La historia es creada por mí pero con algunas características del juego online "Elsword"

Los personajes no me pertenecen: son del anime "Osomatsu-san" de Fujio Akatsuka-sensei.


Capítulo 1: Chico nuevo

El autobús se detiene al frente de un instituto bastante reconocido. Un joven con camisa blanca debajo de una chaqueta color cobre, con un escudo al lado derecho, corbata negra y un poco suelta, pantalones negros y zapatos bien lustrados. Baja del transporte y observa como las puertas enormes de color azabache se abren ante él. Aquel instituto se llama "Anyri" encargado de formar jóvenes con habilidades especiales: poderes mágicos, físicos etc. Con variedad de profesiones: alquimistas, herreros, busca tesoros, con diferentes funciones pero con un mismo objetivo: La protección del mundo.

En la entrada esperan al joven y reciben sus maletas. El más pequeño de la entrada, estrecha su mano y lo mira.

-Bienvenido Karamatsu al instituto Anyri, mi nombre es Chibita.

-Oh, mucho gusto Chibita._ responde el saludo con amabilidad.

-Veo que ya llevas el uniforme puesto, muy bien. Sus maletas estarán en la oficina de registro y control. Mientras terminamos el proceso de asignación de dormitorio y mentor. Puede darse una vuelta para conocer el instituto_ ríe_-Ya que es bastante grande.

-De acuerdo_ se aleja tranquilo, no sin antes mencionar_ - si me pierdo me buscan_ ríe y corre ansioso por conocer el lugar.

Caminó por los pasillos, notó una fuente de agua frente a un edificio. Luego volteo a su derecha para encontrarse con un enorme patio entechado. Observo el lugar y cayó en cuenta que muchas chicas lo miraban, murmuraban y señalaban sonrojadas. Aquella atención, no fue sorpresa para Karamatsu, en el instituto dónde provenía siempre fue el más popular. Todo por causa de su personalidad y apariencia. El joven proviene de una familia de elfos. Aunque no fuera el típico chico rubio de ojos azules, su apariencia simple, acuerpado, alto, de ojos color marrón, cabello negro abundante pero bien peinado, ocultando un poco sus orejas. Resaltando el tono de su piel blanca. Y su fisionomía de confianza y seguridad, atraía más a las miradas.

Recorrió gran parte del instituto, pero sin darse cuenta termino en un lugar solo y desconocido, con variedad de pupitres dañados y amontonados. Observó varios autobuses escolares, cerca de un portón grande que daba al exterior. Dándose cuenta que debía ser el garaje del instituto.

-Bueno, este lugar es bastante grande _pensó.

Estaba decidido a devolverse pero un ruido llamo su atención, Miro a su derecha, arriba sobre los altos muros junto al portón y observó a un chico que miraba hacia fuera.

-¿Mm?

-¿Ah? _El chico volteo a verlo y ambos compartieron una expresión confusa.

-¿Vas a escaparte del instituto?_ Fue lo primero que pensó Karamatsu "¿Qué más se puede pensar si solo ves el exterior?"

El chico ríe y le responde con un tono burlo_ -Eso no es asunto tuyo chico raro.

"¿Chico raro? Ni que el fuera tan normal"_ pensó molesto.

En definitiva el más raro de ahí era aquel chico, sino fuera por sus ojos color marrón, su ropa oscura y la extraña marca que tienen en el cuello, como una especie de tatuaje. Se podría perder en la luz por su blancura.

-Bueno_ suspiró sin entender_ - suerte con ello.

Karamatsu le da la espalda y regresa a la entrada.


Cuando llego a la oficina de registro y control aprendió muchas cosas. Primero: Las clases las recibía según los rangos de cada estudiante: C, B, A, S, S+ y S++. En aquella oficina fue marcado como estudiante de rango S y sus clases serán asignadas solamente en el bloque de rango S.

Segundo: los dormitorios se comparten según el género de cada uno, dos chicos o dos chicas en cada dormitorio según el rango también. Y aun, no tenía idea quien sería su compañero de dormitorio.

