Aclaraciones este fic esta basado en una novela del mismo nombre "Corazon Salvaje" de Caridad Bravo Adams escritora mexicana, ademas los personajes no son mios pertenecen a la serie de "Rurouni Kenshin", yo solo adapte la historia y acomode a los personajes. Bueno ahora si los dejo con el primer capitulo espero que sea de su agrado y mis disculpas si no es ashi pero soy nueva en esto de escribir fics.
Nota: Battosai es Kenshin, es el mismo.
PROLOGO
Costa Atlantica de México, año 1903.
15 años antes.
Era una noche cálida en San Pedro, donde a lo lejos se distinguía el Palacio Presidencial, hoy el gobernador iba a ofrecer una fiesta y donde estaba la gente más importantes de San Pedro y donde esta invitado el Sr. Shinta Himura el hombre más rico de la región además de apuesto de complexión alta, un cuerpo imponente, de rasgos faciales varoniles con unos ojos violetas como ningún otro, era un hombre respetable e importante.
Shinta y Kogoro van caminando hacia una fiesta en el Palacio Presidencial.
Kogoro: Creo que ya se nos hizo tarde Sr. Himura.
Shinta: Nunca me di prisa por nada ni por nadie- dijo – todavía debe de haber una gran fila de lambiscones esperando saludar al gobernador, a mi no me gusta hacer cola...
Kogoro: No creo que su excelencia lo haga esperar a usted que es su amigo personal.
Shinta: Vaya usted a saber. Cuando la gente ocupa puestos importantes... cambia.
De pronto de la nada sale a su paso un muchacho de unos 14 años de complexión fuerte y algo alto para su edad, con cabello mas corto de lo normal y de un imperceptible color rojizo, con rasgos faciales aun no muy bien definidos debido a su edad y aun menos notables con el entrecejo unido en una mueca de enojo constante, pero lo que más llamaba la atención de ese joven era el color de sus ojos que aun con la poca luz y la cabeza gacha ellos no alcanzaba a distinguir el color violeta con destellos en color ámbar.
Muchacho: Sr. Himura... Sr. Himura – Los hombres paran su camino y se le quedan viendo, él pregunta viendo a Shinta - Usted el Sr. Shinta Himura ¿verdad?
Shinta: Si, ¿Qué quieres?
Muchacho: El Sr. Lizuka sé esta muriendo y quiere hablar con usted, necesita verlo porque...
Shinta: No, no, no, no! Yo no conozco a ningún Sr. Carmona! Y si sé esta muriendo, busca al cura, no a mí! vamonos – se dirige a Kogoro quien empieza a caminar con el pero él muchacho vuelve a hablar.
Muchacho: Pero señor...
Shinta: No, lárgate – dice éste altaneramente.
El muchacho se aleja de ellos y Kogoro voltea ver a Shinta y le menciona.
Kogoro: Si no me falla la memoria...
Shinta: Si, ya sé ¡No quiero oír hablar de ese infeliz!
Lejos de ahí el mismo chico se acerca caminando en dirección a una vieja cabaña cerca del mar. Este apresura el paso y entra a la cabaña, dentro de esta solo se hay cosas viejas y gastadas tan solo iluminados por una linterna de gas antigua, al fondo de la cabaña se distingue un catre viejo (cama) y sobre esta la figura deteriorada de Lizuka
Lizuka: ¿Quién es?
Muchacho: Soy yo, Battousai.
Lizuka: Ven para acá – señalándole un lugar cerca de la cama – Y el perro que te dije que fueras a buscar vino contigo, ¿Dónde esta?
Battousai: No vino – le informa y da un paso atrás.
Lizuka: Porque no hiciste lo que te mande, mal nacido ahora veras – amenaza y Battousai retrocede otro paso y comienza a explicar.
Battousai: Pus si fui a la fiesta y vi al Sr. Himura, le dije que usted quería hablar con él: Pero dice que no lo conoce.
Lizuka: Eso dijo el perro desgraciado... y tu ¿qué hiciste?
Battousai: Pus nada.
