A, mi septima historia y esta es muy especial ya que es un limon sobre final fantasy VII, la cual queda muy bien jaja bueno agradesco a quien corigio esta historia que al igual que en Entre Mundos es FanFiker FanFinal, quien me ayuda mucho en las historias y me ase ver siertos detalles como en la palabra de playera, jaja que difiere de España a México, asi que aclarado eso, o mas bien no lo aclare pero buno, se los dejo de tarea jaja.

Primera parte: Aeris

El grupo había llegado al siguiente punto en su travesía, descan­sarían sólo un poco antes de continuar, aunque sabían que nunca se recuperarían de aquel suceso...

Tifa observaba a Cloud, quien seguía y era el más afectado; y no era para menos, ella no sabía si él algún día se recuperaría después de la muerte de Aeris...

- Ven, Cloud -y la de pelo castaño tomó de la mano a su compañero de viaje, llevándoselo del grupo. Este no dijo nada mientras era conducido por ella; Tifa no sabia el motivo, si desesperación, locura, deseo o amor, lo que había producido aquel arrebato, sólo que ya no lo soportaba y ahora ambos acababan de entrar a la habitación de la posada, primero Tifa y prácticamente jalándolo de la mano, Cloud; la joven observó la cama mi­entras se mordía el labio inferior, su adrenalina iba en aumento y la excitación invadía su cuerpo de mujer.

-¿Qué hacemos aquí, Tifa? -preguntó Cloud al ver el lugar al que lo había traído, pero sin expresar emoción alguna, seguía en un grave estado de shock.

La atractiva chica se había soltado su largo, extenso cabello y condujo a su acompañante al centro de la habitación, haciendo que el joven le diera la espalda a la cama y ambos se miraron a los ojos sin decir ni una sola palabra; Tifa observó la mirada de él, que seguía sin expresar emo­ción alguna. ¿Por qué tuvo que suceder esto? Ella que lo quería, deseaba y amaba tanto y ahora Cloud que solo tenía ojos para "ella", ahora sólo pensaba en "ella", en Aeris; y ese pensamiento la hizo entristecer, acaso ese pensamiento la volvía egoísta, incluso despreciable, pero en ese caso, no de igual manera lo era Cloud; y con algo de fuerza lo empujó, cayendo el mercenario sobre la cama y esta acción lo hizo reaccionar un poco.

-Tifa... -dijo en voz apenas audible, parecía que se acababa de dar cu­enta de con quién estaba.

La atractiva chica se subió a la cama cual felina meneando sus caderas de forma sexy, con las piernas separadas a cada lado del merce­nario, se detuvo cuando sus miradas estuvieron una frente a la otra, ella tenía apoyadas las manos a cada lado de la cabeza de él, quien es­taba acostado totalmente, con el sensual cuerpo de la joven encima, separados por tan sólo algunos centímetros y aun así su rostro seguía sin expresar emoción alguna. Eso llenaba a Tifa de frustración, separó los puños con fuerza, apretando la sábana, pero decidida a hacerlo ; lentamente juntó su cuerpo al de él, colocando su rostro sobre el hom­bro de Cloud, dejando que sintiera su esencia, el calor que él produ­cía en ella, sintió sus pechos oprimiéndose contra el pecho de Cloud, Tifa se sonrojó ante el contacto, nunca antes había estado con él así, tan cerca, pero quería que sintiera el salvaje latir de su corazón el cual latía por él, para él.

Permanecieron así durante algunos minutos, Tifa oprimiendo su cu­erpo contra el de Cloud y éste mirando al techo, mientras sentía el calor de aquel cuerpo de musa/ninfa.

- Cloud -llamó Tifa con voz llena de pasión y deseos, esperando respuesta.

- Aeris -respondió Cloud.

Ella no se movió ni un centímetro, pero la expresión de sus ojos lo decían todo, no lo podía creer, estaba ella ahí, dispuesta a entregársele a él y solo a él, en cuerpo y alma y él seguía solo pensando en "ella", en Aeris.

