oportunidad perfecta para escapar
-no dejaré que le hagas daño- lo dice la muchacha mientras se pone en guardia
-no te interpongas niña- dice Kaijimbou mientras se recupera del golpe
Inuyasha corrió hacia la salida, evitando a todos los soldados que lo estaban buscando y volvió a refugiarse en la copa de un árbol, sintió un disparo y pasos que se acercaban, se trataba de la muchacha que lo había salvado.
-alcancé a salir, otro poco y no la cuento-dice pensando que se encuentra sola
-¿Quién eres?-pregunta Inuyasha al ver a esa desconocida
-mi nombre es Kagura, ¿Dónde estas?- espera por un momento y luego ve a Inuyasha bajar del árbol en el cual se encontraba- así que tú eres Inuyasha
-¿me conoces?-pregunta el pequeño ojidorado, ya que no recuerda haber visto nunca a esta joven
-si, soy… o más bien… fui amiga de tu hermano Sesshoumaru-lo dice Kagura con melancolía en su voz
-¿y él donde esta?
-…créeme que lo siento-dice Kagura
-¿a que te refieres?- dice Inuyasha sin entender lo que pasa
-Inuyasha… Sesshoumaru no alcanzó a salir a tiempo y fue asesinado por ese soldado- ve como Inuyasha trata de volver a su casa pero lo detiene
-no es cierto-lo dice con lágrimas en los ojos tratando de zafarse del agarre de Kagura
-antes de morir me pidió que te sacara de la casa- dice mientras consuela al pequeño que llora en sus brazos- supongo que sabía que del disparo no se salvaría
-sabía que algo andaba mal- trata de controlar un poco su llanto-… y, también escuche muchos disparos, cuando me ayudaste
-si, fue ese soldado, y me alcanzó, pero sólo rozó mi piel, aunque de todas formas está sangrando- dice mientras ve la herida en mi brazo
-lo siento, fue mi culpa-dice al ver el brazo de Kagura
-no fue tu culpa, fue la mía, y será mejor irnos porque estoy escuchando pasos
Esa era la primera vez que veía a Kagura, ella me tendió una mano y se ofreció a hacerse cargo de mi, a cuidarme, a criarme, y a instruirme, como sea ella se iba a convertir en algo así como una segunda madre para mí, ya que por cosas del destino mis verdaderos padres murieron ese mismo día. Si hubiese sabido que eso sucedería habría preferido morir con ellos, pero eso había demostrado que no era mas que un cobarde, por eso creo la vida me dio la oportunidad de vivir, a pesar de que esta costó mucho a cambio.
