Hola, antes de empezar quiero que sepan que esto es un YAOI, o mejor dicho un shounen ai, así que si no te gusta, mejor no leas. Segundo, habrá continuación siempre que encuentre la inspiración necesaria para que sea más largo. ¿Ok? Tercero no hay lemmon.
Dedicatoria: A Naru Narusegawa que quería un oneshot de esta pareja.
Summary:
Kai y Rei viven juntos y se la pasan maravillosamente. Sin embargo, un pequeño suceso hará que Kai enfrente la mayor prueba de su vida. ¿Podrá Hiwatari aprender lo referente a la vida hogareña? O será derrotado por… ¿la licuadora? YAOI Kai X Rei
--------------------------------------
Simplemente Celestial
Capítulo 1: Vida de Ensueño
Mis párpados se abren lentamente mostrando las rubíes orbes que durante la noche permanecieron ocultas. Apenas he hecho un movimiento mínimo cuando siento el cálido cuerpo a mi lado aferrarse aún más a mi cintura y acomodar su cabeza en mi espalda. No puedo evitar sonreír al verlo. Sus negros y lacios cabellos se esparcen por la cama. Antes de conocerlo nunca me había topado con alguien como él. Es simplemente celestial.
Lo siento aún no me he presentado. Soy Kai Hiwatari y mi vida es absolutamente perfecta. ¿No me creen? Pues si es así, seguramente es porque nunca han visto a alguien que sea tan terriblemente feliz como yo. El culpable de que todo sea tan maravilloso para mí responde al nombre de Rei Kon. Ese adorable, amable, precioso y sexy chino que desde hace más de cinco años es, única y exclusivamente, mío.
Podría pasar horas contándoles como fue que pasamos de compañeros de equipo a amantes, pero en realidad eso no tiene la más mínima importancia, porque como mi inteligente y tierno gatito siempre dice: "el único tiempo del que debes preocuparte es el presente". Así es, hace cinco años nos volvimos pareja y ese mismo día fui a ver a mi abuelo y renuncié a toda mi herencia, incluyendo el gran imperio que él esperaba que yo administrara.
Gracias a esa decisión, a mi abuelo casi le da un paro cardiaco. Obviamente, él no conoce la verdadera versión de la historia, sólo sabe que estoy enamorado, que desde que me fui he vivido con esa persona que tanto amo y que nunca había sido tan feliz. Él me llama una vez a la semana para saber como estoy, ya que después de que Rei me rogó durante meses que por favor le diera a mi abuelo una segunda oportunidad decidí hacerlo y ahora puedo decir que en verdad lo considero parte de mi familia.
Como parte de nuestro pacto de reconciliación, él tiene prohibido averiguar donde me encuentro, aunque ya le he dicho que lo invitaré pronto a venir. ¿Por qué? Porque quiero que conozca a la persona con la que pronto uniré mi vida para siempre. Sí, escucharon bien. Muy pronto voy a pedirle a Rei que se case conmigo ¡La cara que va a poner mi abuelo cuando se entere! Pero sé que después del susto inicial estará feliz por mí.
Sin mi inmensa fortuna, Rei y yo hemos tenido que trabajar muy duro para salir adelante, pero el esfuerzo ha valido la pena. Dentro de unos días, haremos el último depósito en el banco y la casa en la que hasta ahora hemos vivido será nuestra. Pero sé que siguen pensando que esto no puede ser como yo les estoy diciendo, así que creo que lo mejor es que ustedes mismos lo vean por sí mismos.
El despertador empieza a sonar sacándome de mis pensamientos. Sonrío divertido al ver como mi amado se envuelve aún más en las sábanas, como si esto fuera a detener el tiempo para que él pueda seguir durmiendo. Con cuidado trato de separarme de él, pero él me aferra aún más a él. Lentamente giro mi cuerpo para verle a los ojos.
"Buenos días" me dice con un sensual tono de voz y una analítica mirada que me enciende.
"Buenos días" le respondo al tiempo que atrapo sus labios en los míos y empiezo a acomodarme sobre él.
Sin embargo, de un rápido movimiento consigue que giremos y antes de que me de cuenta, él ya se encuentra sobre mí. ¿Qué puedo decir? Rei siempre ha sido un espíritu libre e imposible de someter y yo simplemente no me quejo. Al principio traté de llevar las riendas de la relación, pero a pesar de que siempre empiezo arriba, termino en la posición contraria. Cada vez que lo intento soy derrotado por la increíble flexibilidad de Kon, y aunque en este aspecto es un punto en mi contra, es una cualidad bastante útil en otros sentidos.
