-Se los dije. Sabía que Max Steel no podía estar detrás de todas esas terribles cosas.- dijo Sydney victoriosa antes de tomar un sorbo de su bebida.
-Y vaya que tenías esa idea bien pegada, amiga.- respondió Kirby al recordar como fue que ella comenzó todo el movimiento en la estatua del super héroe.
-¡Ser Max Steel fue algo asombroso!- exclamó Butch.
-¿Cómo sabías que no hizo esas atrocidades?- preguntó Max a Sydney un poco intrigdo. Incluso Forge había dudado de él.- Habían cientos de evidencias que apuntaban a que él era el responsable.- La chica sonrió, y mirando hacia un lado se encogió de hombros.
-No lo sé.
-Oh, vamos, Syd.
-No, de verdad. No lo sé.- afirmó ella.- Solo sabía que no sería capaz de destruir la ciudad que ha estado protegiendo todo este tiempo.
-La gente puede cambiar.- siguió el muchacho.
-Pero él no podía hacerlo tan radicalmente.
-¿Qué te lo asegura?
-Nada que pueda demostrar. Es más como un presentimiento. Te aseguro que puedo saber como actúa casi como si lo conociera.- trató de explicar. Max sonrió ante el brillo que se formaba en sus ojos cada vez que hablaba de quien obviamente era su superhéroe favorito.
-Sería genial si lo conocieras, ¿no?- preguntó sin pensarlo mucho. Ella le miró confundida y entrecerró sus ojos mientras un prsentimiento despertaba en su interior.
-Sí, sería genial.
En serio desearía que Max le dijera otra vez... :3
