Atenea y Prometeo son parsonajes de la mitología griega.
Inmortalidad
—No pensé que intercambiarías tu mortalidad con Quirón, Prometeo. Es decir, nunca fuiste un titán ambicioso…
Atenea estaba sorprendida con la noticia de la muerte del centauro mencionado. Y todavía más asombrada de saber que quien le permitió morir fue el rebelde Prometeo.
—Quirón sufría demasiado por el veneno de la flecha. Él deseaba morir. Claro, a Zeus no le parece divertido pero, ¿qué le haremos? A tu padre los rebeldes le caemos mal. Solamente deseaba que los seres humanos dejasen de sufrir.
En otro momento, Atenea pudo haberse tomado mal la crítica, pero tenía razón… el padre de los dioses no se caracterizaba precisamente por su prodigalidad.
—Es demasiado cierto lo que dices, para desgracia mía—la deidad de ojos de lechuza dio un suspiro. Prometeo no se esperaba la siguiente pregunta: —¿No crees que la muerte sea un capricho de nosotros los inmortales?
—No sé como responderte eso, sabia Atenea. Si la inmortalidad fuera como la del buen Quirón, probablemente la muerte sería un regalo. Él no podía encontrar ninguna cura a su herida. Al final, los seres humanos tienen una certeza con la muerte. Para ellos la vejez también es sufrimiento.
—Y dices que yo soy sabia, Prometeo. A veces me gustaría experimentar la vejez y la muerte, pero sé lo que soy… ¿te has dado cuenta de la carga que te has impuesto a ti mismo con la inmortalidad? Espero que estés preparado— la diosa sonrió un poco y Prometeo la correspondió. Hasta ahora se daba cuenta del peso de las palabras de la hija de Zeus.
Otro relato corto. Se ve que Atenea es una de mis diosas favoritas, aunque esta vez conversa con el titán Prometeo, sobre la muerte del centauro Quirón. Sabemos que esta conversación es poco probable, pero me gustó a pesar de todo.