Lizuka: ¿Nada?, ¡¡Sabes que me estoy muriendo que necesito que venga y tu no haces nada!!
Battousai: ¡Pero Papa!
Lizuka: ¡No me digas así! – dice - ¡Cuantas veces tengo que decirte que no eres mi hijo!, ¿Quieres saber quien es tu padre? ¡Ese! ¡Ese es tu padre! ¡Shinta Himura! ¡¡Él es el culpable de tu desgracia… de tu miseria... de tu hambre!! – continua - A el le debes ser hijo de una cualquiera... y ahora... cuando llamo al infeliz porque me estoy muriendo!!... ¡¡Porque vas a quedarte solo!!... ¡dice que no me conoce y se va a una fiesta! ... ¡A una fiesta, ja ja!... ¡¡Maldito!! ... ¡a una fiesta! ... jaja.
Al día siguiente Kogoro va a la playa preguntándole a unas mujeres sobre el paradero de Lizuka, ellas le señalan el lugar y él agradece y continua su camino; a lo la distancia logra ver una pelea de muchacho, éste se acerca a ellos e interrumpe una pelea en la que Battousai estaba enfrascando con unos muchachos..
Los separa y le pregunta a Battousai que si la cabaña que esta al frente es la de Lizuka y el muchacho le dice que si y Kogoro se encamina en dirección al lugar.
Cuando entra a la cabaña ve a una curandera dentro ésta, Kogoro voltea a ver al fondo de la cabaña a Lizuka que contrabajos puede respirar acostado en la cama.
Lizuka: ¿Quién es usted?
Kogoro: Soy el licenciado Kogoro Katsura.
Lizuka: Ah.. Uno de los criados del perro Himura ¿eh?, Sé todo sobre el no crea.
Kogoro: Entonces si sabe todo también sabrá que no soy un criado, sino el abogado del Sr. HIMURA.
Lizuka: Ah, es lo mismo ¿él lo manda?
Kogoro: No. No vine por mi cuenta, porque... pensé que se trataba de algo importante.
Lizuka: ¿¿Usted sabe quien soy yo??
Kogoro: Bueno... sé que UD hace años anduvo divulgando unos chismes...
Lizuka: ¡¡Chismes?? ¡¡ Battousai!! – entra Battosai - Ahí está el chisme!
Kogoro va a buscar a Shinta y lo encuentra en su casa de San Pedro poco antes de que él salga para su hacienda Campo Real. Kogoro entra a la casa y camina directo al despacho de Shinta toca la puerta y con un "si" del otro lado de la puerta entra y lo ve revisando unos documentos sobre su escritorio.
Kogoro: Se puede.
Shinta: Ah, Kogoro pase – deja los papeles a un lado, toma su saco y le empieza a explicar a Kogoro – Tengo un montón de papeles viejos que no sé si llevármelos o romperlos.
Kogoro: Si quiere déjelos y yo los reviso, ¿ya se va?
Shinta: Si, si ¿desea algo?, Porque ya nos despedimos anoche ¿no?
Kogoro: Si, lo que pasa es que – pausa y continua – es que fui a ver a ese hombre... Lizuka.
Shinta: ¿Porque? - Sorprendido y un tanto incómodo.
Kogoro: Sr. Himura, entiendo que no quiera recordar el asunto... porque ese hombre hablaba mal de UD, pero...
Shinta: Mire, ya que empezó no le dé tantas vueltas... termine de una vez - invita a Kogoro a sentarse, y sigue escuchando.
Kogoro: -sacando una carta- Me ha dado una carta.
Shinta: ¿Para mí?
Kogoro: Sí. Creo que debería leerla.
Shinta: Que me importa lo que diga ese borracho… ¿'amargado?. Yo no tengo la culpa de que su mujer haya...
Kogoro: ¿Quiere que yo la lea? – Kogoro abre la carta sin esperar la respuesta y comienza a leer..
"Con mis ultimas fuerzas te escribo, Shinta Himura.