Quince minutos después ya hemos terminado de darnos nuestro primer beso de la mañana. Ahora yo me dispongo a darme una ducha mientras que Rei hace el desayuno. Después de un refrescante baño, me dirijo al comedor a esperar que mi novio traiga nuestra comida.
Se estarán preguntando el motivo por el que no voy a ayudarlo. Pues la verdad es que soy terrible en la cocina. Las pocas veces que he tratado de ayudarle la cocina ha terminado hecha un desastre. Al final logro elaborar algo comestible y ambos terminamos satisfechos, aunque ni siquiera nos tomamos la molestia de probar el desayuno.
Levanto mi vista y veo a mi chico avanzar hacia mí con dos platos en sus manos. Se ve absolutamente adorable. Usa únicamente una camisa que le llega veinticinco centímetros debajo de la cintura. Sus descalzos pies avanzan con gracia y lanzándome una amorosa mirada se sienta frente a mí. Curioso. Nunca había visto que mi gatito anduviese descalzo por la casa.
En completo silencio empezamos a comer, estoy prácticamente a punto de terminar cuando noto que hoy no hay postre. Que raro. Usualmente Rei hace algo delicioso para que yo lo acompañe con mi café. Mi vista está fija en mis alimentos cuando siento una interesante sensación en mi entrepierna.
Siento el pie de Rei avanzar con suaves y rítmicos movimientos a lo largo de mis piernas. Ahora veo porque no traía zapatos. Nuestras miradas ni siquiera se cruzan, pero no es necesario. Ambos sabemos que tenemos la total atención del otro. Después del interesante postre que disfrute mientras tomaba mi café, mi amado chino se pone de pie y se dirige al baño.
De no ser porque él tiene que irse a trabajar temprano no lo pensaría dos veces antes de ir a hacerle compañía. Habiendo terminado de comer empiezo a avanzar hacia la cocina para lavar los platos del desayuno. ¿Acaso creen que soy un inútil? Pues no. Rei y yo somos un equipo. El mejor de todos, sin duda. Yo me encargo de barrer, trapear, lavar los platos y planchar. Mientras que mi novio se encarga de las tareas para las que sin duda soy un fracaso, o sea, cocinar, lavar y hacer las compras.
¿Por qué me miran así? ¿A poco pensaban que Rei iba a hacer todo el quehacer mientras yo me dedicaba a verme bonito? Por supuesto que no. Como ya dije ambos tenemos nuestras tareas asignadas y las cumplimos sin problemas. Ha pasado casi una hora desde que mi chinito se fue y ya lo extraño, pero ahora yo también debo irme al trabajo, ya tendré tiempo de que nos divirtamos en la noche.
El día avanzó rápido y afortunadamente ya puedo irme a mi casa con mi gatito. Pero antes de eso voy a pasar a comprarle algo a la dulcería. Mis ojos pasean entre las diversas golosinas hasta que se posan en unos caros chocolates llenos de rompope. ¿Mencioné que Rei tiene una increíble debilidad por ellos? Pues sí. Con los chocolates en la mano sigo avanzando y mi vista se detiene en una florería.
Sin pensarlo dos veces entro y empiezo a buscarle a mi novio algo especial. Cualquier otro hombre hubiera llegado directo a comprar rosas, pero yo no. En realidad no entiendo ¿Por qué habiendo tantas clases de flores las personas siempre compran rosas? En mi opinión no es más que falta de imaginación y el increíble afán de seguir con el estereotipo que dice que las rosas rojas son señal de amor. En mi opinión cualquier cosa hecha con dedicación y cariño es señal de amor.
Minutos después me encuentro frente a la puerta de mi hogar con una caja de chocolates y un ramo de flores naranjas en una mano, y con mi portafolio en la otra. Totalmente emocionado saco las llaves de mi bolsillo. Estoy seguro que mi amado estará tan feliz cuando vea sus regalos. Sé que son cosas pequeñas. Pero a mi novio le fascinan los pequeños detalles que no tienen razón aparente. Si amas a alguien todo el año, no es necesario esperar una fecha en especial para demostrárselo ¿no?