Tifa volvió a tranquilizarse, se había prometido que aquello no la volvería a alterar, el hecho de que fuese Aeris quien ocupase los pensamientos de Cloud, era algo que no podía evitar o cambiar; así que la de pelo castaño únicamente llevó su mano hacia abajo, hasta deslizarla por debajo de los pantalones del mercenario, quien soltó un pequeño gruñido cuando se hizo con el miembro de éste, comenzando a mover su mano por debajo de la prenda.

-Aeris -soltó de nuevo Cloud, el cual tenía los ojos cerrados ante el con­tacto de la mano de la chica en su hombría; ella se detuvo al oír por segunda vez aquel nombre, de nuevo, su expresión era de tristeza y decepción, pero más que nada resignación. Tifa continuó un poco más ante de sacar su mano y se incorporó, quedándose de rodillas con Cloud entre sus piernas, sintiendo un leve roce de la erección que le acababa de provocar a Cloud, el cual al sentir que la chica se in­corporaba, abrió los ojos alzando la mirada.

-¿Tifa? -la pronunciación del nombre de la joven por parte de Cloud sonó más que nada con tono de sorpresa, como si se acabara de dar cuenta que ella estaba ahí, en la misma habitación que él.

-Cloud, te quiero -dijo Tifa mientras miraba sus manos las cuales llevó hacia la hebilla del pantalón del mercenario- te quiero como no ti­enes idea, -le desabrochó el pantalón- pero sé que tú sólo la quieres a ella -y terminó de bajar toda la prenda y su ropa interior, dejando al descubierto el miembro de Cloud.

- Tifa... -balbuceó él un tanto desconcertado.

- Por eso, piensa en ella –Tifa lo miró intensamente cierra tus ojos y sólo piensa en ella, en Aeris -retrocedió un poco y bajó su cabeza llevando sus labios al miembro palpitante de Cloud.

-¿Tifa... ? -pero no pudo decir nada mas, Tifa había comenzado y el mer­cenario sintió los suaves labios de la sensual chica recorriendo su palpitante erección, cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, sin terminar lo que iba a decir, permitiendo que continuara ella con sus dulces besos.

Después fue su lengua, su húmeda lengua, la cual recorría de pri­ncipio a fin, dejando en ocasiones un pequeño rastro de saliva, que desaparecía al volver a lamer sobre la misma zona, tratando de abarcar lo más posible de la superficie con su lengua.

De vez en cuando, Cloud, entre suspiros, dejaba escapar el nombre de Aeris, el cual Tifa ignoraba o al menos eso trataba, concentrándose en su labor.

A continuación, la castaña juntó sus labios y besó la puntita, para de inmediato volverlos a separar y agarrando el gran y palpitante pedazo de carne frente a ella, lo introdujo en su boca, causando otro gran suspiro en Cloud, quien hizo un leve movimiento de cadera hacia arriba, pero era ella quien hacía el trabajo, moviendo su cabeza de arriba abajo, sacándolo y metiéndolo en su boca, rozándolo con sus labios y frotán­dolo con su lengua...

Tifa se relamió los labios, admirando por un momento la expresión de satisfacción de Cloud y avanzó un paso más, abriendo su mano y dejando caer de ésta sus bragas a un lado de la cama, descubrió el abdomen del mercenario, comenzó a probarlo con sus labios, mientras sus manos y su falda subían, dejando ver sus muslos y glúteos, hasta que la falda llegó a su cadera.

Cloud, ajeno a que Tifa ya abía dejado su hombría y que ella se había incorporado un poco, quedando de nuevo de rodillas, en la misma postura que cuando le habló por última vez antes de comenzar, ya se había acomodado y con un lento movimiento de la joven consiguió que la penetrase el caliente y palpitante miembro de Cloud por vez primera. Él era el primero en hacerlo, sintiendo una nueva y agradable sensación cuando las intimidades de ambos se unieron; los dos soltaron un suspiro, Tifa decidió en ese momento que él, Cloud, sería el único en tenerla.

