Harry Potter y los dos cofres
Por: Camila Granger
Capítulo I : Extraños sucesos
Harry:
¡Feliz Cumpleaños!
Espero q' los muggles te estén tratando bien,
aunque si no es así, tu perfectamente podrías
mencionarles a Hocicos cuando te prohiban cosas.
Te tengo una buena noticia: mamá habló con Dumbledore
para ver si podías venir, dijo q' sí!, aunque luego le dijo q'
no usáramos ningún medio mágico para ir a buscarte,
dice q' es por seguridad... q' raro!
Pero no te preocupes porque mi papá se consiguió un
auto muggle, muy normal en sentido muggle sin nada mágico, en
el ministerio.
Te iremos a buscar este jueves 3 de agosto, quieran o no los
muggles a si es q' no te preocupes en contestarme y yo supongo
q' tu querrás venir ¿verdad?. Ok, entonces... ten listas tus cosas
para ese día, ya q' con mi papá no tenemos idea a q' hora
llegaremos a tu casa, así q' porfa estate atento.
Invité también a Hermione a mi casa pero me dijo q' vendría
más adelante, ¡La nombraron prefecta! imagínate como andará
fanática de las reglas y se pondrá más mandona q' nunca!
Bueno... será.
¿sabes? Fred y George ya casi no salen de su habitación, están
muy misteriosos, casi ni hablan con nosotros. Me imagino q' es
por lo de los "Sortilegios Weasley", no tengo idea si, de donde
habrán sacado dinero, si lo perdieron todo en las apuestas con
ese sinvergüenza de Bagman. Prefiero no meterme esta vez.
Oye, supongo q' te habrás preguntado esto: No ha habido ninguna
señal de Quien – tú – sabes, este silencio según mi papá pone
nervioso al ministerio. Creen q' está planeando algún ataque.
Supongo q' ya te aburrí con tantas palabras, no te aburro más,
ni siquiera había escrito tanto en "historia de la magia". Creo q'
es el aburrimiento.
Nos vemos el jueves, q' te vaya bien hasta entonces.
Ron
Pd: Espero q' te guste mi regalo (Fred y George colaboraron en
él), también hay uno de mi mamá.
Espero también q' Errol haya logrado llegar.
Harry abrió entusiasmado un paquete cuadrado envuelto en papel café, en su interior había un hermoso pastel de chocolate con la frase "Felices 15 años" escrito con unas finas líneas de crema, dejó el paquete aun lado aguantándose las ganas de coger un pedazo y tomó el regalo de Ron, era un caja llena de "Sortilegios Weasley": muchas varitas de pega, una bolsita de caramelos longuilinguos y algunos sobrecitos con galletas de canario, también había una cajita de cubitos envueltos en un papel azul brillante: "chicle pega pega". "Ha de ser algún nuevo invento" – pensó Harry. Quien decidió preguntarles a los gemelos de q' se trataba su nueva creación en vez de probarlos en Dudley y contemplar el resultado en cual sería muy gracioso.
Harry ya muy cansado, dejó los obsequios y las tarjetas de sus demás amigos (Hermione, Sirius y Hagrid) sobre la cómoda, se sacó los anteojos y se echó a dormir en un profundo y agradable sueño.
Una hermosa mañana aparecía en Privet Drive, unos tibios rayos de sol penetraban las cortinas del cuarto de Harry, dándole a él en los ojos. Harry despertó, se fregó sus hermosos ojos verdes con los puños por la luz, veía muy borroso, tomó sus anteojos de la mesita de noche y se los puso; luego abrió la boca para dejar escapar un gran bostezo de flojera y se levantó de la cama para ir al baño a darse una ducha. Ya limpio y vestido Harry bajó a la cocina para desayunar. Ahí, como todas las mañanas de verano, estaba Tío Vernon igual que siempre: un hombre muy robusto, con un bigote muy marcado y un rostro sonrojado, enfrascado en su periódico y quejándose de las malas noticias con gruñidos. Tío Vernon al ver a Harry lanzó otro gruñido también de desaprobación. Dudley, mirando como estúpido ("es la única cara que tiene") la televisión con sus pequeños ojos de cerdito mientras comía un gran plato de manzanas picadas con yogurt diet (Dudley aún seguía a dieta, había logrado bajar uno que otro kilo pero seguía muy gordo aún) y tía Petunia el preparaba el café de tío Vernon con los labios fruncidos y de vez en cuando estirando su largo cuello para espiar por la ventana a los vecinos... Sí, era una mañana normal en la casa de los Dursley, y según los Dursley sería mucho más normal si Harry no estuviera ahí.
