-Sammy enserio te odio!-
Dijo un muy cabreado Dean- No he tenido acción en dos semanas, DOS SEMANAS! Por culpa de esa maldita Shtriga hija de perra! Y cuando al fin se me da algo con la chica del bar tu vienes a arruinarlo todo!-
Sam solo miraba al frente con cara de burla, estaba cansado y necesitaba dormir, pero no pretendía fastidiarle la conquista a Dean, total fue un accidente que la cerveza cayera sobre el vestido de la chica de turno y está enojada cacheteara a su hermano... en parte.
Mientras Dean seguía con su pataleta y Sam intentaba no quedarse dormido en el auto, cuando una extraña luz apareció en medio de la carretera y les ilumino directamente, ante esto Dean hizo lo más sensato: Pisar el freno hasta el fondo, aun así sintió que golpeó algo.
- Mierda! Sammy dime que no fui el único que vio eso - solo pudo decir un asombrado y algo shockeado Dean, en cambio Sam solo pudo verlo con expresión temerosa, el frenazo había esfumado su sueño.
- Dean creo que golpeamos algo - Dijo el menor de los Winchester mientras veía a su hermano, y con esa comunicación ocular que ellos tenían tomaron sus armas y bajaron del auto, debían revisar.
Se acercaron con cautela ya que se había levantado una cantidad considerable de polvo, el frenazo que tuvo que dar el mayor por poco y arruina alguna de las llantas de su fiel Baby; mientras avanzaban la nube creada solo disminuía la visión, debían estar aún más alertas, apuntando hacia el bulto que habia tendido en la carretera a un metro de distancia del Impala. Dean apuro el paso al darse cuenta de que tal vez era una persona y se agachó junto ella para revisarla, mientras Sam lo cubría.
- Sam es una chica! Acabo de atropellar a una chica! - Dijo el mayor mientras lo veía con ojos aterrorizados.
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-... Entonces un enorme wendigo se fue direccion de su abuelo dispuesto a devorarlo y yo le grite... - Mamá le lanzó una mirada desde la cocina, si esas de "Cuida tu lenguaje frente a los niños" - Hey... idiota! En cuanto se giro BOOM! Le prendí en llamas con mi bengala -
Y ahí estaba el viejo narrandole sus historias algo absurdas a Casie y Johnny que lo miraban con sus ojitos d años tan abiertos como platos, absortos ante la historia que les contaba el hermano de su abuelo, osea mi abuelo, no se como haría después tía Ellie para que no tuvieran pesadillas.
Extraño a esa época en que esas historias no me asustaban pero si me fascinaban y creía que eran ciertas que afuera existían todos esos seres que me narraban con tanto recelo mis abuelos, pero la verdad llego un punto donde deje de creer, no lo se tal vez la edad o la televisión como decía mi madre, pero nunca fui muy crédula, siempre e pensando que es algo que su imaginación sacaba para entretenernos a mi hermana y a mi.
Nunca le he dicho que no le creo, no quiero romperle el corazón. Amo a mi abuelo, es el tipo mas badass que conozco y siempre a velado por todos, para el lo mas importante en el mundo es su familia y es lo que lo hace últimamente estaba mal de salud y nostálgico, aún así el era fuerte, para muestra de un botón: Estaba allí junto a la chimenea con su hermano que tomaba la siesta en su viejo sofa, y sentados en el suelo sin perderse una palabra de su historia el par de pequeños de sus sobrinos nietos.
Esa era la tradición cada navidad que veníamos a pasarla en el bar de los abuelos, uno que administraba mis padres ya que los abuelos ya estaban muy viejos para hacerlo; lo adquirieron desde que mi padre nacio, prácticamente es el negocio familiar ya que con mi hermana trabajmos allí en vacaciones.
Es de esos bares tradicionales que como los vinos con los años se ve mejor; pero este año seria doloroso, especialmente para mi abuelo y mi viejo, la abuela Catalina había muerto en febrero, lo hizo mientras dormía, esta navidad seria la primera que pasaríamos sin ella.
- Abue, ya deja de asustar a los niños y despierta a tu hermano, ya vamos a cenar - le dije a mi viejo, este giro para verme con su ojos verdes, que mi padre no heredó pero mi hermana yél yo si, en su juventud fue un hombre muy atractivo, en su época se nota que fue todo un casanova y aun a pesar de los años conservaba ese brillo juvenil y coqueto que lo caracterizaba, aunque un poco apagado porque su amada Cata ya no estaba con el.
Pero estaba tranquilo porque su esposa habia partido de forma hermosa, dormida y lo último que le había dicho era que le amaba con un beso antes de dormir.
- Pero Mari sabes perfectamente que lo que les cuento es real, nuestra familia cazado cosas por generaciones! -
En ese momento mi tío abuelo desperto, su cabello blanco recogido con una coleta y su barba de un por de días le daba ese aife a hombre sabio.
Papá nunca desmintió al abuelo acerca de todo lo que nos contaba, decía que su padre y su tío si habían sido cazadores, yo aun no les creo, soy de las que hasta no ver, no creer.
