Un cuento antes de dormir.

Hace mucho tiempo, en una tierra lejana existían dos reinos: el reino del Sol y el reino de la Luna, esos reinos eran gobernados por reyes sabios pero muy orgullosos los cuales eran enemigos desde tiempos inmemorables; cada reino tenía un solo heredero, para la tierra del Sol existía un príncipe gallardo con una sonrisa tan hermosa que se decía que cuando sonreía salía el sol, su galanura y su bien formado cuerpo le daban un aire protector, su mirada seria pero a la vez gentil, su cabello pelirrojo alborotado que asimilaba una melena… todo en él era perfecto: valiente, fuerte, elegante y noble como un león, así era el príncipe del reino del Sol; por otro lado el reino de la Luna tenía como heredera a una preciosa princesa, su piel era tan blanca que brillaba como la luna y su cabello azul como el cielo, su belleza divina no tenia comparación, de apariencia frágil y personalidad dulce su trato era suave y amable, su sonrisa podía iluminar el corazón de quien la viera, se decía que no importaba el lugar en el que la princesa estuviera siempre se escuchaban miles de trompetas angelicales tocando una canción solo para ella… todo en ella era perfecto: pequeña, tierna y frágil, así era la princesa del reino de la Luna.

Aquellos príncipes no entendían las razones del por qué existía odio en esa tierra, pero para su desgracia no podían cambiar las cosas, aún no, eran muy jóvenes y el poder que tenían era limitado por lo que lo único que podían hacer era seguir obedeciendo las reglas impuestas por sus padres; todos sabían perfectamente que ni el Sol ni la Luna podía estar juntos, sus desafortunados destinos no estaban conectados, pero lo maravilloso del destino es su naturaleza caprichosa uniendo a aquellos que tal vez nunca deberían estarlo pero que están predestinados a amarse.

Un buen día los herederos se encontraban en un lugar llamado Edén ninguno tenía idea de la existencia del otro fue hasta que el día se ocultaba y la noche salía que los dos príncipes se encontraron, en cuanto sus miradas se cruzaron ninguno de los dos quiso separarse del otro como dicen fue amor a primera vista, se acercaron y al juntar sus manos lo supieron su destino era amarse no odiarse

-Mi princesa se supone que debo odiarte, toda mi vida me han educado para acabar contigo pero no puedo, no podría terminar con este amor tan puro-

-Querido príncipe juro por lo más sagrado que no importa lo que pase no renunciaré a este amor, no renunciaré a ti-

Los príncipes no aceptaban su fatal destino, no querían estar separados por el odio de sus respectivos padres así con un beso sellaron un pacto de amor que no solo los salvaría a ellos sino a sus reinos, después de eso decidieron pasar cada noche amándose en secreto en aquel lugar teniendo a las estrellas del cielo, a la noche y al amanecer como únicos testigos de ese amor profundo y puro.

Los reyes comenzaron a notar algo raro en sus respectivos hijos: la música de la princesa Luna sonaba con más intensidad por sentirse amada y el príncipe Sol sonreía radiantemente cada mañana porque pasaba su vida al lado de su amada, así que mandaron a espiar a los príncipes y descubrieron aquel amor

-Esto es inaceptable, debo terminar con eso, no permitiré traición alguna y menos si se trata de mi hijo, esto debe terminar… ¡GUARDIAS!- una misma orden era emitida por los dos reinos: acabar con el amor impuro de esos jóvenes; ignorando completamente lo que pasaba los príncipes disfrutaban de su amor cuando de repente a lo lejos del Edén se observaban dos ejércitos, uno buscaba matar al príncipe Sol y el otro matar a la princesa Luna, los amantes se levantaron y con horror miraban esa escena

-Debes huir inmediatamente princesa, no dejare que corras riesgo alguno, esta es mi guerra no la tuya-

-No creas que te dejaré solo en esto, si nuestro amor es de verdad podremos contra esto, nunca te abandonaré-

Abrazándose fuertemente el uno del otro decididos a luchar contra esos ejércitos se separaron y antes de comenzar a pelear se miraron una última vez y dijeron:

-Te amo mi princesa-

-Y yo a ti Chitaru-san-

-Chitaru-san-

-Chitaru-san-

-Hey Chitaru despierta-

Una pelirroja comenzó a abrir lentamente sus ojos y frotándoselos con sus manos pudo al fin despertar, buscó rápidamente a la dueña de esa dulce voz y mirando hacia arriba sus preciosos ojos esmeralda encontraron unos hermosos ojos dorados que le sonreían

-Buenos días Chitaru-san o mejor dicho buenas noches por lo que veo tu lectura es bastante interesante- una joven peli azul soltaba una pequeña risa al haber encontrado a su amada en un profundo sueño

-No estaba dormida, solo imaginaba la historia- Namatame Chitaru se encontraba recostada en el enorme sofá e incorporándose rápidamente comenzó a estirarse para reanimarse –además dentro de poco iremos a dormir y estaba buscando la historia para esta noche, no puedo dejar a mi pequeño sin su cuento- Kirigaya Hitsugi quien había dejado ya de ser una niña para convertirse en una mujer y próximamente en madre tomaba asiento en aquel sofá, de la apariencia infantil de la peli azul no quedaba nada ahora solo podía verse a una mujer hermosa que vivía su sueño: estar al lado de su amada Chitaru.

La pelirroja se acercó a Hitsugi y la miró con ternura por fin tenía lo que tanto había deseado: estar al lado de su pequeña Kirigaya, no más venganza, no más asesinatos, no más dolor, no más muerte… solo ellas dos y en unos cuantos meses ellos tres; Chitaru con mucho cuidado se recostó en las piernas de la oji dorada y acercándose a su vientre comenzó a hablar

-Hola allí adentro ¿Cómo estas pequeño? No sabes lo feliz que soy, gracias por existir, tú y tu mami son lo más valioso para mí y créeme siempre los protegeré y amaré… es una promesa- levantó su mirada para encontrarse con el tierno y sonrojado rostro de su amada Hitsugi quien deposito un dulce beso en su pelirroja

- Te amo Chitaru-

-Y yo te amo a ti Hitsugi-

-Bueno y dime qué historia fue la que elegiste-

-Una que se parece a la nuestra, se trata de dos reinos que…-

La felicidad de aquella pareja no podía compararse con nada en el mundo, por fin Hitsugi y Chitaru podían vivir su amor, habían luchado tanto por eso que por fin la vida las recompensaba al formar una familia, aunque hubiesen nacido para odiarse su destino era el amor… y eso era precisamente lo que harían amarse por siempre y para siempre sin miedo a nada.


-Chitaru-san ¿Cómo imaginas que será nuestro hijo?-

-No lo sé, me gustaría que fuera lindo, tierno y adorable como lo eres tú Hitsugi-

-Yo creo que será hermoso, valiente y noble como tú... además tiene a Chitaru-san como mamá eso significa que sin duda será una excelente persona-

-También por ti será una buena persona y un aficionado de los osos de felpa-


Hola de nuevo a todo el fandom de Akuma no Riddle \n_n/ es un placer volver a escribir un fanfic, pido disculpas por haber tardado de más en escribir esto pero algunos problemas me lo impidieron llevándome a un tipo de crisis personal pero he salido de eso victorioso y con muchísimas ideas para escribir. He querido comenzar con estos one-shots tal vez guiado por un ataque masivo de ternura (o de locura), podrían parecer raros ya que la lógica y la biología nos dicen que esto no se puede pero existe una fuerza capaz de todo: la fuerza del Yuri! xD así que les pido una oportunidad, espero de verdad no decepcionar con esta historia… además creo que no soy el único al que le gustaría saber cómo sería la vida de nuestras asesinas favoritas desenvolviéndose como mamás xD

Antes de crear confusiones o algo así quiero aclarar que estas historias son mucho tiempo después de los acontecimientos de la Clase Negra, por lo tanto imaginemos a las chicas un poco más maduras y "diferentes"

Sin más que decir, muchas gracias por leer, los reviews como saben siempre son bien recibidos pues me ayudan a crecer como escritor (además de que ahí pueden expresarse con total libertad)

Saludos, un abrazo y que la fuerza los acompañe /(n_n)/

Legan Hanazono…

PD: en verdad mil perdones por tardar tanto en volver a escribir.