- Ahí tienes – dijo tía Petunia de mala gana dejando un vaso de leche fría y un plato con un par de tostadas frente a Harry. A él ya no le hacían seguir la dieta con Dudley, ya que al enterarse de que su primo seguía aún el régimen, se acordó de Sirius, al igual que Ron, y les dio un pequeño discurso amenazador (obviamente algo sarcástico) a los Dursley, también aprovechó de pedir que dejaran salir a Hedwig, enviar cartas y poder hacer sus tareas del Hogwarts sin ninguna molestia. Estas vacaciones no habían sido tan terribles hasta ahora según Harry, solo un poco aburridas.
Mientras comían Harry se acordó de la carta de Ron...
- Eh... tío Vernon – tío Vernon respondío con un gruñido – este jueves vendrá mi amigo Ron, ya sabes... de Hog... de... mi colegio e iré a su casa.
Ese comentario hizo que Dudley levantara la cabeza de que estaba sumergida en el segundo plato de manzanas y puso cara de susto.
- ¡NINGUNO DE TUS AMIGOS ANORMALES VOLVERÁ A PONER UN PIE EN ESTA CASA! – vociferó tío Vernon mientras su rostro adquiría un color rojo - ¡NO DESPUÉS DE LO DEL AÑO PASADO!
- Yo lo siento mucho tío pero igual vendrán – Harry dijo esto con una sonrisa maliciosa – vendrán en un auto mug... normal, no destruirán la cocina.
- ¡Pero no quiero que ninguna de esa... esa gente entre a mi casa! – aclaró tío Vernon - ¡solo tocarán el timbre, tú tomarás tus cosas y se irán!
- Vale – respondió Harry que ya había terminado su desayuo y se paró de la mesa para subir a su pieza, fijándose en la estúpida expresión de Dudley entre asustada y nerviosa.
Harry subió la escalera hacia su habitación, ya que no tenía nada más que hacer y terminar con las tareas le daba lata, especialmente con la de pociones "Identificar los 15 venenos más mortales, sus únicos antídotos y los ingredientes de cada uno" , decidió leer el libro que Hermione le había regalado hoy en la noche "Hechizos y Contrahechizos por el profesor Vindictus Viridian", era ese libro que había visto Harry la vez que fue a Diagon Alley con Hagrid, el libro donde salián todo tipo de "venganzas", Harry leyó con mucho interés, al llegar a la madriguera tenía que mostrarle este libro a Ron. Para estar prevenidos contra Malfoy este año y los siguientes. Había todo tipo de hechizos, algunos que Harry ya sabía como el de piernas de gelatina, pero otros completamente nuevos como el de: ojos turnios, el de eructar sin parar o el de nariz moquienta.
Un día antes de que Ron pasara por él, Harry decidió terminar con los deberes para no estar ocupado en casa de su amigo, logró hacerlo aunque costó mucho encontrar uno de los antídotos. Solo le faltaba la tarea de Astronomía que tendría que hacer con luna llena la cual no aparecería hasta dos semanas más.
Harry terminó muy de noche de arreglar sus cosas para el otro día, dejando solo las cosas que necesitaría para mañana. Luego se acostó costándole nada conciliar el sueño por el agotamiento...
TUUUUUUU TUUUUUUUU – TUUUUUUUUU TUUUUUUUUUU!!!!!!!!!!
Harry despertó de golpe, ¿¡qué demonios hacía tanto ruido!?, Harry tomó sus anteojos y se levantó de la cama; al mirar por la ventana sus dudas quedaron resueltas: afuera, a las 9 de la mañana, el Señor Weasley y Ron esperando en pequeño auto blanco.
Harry se vistió lo más rápido que pudo y salió de la casa, sin cerrar la puerta.
- ¡Eh, Ron! – le llamó Harry-
- ¡Hola Harry! – respondió Ron - ¡Papá despierta, Harry ya salió! – El señor Weasley estaba durmiendo en el asiento del chofer, al escuchar el llamado de Ron se despertó de un sobresalto.
- Ah?... mmmmm... ¿Qué? – murmuro el señor Weasley – Ah... hola Harry!
- Hola Sr. Weasley... ¿Cómo es que llegaron tan temprano?
- Este... bueno, pasa que no sabíamos cuanto tiempo nos tomaría llegar, a si es que salimos de la casa a las cinco de la mañana, creo que exageramos un poco. – le respondió Ron – creíamos que eran mas de... – miró el reloj – cuatro horas de viaje.
- Bueno Harry, mejor así, ve a buscar tus cosas y vámonos, ve y ayúdale hijo.
- Sí, papá
Los chicos entraron a la casa directo a la habitación de Harry, en el trayecto de vuelta se encontraron con Dudley en la escalera, que al ver a los dos amigos, se apreto su enorme trasero con sus gordas manos y subió corriendo las escaleras sin antes dar un gran tropezón con un escalón cayéndose de hocico al piso. Harry y Ron tuvieron que aguantarse la risa o tirarían el baúl y la jaula de Hedwig al suelo (que en ese momento estaba en busca de ratones quien sabe donde).
