Rise of the guardians 2

Capitulo 1: nueva guardian rebelde

El tiempo paso, implacable como siempre los 4 grandes y el nuevo guardián habían salvado a los niños del mundo, guardado sus sueños, sus ilusiones, sus alegrías, las cosas asombrosas; habían detenido a Pitch pero nada les aseguraría que no volvería, las palabras de "mientras el miedo exista, yo existiré" daban vueltas en la cabeza de los 5 guardianes, así como en la del hombre de la luna. Pasaron algunos años desde aquel invierno y el coco estaba listo para volver, se había hecho más fuerte, tenía muchas más pesadillas a su disposición que la última vez, de algo estaba seguro: los poderes de esos 5 engendros no serían suficientes para detenerlo. Tenía razón, el hombre de la luna lo sabía, necesitaba otro guardián, alguien con mucho poder, coraje, valor, pero sobre todo con buen corazón, la idea de quién podría ser por fin se completo, la luna tenía a su nueva guardiana y necesitaba presentarla.

En el polo Norte Santa Claus hacía lo suyo, supervisaba a los yetis y controlaba a los duendes, aun faltaban meses para navidad pero tenía que prepararse. Santa notó un rayo de luz de luna inusual en la plataforma donde se daban las noticias, fue para allá, el mensaje era claro: trae a los guardianes. Norte tomó su celular y le llamo a sus compañeros. Hace un año habían decidido modernizarse y a cada guardián se le entrego un smart phone con aplicaciones únicas. Los chicos atendieron el llamado y se dirigieron al taller de Santa. Todos estaban ahí: el hada de los dientes, el conejo de pascua, Sadman y si, Jack Frost.

-¿Qué pasa Norte?-. Tooth preguntó preocupada, por la expresión de Norte era claro que no los había traído solo para convivir.

-la luna ah elegido un nuevo guardián-. Dijo el guardián del asombro sin rodeos.

-¿Qué? ¿Otro? Ya tuvimos suficientes problemas con Frost-. Dijo el conejo de pascua cruzando los brazos.

-oye gracias-. Comentó Jack Frost un poco molesto por el cometario de Bunnymund.

-ya, ya tranquilos, aprendan a Sandy, el no dice nada-. Norte señalo al hombre de arena que asentía con aire de superioridad, como si fuera el mejor portado.

-pero él no puede decir nada-. Replico conejo.

-ojala fueras como el-. Jack se burló.

-suficiente, otro comentario como ese y juro que te golpeo-. Dijo mordaz conejo.

-uy si, que miedo tengo-. Lo provocó.

-y vas a tener más chiquillo estúpido, cuando termine contigo…-. Empezó a amenazarlo.

-ya cállense los dos-. Ordeno Toothiana.- quiero saber quién es el nuevo guardián.

-el empezó-. Dijeron los dos culpándose.

-Shhh, miren la imagen-. Norte señalo la plataforma, en la que se formaba la imagen de una chica muy bonita, de cabello largo y vestida con hojas; como la imagen era hecha en hielo no se podía notar más.

-¿Quién es esa?-. Preguntó el peliblanco, nunca había visto a alguien así.

-no tengo idea-. Respondió el hada mirando la figura. Los otros tres sabían quién era.

-madre naturaleza-. Murmuró Norte, nunca la conoció en persona pero estaba seguro de que era ella.

-¿Quién?-. Dijo Jack curioso, no había entendido bien.

-madre naturaleza-. Respondió fastidiado conejo.- esa chica hippie que controla las plantas-. Bunnymund era de los pocos que la habían visto y su encuentro no había sido amistoso: fue un día de pascua, se encontraba escondiendo huevos y accidentalmente tropezó y cayó en unos bellos Narcisos; la chica furiosa por esta acción fue a reclamarle, conejo la ignoró y ella en venganza hizo que todos los arboles lo golpearan con sus ramas.

