Introducción

Introducción

-¿para que me has llamado?- preguntó Hiei desde el pasillo del templo, Genkai solo veía su silueta y tras tomar un sorbo de té, lo invito a entrar

- toma asiento, tengo que conversarte sobre tu hermana- Hiei dio un respingo mirando en todas direcciones, rápidamente se sentó al otro extremo de la mesa

- no te preocupes, Yukina no esta aquí- dijo la anciana

-donde esta

- fue a entrenar con Kuwuabara a la montaña

- que has dicho?!- Hiei estaba consternado no le gustaba ni un poco que ese estúpido se acercara a su hermana. Había llegado el momento… tenía que asesinarlo. Aunque nunca demostraba sus emociones, la maestra podía leer podía leer los pensamientos del Jaganshi en su rostro

- cálmate, todo lo que esta pasando es culpa tuya, pero la verdad es que no se si debo regañarte o felicitarte

- deja de dar vueltas y habla claro anciana- Genkai sirvió una taza de té para su invitado y sin ningún apuro comenzó a explicar

- hace unos meses Yukina me hizo saber que deseaba volver al Makai para buscarte

- es muy peligroso, ¿porque no la disuadiste?

-lo intenté, pero ella cree firmemente que encontrará a su "hermano perdido", me dijo que entrenaría para hacerse fuerte, ¿creíste que había ido con Kuwuabara como acompañante?, mas bien es al revés

- es solo una niña, ¿que posible entrenamiento va hacer con ese imbécil?

- has olvidado que es una mujer de nieve?, ellas tienen poder bélico, aunque no sea común verlo, porque pasan encerradas en la montaña glacial enajenadas de todo el mundo que las rodea además de que gustan de métodos mas sutiles. Por accidente Yukina encontró unos pergaminos con técnicas de batalla que se ajustan a sus habilidades, había olvidado que los tenía, fue un accidente- el pelinegro emitió un leve gruñido dando a entender que no se tragaba esto último, la vieja maestra era calculadora, si Yukina había encontrado esos pergaminos, no era mera coincidencia-como te decía, tal vez sea bueno que aprenda a cuidarse sola y se vuelva mas independiente, pero que vaya en una búsqueda infructuosa con una ilusión falsa. Creo que es cruel y peligroso aunque Kuwuabara se haya ofrecido a ir con ella para protegerla- los ojos de Hiei se encendieron con un brillo asesino- debes decirle la verdad Hiei.

- nunca se lo diré, yo la estoy protegiendo a mi manera. Cuando vea que no encuentra lo que busca desistirá y creerá que estoy muerto

- solo estas postergando lo inevitable, ella es bastante perseverante, en cualquier caso es injusto que sufra y ponga en riego su vida por tu falta de hombría- Hiei se puso de pie, pero antes de que dijera cualquier cosa la anciana de corta estatura y cabellos canos prosiguió- bebe tu te y piensa en que es mejor para ella- dijo cerrando la puerta tras de si. El chico tenía el estomago revuelto además el té se había enfriado y tenía sabor amargo. Afuera ya estaba oscuro y corría un viento que calaba los huesos y no podía volver al Makai hasta encontrar una solución a su problema con Yukina, la mejor opción era quedarse con Kurama, no sabía porque pero siempre era agradable estar allí, solo pensar en esa bebida llamada cocoa lo hizo sentirse mejor.

Gracias por leer, próximamente capitulo1: Secretos