Es tarde ya para que me cobre en sangre todo el mal que me has hecho... y que le hiciste a ella. Eres rico y feliz... amado y respetado. Mientras que yo, hundido en la miseria, espero la muerte como la única liberación posible. No he de repetirte cuanto te odio. Tú lo sabes. Hubiera querido matarte, pero el que sé esta muriendo soy yo y... no por el alcohol, sino por el rencor que me ha consumido el alma.
Sin embargo,"
Shinta interrumpe, como esperando no escuchar nada más, pero cambia de opinión...
Shinta: Kogoro, por favor... – Kogoro continua...
"Sin embargo, hay algo que jamás te dije antes, y que creo que ya es tiempo que sepas. Hay un muchacho. Tiene 14 años. Nadie se ha ocupado siquiera de bautizarlo. Yo le llamo Kenshin, pero los pescadores le dicen algo más: Battosai el destajador. Bueno aunque es más que eso, es... un verdadero demonio. Poco tiene de humano. Es una fiera... un salvaje. Lo crié en el odio, dando rienda suelta a sus peores instintos. Y ¿sabes porque? por que es tu hijo..."
Shinta mira a Kogoro incrédulo
Shinta: ¡¡Eso es mentira!! .. ¡¡Eso es mentira!! ¡¡Embustero!! ¡¡Cobarde!! ¡¡Si fuera cierto no se hubiera callado hasta ahora!!... ¡¡A ver si se atreve a decírmelo en mi cara!!
Shinta se marcha muy enojado, Kogoro lo sigue
Kogoro: Le aconsejo que lo tome con calma.
Shinta: - saliendo del despacho muy enojado - ¡¡No lo voy a tomar con calma nada!!
Battosai va a Shinta y Kogoro que van caminan por la playa y corra a esconderse detrás de un árbol cercano, mientras tanto los hombres van conversando mientras caminan.
Kogoro: Yo no me escandalizo pero si UD tuvo una aventura con esa Señora, siempre cabe la posibilidad de que haya habido consecuencias.
Shinta: ¿¿Consecuencias??.. ¡Pero si ella no me dijo nada! Y Lizuka, cuando anduvo hablando mal de mí por todo el pueblo... si hubiera tenido un arma de ese tamaño, ¿¿UD. no cree que hubiera gritado a los cuatro vientos que yo tenia un bastardo??
Kogoro: No sé. Tal vez no lo dijo por vergüenza.
Shinta: ¡Vergüenza!... ¡¿Cuál vergüenza?? ¡¿Si no tuvo ningún empacho en decir que su mujer era mi querida??
Kogoro: Sin embargo, las fechas coinciden. Hace poco mas de 15 anos que UD. tuvo esa aventura y... no sé... cabe la posibilidad...
Shinta: ¿Cabe la posibilidad?... Yo no sabia absolutamente nada!...
Battosai los escucha y cuando ellos lo pasan sin darse cuenta de que estaba el ahí hecha a andar detrás de ellos con dirección a la cabaña. Shinta y Kogoro llegan a la cabaña... Kogoro entra primero, seguido por Shinta...
Lizuka: Ah... vaya... el Sr. Shinta Himura en persona... Tápese la nariz si no puede soportar el hedor de la miseria.
Shinta: ¿¿Que son esas mentiras que escribiste en la carta??
Lizuka: No son mentiras... y UD lo sabe muy bien. Nada más mire al muchacho. Vea su cara y se dará cuenta que es igualito a UD.
Shinta: ¡Si fuera cierto me lo hubieras dicho antes! Pero no fue así, ¿¿verdad?? ¡¡Y ahora me sales con esto?? ¡¡Porque habría de creerte??
Lizuka: ¿¿Quieres que te diga porque me lo calle?? Para criarlo a mi modo. Para hacer de EL un asesino en potencia - Lizuka está lleno de odio y de repugnancia por Shinta Himura - ¡¡Y lo logre!! ¡¡Battosai tiene el alma podrida!! ¡Es un sinvergüenza, ladrón y peleonero! ¡¡Si te lo llevas será el peor castigo que puedas tener... y si lo abandonas... será un matón... una escoria que acabara en la horca!!