-¡guau! Madre naturaleza-. Comentó sorprendida Tooth.- vamos a conocerla que emoción-. Ella siempre quiso saber quién era, nunca la había visto, de hecho casi nadie la veía, solo de reojo, madre naturaleza era muy escurridiza.

-si, ¡que padre!-. Jack también quería conocerla, tenía entendido que ella manejaba el clima cálido y el siempre quiso hablar con alguien que tuviera poderes similares a los suyos.

-no se emocionen-. Hablo conejo.- esa hippie no es tan linda como parece-. Recordó los golpes.

-ya, ya cálmense-. Ordenó Norte.- es hora de decidir quién va ir por ella y traerla aquí-. Cuando conejo escucho esto arrastro a los tres guardianes originales y les hablo en secreto mientras Jack se distraía con los juguetes.

-yo no iré por ella esta vez-. Les dijo el ser peludo.

-pero siempre vas tú por los nuevos guardianes-. Replico Norte.

-si, pero esta vez no-. Susurro-. Esa chica me odia, no me arriesgare a la ira de los arboles.

-está bien… ¿Sandy?-. Los ojos de los tres seres se posaron en Sadman que solo negó con la cabeza.

-¿Tooth?-. Le preguntó Norte esperanzado.

-ammm me encantaría-. Mintió.- pero tengo trabajo que hacer-. Lo de la ira de los arboles la había espantado.

-¿Por qué no vas tú?-. Le pregunto el conejo a Norte.

-yo estoy ocupado-. Se defendió.- entonces ¿nadie va ir?

-que valla Jack, nunca hace nada-. Propuso conejo.

-por mi está bien-. Lo apoyo Tooth; Sadman subió su pulgar en señal de aprobación.

-bien, esta decidido-. La reunioncita se deshizo y Norte llamo la atención del chico invernal que estaba molestando a los yetis.- Jack muchacho ¿podrías venir?

-claro-. Recargo el cayado en su espalda y se acerco a Santa Claus-. ¿Qué pasa?-. Preguntó despreocupado.

-hemos decidido que tú traigas a Naturaleza-. Le dio unos golpes en su espalda y se alejo.

-¿Qué? ¿Yo? ¿Por qué?-. Caminó detrás de Norte curioso, a él nunca le encargaban nada a menos de que fuera algo horrible.

- para que hagas algo útil por una vez-. Hablo conejo, Jack frunció el ceño.

-no le hagas caso Jack-. Le dijo Tooth.- lo que pasa es que necesitamos a alguien…-. Pensó en cómo convencerlo-. A alguien listo, fuerte, valiente y muy rápido para traer a Naturaleza que es muy escurridiza-. Lo alagó y luego le susurro a su oído.- es por eso que conejo no va a ir por ella-. Jack soltó una risita.

-está bien, yo voy por ella-. El ingenuo Jack acepto.

-¡esa es la actitud!-. Gritó Norte.- escucha, el nombre de madre Naturaleza es Naty, necesitaras esto.- le dio un aparatito.

-¿Qué es esto?-. Agitó la cosita.

-un rastreador, Naty podría estar en cualquier lado del mundo, esto te ayudara a encontrarla-. Empezó a empujarlo a la salida.- bien, te deseo suerte… ¡adiós!-. Le cerró la puerta en la cara.- pobre chico-. Les dijo a los otros.

-naaah se lo merece-. Conejo sonrío malvadamente al imaginarse a Jack ser golpeado por plantas.

-solo espero que Naty este de buen humor-. Comentó Norte.

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En otra parte del mundo, más exactamente en Nueva York, Jack seguía el detector esperando encontrarla, hacía calor lo cual le molestaba; algunas horas después la encontró: estaba sujetaba de la antena de un rascacielos mirando hacia el Central Park, la chica era ligeramente morena de cabello negro ondulado que le llegaba un poco mas debajo de la cintura, estaba usando una minifalda verde fuerte con cuadros, una blusa verde limón de tirantes, botas cafés claro de tacón, pulseras verdes con diseños de hojas y una diadema que le pasaba por la frente (tipo bandita hippie) verde, aparentaba unos 16 o 17 años.

