Un Golpe De Suerte
Kurt Hummel despertó en a mañana presentía que ese iba a ser un día muy importante en su vida, no sabía porque pero lo presentía, creía que tenía algo que ver con el sueño que tuvo la noche anterior de un chico que lo besaba aunque estaba claro que no ya que nadie en el mundo sentiría atracción por él, al menos eso el creía. Se dio una ducha caliente ya que el invierno había llegado a Lima y todo estaba completamente cubierto por hielo. Al término de su ducha tomo la ropa que previamente había elegido para usar ese día, se arregló completamente para salir y bajo las escaleras y se dirigió a la cocina donde se encontraba su padre y su madrastra desayunando.
- Hola papa – dijo en cuanto entro a la cocina – hola Carole – le dijo a su madrastra a quien le dio un beso en la mejilla.
- Hola cario siéntate ya está listo el desayuno puedes tomar las tostadas que quieras mientras yo veré porque tarda tanto Finn – dice la castaña y se dirige escaleras arriba para ver a su hijo.
- ¿Porque estas tan sonriente? – le cuestiona su padre después de que lo mira detenidamente un rato.
- No se tengo un buen presentimiento y tuve un gran sueño – dice el ojiazul sonriente.
- Bueno termine que se les va a hacer tarde para ir a la escuela – en ese momento Carole entra por la puerta.
- Finn está muy enfermo le duele todo el cuerpo y tiene fiebre – dijo la mujer preocupada.
- Yo le dije que no saliera a esa cita con Rachel – dijo el ojiazul.
- ¿Por qué? ¿Qué hicieron? – le pregunto el mayor después de darle un sorbo a su café.
- De hacer, hacer no sé, no creo que me vaya a importar lo que hace con Rachel cuando están solos en su casa – dijo Kurt haciendo una mueca de asco causando la risa de su padre y Carole.
- Obviamente no te va a interesar y créeme a mí tampoco, ¿pero porque se enfermó? – dijo esta vez Carole tratando de controlar su risa.
- Oh pues el clima estaba muy frio y se descompuso su auto entonces tuvo que caminar, la verdad no me sorprende que este enfermo – explica y toma su tostada y la sumerge en su vaso, para comerla.
- ¡¿Descompuso el auto?! – grito Burt.
- Bueno no tanto así lo que pasa es que no arranca y me pidió que lo arreglara pero la verdad tenía mejor cosas que hacer en vez de estar arreglando uno de sus destrozos.
- ¿Y cómo iras a la escuela? Mi trabajo está del otro lado de la ciudad y – mira la hora en el reloj de la cocina – ya me tengo que ir si no quiero llegar tarde – dice Carole - nos vemos cariño – besa a su hijastro en la cabeza – adiós amor – besa a su esposo en los labios, toma su bolsa y sale de la casa.
- Sera mejor que te lleve para que no llegues tarde – el castaño asiente – vámonos – y padre e hijo suben al auto del mayor. Al llegar se baja del auto de su padre y se despide con la mano.
- ¡Lady Hummel! – grita una voz a lo lejos y el aludido volteo y sonrió al ver de quien se trataba – ven tengo tanto que contarte – dijo Santana mientras agarraba a Kurt de la ropa y lo llevaba adentro de la escuela.
- ¿Qué pasa? Como te atreves a arrastrarme hasta dentro de la escuela – dice el ojiazul enojado.
- Qué tiene de todos modos ibas a entrar ¿no? – dijo la morena.
- Si pero es muy diferente entrar caminando a entrar siendo jaloneado por tu mejor amigo.
- Ah por favor no lloriquees – dice la latina y su amigo bufa.
- Esta bien pero eso no es lo importante dime ¿Qué paso? – pregunta el castao ya mas calmado.
- A que no sabes que conseguí – chillo la chica con una gran sonrisa.
- No, no lo sé – dice el castaño.
- ¡Conseguí entradas para el concierto de Blaine Anderson! – grito la pelinegra dejando aturdido a Kurt - ¡Iremos tú, Jeff y Yo!
- Grita más fuerte en marte no te escucharon – la chica lo fulmino con la mirada – ¿y además que tiene eso de importante o interesante o…?
- ¡¿Estás loco?! – pregunto la morena exasperada.
- Bueno tampoco tú estás muy cuerda que digamos – sonríe.
- Este será el último concierto que dará de su gira mundial "Don't Stop Me Now" antes de su descanso de la música – dijo la latina muy contenta.
- Santana sabes que a mí no me interesa la música de Blaine es alguien completamente irrelevante para mí – dice el castaño y la chica le da un golpe en la cabeza – ¡¿oye por qué fue eso?!
- Tu sabes que Blaine es el cantante más famoso del mundo no por nada su disco "Last Friday Night" se convirtió en el más vendido de los últimos dos años y gano el Grammy a mejor álbum esta año –dijo seria la morena.
- Y que no que gane un premio de esos lo convierte en un gran cantante ¿o sí? – dice el chico mientras camina a su salón de clases seguido por Santana – además para que conste yo hubiera preferido que ganara el disco Red de Taylor Swift me encanta, el de Blaine en comparación se queda corto.
- También porque tiene fans en todo el mundo y todos los conciertos de su gira se agotaron en menos de quince segundos ¡Quince segundos Kurt! – grita la morena – nadie nunca antes había hecho eso.
- Tal vez pero son chicos y chicas enamorados de el no de su música porque si fuera por la música te aseguro que no tendría ni un fan – dijo sonriente y se para en frente de su lugar y la pelinegra se sentó en del de atrás de el ya que siempre se sentaban al lado de sus rubios favoritos.