Shinta parece muy enojado e indignado
Lizuka: ¡¡A mí me da igual lo que decidas... De todos modos... es tuyo... tu hijo!! Tu misma sangre... ¡¡Qué te parece??
Shinta agarra por el cuello a Lizuka, comienza a estrangularlo...
Shinta: ¡¡Estas mintiendo!!... ¡¡Mentira!! ¡¡Eso es mentira!!... ¡¡Mentira!!
Kogoro lo agarra de detrás, puede apenas alejar a Shinta de Lizuka en el momento en que Battosai llega en respuesta a los gritos desesperados de Lizuka.
Kogoro: ¡¡Señor!! Contrólese, ¡¡por favor!!
Battosai entra, Shinta lo mira fijamente, intentando encontrar una semejanza con él
Shinta: - a Battosai - ¡¡Estabas ahí?? ¿Escondido?
Battosai: ¡Estaba afuera!
Shinta: ¡¿Estabas escuchando??
Battosai: ¡No! ¡Estaba ahí!
Shinta: Sí, ¡sí! ¡Pero estabas escuchando lo que estábamos hablando!
Kogoro: ¡Por favor, tranquilícese, Señor! ¡Creo que debemos irnos!
Shinta: Si... Será mejor que nos vayamos de esta pocilga
Shinta sale, Kogoro se queda y habla con Battosai.
Kogoro: Muchacho... si necesitas dinero para darle cristiana sepultura, búscame. Vivo cerca de San Pedro. Solo pregunta por la casa del Licenciado Katsura. Adiós, hijo. - pone su mano en el hombro de Battosai para demostrarle que comprende su pena.
Después Shinta y Kogoro llegan a la casa
Shinta: ¡No es cierto! Ese muchacho es hijo de Lizuka. Lo que pasa es que esa enfermedad y el alcohol lo han enloquecido. Ya me lo hubiera dicho...
Kogoro: ¿Y que piensa hacer?
Shinta: ¿Huh?
Kogoro: Con el muchacho. No creo que Lizuka dure mucho.
Shinta: - después de pensar por un momento - Llévemelo a Campo Real. Solo que por favor, ni una palabra a nadie de esas locuras y disparates de Lizuka.
Kogoro: Ni falta hace que lo diga.
Shinta regresa a Campo Real donde lo esperan su esposa, Joko y su hijo Sanozuke. Shinta le trae a su hijo un reloj como regalo y luego de eso se va a su despacho. Mientras tanto, la esposa de Shinta Joko conversa con su prima Ikumatsu, quien acaba de quedar viuda con dos niñas a su cargo.
Ikumatsu: Mi cuñada, Okon me ofreció pagarles una buena escuela a las niñas,
Pero para eso hay que mandar a las niñas a la Ciudad de México y... yo no quisiera separarme de ellas.
Joko: Estuve pensando y... ya ves que gracias a Dios nosotros tenemos una posición muy holgada. Así que cuando Sanozuke se case, no tendrá necesidad de una dote, mientras que si seria importante que su esposa aportara a la familia un titulo como el que tienen Uds. Tus dos hijas son lindas y seguro que cuando crezcan las dos van a ser unas bellezas... pero para Sanozuke me gustaría mas Kaoru. ¿Tu que dices?
Ikumatsu: Prima... – suspirando -... Nada me daría tanto gusto y no sabes cuanto te lo agradezco.
Joko: así que cuando las niñas crezcan puedes mandar a Tomoe con tu cuñada a México, y por lo que respecta a Kaoru, de mí cuenta corre que las hermanas del convento de San Pedro hagan de ella una digna esposa para mi hijo.
Mientras en la cabaña de Lizuka, Kenshin está al lado del lecho del moribundo que se ve cada vez peor.
Lizuka: ¡Kenshin!
Battosai: ¡Aquí estoy!
Lizuka: Nunca olvides lo que te dije. Shinta Himura deshonro a tu madre. ¡Se aprovecho de ella!. Cuándo seas hombre... ¡lo tienes que matar! ... ¡Mátalo! ... ¡Mátalo!... Por ella... por tu madre...
