Hola chicos y chicas!!!
aqui estoy con mi nuevo fic
este es desde el punto de vista de Hermione
falta el punto de vista de Draco...
Espero les gusteeee =)
Dejen reviews eso me ayuda a mejorar
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Nueva oportunidad
Han pasado 8 años desde la batalla contra Voldemort, la paz ha vuelto y poco a poco las cosas mejoran y todo toma su curso como debe de ser…
Mi nombre Hermione Jane Granger aurora, mano derecha y amiga inseparable de Harry James Potter ministro de magia y Ronald Weasley jugador profesional de Quiddich…
El primero casado de Ginevra Weasley y en espera de su primer bebe y el segundo viviendo un intenso romance con Luna Lovegood editora en jefe de la revista "El Quisquilloso" todos realizándose en sus vidas personales y profesionales… excepto yo…
Mi trabajo absorbía la mayor parte de mí tiempo, mi rutina diaria nunca cambia siempre era lo mismo: casa, trabajo, algunas veces visitar a mis amigos y regresar a mi casa, nada fuera de lo común… hasta ahora...
Salgo de mi casa el aire fresco hace bien de vez en cuando, camino y acepto que aunque la felicidad de mis amigos me hace feliz, me sentía sola… me moría por crear mis propios momentos felices, tener a alguien a mi lado… que si lo tuve pero por miedo lo deje ir…
Absorta en mis pensamientos choque contra alguien… "disculpe" fue lo primero que salió de mi boca y "un no te preocupes Hermione" hizo que la sangre se me congelara levante lentamente la vista
Nos miramos… No sé cómo reaccionar, el miedo me paraliza tu porte fino tan tuyo… tan Malfoy aunado con tus ojos grises que me intimidan, siempre lo has hecho, un escalofrío recorre mi cuerpo…
Una ola de sentimientos cruzan por mi cuerpo y mi cabeza, has crecido pero sigues igual de guapo que hace 8 años no sé porque pero me muero por besarte, acariciarte, hacerte mío sin importar nada ni nadie…
-Cuanto tiempo sin verte- dijiste con tu voz seria pero cálida
-No mucho tiempo Malfoy me da gusto ver que estas bien- dije tratando de no mostrar sentimiento alguno.
-La última vez que nos vimos fue en la torre de astronomía- me dijiste con un poco de rencor en tus palabras, no esperaba menos…
El silencio incomodo regreso a la escena, no sabía qué hacer mi corazón se quería salir de mi pecho - Te gustaría ir a tomar algo… digo si no estás muy ocupado… (Tu mirada se volvió desconcertada me di cuenta que cometí un error) no mejor olvídalo tal vez tu esposa te está esperando… disculpa mi atrevimiento- dije con un color rojo intenso en mis mejillas y con nerviosismo en mis palabras, me di la media vuelta para irme lo más rápido que pudiera pero una mano suave y cálida se postró sobre mi brazo…
- Me encantaría ir a tomar algo contigo… Hermione- dijiste cálidamente, mi nombre se escucha tan bien en sus labios, esbozo una pequeña sonrisa y caminamos a un bar no muy lejos…
El lugar era muy bonito, con luz tenue y unas velas flotando alrededor, una botella de whisky de fuego fue nuestra compañía, había tantas cosas que contar, aclarar y perdonar…
- Dime Hermione… ¿que ha sido de tu vida?- preguntaste mientras depositabas un poco de whisky en mi vaso
- No muchas cosas la verdad… soy auror y la mano derecha de Harry… vivo para mi trabajo y la verdad no hay mucho que contar sobre mi… ¿Qué tal tu?- empecé a platicar no muy animada.
-Vamos Herm, claro que debes de hacer algo interesante ¿no me digas que no tienes alguna aventura por ahí?... no te creo que sigas de ratón de biblioteca eee a mi no me engañas- dijo riéndose mientras se servía la bebida en su vaso, logrando que esbozara una sonrisa.
- Claro que no, mis ocupaciones son múltiples no tengo tiempo para nada de eso además sigo siendo tan recatada y tan correcta como antes… ¿no sé por qué te sorprende huroncito?- dije en tono burlón hace mucho que no lo llamaba de esa forma.
- Mira, mira eso que te lo crea Potter o la comadreja… yo Draco Malfoy para nada- en tono de superioridad y riendo de miedo lado… sonrisa que me hacía y me hace sentir en las nubes.