Salieron de la casa, guardaron el equipaje en el portamaletas, subieron al auto y se pusieron en marcha hacia "la madriguera".
- ¿Cómo lo has pasado Harry? – preguntó el señor Weasley.
- Mmmmm... bien en lo que se puede con los Dursley, este verano no estuvieron tan terribles – dijo Harry guiñandole un ojo a Ron.
- Ya veo – dijo el señor Weasley que siguió manejando sin tomar atención a la conversación de los chicos.
- En la carta me dijiste que no ha habido asesinatos o desapariciones ¿verdad?
- No, nada. Mi papá dice que el ministerio se pone nervioso con eso, ya que los mortífagos podrían estar planeando un nuevo golpe.
- Mmmm... hablando del ministerio... ¿cómo está Percy? ¿cómo reaccionó con la muerte del señor Crounch?
- Eh... al principio estaba muy deprimido. Nos mencionaba todos los grandes actos del Sr. Crounch durante su vida – Ron dio un suspiro – "...El señor Crounch hizo esto, el señor Crouch hizo aquello..." ¡nos tenía locos! Pero hace dos semanas llegó una noticia que se convirtió en nuestra peor pesadilla (refiriéndose a mí y a mis hermanos) y a uno de los grandes sueños de Percy... ¡Lo nombraron director de su departamento!, ahora anda enfrascado en libros de idiomas. Ahora el muy "sabio" cada vez que nos reunimos a comer nos habla o a gritos o a gruñidos o a gemidos, que según el es troll, sirenio o duendigonza... uff!
¡Por favor Harry no menciones nada sobre el ministerio delante de él! – le rogó Ron en tono desesperado.
- Vale, no te preocupes, no diré nada – Ron dio un suspiro de alivio.
El resto del viaje se la pasaron hablando de quidditch, el deporte que todo el mundo mágico seguía y el mejor deporte del mundo según Harry. Ron estaba muy entusiasmado ya que los Chudley Cannons habían logrado ubicarse en la séptima posición en la tabla y también había escuchado que Oliver Wood, el ex capitán del equipo de quidditch de Gryffindor, de ahora en adelante iba a jugar de titular en su equipo, ya no estaría en la banca. Luego el viaje siguió muy silencioso hasta que el señor Weasley rompió el silencio al llegar a una ciudad en el camino...
- Esto es fascinante!, mira Ron esos carteles que cambian de imagen, usan elecricidad ("electricidad Sr. Weasley") según he escuchado y mira que chistoso esas cosas altas con lucecitas de colores! – exclamaba el señor Weasley muy emocionado.
- ¡¡Señor Weasley deténgase!! – grito Harry y el auto paró de golpe haciendo que Ron se golpeara la cabeza con el asiento delantero.
- Ouch! Harry, ¿Por qué le dijiste que detuviera? – dijo molesto sobándose la cabeza.
- Es que el semáforo, esas cosas altas que cambian se color – explicó Harry al ver la cara de incomprensión de Ron – está en luz roja.
- ¿Y? – preguntó sin entender
- Que cuando un semáforo tiene la luz en rojo, significa alto. Es un método Muggle para dirigir el tránsito. ¿ve señor Weasley? el semáforo cambio a luz verde, eso significa que siga.
- ¡¡Fascinante!! – dijo el señor Weasley como incrédulo.- Los muggles se las arreglan muy bien sin magia!!
Harry ya tenía mucha hambre, no había tomado desayuno, ya llevaban más de tres horas de viaje cuando el señor Weasley les avisó:
- Chicos... estamos por llegar – el señor Weasley dobló hacia la derecha y entró a un camino de tierra, rodeado de campo, doblaron en un montón de desviaciones, que ya a Harry le pareció imposible tratar de recordar el camino, Harry abrió la ventana del auto y sacó la cabeza por la ventana para tomar un poco de aire fresco, ya que se había mareado con tanta vuelta, cuando atrás de unos árboles, divisó "la madriguera". Seguía igual que siempre, enorme, con todas esas chimeneas y pisos agregados sostenidos con magia (al menos Harry así lo creía), un jardín cubierto de maleza y una pequeña huerta, por ahí se podián ver algunos gnomos de jardín corriendo entre las plantas.
La señora Weasley, una mujer rechoncha, bajita pero muy bondadosa y simpática, alimentaba a las gallinas en el jardín, al ver llegar el auto se sacudió las manos para tirar los últimos granos de maíz y se dirigió hacia el auto, besó a su marido en la mejilla que ya había bajado del auto y luego se acercó a los chicos para hacer los mismo.
- Harry, querido – dijo cariñosamente – qué gusto que estés aquí!, no los esperaba tan pronto.
- Hola señora Weasley, gracias – respondió Harry algo avergonzado por el gran abrazo.