Lizuka muere
Battosai: - sacudiendo el cuerpo de Lizuka, intentando desesperadamente hacer que él reaccione -
¡¡Señor!!... ¡Papa!... ¡¡Papa!! ¡¡Conteste!!... ¡¡Hable!!... ¡¡Papa!!
Pero ya no puede hacer nada por él, Battosai siente que está solo en el mundo.
En unos días Ikumatsu de Altamira y sus hijas abandonan la hacienda rumbo a su casa en San Pedro. En Campo Real Shinta y Joko discuten por el tipo de educación sobre protectora de la madre a su hijo. Y lejos de ahí en San Pedro, Kogoro habla con Battosai en su casa
Kogoro: Con el Señor Himura nunca te faltara comida... abrigo... ropa. Aprenderás un oficio para ganarte la vida de una manera decente.
Battosai: ¡No quiero!
Kogoro: ¡Es que no puedo creerlo! Otros brincarían de gusto ante semejante oportunidad...
Shinta: ¡¡Que No!!
Kogoro: ¡¡No seas terco!! Vas a una casa con todas las comodidades, donde vivirás como un ser humano. El Señor Himura es muy bueno y quiere ayudarte.
Battosai: ¡No es cierto! ¡No quiero ir con ÉL!
Kogoro: - Kogoro sospecha que Lizuka le ha lavado el cerebro a Kenshin contra de Shinta - ¿Te dijo algo el Señor Lizuka antes de morir? ¿Te previno en contra de Sr. Shinta? -Kenshin se queda callado y Kogoro continua...
Kogoro: ¡¡De todos modos tendrás que ir!! ¡Por las buenas, o por las malas! ¡Así es que mejor acéptalo o te llevaran a la fuerza metido en un saco como un chango salvaje!
Battosai: ¡Si me llevan a la fuerza me voy a escapar!
Kogoro: Y los guardias te atraparan!!.. - Ahora más calmado - Ven.. Vamos a hacer una cosa... Me quedare dos o tres días en Campo Real. Y si no quieres vivir allá cuando regrese para San Pedro te traeré de vuelta conmigo.
Battosai: ¿Porque no me da trabajo aquí en su casa? Puedo limpiar, fregar, hacer los mandados.
Kogoro: Te ocuparas de todo eso cuando volvamos. Pero por el momento tienes que complacer al Señor Himura. Mira... te equivocas al pensar que no es bueno. ¡¡Es bueno!!.. Generoso. Tiene una hermosa casa. Su esposa es una dama bella, distinguida... tienen un hijo más chico que tu. A lo mejor el Señor Himura te quiere para que estés con ÉL, lo acompañes en sus juegos... lo vas a pasar bien, Kenshin, ya veras.
Mientras en Campo Real, Joko le cuenta a Shinta el arreglo al que llegó con su prima Ikumatsu para casar a Sanozuke con Kaoru. Él le dice que es una ridiculez pero a ella no le importa y así pasan los días hasta que Kenshin llega con Kogoro a Campo Real.
Shinta los recibe en su despacho y Kogoro intenta que Kenshin sea menos arisco con Shinta pero este le dice que esta bien, en ese momento entra Sanozuke quien se alegra de que su padre le ha conseguido un amigo para jugar, pero en eso entra Joko y pregunta que esta pasando, Shinta despide a los muchachos y Kogoro se excusa para ir a su habitación.
Joko lo interroga sobre él por que Kenshin esta ahí, Shinta le da excusas pero su esposa no le cree y el arto zanga la conversación y se va enojado.
Pasaron los días y Sanozuke intentaba que Kenshin jugara con el pero Kenshin siempre lo despreciaba. En el despacho de Campo Real se encontraban Shinta y Kogoro hablando de Kenshin el cómo poder darle a Kenshin el apellido Himura sin levantar sospechas y sobre todo sin tener que lidiar con los dramas de Joko, quien sin ellos saberlo escucha la conversación desde afuera y se entera que Kenshin es el bastardo de su esposo.