Abro la puerta con cautela y me adentro en nuestro hogar. Mis ojos viajan a lo largo del lugar en busca del dueño de mi corazón.
"Kai" susurra suavemente una voz que reconozco inmediatamente, pero algo no está bien con ella.
Inmediatamente dirijo mi vista al origen de aquella voz y entonces contemplo a mi lindo nekito. Su largo y lacio cabello está bastante desarreglado. Trae puesta la misma camisa que usaba esta mañana antes de irse al trabajo. El tono de su piel es mucho más claro de lo usual y sus ojitos dorados relucen con tristeza. Una hermosa sonrisa adorna sus labios. Y sus manos se sostienen de la pared como si su cuerpo fuese incapaz de cargar su propio peso.
Sin pensarlo un segundo arrojo las cosas en el primer mueble que se cruza en mi camino y avanzo hacia mi querido Rei. Su preciosa carita denota la alegría que le da verme, pero la falta de color en su rostro me muestra lo terrible que se siente.
"¿Cómo te fue en el trabajo?" cuestiona el chico de ojos color ámbar. En vez de responder a su pregunta llevo mi mano derecha a su frente.
"Estás ardiendo Rei" le digo mientras lo tomo en mis brazos y lo llevo cargando a nuestra habitación.
Una vez ahí, lo acomodo entre las cobijas y me dispongo a llamar a un médico. Mis dedos comienzan a teclear los números e inmediatamente después coloco la bocina en mi oído y dirijo mi atención a mi neko.
"¿Desde cuándo te sientes mal?" le pregunto.
"Hace unas horas" me dice rompiendo el contacto visual.
"¿Por qué no regresaste a casa?" cuestiono mientras tomo asiento a un costado de la cama.
"En realidad sólo estuve dos horas en el trabajo" agrega temiendo una reprimenda de mi parte.
"¿Y por qué no me llamaste?" le digo mientras espero que el médico conteste su teléfono.
"No quería interrumpirte. Sé que tenías una entrevista muy importante hoy" comenta mi neko.
"Por Dios Rei. Nada es más importante que tu salud. Casi me da un infarto cuando llegué y te ví en ese estado. No vuelvas a asustarme así ¿quieres?" agrego afectivamente mientras lo miro con ternura. No tienen idea como lo amo.
"sí" responde débilmente al tiempo que se acerca a mí. En ese momento Kon me arrebata el teléfono de las manos y cuelga.
"¿Por qué hiciste eso?" cuestiono entre molesto y sorprendido.
"Porque no es nada serio. Seguro que mañana estaré mejor. Además recuerda que en unos días tenemos que hacer un pago en el banco, a menos que queramos pagar intereses por el resto de nuestros días. No podemos gastar en médicos y medicinas ahora." Menciona con un tono serio mientras sus ojitos dorados se fijan en mí. ¿Se han dado cuenta lo lindos que son sus ojos?
"Gato tonto. Vas a ver al doctor quieras o no. Y si realmente no tienes nada grave, entonces los medicamentos no serán tan caros, así que no te preocupes. Y aunque lo fueran. Vendería mi alma, con tal de que tu estés mejor" respondo sinceramente, mientras empiezo a pensar ¿Cómo demonios voy a hacer que el dinero nos rinda?
"Gracias" me dice mientras se acuesta nuevamente y cierra sus orbes dejándose vencer por la fatiga.
El doctor acaba de irse y ahora mi adorable nekito está descansando. Por suerte no es nada grave, es sólo cansancio. La verdad no me sorprende. A pesar de que yo le ayudo con las tareas de la casa, él trabaja demasiado, ya que mi trabajo no es tan bien remunerado como el suyo.
No sé si ya lo había comentado, pero soy reportero de un periódico local. Precisamente porque apenas estoy comenzando es que mi salario está tan reducido. Por su parte Rei es un as de las computadoras y trabaja para una importante empresa ayudándolos a resolver problemas con redes y programas. Seguro que pensaron que diría que Rei era algo así como cocinero ¿no? Pues déjenme decirles que independientemente de su excelente habilidad culinaria, él es también una persona increíble cuando de tecnología se trata. Lamentablemente por tener muy poca experiencia, no puede aspirar a un trabajo tan bien remunerado como quisiéramos.