- Ron, hijo, ¿por qué no ayudas a Harry a llevar sus cosas? – le preguntó su madre.
- Ok, mamá.- dijo ayudando a Harry a sacar su equipaje del portamaleta.
Llevaron el baúl hacia la pieza de Ron de la misma forma que lo habían hecho en Privet Drive, uno de cada lado, pasaron por la cocina y subieron la escalera hasta llegar a una puerta que decía igual que el año pasado: "Cuarto de Ronald", entraron y tiraron el baúl al piso bruscamente por el peso. La habitación seguía igual de como Harry la había conocido: llena de posters, volantes y otras cosas de los Chudley Cannons, solo había una pequeña diferencia, en la mesita de noche de Ron había una foto en un marco naranjo de él con sus mejores amigos, Harry y Hermione. Al parecer la habían sacado de sorpresa ya que ninguno de los tres estaba posando.
- La tomó Percy... – dijo Ron que vio que Harry miraba la foto – ...después de la segunda prueba del torneo. ¿Ves? estamos mojados.
- Sí... – ese era el momento en que a Harry le estaban a punto de entregar los puntajes de la prueba.Contemplaba la foto donde la gente se movía e iba y salía del marco. Se fijo también que la imagen de Ron que de vez en cuando miraba sin mucho gusto a Krum que estaba en una esquina del la foto.
- Y... ¿qué quieres hacer? – preguntó Ron
- Mmmmm, no lo sé – derrepente Harry le sonó el estómago, Ron lo miró con risa, Harry se sonrojó - ¿no quieres algo de comer?
- Sí, porfa! – dijo desesperado.
Bajaron hacia la cocina donde estaba una pecosa y menuda pelirroja, que tomaba un vaso de agua. Al ver a Harry se sonrojó levemente y tiró el resto de agua al lava vajillas.
- Ho... hola Harry – dijo la pelirroja algo menos sonrojada.
- Hola Ginny – le saludó Harry.
- Yo los dejo – dijo Ginny saliendo de la cocina con la cabeza mirando al piso.
- Creo que alguien se puso nerviosa...- se burló Ron con una sonrisa, Harry lo miró serio- ya... no te enojes, era una bromita. ¿qué quieres de comer?
- Cualquier cosa que sea comestible – dijo Harry que tomaba un trozo de pastel que Ron le entregaba.
- Mmmm, e'to 'ta mu' weno – bramó Harry.
- "Osvio" si mi mamá lo hizo pues.
- E' cierto.- afirmó
Ron y Harry se pasaron la primera semana paseando por los alrededores de la casa o jugando quidditch cuando por algunas horas los gemelos decidían salir de su habitación a respirar o relajarse un rato. Ya a una semana de que Harry estuviera con los Weasley, durante el desayuno 5 lechuzas de distintos colores entraron por la ventana de la cocina, cada una con una carta.
Era la carta de Hogwarts, con la dirección exacta de su destinatario y su acostumbrado escudo: una Gran "H" rodeada de los animales correspondientes a cada casa y el sello de cera color púrpura.
Harry abrió la carta como todos los demás:
Estimado Señor Potter:
Le recordamos que el día 1 de septiembre
se iniciará un nuevo año escolar, el tren a
Hogwarts saldrá desde la estación King's Cross
desde el andén 9 ¾ a las 11:00 horas. También
le recordamos que los alumnos de tercero en
adelante están autorizados para ir en determinados
fines de semana a Hogsmeade.
Adjunto a la nota viene la lista de últiles que
necesitará este año y el boleto para el tren.
Saluda Atentamente
Profesora Minerva McGonagall
Subdirectora.
Harry desdobló la carta adjunta donde aparecía la lista de los textos que necesitaría este curso y algunos otros objetos como un nuevo caldero, este más grande y...
- Ron! este año también tenemos que llevar una túnica de gala – le dijo Harry que esperaba una reacción no muy contenta de parte de Ron, y no se equivocó...
- Si, ya me fije – dijo sin ganas
- Oh! a Ronnie le da vergüenza usar su túnica? – comentó Fred burlón.
- Cállate ¿si? – respondió más molesto aún.
- Vamos Ron! no puede ser tan malo, quizás este año tengas alguna sorpresa ¿verdad chicos? – dijo Harry mirando a Fred y George
- Ah?... ah... sí, sí, una gran sorpresa – añadió George, guiñandole un ojo a Harry.
- ¿De que hablan ustedes, eh? – preguntó Ron
- ¿Nosotros?
- No si yo – dijo Ron – obvio que ustedes!
- Nada, nada, nadita.
- Y... Ron ¿cuándo va a venir Hermione? – preguntó Harry, Ron pareció recuperar el ánimo
- Mmmmm, no sé, dijo que vendría pero no sé cuando. Parece que iba a salir de vacaciones con sus padres al extranjero o algo así.