Y por último se les designan misiones dependiendo de su fuerza y cada año eligen solamente cinco estudiantes de cada rango para ir a una misión causada por el portal de la oscuridad. Esa última parte aun no lo comprende Karamatsu.

El director Dekapan le entrega un documento con su horario y un carnet con sus datos principales junto al rango correspondiente.

-Tienes clases dentro de unos minutos, Karamatsu._ advierte el director.

-De acuerdo, muchas gracias_ hace reverencia y corre lo más rápido que puede.


Llego a la clase, abrió la puerta y todas las miradas se posaron en él.

-Oh bienvenido Karamatsu_ se levanta su profesor Chibita, quien lo ayudó bastante con el papeleo para ingresar.

-Este es su nuevo compañero, espero que se lleven muy bien de ahora en adelante.

-Mucho gusto_ saludan en coro, siguiendo solamente el protocolo.

-Muy bien Karamatsu, puedes sentarte en tu puesto_ le sonrió y le señalo el lugar asignado.

El joven se sentía un poco nervioso, típico de un chico nuevo quien no conoce a nadie. Además las miradas y murmullos de sus compañeros no lo ayudaron mucho. Cuando el profesor comenzó la clase, se sintió un poco más tranquilo. Saco su cuaderno y comenzó a escribir lo más importante. De pronto un golpe hizo saltar a todos, era la puerta de la clase que se abrió con fuerza y cuando todos observaron quien era, lo ignoraron al instante.

-Otra vez llegas tarde Totty_ regaña el profesor

-Si, como sea_ entra y se dirige a su asiento. Pero antes de sentarse observa a Karamatsu que esta detrás de su puesto.

-Oh pero si es el chico raro_ sonríe burlón

El joven suspira y se resigna a responderle. Totty se sienta, saca su smartphone y empieza a chatear.

"Esto va ser un día largo"_ pensó Karamatsu, mientras prestaba atención a su profesor, un ruido lo distrajo_

¿Um?_ dirige su mirada al menor, que le daba la espalda por la posición de su puesto, se percató y pensó_ "¿Se está riendo?"

La clase con Chibita es muy importante, porque explica de forma detallada como se debía armar estrategias en cada batalla. Pero al parecer solo un estudiante le importaba en lo más mínimo, y ese estudiante era el menor, llamado Totty.

Se reía y reía, mientras estaba recostado en su puesto. Al principio no le importo, pero luego se estaba molestando porque su risa lo distraía. Aunque esperaba que sus compañeros dijeran algo, se dio cuenta que no era la primera vez que Totty se comportaba así. Y no tuvo más remedio que aguantarlo en toda la clase.


Cuando sonó la campana, todos los estudiantes salieron en orden, incluso Totty que estaba hablando por celular.

Karamatsu se levantó del puesto, un poco agotado, porque solo pudo comprender la mitad de la clase.

-Karamatsu_ lo llama el profesor Chibita_

-¿Señor?

-Toma_ le entrega un documento_ - Aquí está la dirección de su nuevo dormitorio, cualquier queja o reclamo lo haces directamente conmigo ya que soy el consejero de los estudiantes de rango S_ le sonríe cordialmente.

-Bueno, muchas gracias profe_ estaba un poco entusiasmado, quería llegar pronto a su dormitorio, descargar sus maletas y descansar.

Al salir llega al bloque del dormitorio de rango S. Es un edificio grande, amplio, enrejado y muy limpio, parecía esos departamentos de conjuntos cerrados, con un hermoso jardín en la entrada. Al ingresar en el edificio y a su dormitorio, debía colocar en una plataforma digital su carnet de rango S.

Una vez dentro del edificio empieza a buscar el dormitorio: 405- S. Y pone su carnet sobre un cuadro digital frente a la puerta.

-Increíble, es más amplio de lo que imaginaba.