-que lindo me está quedando el parque ¿no Alister?-. Ella estaba hablando con una paloma sin darse cuenta de que estaba siendo observada. La paloma solo hizo "RUUU"-. Gracias Alister, no tienes que alagarme tanto-. Dijo ruborizada; de repente sintió un viento helado detrás de ella: Jack estaba parado en el edificio.- ¡demonios! Más aire helado, estaba segura de haber acabado con todo, no voy a dejar que eso arruine todo mi trabajo-. Pensó molesta y se dio la vuelta, iba a empezar a soplar viento cálido cuando vio a la extraña persona enfrente de ella: un chico alto y delgado, pálido, de ojos azules, tenía el cabello blanco, usaba sudadera aunque hacía calor, traía pantalones cortos y estaba descalzo, nunca había visto a alguien así. Naty se quedo en shock unos segundos, mientras Jack terminaba de observarla: tenía dos enormes ojos cafés oscuros, muy buena figura y en su cuello traía un collar con un dije de corazón aparentemente de oro.

-emm hola-. Jack la saludo nervioso sin saber que mas decir, la gran madre Naturaleza estaba frente a él. Naty sonrío dulcemente mientras caminaba hacia atrás, saludo con la mano o más bien se despidió, pues en ese momento saltó del edificio y se fue volando muy rápido hacia el parque.- ay ¡rayos! Ahora tengo que perseguirla.- se fue volando del rascacielos a toda velocidad queriendo alcanzarla, nadie era más rápido que el ni siquiera Naturaleza así que en unos segundos le dio alcance, ella se esforzaba por perderlo de vista, maniobro entre los arboles esperando que él se estrellara en uno, Jack era muy rápido por lo que ni siquiera le daba tiempo para controlar a las plantas y golpearlo con ellas.- hey espera!-. Le gritó Jack.

-no!-. le contesto y empezó a volar cerca del agua, el se le acercó casi la agarraba pero ella comenzó a lanzarle agua intentando detenerlo, no le sirvió de mucho ,pues cuando casi se acababa el pequeño lago Jack le lanzo agua convertida en hielo y la desequilibró.- ayyyy-. Gritó tantito cuando cayó al césped, se levantó adolorida y se sacudió el hielo; volteo para atrás, el seguía allí, ella trato de correr pero al caer se había lastimado la pierna izquierda por lo que no pudo hacer más que caminar. Jack la había alcanzado, iba a tocarla cuando ella se detuvo en seco y se dio la vuelta.- ¡¿Cuál es tu problema?!-. Le gritó furiosa.

-¿Qué?-. Jack no atino a decir nada más.

-aléjate ¿si? ¡Déjame volar! ¿Que el mundo no es lo bastante grande? ¿Qué tienes amigo? He, he, he ¿peleas conmigo? Guau si ¡que miedote! ¡¿Qué?!-. Naty estaba furiosa, ese chico la había estado siguiendo sin parar, ella ya estaba acostumbrada a que ciertos seres la persiguieran intentando conocerla, pero ese chico estaba completamente loco, nadie la había perseguido por tanto tiempo y mucho menos la habían alcanzado, muchos se rendían en cuanto se metía entre los árboles.

-no tengo ningún problema-. Respondió amablemente sonriendo e encogiéndose de hombros.

-ah ¿ok?-. Dijo confundida no se esperaba esa respuesta tan amable considerando sus gritos.- entonces ¿Qué quieres? ¿Por qué me sigues?-. Se preparo para salir corriendo por si le decía algo malo o por si tenía malas intenciones.

-es que… necesito que vengas conmigo-. Le extendió la mano.

-aja si-. Dijo sarcástica.- ay te ves-. Le dijo y salió corriendo pero unos 10 metros después se cayó debido a su pierna.