- Cierto!, dijo que iría a...a... no me acuerdo. – agregó Harry
No hablaron más y se fueron a las jugar quidditch con los gemelos a unas colinas cercanas para que ningún muggle los viera volando y como siempre tuvieron que jugar con manzanas o naranjas en vez de quaffles, bludgers o una snitch para que si se escapaban, no armar ningún lío y se iban turnando usar la Saeta de Fuego de Harry. Harry y Ron estuvieron discutiendo sobre el equipo de quidditch ya que como Oliver Wood ya no pertenecía al equipo porque se había graduado, Ron había pensado entrar en el equipo y contaba con el apoyo de Harry y sus hermanos ya que no estaría nada mal tres Weasley en el equipo...
- Ron tienes que aprovechar! – le decía Fred
- Si, Ronnie ¡Poder de los Weasley en el equipo! – agregó George
- Además tu juegas muy bien quidditch – le animaba Harry.
- Y además... con esas manos que tienes nadie podría echar ninguna quaffle a los aros – se burló George
- Oye!
- Era un comentario, sorry
- Si... bueno, por mientras practiquemos. – y así lo hacían, los gemelos ya habían terminado sus asuntos según ellos, y tenían todo el tiempo del mundo para pasarlo bien y aprovechar al máximo su último año con ellos. Que como se sabe, ellos planean tener su propia tienda de bromas al salir de Hogwarts, aunque fueran contra los deseos de su mamá, ella quería que trabajaran en el ministerio como Percy.
La tarde fue avanzando rápidamente, o tal vez se pasó tan rápido ya que se la pasaron muy bien, y como se dice que el tiempo se pasa volando cuando uno
se dirvierte, no tuvieron niguna duda al respecto. A medida que se oscurecía se les hacía cada vez más difícil ver, entonces decidieron bajar a la casa. Muy cansados, solo con mucha hambre y ganas de dormir los chicos entraron a la cocina. Una muy grata sorpresa los esperaba, una chica de pelo café claro muy enmarañado y ojos castaños pero con una sonrisa muy linda que existía en ellla desde el curso pasado:
- ¡Hermione! – dijo Ron con una sonrisa
- Holas – saludó la chica con otra sonrisa, esta vez muy hermosa, la reducción en los dientes de Hermione ya era muy evidente. Todos la saludaron.
- ¿Cuándo llegaste? – preguntó Harry.
- En la tarde – respondió ella – Ginny me dijo que estaban jugando y preferí esperarlos aquí.
- Bueno chicos, nos alegramos por este feliz encuentro pero... – decía Fred
- ...El deber nos llama! – continuó George, luego se fueron hacia su habitanción depidiendose de los tres amigos.
Era muy agradable estar ahí los tres conversando como lo hacían en Hogwarts, con tantas ganas como no lo habían hecho hace tiempo, recordando años pasados, hablando sobre sus actividades durante el verano, Hermione les contó que había ido a Bulgaria a visitar a Viktor por un tiempo lo que causó una expresión de desagrado de Ron que al menos solo Harry notó, el año pasado el curso anterior a Ron no le había agradado mucho Krum, Harry se preguntaba por qué, ya que el pelirrojo admiraba mucho al famoso buscador de la selección Búlgara de quidditch, al menos eso fue en el mundial, Viktor seguiría escribiéndole a Hermione y ella haría lo mismo, se la había pasado muy bien y él le dijo que como ya había terminado Durmstrang podría ir a visitarla durante el año, Hermione contaba esto con el rostro tan colorado como si hubiera estado corriendo toda la tarde.
- Ron me dijo que te hicieron prefecta – comentó Harry
- Sí – respondió emocionada y algo menos sonrojada – me llegó una carta de la Profesora McGonagall en julio, "Por mi buen rendimiento" – dijo orgullosa
- Era obvio – dijo Ron como si nada – hubiera sido algo muy raro si no te hubieran nombrado prefecta, pero... porfa Hermi! Qué no se te suba a la cabeza, como a Percy!
- ¿Desde cuándo me dices Hermi, eh? – preguntó ella
- No lo sé, se me ocurrió – dijo ruborisándose
- Bueno don't worry, no pienso actuar como Percy – dijo decidida – sería muy... aburrido, Ronnie.
- ¿Y si te toca quitarle puntos a Gryffindor? – preguntó Harry
- ¡No había pensado en eso! – exclamó preocupada, Ron ponía una expresión igual a la de Hermione – chicos please, no se metan en tonteras o no me perdonaría quitarle puntos a Gryffindor.
- Trataremos – dijeron los dos.
- ¿Y... hicieron sus deberes? – preguntó Hermione esperando una respuesta negativa de los dos. Hermione puso cara muy sorprendida cuando los chicos le respondieron lo contrario de lo que ella pensaba.
- Piensas que seguimos siendo esos chicos inmaduros e irresponsables de antes, eh? – preguntó Ron con el seño fruncido.