Las paredes son blancas con combinación gris. El suelo de baldosa fina, decorado con una alfombra negra y un sillón grande de color blanco. A su izquierda tiene dos camarotes de madera blanca y unos cajones debajo de la primera cama. Al lado de esta, dos armarios también de madera blanca. Al frente de la habitación, hay una ventana grande que iluminaba el lugar, decorada con una persiana negra. Frente a ella hay dos mesas amplias de escritorio que ocupa las dos esquinas horizontales de la ventana. En esas mesas hay dos computadores y dos sillas blancas con ruedas negras sobre sus patas. Pero lo que más gracia le dio, es que solamente hay un baño y una ducha. Y no están separadas, sino que hacen parte de un solo baño, claro, muy amplio y limpio. Pero seguía siendo uno.

Decide acostarse en alguna de las dos camas, mira hacia la cama de arriba y ve que la ocupa dos peluches adorables, uno es un oso rosa con traje de doctor, y el otro más grande, es un león muy frondoso y peludo. La cama está muy ordenada al igual que las cosas que había en el lugar. Karamatsu se sonroja mirándolos peluches, quería agarrarlos y abrazarlos, pero tenía miedo de moverlos de su lugar y que el dueño se diera cuenta.

Karamatsu es muy fuerte pero muy débil ante las cosas tiernas, y esto le dio una agradable idea, de que su compañero de dormitorio seria alguien dulce y adorable.

Se sienta sobre la cama de abajo y se acuesta despacio, durmiendo tranquilamente por el buen clima que hacía y el silencio que lo arrullaba.


Despertó y eran las 7:00 am, tenía un poco de frio y no quería levantarse, pero no podía faltar a la clase de "Trabajo en equipo". Se levanta y abre la maleta.

-Tengo que acomodar mis cosas, pero lo hare después _pensó, mientras sacaba una toalla para bañarse-

Aún tenía un poco de sueño, abrió la puerta del baño, la cierra, bosteza y al abrir bien sus ojos se percata de hay un chico en el lavamanos cepillándose. Talvez la escena no hubiera sido tan incómoda, si el joven que estaba ante sus ojos no fuera Totty, además llevaba únicamente unos boxers de color azul, que ajustaba bien en su cuerpo. Hubo un silencio de cinco segundos que fueron eternos para la vergüenza de Karamatsu.

-¡Lo siento! _sale del baño y cierra la puerta a toda prisa. No podía creer tres cosas: Primero que su compañero de dormitorio fuese Totty. Segundo, que haya estado tan distraído como para no escuchar el lavamanos y tercero por un instante pensó que se le veían muy esos boxers azules.

Totty estaba avergonzado en el baño, no es que fuera la primera vez que un chico lo viera de esa forma, pero que haya sido el chico nuevo, el lindo, raro e interesante que vio hoy, le avergonzaba mucho. Y se había levantado sin fijarse que él estaba en la cama de abajo, y para el colmo, no tomó ninguna toalla para cubrirse, todo lo tenía en el cajón de su ropa.

"Cálmate" _ decía a si mismo_ "solamente…Tengo que salir, caminar en boxers hasta el cajón, y sacar mi toalla".

Abre la puerta, camina con cara de que le importa un carajo todo, y mira que el mayor, estaba acostado en su cama dándole la espalda, eso le tranquilizo un poco, pero al mismo tiempo le molestó.

Se cambió y salió del baño vestido.

-Oe, ya desocupe el baño._ le habla con su tono indiferente.

-De acuerdo_ Karamatsu se levanta agarrando su toalla_ - Lo de hace rato, lo siento no fue mi intención.

El menor se sorprende y empieza a reír.

-¿Qué importa? ¿Nunca has visto un chico en boxers?

-Si_ abre la puerta del baño, lo mira y sonríe_ - Pero, no a uno como tú _ cierra la puerta.

Totty dio gracias al cielo, porque Karamatsu no vio su reacción, estaba rojo, bastante rojo, odiaba ser tan blanco porque cualquier sonrojo lo haría delatar de forma obvia.

Continuara…