By the face se me ocurrió hacer un mundo paralelo entremezclando historias de Vocaloid, donde la protagonista es Rin ^^ Esto será como un Prólogo, según se me vayan ocurriendo las cosas iré subiendo capítulos... ¡YO SOLO SÉ EL FINAL! òvo


En este mundo nos volvemos a ver

No he podido hacerlo, como de costumbre.

¿Cuántas veces van ya?

¿6? Y ni una...

Debo ser una cobarde, no tengo ni la valentía suficiente para matarme. Genial.

Retrocedí del bordillo donde momentos antes estaba, ya no miraba al fondo de aquel vacío que suponía las siete plantas de la azotea del edificio donde vivía.

¿Qué por qué quería quitarme la vida? Fácil, nadie me espera en casa, ni en el trabajo, ni en ningún lugar. No he conocido a nadie interesante en mi vida. Apenas sé de mi familia.

Se podría decir que mi vida es monótona y aburrida.

Oigo críticas a mis espaldas, nadie me aguanta, sea por la razón que sea, inventan rumores a los que yo no hago caso.

Es un infierno.

Me miraba al espejo del ascensor de mi edificio. ¿Qué podría haber hecho yo para tener esta vida? ¿Hice algo malo? Nada más pararse el ascensor me doy la vuelta, se abren las puertas y mientras yo bajo la gente me empuja para subir.

¿Soy invisible para el mundo o el mundo es invisible para mi? ¿Ellos son importantes? ¿Soy yo importante?

Nada para mi tiene sentido.

Salí a la calle, la gente se empujaba para pasar, sin importarle lo cuan molesta podría estar los demás. Son hipócritas, se quejan de sus vidas y por si fuera poco necesitan hacer desgraciados a otros para verse en la gloria.

Miré al cielo. Se estaba poniendo anaranjado, con tonos rosas y amarillos, quizás algo azul.

Nadie le iba poner importancia a eso.

Me vuelven a empujar, no digo nada.

Camino resignada por la misma acera donde todos pasaban cuando quisieran, debía comprar la cena, como todo el mundo a esa hora.

No iba a comer nada especial, mi plato favorito para animarme un poco.

Mi atención se centraba en mis pies hasta que algo parecido a un disparo hizo que levantara la cabeza. Fui la única en quedarme quieta, la gente empezó a huir, a empujarme como de costumbre e incluso a evitarme.

Mientras tanto yo intentaba averiguar a qué se debía tanto escándalo. Me ponía de puntillas y ya, cuando la gente iba huyendo dejándome sola cerca del lugar del hecho.

Me vi a mi misma.

Una niña igual que yo. Con un gorro ruso, una bufanda, asustada, mirando al hombre tan extraño que le apuntaba con una pistola. Muchísimo más alto que ella, con el pelo morado y bastante largo recogido en una coleta.

¿P-Por qué me va a disparar? Me asusté, era yo esa niña, o quizás era igual que yo, pero venga, que no podían matar a una niña. Aunque fuera rusa.

Parpadeé confusa sin saber qué hacer, debía salvarla. No podía morir aquella chica o morirme yo.

Al fin me decidí en ir a ayudarla. Si muero, habré conseguido lo que quería.

Me vi obligada a parar ya que un chico rubio vestido de Papá Noel le quitó la pistola al del pelo morado de una patada. ¿Me había quedado sin oportunidad de morirme ahí mismo?

-¡¿Rin?-gritaron en medio de la calle.

Miré ha todos lados hasta ver que el mismo chico rubio que hace un momento había salvado a la chica estaba a mi lado, mirándome a mi y vestido con un esmoquin.

-¿Eh? ¿Tú no?-miré alternativamente al chico vestido de Papá Noel y al que estaba delante de mí.

Eran exactamente iguales.

-¡No hay tiempo para explicaciones, debes venir conmigo enseguida!-gritó antes de cogerme el brazo y correr conmigo a cuestas. No sabía a donde me llevaba pero me sonaba de haberle visto en alguna parte.

Mi conciencia decía que protestara y escapara de allí pero ¿por qué iba a escapar? Este chico me conoce de algo, ¡por fin le está ocurriendo algo interesante a mi vida! Y me da igual si es peligroso, si muero, lo habré hecho con algo interesante en mente.

El chico solo corrió unas cuantas calles abajo y se metió conmigo en un callejón sin salida poniéndome contra la pared.

-¡¿C-Cómo es que sabes mi nombre? ¿Acaso te multiplicas o algo así?-empecé a gritar pero enseguida me tapó la boca con una mano mirándome a los ojos.

Azules, como los míos.

-¿No te acuerdas de mí? Soy yo, Len, tu hermano gemelo ¿el viaje tuvo que dejarte algo trastocada?-hizo ademán de tocarme la cabeza pero no me dejé.

No iba a dejar que me tocara un extraño.

-Perdona, creo que te confundes. Yo soy hija única y no te conozco de nada y ¡no me toques! ¿Y qué debías explicarme? ¿El por qué una chica es igualita a mi y ha estado a punto de ser asesinada?-fruncí el ceño y me crucé de brazos.

Cosas extrañas que no me tomo a mal. A pesar de todo, esto es solo una confusión pero cambia mi rutina.

Por investigar un poco no me va a pasar nada.

El chico pareció sorprenderse, se separó algo de mí y se rascó la nuca.

-Perder la memoria... ¿Cómo...? A lo mejor no hice bien... Pero... bueno, quizás... –empezó a hablar solo cual loco sacado de una película.

-¿Se puede saber qué haces?-le pregunté algo molesta.

-¿Ah? ¿De verdad que no me recuerdas?-volvió a preguntarme agarrándome de los hombros.

-¡Claro que no te recuerdo porque no te conozco!-espeté molesta.

-B-Bueno... –pasó de estar sorprendido a poner una cara bastante triste.

Era algo extraño. Ponía la misma cara que yo cuando estaba triste.

-Esto... ya nos ha pasado... Encantado de conocerte Rin Kagamine, yo soy Len, tu gemelo. Parece que en todos los mundos nos vemos, hemos tardado pero... En este mundo nos volvemos a ver- me dio la mano y me la estrechó, aunque se quedó algo trabado al ver mi cara.