Cloud se aferraba con ambas manos a la sábana, dejando que Tifa hiciera ese movimiento de cadera, que aunque le dolió en un principio, con cada ir y venir se fue acostumbrando, deteniéndose cuando llegaba a una obstrucción en ella, yéndose hacia atrás y de nuevo hacia delante.

-Aeris –volvió a decir el mercenario y la chica abrió un ojo, ob­servándolo, pero no era Aeris, sino ella, Tifa, quien le hacía sentir todo eso por propia voluntad, que se diera cuenta, que estaba ahí para entregársele, para que la disfrutara (y claro, ella también disfru­tarlo) todo, absolutamente todo su cuerpo, le pertenecía a él y tomó am­bas manos de Cloud con las suyas, colocándolas sobre su playera, en sus cenos, Tifa se inclinó un poco hacia delante mientras le mostraba cómo acariciarlos, frotarlos, gozarlos. Era la verdad, Tifa tenía los mejores pechos y Cloud no tardó en aprender a manejarlos. Tifa le tomó una ultima vez las manos, conduciéndolas hacia su delantera, pero esta vez por debajo de su playera, sintiendo ambos la piel cálida del otro y dejando a solas las manos de Cloud sobre sus senos. La chica se quitó los tirantes al igual que su playera y ya descubiertos Tifa observó las manos de Cloud las cuales oprimían sus enormes y envidiables pechos que parecían escurrirse entre sus manos, como el agua se escapa entre los dedos.

Tifa llevó la cabeza hacia atrás al igual que los hombros, resaltando mas su bien dotada delantera, dejando que Cloud se entretuviera con aquella parte; mientras que ella seguía moviendo su cadera, haciendo que su largo cabello, el cual cubría su espalda desnuda, se meciera con el vaivén, guiada por las apasionantes caricias que el mercenario le prodigaba a sus pechos, cua­ndo en eso Cloud descubrió los pezones erectos de la chica, los cuales aprisionó con sus dedos y ella soltó un gemido de dolor y placer. Qué increíble sensación.

La atractiva y sensual chica sintió como las manos de Cloud aban­donaban sus pechos para bajar por su cintura hasta llegar a su ca­dera, la cual tomó con firmeza. No le era suficiente sólo un poco. Lo quería todo, todo adentro y en un segundo tomó el control, meciendo su cadera hacia delante, compaginando movimientos con ella, atravesando aquella barrera, introduciéndose por completo en Tifa.

Ella trató de disimular lo más posible su grito, pero Cloud ni se percató, estaba gozando de la exuberante mujer que tenía sobre él, mien­tras pensaba en una sola persona, Aeris...

El mercenario era ahora el que llevaba el ritmo, rápido y constante. Tifa se sentía desfallecer, su cuerpo caía hacia atrás debido al esfuerzo, así que apoyó sus manos sobre la cama, trataba de ahogar sus gemidos, pero era imposible, como imposible era detener el placer que Cloud causaba en ella, mientras entraba y salía; si hubiera abierto al menos un momento sus ojos habría visto la hermosa figura de Tifa, en cuyas curvas resbalaban gotas de sudor y sus grandes pechos se movían al ritmo de sus cuerpos en un rico ir y venir como las olas del mar.

-¡Aeris! -dijo finalmente Cloud cuando ambos terminaron, llegando al clímax, deteniéndose un momento y a continuación quedaron rendidos, lle­nos de satisfacción.

Tifa se incorporó, de pie junto a la cama, poniéndose su playera sobre su húmedo cuerpo y acomodándose su ropa; volteó una última vez hacia Cloud, que seguía con los ojos cerrados pensando en Aeris mientras repetía aquel nombre y Tifa salió de la habitación...

To be continue…

Y bien he ahí la primera parte, solo esperando sus comentarios al respecto de que les parecio, a sierto tambien ya he de subir el ultimo capitulo de Entre Mundos de Final Fantasy VIII y el de Esperandote de Full Metal Alchemist.