- Sí, lo admito. Me sorprendió mucho lo que me dijeron. – dijo la chica.
- Solo nos falta la de astronomía, pero supongo que a ti también te falta esa – dijo Harry dirigiéndose a Hermione.
- Eh...- Hermione no quería admirtirlo pero tampoco la había hecho, se avergonzó mucho de no haber aprovechado la primera luna llena del verano para hacer la tarea... – tampoco la he hecho – contestó al final, viendo la expresión maliciosa en el rostro de Ron y Harry.- pero la próxima semana hay luna llena. – se apresuró a decir.
- Sí, podriamos ir a las colinas a hacer la tarea, ahí hay menos luz y necesitamos la menos luz posible – dijo Ron - ¡Como espera la profesora Sinistra que reconozcamos todas las estrellas que no se ven con luna llena!
- Ay, Ron! solo tienes que revisar tu mapa astrológico - le aclaró Hermione
- Hermione... son chorrocientos millones y más millones de estrellas
- Solo tienes que tener paciencia
- Pero yo no la tengo
- No si ya me di cuenta
- Y tu tampoco la tienes
- Si no tuviera paciencia no te estaria explicando!!
- Pero si tuvieras paciencia no estarías gritando
- Pero...!!
- ¿!!Quieren dejar de discutir!!? – Exclamó Harry algo desesperado, esos dos no podían estar ni un día sin pelear! – pensó. Parten con una conversación tan simple y tranquila que termina en puros gritos sin sentido. Afortunadamente los dos peleadores le hicieron caso a Harry y no discutieron más, aunque se lanzaban unas miradas muy desagradables. Harry prefirió no llamarles la atención. No quería meterse en la pelea.
- Yo me voy a dormir – dijo Hermione que se puso de pie bruscamente – buenas noches, Harry. – se fue mirando con los ojos entrecerrados a Ron, él la seguía con la mirada con la misma expresión.
- ¿Ustedes no pueden estar ni un día juntos sin pelear, verdad? – le preguntó Harry a Ron.
- ¡Ella empezó!
- Okis... como sea. – Ron lo quedó mirando feo, pero él no lo tomó en cuenta, tenía mucho sueño para discutir, subió al dormitorio de Ron seguido por él mismo. Se pusieron el pijama y se acostaron en sus respectivas camas.
- Buenas noches, Harry
- Igual tú
Se durmieron sin ningun problema, estaban muy cansados y ya era muy tarde, la conversación con Hermione se había extendido hasta más allá de las 1 de la mañana.
Esa semana pasó muy rápido, Hermione y Ron habían hecho las pases como siempre lo hacían después de una pelea. Se habían puesto de acuerdo que esas discusiones no llevaban a nada y que eran solo tonterías. "Al menos están de acuerdo en alguna cosa" – pensó Harry.
Con la familia Weasley se habían puesto de acuerdo una mañana para ir este fin de semana al callejón Diagon, el único lugar en Inglaterra (aparte de Hogsmeade) donde se podían encontrar todo lo que una bruja o un mago necesite: túnicas, mascotas, ingredientes para pociones, libros de textos del mundo mágico, y un sin fin de otras cosas. Los chicos tendrían que comprar sus nuevos libros y algunas otras cosas, pero eso no sería hasta el sábado siguiente.
Ya habia llegado el jueves, hace dos semanas que Harry se encontraba con Ron y ese mismo día habría luna llena, "ya era hora" – decía Hermione. Esa noche los tres salieron de la casa hacia las colinas, como los chicos aún no podían usar magia durante el verano, llevaban cada uno en su mano una linterna (de las de vela, ya que las linternas con pilas son considerados un objeto muggle)
Los chicos subían la colina algo somnolientos, la brisa fresca de la noche y el agradable olor a bosque los mantenían algo más despiertos, se escuchaba el "cri-cri" de los grillos y algunos búhos que ululaban desde las ramas de los árboles. Llegaron a la cima algo cansados, bebieron algunos sorbos de agua que Hermione había llevado consigo y miraron al cielo, la luna estaba enorme y de color blanco muy luminoso, se podían ver algunas pocas estrellas lejanas a la luna por la brillante luz que ella emitía, los tres sacaron sus mapas astrológicos y se dispusieron a hacer su tarea...
- ¿No es esto romántico? – comentó Hermione mientras escribía, Ron y Harry se miraron algo sorprendidos – La luna llena, la brisa... ay! que lindo.
- Hermione... ¿estás bien? – preguntó Ron tocándole la frente con la mano algo desconcertado, nunca había escuchado a Hermione hablar así, ella no era ese tipo de chicas, Hermione no pareció avergonzarse como lo hubiera hecho en otras ocasiones.
- Sí, perfectamente – respondió Hermione que seguía mirando el cielo y escribiendo a la vez.