- Vamos Kurt por lo menos admite que es guapo – dice suplicante Santana algo enojada de pelear con su mejor amigo.
- Claro que no lo admitiré es muy feo parece un hobbit, tiene unos ojos horribles, cabello todo revuelto y espantoso, en sí parece espantapájaros – en ese momento un chico rubio, con altura promedio y ojos marrones entra por la puerta, se acerca corriendo a Kurt y lo abraza.
- ¡Hola Kurtie! – grito – no sabes cuánto te extrañe – lo soltó.
- Pero Jeff nada mas no vine ayer – dijo el ojiazul riendo con la ceja levantada.
- Tal vez pero estar solo con Satán es aburrido nada más se la pasa insultándome, además de que casi hace que una rana de laboratorio caiga en mi cabeza – dice con una mueca.
- Bueno no estarías tan enojado con migo si te dijera que tengo entradas para el concierto de Blaine Anderson para los tres – dijo la morena moviendo las entradas tentadoramente.
- ¡Tenemos que ir! – chillo el rubio mientras daba pequeños saltitos.
- El problema es que Kurt no quiere ir – dijo la chica mirando seriamente a su amigo – ya que odia a nuestro cantante favorito, Jeffy – el aludido lo miro con una mueca.
- Por favor Santana que vas a hacer decirle a todo el mundo que odio a Blaine Anderson – la chica asintió con la cabeza.
- Tal vez debería hacerlo como puedes odiar a la persona más amada del mundo, bueno imaginemos que un día te encontraras con él y te enamoraras ¿Qué harías? – cuestiono la morena.
- Haber San en primera si no me he enamorado de él y lo veo casi todos los días por no decir todos gracias a ustedes creo que es muy difícil que me llegue a enamorar de el – la pelinegra frunció el ceño – y segunda no creo que se enamora de mi, digo el no es gay.
- Te equivocas – dice Jeff - él es un gay declarado y es el gay más famoso del mundo, todas las chicas y todos los gais se han enamorado de él, claro a excepción de ti – dijo señalándolo.
- Vamos Kurt será divertido ir a un concierto y disfrutar de buena música por favor di que los tres iremos – dijo la latina rogándole con ojos de perrito al igual que su amigo.
- No chicos no iré ustedes diviértanse y busquen a otra persona para ir con ustedes en vez de mi – dice el castaño mientras toma asiento – seguro que mucha gente no tiene boleto y se muere de ganas de ir no por nada se acabaron muy rápido los volteos y el estadio tampoco es muy grande que digamos – dice encogiéndose de hombres.
- En ese caso invitare a Britt últimamente me está cayendo muy bien – dijo Santana con un extraño brillo en los ojos, provocando que el ojiazul la mirara divertido.
El resto de las clases pasaron muy rápido según Kurt dos slushies y dos cambios de ropa algo bastante normal en su vida, en ese momento tocaba el Glee club la mejor clase del día (según Kurt) en cuanto entro en el salón Rachel comenzó a gritarle de porque no le había regalado su boleto para el concierto de Blaine pero fue calmada por un mensaje de Finn que le dijo que ya se sentía mejor y que la acompañaría al concierto con un par de boletos que le iba a regalar por su aniversario.
- Bueno chicos la clase de hoy hablaremos del cantante más joven y exitoso del mundo – dijo Mr. Shue animado.
- Oh dios por favor no – susurro Kurt esperando no escuchar el nombre de…
- ¡Blaine Anderson! – grito el profesor y todos estallaron en gritos – según se a todos en este salón le encanta la música de Blaine haci que esta semana solo cantaremos de sus canciones como honor al concierto que dará hoy en la ciudad.
- Mr. Shue la verdad a mí no me gusta su música, la verdad la detesto ¿puedo saltarme esta lección? – dijo el castaño rogando.
- ¿¡Cómo es posible que no te guste el chico más guapo del mundo!? – grito Rachel.
- No se simplemente no me gusta el hobbit – dijo Kurt mientras se levantaba de su asiento y se dirigía al profesor – Por favor Mr. Shue déjeme saltarme esta clase.
- Esta bien te la puedes saltar pero tendrás que limpiar los instrumentos mañana – dijo Will Schuester.
- Si todo con tal de que no me torture con esa horrible música ¡adiós chicos! – grito -¡diviértanse en el concierto! – grito otra vez dirigiéndose a sus dos mejores amigos y salió del aula.
El resto de la tarde estuvo en casa haciendo la tarea en el frio y navegando en Facebook y Twitter estaba muy aburrido, hace unas horas Finn había salido con Rachel al concierto y su padre y Carole salieron a cenar. Así que se le ocurrió salir a tomar un café al Lima Bean sabía que eso le quitaría el frio y con ello podría relajarse un rato. Entonces tomo su chaqueta, su bufanda, guantes y salió por la puerta de la casa y la cerro con llave, al no tener auto todavía tuvo que caminar; el suelo estaba muy resbaloso y en cierto punto resbalo pensó que se iba a golpear muy fuerte contra el piso y cerro muy fuerte los ojos pero en vez de eso sintió unos cálidos brazos sosteniendo y lo primero que observo fueron unos hermosos ojos color miel que lo dejaron embobado por un buen rato hasta que reacciono y se puso de pie.
- Gracias por atraparme me salvaste la vida –dijo el castaño.
- No te preocupes – dijo el chico enseguida reconoció esa voz, esas cejas triangulares, esa sonrisa, esos ojos, ese cabello negro, no podía creer que había sido salvado por la persona que más odia en el mundo… Blaine Anderson.