Pero volviendo a nuestro problema el doctor dijo que Rei ha trabajado tanto que su cuerpo perdió una cantidad exagerada de defensas y por ello enfermó. Así que además del reposo absoluto, le recetó una serie de vitaminas que cuestan un ojo de la cara. Obviamente, no voy a comentar los gastos con mi gatito porque entonces seguro que no me dejaría comprarlas. Ahora mi mayor preocupación es que tendré que trabajar por los dos y además darme tiempo para cuidarlo. Pero tal como le dije el día que le pedí que se convirtiera en mi pareja: "por él yo sería capaz de todo". Estoy tratando de mantener la calma, después de todo esto no es el fin del mundo. Y sólo será por unos días.
Dejando a mis pensamientos a un lado me dirijo a hacia la farmacia. Ya con las vitaminas en mi mano regreso a casa, sólo para notar que mi neko no está en su cama. Sin dudarlo un segundo me dirijo al lugar donde seguramente se encuentra: la cocina. Sin hacer ruido me recargo en el marco de la puerta y lo observo empezar a sacar las cosas para la cena.
"¿Qué crees que haces?" le pregunto aunque conozco perfectamente la respuesta.
"¡Kai! Hola" contesta nervioso al tiempo que voltea a verme. Se ve tan tierno cuando está asustado.
"Hola. Vuelve a la cama" ordeno con mi tono de sexy ex capitán. ¿Qué puedo decir? Algunas cosas nunca se olvidan.
"Pero…" trata de reprocharme, aunque sabe perfectamente que no conseguirá nada.
"Tienes tres segundos para volver a acostarte antes de que te lleve yo mismo" sentencio mientras fijo mis rubíes en él. ¿Ya les dije que mi gatito está muy bonito? Creo que sí.
"Por favor Kai…" empieza a decir tratando de formular una excusa coherente.
"3" digo empezando mi cuenta.
"no me va a pasar nada…" continúa diciendo, aunque no le estoy haciendo mucho caso a lo que dice.
"2" continuó diciendo mientras ideo como llevar a mi neko a la cama. Hmm, llevarlo a la cama. Eso sonó tan pervertido y ahora mi mente está creando imágenes que no debería.
"por hacer la…" menciona tratando de obtener mi atención.
"1" digo fingiendo que no le escucho, aunque es más que obvio que nadie puede ignorar a alguien como Rei.
""cena" dice por último mi noviecito.
"Se terminó el tiempo" anuncio al tiempo de lo tomo de la cintura y lo coloco sobre uno de mis hombros. Enseguida mi chino empieza a patalear. Por lo general, Rei es muy centrado y maduro, pero a veces puede ser tan infantil como un niño de cinco años.
"Rei, por lo que más quieras, quédate en cama" suplico al tiempo que lo coloco sobre nuestra cama.
"Pero mi vida, no puedes hacer todos los quehaceres tú sólo." Me dice. Está preocupado por mí. Como siempre. Pero ahora me toca a mí preocuparme por él, no es que no lo haga, sino que ahora tendré que hacerlo aún más.
"Yo me las arreglaré de acuerdo. Ahora quiero que te quedes aquí durmiendo, viendo televisión o admirando el techo, no me importa mientras no te levantes de la cama" le advierto sonriéndole y depositando un suave beso en su frente.
"Se que el doctor dijo que descansara, pero no creo que haya ningún problema si te ayudo después de que vuelva del trabajo." Sugiere mientras yo lo miro con escepticismo al escuchar dichas palabras.
"A decir verdad habrá dos problemas. Número uno: vas a descansar así tenga que obligarte. Y número dos: no vas a ir a trabajar en un buen rato" advierto mientras empiezo a sacar más cobijas del armario.
"Kai no puedo hacer eso. Sabes que me descontarán los días y necesitamos el dinero" me recordó.
"Y yo te necesito a ti así que te quedas." Explico mientras que coloca las cobijas sobre él.
"Pero es que…" replica nuevamente, pero yo lo interrumpo.
"Deja de preocuparte gatito, yo me encargaré de todo ¿De acuerdo?" comento mientras él permanece en silencio.
"¿De acuerdo?" repito mi pregunta.
"Está bien" me responde mi chico de ojos dorados.
Después de dejarlo cómodamente acomodado en la cama, me dirijo al terrible campo de batalla que la mayoría de los mortales llaman cocina. Todo está bien Kai. Tranquilo. Sólo es cosa de usar la estufa al mínimo y nada malo ocurrirá. Es sólo la cena, así que cualquier cosa simple estará bien. Después de pensarlo mucho me decido por comenzar por un licuado. Sí, un licuado es fácil, quizá cuando vea que me quedó bien pueda intentar algo ligeramente más difícil para acompañarlo.