Así termina el resto de la semana en la cual con mucho esfuerzo de Shinta y Sanozuke Kenshin acepta quedarse en la hacienda con la promesa de algún día llegar a ser capitán.
Pasan unos días. Shinta maneja su hacienda junto con Hanagata, mientras Kenshin y Sanozuke se la pasan corriendo y jugando…
Shinta escribe una carta…
"Si, Estimado Katsura...
En estos días lo he pensado muy bien. Por eso quiero que inicie Usted los trámites necesarios para que Kenshin sea reconocido como mi hijo. No me importa el escándalo ni el enojo de Joko. Pienso que es justo.. Y así quiero que sea.
... Shinta Himura"
Shinta está metiendo la carta en el sobre cuando entra Joko...
Shinta: Esta vez te ha durado mucho la jaqueca.
Joko: ¡Si, pero ha sido por el dolor y la vergüenza! ¡¡Cómo te atreviste a traer a esta casa a tu BASTARDO?? ¡¡Y no trates de negarlo!! ¡¡Oí cuando tu y Katsura hablaban de ÉL!! ¡¡Ese muchacho es TU HIJO!! ¡Tuyo y de alguna de esas perdidas con las que siempre me has engañado! ¿¿De que lugar lo sacaste para traerlo a mi hogar?? ¡¡Cómo te atreviste a dárselo de compañero a mi hijo??
Shinta: - todavía doblaba la carta cuando ella le gritaba, pero ahora la mira - Ya cálmate por favor, ¡Joko!
Joko: ¡No me voy a calmar! ¡Ni tampoco me voy a callar! ¡Que me oigan hasta los sordos! ¡¡No me voy a callar ni lo voy a tolerar!! ¡¡No lo quiero aquí!! ¡¡Sácalo de esta casa o me iré yo con mi hijo!!
Shinta: - aún más irritado - ¡¡No sucederá ni una cosa ni la otra!! - pone la carta en el sobre. ¡Sí! Juan es mi hijo... pero nació mucho antes de que tu y yo nos casáramos.
Joko: ¡Ya estábamos comprometidos!
Shinta: ¡Lo voy a reconocer!... y le daré mi apellido.
Joko: ¡Tu no vas a hacerme esa ofensa!
Shinta: ¡Es lo único que te importa! ¡Tus oropeles, tu imagen de mujer intachable! ¡Que tal si yo dijera que hace años que me niegas los derechos maritales!... ¡¡pretextando enfermedades!... jaquecas??
Joko: No estamos hablando de eso!! ¡¡No estamos hablando de eso!!
Shinta: ¡¡Claro que estamos hablando de eso y de TODO!! - ahora él está todavía más furioso, se levanta y se acerca a ella enseñándole la carta - ¡¡No te voy a hacer caso, Joko!! ¡¡En esta carta están las instrucciones para que Mancera proceda con lo de Juan... y yo mismo se la voy a llevar!!
Joko: ¡¡No, Himura, NO!! - Shinta sale muy deprisa... - Sanozuke entra y pregunta que pasa, Joko dice "nada, hijo..."-
Shinta sale a galope hacia San Pedro ante la mirada de Hanagata y uno de los peones de Campo Real.
En medio de su carrera se golpea la cabeza con una rama y cae mal herido al suelo.
Los peones siguen a su patrón y al encontrarlo tirado en el suelo lo cargan y lo llevan a Campo Real. Donde Kenshin y Sanozuke ven entrar a los trabajadores con un hombre en brazos.
Battosai: Parece que traen un muerto.
Sanozuke: - mira un momento, luego reacciona - ¡¡Es mi Papa!! - comienza a correr - ¡¡Papa!! - Sanozuke corre a reunirse con su madre. Hanagata lleva a Shinta hasta su cama.
Shinta agoniza en su cama, Joko y Sanozuke están a su lado.