- que patético-.pensó burlón al verla en el suelo intentando pararse.- oye ¿necesitas ayuda?-. Llego hasta donde ella estaba.

-¡no! ó a forcejar parándose.- ves, no necesito tu ayuda-. Se paró unos segundos y luego se cayó otra vez.

-si, se nota-. Empezó a reírse.- ven déjame ayudarte-. Quería ser amable con ella ya que sería una nueva guardiana, si no nunca dejaría que le hablaran así. Empezó a levantarla pero ella se negaba a aceptar su ayuda.

-¡no me toques! ¡Basta!-. Lo miró enojada, e hiso que la soltara.- yo puedo sola-. Se sentía impotente, pero de ninguna manera lo demostraría.

-ok, mientras haces eso ¿te molestaría escucharme?-. Ella lo miró enojada matándolo con la vista.- lo tomare como un sí. Bien, mira yo necesito que me acompañes al polo norte para…-. Fue interrumpido.

-y yo necesito que te largues, no me interesa saber para qué quieres que valle al polo ese, no pienso ir-. Ya se había levantado haciendo muecas de dolor.

-¿enserio? No creo que tengas elección-. La agarró fuertemente del brazo frustrando todo intento de escapar, usando su teléfono abrió un portal mágico azul frente a las quejas de la chica.

-suéltame estúpido ¡me lastimas!-. Jack ya hubiera sufrido la ira de los arboles de no haber estado agarrándole el brazo derecho, con ese manejaba las plantas y con el otro controlaba el viento y el agua, dos cosas que no le servían en este momento.- ay! No, de verdad, déjame ir… no, no me metas ahí-. Le suplicó. No quería meterse en ese loco remolino azul, le daba miedo, todo le daba miedo, el chico, el portal, el lugar al que iba, se arrepintió de no haber escuchado la explicación.- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!-. Gritó siendo tragada por el portal junto con ese chico helado.

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-¿Cómo creen que le está yendo a Jack?-. Preguntó Tooth preocupada, no sabía en que estaba pensando cuando dejo que él fuera por Madre Naturaleza, si lo que conejo decía era cierto el bello Jack ahora estaría en serios aprietos.

-yo supongo que bien-. Norte no prestaba mucha atención.

-si, muy bien. Espero que la hippie lo esté golpeando con una rama. No te preocupes Tooth-. Dijo conejo.

-¿creen que la haya encontrado?-. El hada volvió a preguntar, en eso el portal azul se abrió Jack salió caminando tranquilamente y tras él, aterrizo Naturaleza de rodillas.

-la encontró-. Dijo Norte corriendo junto con los otros guardianes hacia donde se encontraba la chica.- ¡miren nada más! Natalia Naturaleza.

-Aaaah?-. Fue lo único que alcanzó a decir antes que dos yetis la agarraran de los brazos.- hey bájenme ¿Qué se creen par de brutos?-. La liberaron y ella cayó al piso.- auch.

-ups lo siento-. Jack camino hacia ella.- mi culpa, tal vez la lastime un poquito-. Dijo avergonzado ayudándola a pararse.- perdón-. Se disculpó con Naty.

-ach-. Torció los ojos.- oigan ¡¿alguien puede decirme quiénes son y que estoy haciendo aquí?!-. Gritó enojada.

-¿de verdad no sabes quienes somos?-. Preguntó el vanidoso conejo.

-no, ahora podrían… alto, yo los conozco-. Empezó a reconocerlos, aunque no como quisieran.- el es el viejo de los anuncios de Navidad, ella es la roba dientes, aquel gordito es el dormilón y el engendro de pascua-. Los señaló a todos-. Al único que no conozco fue al rarito que me trajo aquí.

-¡el que?-. Preguntó conejo ofendido.- no soy un engendro.

-si no eres un engendro ¿entonces que eres?-. Lo desafío, aun estaba enojada por sus narcisos.

-yo soy un…-. Iba a decirle quien era pero fue interrumpido por Jack.