- Nunca te había escuchado hablar así – agregó Harry, Ron asintió.
- Oh, vamos chicos, ¿qué una no puede madurar?, ustedes deberían.
- Solo falta que comienses a leer "Corazón de bruja" – dijo Ron algo burlón.
- No pienso llegar a ese punto, esa revista es para gente cursi.
- ¿Y tu no lo eres? – preguntó Ron, Harry ya sabía lo que iba a seguir...
- Claro que no! yo solo hacía un comentario
- Un comentario cursi.
- Pero dime Ron, no te parece romántica esta escena – le preguntó con una sonrisa burlona.
- Este... – Ron se puso colorado, incluso se notaba en la noche - ... no lo sé
- Ron se puso nervioso – dijo Hermione burlona
- No es cierto!
- Sí lo es
- No
- Sí – y así siguió la discusión, hasta que Harry intervino nuevamente con el mismo pretexto de siempre: "¿Qué ustedes no pueden estar ni un segundo juntos sin pelear?"
- Lo siento – dijeron los dos.
Los chicos siguieron escribiendo, les resultaba muy latoso (incluso para Hermione) identificar todas esas estrellas, una hora trabajando... dos horas... tres horas...
- Terminé – Dijo Hermione algo más relajada – por fin!!
- ¿Cómo es que puedes? – Preguntó Harry. – No, espera, solo me faltaba una... ya está, terminé... ¿Y tu Ron? – nadie contestó – Ron... Ron,
- Harry... – dijo Hermione soltándo una pequeña risita – ...está dormido
- ¿Qué? – Luego se acercó a él, efectivamente estaba dormido, Harry lo zamarreó para despertarlo. - ¡Ron despierta!
- Ah?... Harry tengo sueño – dijo Ron tirándose de espalda a la tierra – déjame dormir.
- Pero.. tenemos que irnos, ya es muy tarde y ahora tenemos que esperarte por que te quedaste dormido mientras hacías tu tarea.
- ¿Esperarme?, pero si terminé hace siglos, por eso me dormí.
- Que... ¿¡terminaste!? – preguntó Hermione desconcertada - ¿cómo tan rápido?
- Pues... yo vivo aquí ¿no? y siempre que salgo en la noche veo las estrellas y creo que por eso se me hizo más fácil.- respondió Ron.
- Ah... bueno vamos – dijo Hermione, aún sin poder creerlo... ¿Ron le había ganado en algo? (a excepción de ajedrez), en cambio Harry parecía contento...
- Genial, Ron, le ganaste a Hermione! – Ella lo miró serio – pero sabemos que Hermione es muy buena en todo lo demás. – Ella le sonrió
- Sí Hermione, no te pongas celosa – al ver la cara de Hermione Ron se apresuró a decir - ...mejor vamos – no quería comenzar una nueva pelea.
Los chicos se dieron la vuelta para bajar por el estrecho camino, derrepente... sonó como si un gran trueno hubiera reventado justo detrás de ellos, Hermione lanzó un grito agudo por el susto y a la vez se abrazó del cuello de Ron, luego una luz aún más brillante que la de la luna apareció tras ellos, haciendo que el bosque se alumbrara y las aves que se ocultaban entre las ramas de los árboles salieran arrancando. Los amigos se dieron vuelta para mirar, ¿qué sería esa luz?, y al mirar... ya no estaba la luna... en su lugar había un símbolo, era una marca, una marca de una calavera con una lengua en forma de serpiente...
- ¡¡¡La marca tenebrosa!!! – gritaron los tres.
Sin perder tiempo Harry, Ron y Hermione bajaron lo más rápido posible por el estrecho camino, no supieron como lo hicieron pero no tropezaron con nada. Corrieron y corrieron hasta llegar a la puerta de "la madriguera", donde la señora Weasley los esperaba con un rostro muy preocupado, y no era para menos si justo ahora se aparecía en el cielo la marca a la que todos temían, la marca de los mortífagos... la marca de Lord Voldemort, el mago más tenebroso del los últimos años y uno de los más poderosos. Voldemort, había retornado, ese era el gran miedo de la población mágica, los tiempos que se vivieron durante el "reinado de las tinieblas" fue horrible, mucha gente había sido asesinada o torturada o las dos cosas, saqueos de casas y un montón de acciones horribles eran lo normal hace más de 15 años y volver a vivirlo era el peor miedo que se podía imaginar un mago.
Harry , Ron y Hermione, entraron a la casa sin decir nada, seguidos por la señora Weasley que daba un portazo sin querer quedándose pegada a la puerta. Tenía la cara pálida y parecía haber estado llorando ya que tenía los ojos vidriosos y el rostro húmedo, cuando al fin recuperó el aire se abalanzó sobre los tres con un gran abrazo.