Veamos, sólo es cosa de tomar algo de leche, unos plátanos, meterlos a la licuadora y listo. He visto a Rei cientos de veces y seguro que esto es algo que no puede salir mal. Con cuidado coloco los ingredientes en la licuadora mirando el aparato con desconfianza. Si no supiera que no tiene ojos juraría que me está viendo feo.
"Muy bien licuadora. Podemos hacer esto de la forma fácil o de la difícil. Coopera conmigo y nadie saldrá herido" le digo mientras me dispongo a encenderle. Oh por Dios. ¡Estaba hablando con una licuadora! Esto no puede ser una buena señal. Finalmente presiono el botón de encendido, pero no se enciende. Maldito aparato. Me odia. Con cuidado le quito la tapa tratando de ver si hay algo mal en las aspas, pero aparentemente no, aunque con la leche y los plátanos dentro es difícil saberlo. Dejando el recipiente en su debido lugar sobre la licuadora comienzo a pensar que pudo haber salido mal.
Muy bien. Analicemos esto cuidadosamente. La licuadora funcionaba perfectamente esta mañana, así que no creo que se haya descompuesto. La luz de la cocina está encendida así que no es una falla eléctrica. Paseo mi mirada por la cocina e inmediatamente reconozco el problema. Olvidé conectar la licuadora. Inmediatamente corrijo mi error, lamentablemente olvidé un pequeño detalle.
Voy a darles un consejo. Cuando usen la licuadora nunca dejen aplastado el botón de encendido mientras le quitan la tapa al recipiente y luego deciden conectarla. Es una mala idea. ¿El resultado? Leche desparramada por todo el lugar, pero especialmente sobre mí y la cocina totalmente llena de leche y unos cuantos trozos de plátano.
"No hay problema, sólo es cuestión de intentarlo de nuevo" me digo mientras saco más leche y plátanos y hago otro intento de hacer los licuados. Sigo totalmente lleno de leche, pero al menos y hay licuado. Está bien lo admito. Eso sonó patético. En especial viniendo de mí.
Veamos, ¿Qué más puedo hacer que sea tan simple como para que yo pueda hacerlo? Llegando a la conclusión de que casi cualquier cosa podría terminar mal, decido simple y sencillamente calentar pan en la tostadora. Eso no tiene ninguna ciencia. ¿Cómo podría arruinarse? La verdad, temo recibir una respuesta.
Tomando dos trozos de pan los coloco en la tostadora y ajusto el tostador a una temperatura alta. Me gusta que mi pan esté muy crujiente. Además, no hay forma de que le suceda algo, porque en cuanto esté listo, el pan saltará y yo simplemente lo pondré en mi plato. Me encuentro esperando a que mi cena esté lista cuando escucho sonar el teléfono. En ese instante abandono la cocina y contesto.
La llamada era de Yuriy, lo cual agradezco enormemente, porque tenía muchos deseos de conversar con alguien. Me quedé conversando casi durante una hora, así que ahora ya estoy más tranquilo. ¿Qué ese olor? Inmediatamente corro hacia la cocina sólo para encontrar mi pan quemado.
¿Quieren un consejo sobre las tostadoras? En el momento en que el pan salte, saquen el pan porque, aunque ya no esté funcionando, el interior del tostador continúa caliente. A menos que deseen encontrar algo negro, que en ningún momento parece pan, quemado y pegado al interior del tostador. Desconectando la tostadora, lo pongo de cabeza tratando de sacar los restos de pan quemado.
Pero en ese momento el sonido del timbre me sorprende. Ya se han de imaginar el resultado, pero igual se los voy a decir. Ahora mi tostador yace en pedazos sobre el suelo. Esta va a ser una semana muy larga.
--------------------------------------
Comentarios de la Autora:
Ja ja ja. No estoy segura de donde saqué esto, pero espero que lo hayan disfrutado. Recuerden Kai X Rei por siempre.
Nota: Si tienen alguna experiencia graciosa con algún electrodoméstico no duden en compartirla.
¿Les gustó? ¿Le sigo? Ya me dirán ustedes.
Cuidense.
Addanight.
