Disclaimer: Los personajes son de Stephenie Meyer.

Claim:Jacob/Leah

Summary: Los cambios bruscos que están sucediendo en su vida la confunden, pero Leah sabe que Jake va a estar siempre ahí, con ella.

Notas: Para el reto Palabras Para El Recuerdo, del Foro LOL. (Palabra clave: Cambio)


Confusión

Confundida. Estaba terriblemente confundida. No sabía ni lo que quería ni lo que no quería.

Tal vez el problema principal radicaba en el hecho de que había olvidado a Sam. Le había costado millones de lágrimas, miles de noches en velas y cientos de cicatrices, pero al final había logrado superarlo. Lo quería, claro que lo seguiría queriendo hasta el final, pero ahora era un amor fraternal, plagado de recuerdos de primeras experiencias. Y ahí esta su problema fundamental: había aceptado que lo suyo ya era agua de otro río pero no sabía cómo seguir. No sabía qué camino debía tomar y eso la preocupaba.

O tal vez, el verdadero problema no era ese, sino era Jacob. Jacob y sus sonrisas radiantes, Jacob y sus pícaras miradas, Jacob y sus cálidos abrazos, Jacob y sus dulces labios.

Su encaprichamiento (porque todavía se negaba a pensar que aquello podía ser un enamoramiento) era preocupante. Era preocupante desde el inicio hasta el desenlace. Era preocupante al punto de trastornarla. Era tan preocupante que lograba hacer que su mundo, que ya de por si estaba dado vuelta, se pusiera de cabezas.

Todo había comenzado con una pequeña amistad entre ambos que sufrían por personas que no los correspondían. Esa simpatía de antaño que había vuelto a instalarse entre ellos. Esa camaradería que compartían durante la niñez cuando ambos juntaban gusanos y los metían en el pelo de Rebecca o cuando desordenaban y arrancaban hojas de los amados libros de Rachel.

Desde el inicio había estado confundida, porque no era normal que aquel niñato le tomara de la mano e hiciera que las mariposas se agolparan en su estómago. Tampoco había sentido tanto con un abrazo como lo sentía cada vez que Jake la abrazaba.

Luego, vinieron los besos. Hermosos, dulces, tiernos. Bueno, tal vez no tan así. Puede que en un primer momento todo fuera un poco más pasional, pero pasada esa etapa no había beso que no fuera tierno. Y la volvía loca, realmente loca, sentir los labios de Jacob contra los suyos. Y aquello la confundía aún más.

Todos los cambios se habían dado de manera tan natural que de un segundo al otro las cosas dejaban de ser lo que eran y la confundían. Pero en algún punto la confusión de Leah era sólo pasajera, porque no estaba acostumbrada a sufrir grandes cambios en su vida y estar con Jake era tomar un paso gigantesco. Simplemente era cuestión de acostumbrarse un poco, porque aquello que tenía con Jake parecía tener futuro y no iba a ser ella, por estúpidos miedos, quien se perdiera de estar con él.