¤ Claim: Garp/Tsuru/Sengoku.
¤ Prompt: Nadie sabe lo que ella piensa.
¤ Palabras: 430.
¤ Advertencia: Spoilers del último arco de One Piece (referencia al 556). ¿Ligeros toques shonen ai?
¤ Notas: La habilidad de Tsuru LOL . Me quedó un tanto extraño (pero como sea, adoro a Tsuru ). Hecho para el Drabblethon de Crack&Roll.


Tsuru, después de haber realizado la orden que le dio Sengoku, se dedicó a colocar las pinzas en los últimos piratas que había tendido, ignorando los reclamos de los mismos. Al terminar, no pudo evitar dirigir su vista hacia el patíbulo, distinguiendo sin problemas las tres siluetas que se encontraban sobre el mismo. Suspiró, negando con un gesto. No era difícil saber quien era el dueño de esa tercera silueta que no debería de estar ahí. Y por eso temía, en parte, lo que fuera a suceder después (o de un momento a otro).

Recordó la reunión que habían tenido los tres horas antes de que esa guerra diera inicio. Recordó como Sengoku había mirado fijamente a Garp en el momento en que relató su plan, esperando alguna reacción del mismo. Recordó la mirada del Vice-Almirante, como se enfrentó a Sengoku, asegurándole que no se metería y que cumpliría las órdenes, como un buen Marín. Pero también recordó su mirada vacía en el momento en que Sengoku le dio la espalda, y cómo le sonrió a ella de manera decaída, intentando ocultar lo que fuera que estuviera pensando.

Tsuru supo, en el momento en que los tres salieron de esa habitación, que la amistad (extraña, con connotaciones de algo más, pero amistad al fin y al cabo) que existía entre los tres se había colocado en la cuerda floja. Porque esa guerra significaba más para ellos de lo que nadie nunca sabría. Porque Garp tenía en juego su lealtad, tanto a la marina como a su familia. Porque Sengoku sabía muy bien eso y le daría a elegir entre ambas, cosa que había estado reprimiendo hacer todo ese tiempo. Y porque ella nunca dijo nada, nunca se puso de parte de alguno en especial, siendo siempre neutral.

Sabía (lo sentía, lo presentía) que llegado el momento, ambos le harían elegir. Cuando Garp se decidiera y se pusiera totalmente de parte de alguna de sus dos lealtades, sería el momento en que Sengoku le haría elegir: entre su amistad y su deber, entre los dos hombres que eran importantes para ella.

Porque ninguno sabía lo que ella en realidad pensaba. Tsuru nunca expresaba sus sentimientos, siempre teniendo aquella expresión indiferente. Pero ya no más. Finalmente había llegado el momento en que tenía que expresarse.

Miró por última vez aquellas siluetas y atrapó a otro pirata, comenzando a lavarlo. Hasta que eso sucediera, ella seguiría haciendo su trabajo, intentando no pensar en el verdadero significado de esa guerra.

Porque esa guerra significaba más de lo que el mundo pudiera llegase a pensar.


¿Review? :3