Dulce otoño
Caen las hojas como cayeron mis sueños, resbalando ante mis ojos, huyendo de mis dedos, rompiéndose en frágiles mil pedazos imposibles de reparar. Toda la magia se desvanece dejando solo fría oscuridad. Ya no soy esa princesa y tu no eres mi príncipe azul, solo eres una nube de recuerdos que vaga en mi mente cada segundo del di esperando a que vuelvas, como antaño lo hacías, en tu corcel blanco y vivamos felices por siempre, pero solo son sueños rotos y esperanzas frustradas. Una hoja se enreda en mi cabello y después vuela con el viento. Ironías de la vida ¿no?... esta muerta, seca y rota pero igual es libre y sigue su propio rumbo hacia su futuro incierto al que no teme. Solo es una hoja, como miles, seca y opaca por el otoño, pero cuando el viento la levanta parece un rallo de sol, iluminada y lozana… tu recuerdo me atormenta un poco, pero trato de ser como aquella hoja tan brillante como un rallo de sol y justo ahora me dirijo hacia mi futuro incierto…
