Bueno, este ya lo tenía escrito desde hacia tiempo, solo lo adapte a nuestros personajes favoritos.
Se podrán dar cuenta que el tema es parecido al de otra de mis historias pero solo es el tema "central" por así decirlo, son historias completamente diferentes.

Disclaimer: InuYasha y compañía no son de mi propiedad, son de Rumiko-sensei y hago esto sin fines de lucro.

Disfruten ;3


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Lentas caricias. Sí, eso era lo que sentía. Lentas y provocativas caricias que recorrían su piel semi desnuda.

Un gemido escapo de sus labios y sus manos se cerraron entorno a un pedazo de la suave sabana que estaba bajo ella, al sentir como era presionado aquel botoncito que se escondía tras su braga. Desvió la mirada al escuchar a su acompañante soltar una ligera risa.

—Eres hermosa … -

El sonrojo en sus mejillas se acentuó con mayor intensidad cuando aquellas palabras fueron susurradas y los labios masculinos se dedicaron a esparcir pequeños besos por todo su cuello.
Sentía que con cada segundo que pasaba, su temperatura corporal se elevaba, la respiración se le agitaba y el pulso se le aceleraba.

—Kagome… -

Saboreo el sonido de su nombre al ser pronunciado por él. Un nuevo gemido fue arrebatado desde el fondo de su garganta cuando aquellos dedos traviesos comenzaron a acariciarle con más intensidad, su ya hinchado, botón. Se estaba derritiendo con esas caricias.

Le sintió bajar con un ligero camino de besos, desde su cuello hasta el inicio de sus senos, beso cada una de sus cúspides, dando después una lenta lamida en cada rosado pezón, introdujo el pezón izquierdo a su boca y comenzó a succionarlo como si su vida dependiera de ello.

Se mordió el labio inferior, tratando de ahogar los gemidos que demostraban el inmenso placer que aquella succión le provocaba, si seguía así, pronto se volvería loca.

Sintió como una mano traviesa se colaba bajo la ultima capa de ropa, que, por así decirle, le protegía de quedar totalmente desnuda frente a él. Tenues gemidos escapaban de sus labios conforme sentía suaves caricias en sus tibios labios, le recorrió completa, de arriba abajo, jugueteando de veces con su sensible clítoris.

Se sentía húmeda, deseosa y excitada. Le miro a los ojos y supo que le divertía torturarla. Hacia minutos que había dejado de jugar con sus pechos y ahora se entretenía dándole leves mordidas en el abdomen.

Algo rígido y caliente le acaricio la pierna. Su sonrojo incremento al darse cuenta de que se trataba. Él estaba igual de deseoso que ella. Gimió cuando un dedo se aventuro en su interior, acariciándola con delicadeza, preparándola para el siguiente paso.

—Estas muy húmeda y estrecha –

Cada palabra la hacia avergonzarse cada vez más. De pronto se sintió vacía cuando aquel dedo salió de su interior. Se tenso un poco al darse cuenta que era lo próximo que le esperaba.

—Relájate… nunca te lastimaría –

Asintió ante sus palabras mientras sus labios se vieron atrapados en un voraz beso, le introdujo la lengua a la boca, le incito a un lento jugueteo a la vez que sentía que su braga era retirada y lanzada a la lejanía. Ella no se quería quedar atrás, tenía que dejarle en las mismas condiciones en las que se encontraba. Sin romper el beso desabrochó cada botón de la camisa que le cubría, retirándola, acaricio con las yemas de los dedos los anchos hombros, bajando por los brazos, acariciando con más confianza el pecho masculino, se detuvo por un momento en el cinturón, corto el beso con lentitud, con la respiración un tanto agitada le miro fijamente, a la espera.

Lo que no esperaba era obtener una sonrisa coqueta mientras él retiraba el resto de su ropa. Bajo la mirada lentamente, recorriendo sin prisa el excitante cuerpo de su compañero, sus ojos se agrandaron y su boca literalmente se desencajo al ver la erección frente a ella.

Él río ligeramente y se acomodo entre sus piernas, le beso, pero era distinto al beso anterior, esta vez era un beso tierno y suave, lleno de cariño y algo más. Le sintió frotar la extensión de su miembro contra sus húmedos labios. Corto el beso en busca de aire.

—Te ves realmente hermosa así –

Miro aquellos ojos, eran oro puro, aunque el velo de deseo y excitación que los cubrían en ese momento, los hacían lucir aun más hermosos. Acaricio los labios masculinos con las yemas de sus dedos al tiempo que sintió la punta del miembro presionar contra su entrada. Estaba lista para recibirlo.

—Sesshomaru… -

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¡Pi! ¡Pi! ¡Pi!

Se despertó de un brinco. Estaba sudada y alterada.

Apago la alarma, se toco el rostro y se froto los ojos más se detuvo en seco al recodar de golpe lo que había estado soñando hacia unos segundos. Se sonrojo en demasía.

¿Cómo es que tenía ese tipo de sueños con Sesshomaru?

Se cubrió la cabeza con las sabanas, se sentía avergonzada, él era el chico más popular de su escuela, obviamente no se fijaría en ella y mucho menos tendrían ese tipo de acercamiento.

Suspiro. Tenia que darse una ducha helada, maldijo a su subconsciente por andar soñando ESE tipo de cosas.

A su pesar, solo fue un sueño…

¡Que se quedo en la mejor parte!

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¿Les gusto? ¿No? ¿Querían más?

Yo también :'v

Dejen un lindo review con sus palabras de amor u odio tres