-alto, deja que ella adivine-. Le tapo la boca.- ¿Qué parece Naty?-. Le preguntó Jack.

-ammm, no lo sé… un raro hibrido de liebre, león y sapo-. Dijo insultándolo, aunque de verdad se le había olvidado que animal era.

-¿un qué?…-. Pregunto enojado pero Jack le volvió a cubrir la boca.

-nop, otro intento-. Se río por el comentario.

-ok, es un… no sé, ammm… ¡ya se!, es un canguro-. Lo vio de arriba abajo.- aunque un canguro muy feo-. Jack se soltó a reír y el ojo de conejo empezó a tener un pequeño tic.

-ahora si voy a acabar con esta hippie-. Se abalanzó contra ella corriendo, Naty solo se quitó del camino y Bunnymund se estrello contra una pared.

-que patético-. Dijo Naty agitando la cabeza como si sintiera pena.- ¿siempre es así de torpe?-. Le preguntó a Jack riendo.

-si, siempre-. Se paró juntó a ella.- jeje esta chica me cae bien.

-bien Naty sígueme-. Norte la agarró de la mano pero por el jalón ella cayó al suelo y la arrastro sin que se pudiera levantar.- ¿Qué te pasa?-. Preguntó Santa al ver las muecas de dolor que hacía desde el piso.

-¿Cómo que, qué? Estoy tirada en el piso y me estas arrastrando-. Jack empezó a ayudarla a pararse.

-pero ¿Por qué no te levantas sola?

-pregúntale a él-. Señalo a Jack con su pulgar ya que se encontraba detrás de ella.

-¿Jack?

-es que yo… accidentalmente… hice que se cayera en pleno vuelo y….

-me lastimo la pierna-. La señaló.

-Jack!-. Le gritó Norte.

-fue un accidente-. Se defendió.- además ustedes tienen la culpa-. Los acuso con su dedo.- ellos fueron los que me encargaron traerte aquí-. Le explico a la chica hippie.

-¿así?-. Preguntó enojada.- ¿Por qué?-. Cerró sus dos puños, estaba furiosa, sin una buena explicación todo el lugar acabaría en ruinas.

-pues porque, porque-. Norte tartamudeo.

-¿saben lo que le están costando al mundo? Tengo mucho que hacer, tengo que terminar de descongelar América del norte, detener 2 huracanes que van directo a Cancún/ México y a Venecia/ Italia, parar una erupción volcánica grande en Hawái, evitar un terremoto en la ciudad de México, visitar tres plantas de reciclaje y darles las buenas noches a todos los animales antes del atardecer-. Explicó preocupada por la tierra, sin Naty el mundo colapsaría.

-¡guau! ¿De verdad haces todo eso?-. Preguntó Jack impresionado.

-pues si-. Se agarro el pelo.- hoy es un día tranquilo-. Sonrío calmándose, había días en los que detenía tsunamis, terremotos, huracanes y tornados al mismo tiempo.

-¡guau! Un día tranquilo para mi es no hacer nada más que jugar con la nieve-. Dijo Jack, lo que él hacia comparado con el trabajo de Natalia, era muy fácil.

-que buena vida-. Suspiró la chica.

-si, si como sea, prometo no quitarte mucho tiempo-. Dijo Norte.- música duendes, traigan el libro ¡ahora!-. Norte empezó a gritar cosas, mientras la chica miraba todo eso aturdida.

-hey amigo-. Naty Le hablo a Jack.

-¿Qué?-. Le respondió.

-¿Qué está haciendo ese loco?-. Señalo a Santa Claus.

- está preparando el juramento del guardián.

-¿el qué?... ouh-. Tooth jalo a la chica y la acerco a Norte.

-bien di el juramento del Guardián y serás una guardiana-. Le indicó.

-pero…

-no ay tiempo para preguntas-. Le dijo el conejo de pascua enojado.