Shinta: ¿Sanozuke?... hijo... Yo creo... tu vas a ser el amo de esta casa... Cuida a tu madre... ¡y a Kenshin!... Ayuda a Kenshin... Quiérelo... Quiérelo como a tu hermano... - mueve su mano hacia el bolsillo de su chaqueta - aquí tengo una carta... una carta... - Joko pide un paño mojado para limpiar sus heridas, pero Shinta expira antes de que ella pueda usarlo.
Mientras preparan a Shinta para su entierro, Joko busca la carta que éste había escrito a Katsura para reconocer a Kenshin como su hijo. Al no encontrarla llama a Hanagata para saber si éste la encontró. El capataz le responde que sí y Joko se la pide y le ordena que no le diga a nadie nada sobre ese asunto.
Se celebra el velatorio de Shinta donde están todos los amigos de la familia. Joko se va un momento para buscar a Sanozuke.
Kenshin y Sanozuke están en la habitación de Sanozuke.
Sanozuke: Ahora yo también soy huérfano como tu. Debe ser muy feo no tener Papa. ¿Sabes que me dijo antes de morir?
Battosai: ¿Que?
Sanozuke: Que te cuidara.
Battosai: ¿¿Tú cuidarme a mí?? - muy sarcástico; Joko entra en la habitación.
Joko: Sanozuke... - mirando a Kenshin, le grita - ¡Tú no tienes nada que hacer aquí! ¡Lárgate! ¡¿Has entendido?? ¡¡Fuera de mi casa y no quiero verte nunca más!! – Kenshin se vuelve muy rápido y sale de allí. Sanozuke quiere seguir a Juan para impedirle que se marche, Joko lo detiene - ¡Tu espérate!
Shinta: ¡No, Kenshin! ¡Espera! - a Joko - ¿¿Qué hiciste?? Mi Papa mando...
Joko: Tu Papa no sabía lo que decía... y tu lugar no es aquí, sino en el salón junto a su féretro.
Shinta y Sanozuke se encuentran fuera después de que Sanozuke se haya vestido
Sanozuke: ¡Me voy contigo! Quiero aprender a manejar un bote, y a pescar. Cuando sea grande... voy a ser marino. ¡Y mandare un buque de guerra!
Battosai: Cuando crezcas serás todo eso, pero ahora no.
Sanozuke: Puedo irme y luego regresar. Hasta podemos comprar un barco. Tengo dinero. - esto hace que Kenshin le preste atención.
Battosai: Tienes dinero?? Dinero tuyo??
Sanozuke: ¡Claro! Mucho dinero en mi caja. - Kenshin esta muy interesado - Nos vamos con todo mi dinero... si me esperas hasta la tarde.
Battosai: No te van a dejar.
Sanozuke: Me escapo. Después del entierro de mi Papa nos iremos juntos... Y voy a cuidarte así como ¡¡ÉL me lo pidió!!
Battosai: Bueno... - todavía indeciso.
Sanozuke: ¿Nos vemos después de los funerales?... Allá abajo. Cerca del arroyo.
Battosai: Está bien.
Kenshin y Sanozuke se encuentran en el río
Sanozuke: ¡Kenshin! ¡Kenshin!
Battosai: ¿¿Trajiste la plata??
Sanozuke: ¡aquí esta! Mira, mi Papa cada cumpleaños siempre me regalaba una moneda de oro... algunas de plata... tendremos un bote grande, con vela, y podremos navegar todos los mares.
Hanagata, ya cerca, llama a Sanozuke
Battosai: Te están buscando. - Sanozuke ya había vaciado el contenido de su caja sobre la camisa de Kenshin y éste tiene el dinero, entonces Sanozuke se da cuenta que el no podrá escapar sin lo atrapen a el y a Kenshin por eso decide separase de Kenshin, Sanozuke sale y se deja agarrar por Hanagata este lo pesca y comienza a llama a Kenshin pero este no responde y se va solo con Sanozuke.
Después de que se va Kenshin escapa de ese lugar con el dinero que le dio Sanozuke, para no volver jamás y vivir cerca del mar como a él le gusta.
CONTINUARA...