- Niños...- dijo la señora Weasley con un sollozo – estaba tan preocupada!! Pensé lo peor por unos instantes. ¿cómo están?, ¿les pasó algo?
- No, mamá, estamos bien.- le calmó Ron, Harry asintió, Hermione preparaba una taza de té bien cargado calmar los nervios de la señora Weasley.
- Me asusté tanto!!, oímos la el estallido y salimos de la casa y... vimos la marca... ¡la marca tenebrosa ha aparecido! – decía la señora Weasley que se tomaba unos sorbos de té.
- ¿Y papá? – preguntó Ron
- A penas vio lo que ocurría, salió de inmediato al ministerio con Percy – le aclaró – Esto es muy grave, chicos... quizás qué haya pasado. Pero por ahora me alegro de que estén bien.
- Lo estamos señora Weasley – le dijo Harry, lo cual la calmó un poco – solo estamos algo agitados.
- Mejor nos vamos a dormir ¿si? – propuso Hermione que también bebía una taza de té – Ha sido un día muy... raro.
- Sí, chicos vayan.
- Bueno, mamá – Harry y los demás subieron las escaleras hacia los dormitorios.
- Buenas noches, chicos – se despidió Hermione que se iba hacia el cuarto de Ginny.
- Chao – respondió Ron
- Adiós – le siguió Harry
Harry durmió muy inquieto, esa misma noche la marca tenebrosa había aparecido. Y todo el mundo pudo haberla visto, incluso los muggles. Harry sintió un escalofrío al volver a pensar en el retorno de Voldemort, el hombre (si se le podía llamar así) que mató a los padres de Harry y que también lo había intentado asesinar a él, pero la maldición asesina del "Avada kedavra" con el que había matado a muchos magos poderosos no lo pudo matar y rebotó contra Voldemort haciendo que desapareciera, la cicatriz que tenía Harry en a frente, esa cicatriz tan singular con forma de rayo había sido el resultado de la maldición fallida de Voldemort, por eso Harry era tan famoso, había sido el niño que sobrevivió, el niño al que llamaron "la caída de Lord Voldemort". Pero todo eso había terminado, Voldemort había vuelto más fuerte y maligno que antes, Harry lo recordaba perfectamente aunque con mucho dolor, Coladegusano había tomado un poco de la sangre de Harry para realizar una poción que reabilitaría a su amo, no solo haciedo que Lord Voldemort retornara más poderoso y más ambicioso que nunca, si no que también haciendo que el escudo que protegía a Harry, ese escudo que lo protegió ya más de una vez del Señor Tenebroso, el vestigio del amor que su madre sentía por él, entregándo su propia vida para protegerlo... había desaparecido...
- Ayúdame!, ayúdame por favor!! – era una voz grave que se escuchaba de lejos, Harry pudo divisar la figura sombría de un hombre.
- ¿Quién eres? – preguntó Harry dirigiéndose hacia la sombra
- Solo... ayúdame, no dejes que la entrada se descubra
- ¿Qúe entrada? ¿De qué me hablas?
- Tú eres mi única esperanza... – la figura sombría desapareció... el suelo se desvaneció derrepente, Harry cayó de golpe por un agujero que parecía infinito, luego... un remolino agarró a Harry, daba vueltas y vueltas, sentía como si lo empujaran de un lado a otro... – Harry... Harry, Harry! – la voz de hacía más aguda...
- Noooooo!!! – Harry abrió los ojos, junto a él estaba Ron y Hermione que lo observaban preocupados, su cuello estaba mojado al igual que su frente, su cabello color azabache estaba más desordenado que nunca y se sentía como si de verdad hubiera estado en medio de un remolino.
- ¿Estás bien? – preguntó Ron.
- Estabas gritando Harry – siguió Hermione – nos preocupaste
- No, estoy bien... solo... solo fue una pesadilla – Ron y Hermione se miraron más nerviosos de lo que estaban, abriendo los ojos de preocupación.
- Acaso... acaso soñaste con... con Quien – tú – sabes - preguntó Ron con un escalofrió.
- No, no fue con él – respondió Harry, que vio que Ron y Hermione daban un suspiro, tal vez de alivio. – pero fue extraño... un hombre de voz muy grave.. me pedía que lo ayudara y algo más sobre una entrada, luego ese remolino y todo giraba y me daba vueltas y...!
- Solo fue un sueño Harry, es mejor que te calmes – le dijo Hermione, deteniendo las apresuradas palabras de Harry.
Sí, Harry... solo un mal sueño.- continuó Ron – mejor... vamos a desayunar. Harry asintió con la cabeza, ellos tenían razón... quizás solo fue un sueño sin sentido, un sueño tonto... como muchos que había tenido, pero... si había sido ese otro tipo de sueños... esos que te advierten o avisan hechos futuros... "bah, me estoy poniendo igual de neurótico que la profesora Trelanwey" – pensó Harry para sí.
Continúa...
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