-pero…

-Shhh-. Le dijo Norte.- ¿y la música? ¿Dónde está la música?-. Comenzó a aplaudir.

-hey tu chica colibrí-. Le hablo a Tooth.

-¿Qué?

-¿Qué está pasando?

-no ay tiempo para preguntas-. Le dijo y se alejo.

-pero…-. Volvió a preguntar. Segundos después entre toda esa confusión de enanitos y yetis corriendo por todos lados sintió como alguien le tomaba la mano y comenzaba a caminar con ella, Naty decidió caminar junto con la persona que la jalaba, solo quería salir de ese caótico lugar.

-¿a dónde me llevas?-. Le preguntó al chico de cabello blanco delante de ella.

-Shhh, que no noten que te fuiste-. Fue lo único que le dijo hasta llegar a una enorme puerta y entrar a otra habitación, que de hecho era la cocina.- de nada-. Le dijo cerrando la puerta con cuidado.

-yo no te agradecí-. Empezó a cojear alejándose del.

-pues deberías, considerando que te estoy ayudando-. Se acercó a ella por detrás.- solo piénsalo sin mi aun seguirías en aquella habitación-. Señaló la puerta.

-si, y sin ti ahora estaría en el mar Caribe parando un huracán -. Cruzó los brazos; Jack suspiró y jalo una silla para ella y la ayudo a sentarse, pues en su cara se podía notar el dolor de estar parada.- gracias-. Le dijo desconfiada sentándose, no estaba acostumbrada a que fueran amables con ella.- auch-. Se toco la pierna, le dolía demasiado por alguna razón.

-¿te duele mucho verdad?-. Le preguntó el muchacho invernal al ver las muecas de dolor que hacia al tocarse la extremidad. Naty indicó que si con la cabeza.- lo siento-. Se disculpo pues sabía que el tenia la culpa de su condición.- déjame ver tu pierna-. Se la agarró intentando ver si tenía algo malo.

-au, no toques, no toques ¡me duele!-. se quejo apretando los dientes y cerrando con fuerza los ojos, si otro fuera el caso aquel chico hubiera recibido una golpiza por haberla tocado, pero sabía que no tenia malas intenciones.- au, para por favor, ay, me duele mucho-. Le rogó aferrándose a la silla, porque de otra forma lloraría.

-ok-. Retiró sus manos al oír las suplicas; ya sabía porque le dolía, ella tenía un enorme moretón en la parte baja de la pierna, probablemente se lo hizo al caer de tanta altura.- está inflamada… y morada-. Le dijo fingiendo una sonrisa.- pero está bien.

-no sabes mentir-. Observo su miembro dañado.- está muy hinchada.

-solo un poco-. Le dijo y comenzó a alejarse hacia un lugar el fregador, agarró un trapo y metió en él un pedazo de hielo lo que creo con su cayado sin que la madre naturaleza se diera cuenta.- te hará sentir mejor-. Le dijo hincándose y poniéndoselo en el moretón, Naty se estremeció.

- auch, duele-. Se quejó.

-ya se, ya sé, pero es por tu bien, disminuirá la inflamación-. Quería ayudarla, después de todo iba a ser su nueva amiga y era mejor empezar a llevarse bien con ella ahora.

-¿Por qué me ayudas?-. Preguntó ignorando el dolor. El porqué el hacia lo que hacía era una duda muy grande, desde el punto de vista de Natalia el no tenía razones para ayudarla, no eran amigos, no se conocían y ella no se había portado muy bien que digamos.

-¿Qué? -. No entendió lo que quería decir.

-¿Por qué te portas amable conmigo? Ni me conoces-. No era normal para ella tratar con gente así, desinteresada, que ayudaba solo porque si. Jack sonrío irónico ¿es que acaso ella no se daba cuenta que de ahora en adelante serian amigos?

-no se-. Se encogió de hombros.- ¿Qué? ¿Preferirías que me portara mal?-. Continuó frotando el hielo por el moretón

-no, no me malentiendas, es que… yo debería caerte mal, solo piénsalo, te grite, te insulte, te golpee, y estoy siendo malagradecida-. Le dijo apenada.

-lo pase por alto; tus insultos no fueron buenos, tus golpes dan vergüenza, si me molesta que no me des las gracias por ayudarte pero ¿Qué puedo hacer?-. Le dijo haciendo una mueca.- además me caes bien, no estoy seguro porque, pero me agradas-. Continúo con lo que estaba haciendo. Naty le detuvo las manos y se acercó a él.

- gracias-. Le dijo dándole un beso en la mejilla. (No piensen mal, así es como ella le agradecía a todos los animales que se portaban bien).

-emm, de nada-. Se puso un poco rojo por la acción, la chica soltó una risita y el volvió a ponerle el hielo en la pierna.

-oye me gustaría saber a quién le agradezco, no me has dicho tu nombre… yo tampoco me presente formalmente ¿verdad? Pero creo que sabes quién soy ¿Quién eres? ¿Cómo te llamas?-. Le preguntó.

- oh claro, no te lo eh dicho-. Se rascó la nuca avergonzado, había olvidado algo tan básico.- yo soy Jack Frost.

-¡tú! ¡Jack Frost!-. exclamó feliz, si había deseado conocer a alguien ese era Jack Frost, no solo por las cosas maravillosas que todos los espíritus rumoreaban de él, sino mas bien por el hecho de que también podía controlar el clima y siempre quiso hablar con alguien que entendiera todo el peso que tenía encima.- guau!-. Empezó a verlo extrañada.

-¿Qué? ¿Pasa algo malo?-. Le preguntó al ver que ella lo observaba confundida.

-no, nada, es solo que… no eres como yo te imaginaba-. Ella pensaba que el "padre invierno" (como le decían en el Norte de Europa) seria mas paternal, con más edad, tal vez con barba como en las imágenes que había visto de él; de ninguna manera pensó que ese adolescente rarito fuera el gran Jack Frost.

-ni tu tampoco-. Es cierto que nunca nadie había visto con claridad a la gran madre naturaleza, pero todos pensaban que era una señora, tal vez embarazada y toda cubierta de hojas, nunca se imagino que aquella jovencita de minifalda y top de tirantes fuera la encargada del mundo.

-ufff tu también-. Se sintió decepcionada y se golpeo la frente.- es la historia de toda mi vida-. Nadie creía que ella fuera esa chica tan importante.

-¿Cuál?

-esa, todos me creen esa mujer embarazada de treintaitantos años, con pelo verde, ojos verdes, piel verde, vestida de forma horrible o creen que soy un árbol o cosas así-. Se cruzó de brazos.- el hecho de llamarme madre no quiere decir que de verdad tenga hijos-. Frunció el ceño al recordar cuando los humanos la tomaban como su mamá o como un objeto inanimado o peor aun cuando la emparejaban con el padre tiempo.

-ya, ya, no te enojes, mira si te dejaras ver todos cambiarían la imagen que tienen de ti… a propósito ¿Por qué siempre huyes cuando ves a alguien?-. Es lo que le decían todos los espíritus, que nunca la habían visto bien, que era muy rápida y tímida o que era una criatura salvaje y que por eso huía.

-pues, yo soy algo… tímida-. Bajó la vista.- no acostumbro hablar con personas a menos que sea muy necesario y no lo sé… pienso que no soy muy buena haciendo amigos, hasta ahora solo tengo un amigo humano… bueno es mitad ángel pero tu entiendes-. Se sentía bastante apenada.- y, bueno, me cuesta mucho trabajo conversar con alguien.

-¿de verdad?-. No podía creer lo que escuchaba, ella estaba hablando con el muy bien ¿no se daba cuenta?

-sip, soy una completa antisocial-. Se recargo en la silla.- nunca puedo conversar con alguien sin arruinarlo todo.

-pero si estás hablando conmigo ahora-. Se empezó a reír.

-¡ay es verdad!-. Dijo feliz.- y no lo arruine ¿verdad?

-hasta ahora, no-. Sonrío, la chica era más ingenua que el.- la verdad me caes bien, eres bastante gruñona y eso pero también eres encantadora y bastante simpática-. Jalo otra silla y se sentó al lado de ella.

-gracias… creo-. No estaba segura si lo que le había dicho era un cumplido o un insulto. En eso la puerta se abrió de golpe y entraron los 4 guardianes.

-oh ahí están-. Dijo Norte señalándolos.

- los hemos estado buscando por todos lados-. Exclamo conejo cruzado de brazos.

-nos preocuparon-. Hablo Toothiana. Sadman solo asintió con el ceño fruncido.

-vengan los dos para acá, tenemos todo listo para el juramento-. Los empieza a empujar hacia el centro del taller.

-¿juramento?-. Preguntó Naty confundida.

-olvide decírtelo, el juramento para ser guardián-. Le dijo Jack siendo empujado junto con ella.

-¿guardián?-. No entendió lo que quería decir, Norte la subió a un podio, sonaba música ensordecedora.

-ahora repite lo que dice ahí y…-. Una fuerte ráfaga de aire helado interrumpió a Santa, Natalia se había enfadado y estaba empezando a soplar aire muy fuerte derribando todo a su paso.

-¡paren la música!-. Gritó Naty cubriéndose los oídos, aquel ruido le recordaba al sonido de la contaminación auditiva. La música ceso al igual que todo el viento.- ahora ¿alguien podría explicarme qué demonios está pasando?-. Estaba de súper mal humor.

-ya, tranquila hippie-. Le dijo conejo levantándose del suelo.

-no me digas hippie, pequeño fenómeno saltarín-. Furiosa.

- escucha Naty se que estas enojada…-. Tooth intento calmarla.

-cállate chica colibrí-. Le ordeno.

-ya basta tienes que calmarte-. Conejo le gritó.

-no me digas que me calme cara de poni.

-¿me dijo poni?

-da igual, no voy a jurar nada, no voy a guardar nada y no quiero nada de música, solo quiero irme a detener terremotos y olvidarme de todo esto-. Comenzó a cojear a la salida.

-ay que detenerla-. Gritó Norte y todos intentaron bloquearle el paso, no lo lograron y como última medida Sadman le lanzó arena noqueándola con sueño.

-eso no salió bien-. Comentó Jack al ver a la chica tirada en el suelo.- ¿saben? Tal vez debieron explicarle de que se trataba ser guardiana.

-que buena idea!-. Hablo Norte feliz.- ¿no la pudiste decir antes? nos abrías ahorrado muchos problemas-. Lo último lo dijo enojado.

-ya se, que tonto eres-. Conejo lo insultó.

-¿Por qué siempre esperas al último minuto para decir tus útiles sugerencias?-. Le reprocho Tooth.

-a mi ni me culpen-. Dio un paso hacia atrás.- ahora es su problema-. Se alejo de ahí, ya sabía lo que seguía, cada vez que algo salía mal ¿a quién culpaban? A Jack Frost, siempre el tenía que ser la causa de los problemas y salía regañado aunque no tuviera nada que ver.

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Bien esta historia es algo rara, pero se me ocurrió que seria irónico que el padre invierno y la madre naturaleza se conocieran y más si se hicieran amigos o ¿enemigos? No lo sé, la historia está en proceso, la verdad tengo a otro personaje que… como que ya dije mucho ¿no? Tal vez en el último párrafo dijeran "pobre Jack" o "que maldita autora" pero es lo que seguramente pasaría después de que se hizo guardián. En fin me voy y me despido porque mañana voy a la escuela y entro muy temprano, así que si les gustó la historia dejen un rewiev o algo para saber que alguien ah visto este intento de secuela de esa gran película. Sayunara, chao, bye, adiós.