Seguimos hablando y hablando, recordando viejos tiempos, el último año en Hogwarts para ser más sincera… tantas anécdotas y momentos guardados en el cajón, la primera botella se termino al igual que la segunda…
Caminamos por la calle, riéndonos de cuanta cosa se nos atravesaba, éramos como dos adolescentes algo tomados y simples… abrazados y tratando de cantar una canción… cantamos y cantamos sin parar ni siquiera porque estábamos fuera de mi casa…
Llegamos y subimos los tres escalones para llegar a la puerta principal, no medí bien la distancia del último y resbale, por suerte tus fuertes brazos fueron mi soporte… tus mejillas se sonrojaron al igual que las mías… nuestras respiraciones estaban tan cerca…
- Sabes… nunca entendí porque te fuiste cuando te dije aquella noche que te amaba- me dijiste con los ojos vidriosos y casi en un susurro.
En ese momento mi vista se nublo, mi conciencia y mi razón se quedaron a un lado sólo atine a besarte… besarte como si mi vida dependiera de eso…
Entramos a mi casa sin dejar de besarnos, tropezamos con muebles y mesas hasta que llegamos a mi habitación… en la entrada de esta nos separamos y nos tomamos de la mano
Sin decirnos nada entramos, cerraste la puerta detrás de ti, me miraste dudoso yo te sonreí, esa fue la señal que necesitabas… tomaste mi rostro en tus manos y me besaste tiernamente, pero el beso se intensificó tu lengua pedía permiso a mi boca para explorarla que con gusto accedió, abrí mi boca y tu lengua recorrió mi cavidad y la mía hizo lo mismo con la tuya…
Acariciabas mi cabello, sentía como enredabas tus dedos en mis rizo mientras mis manos desabrochaban tu fina camisa negra de seda… la tire a quien sabe que parte de la habitación, el aire nos falto y nos tuvimos que separar
Mis manos recorrían cada una de las cicatrices en tu pecho recuerdos de aquella batalla, acerque mi boca y bese cada una de ellas… tu respiración se agitaba, mientras seguía recorriendo tu pecho, tu estómago… hasta que llegue a tu cinturón
Mismo que desabroche y quite, al igual que el botón y el cierre de tu pantalón, retire tu pantalón y pude observar el bulto que se formaba en tu ropa interior… me levante y quede frente a ti
Sacaste mi blusa blanca, quedando sólo con mi sostén de encaje blanco mirándome a los ojos desabrochaste mi falda y la tiraste al suelo… nos quitamos todo lo que nos estorbaba quedando sólo en ropa interior…
- ¿Estás segura de esto Mione? – preguntaste temeroso de la respuesta, si una vez huí podría volver a hacerlo.
- Jamás he estado tan segura de algo en toda mi vida- te susurre acariciando tu mejilla y después tu cabello dorado que tanto me gustaba.
Me cargaste y me colocaste en la cama lentamente, besaste mi lóbulo pasando por mi cuello hasta llegar a mis senos cubiertos por un pedazo de tela que ágilmente desapareciste, admiraste por un rato mi pequeño pero bien formado busto…
Con una mano acariciaste uno mientras que con tus labios jugabas con mi pezón, estaba en la gloria daba pequeño gemidos al sentir el contacto de tu lengua con la sensibilidad de mi pezón… lo devorabas como si fuera un pequeño dulce, así pasaste un rato con uno y con otro
Dejaste tu labor y continuaste tu camino, llegaste a mis pantaletas (bragas) las bajaste delicadamente y me contemplaste, tu lengua se aventuro a conocer más a fondo lo que tanto tiempo mantuve guardado…
Tus movimientos eran tan delicados y deliciosos a la vez, subías y bajabas recorriendo cada rincón de mí, saboreaste mi clítoris, lo succionabas, mordisqueabas…
La habitación se llenaba de gemidos y jadeos que trataba de controlar… mis manos sujetaban mis sábanas tan fuerte, mis mejillas estaba rojas, el calor de mi cuerpo subió mientras seguías en tu labor…
En un ágil movimiento te quitaste tu ropa interior y te posicionaste sobre mí… tus pupilas estaban dilatadas, tus mejillas sonrosadas y tu respiración era igual o más agitada que la mía… acaricie tu cabello, recorrí con mi dedo tus mejillas y delinee tus labios…
Hiciste el primer movimiento, sin dejar de mirarme a los ojos trataste de entrar en mí… solté un pequeño quejido que te alarmo de sobre manera…
- Preciosa ¿estás bien? – preguntaste preocupado
- Si, no te preocupes es sólo que…- no pude terminar mi frase, confesarle que solamente o había hecho una vez me avergonzaba de sobremanera pero tenía que decírselo – es la segunda vez que estoy con alguien- dije susurrando y cerré mis ojos me apenaba esta situación.
El atinó a sonreírme con dulzura, acarició mi mejilla… abrí mis ojos y me besó fue un beso tierno y sin prisa, mientras me seguía penetrando lentamente… tuve un poco de miedo y me tensione haciendo que nos separáramos, me miró y me dijo – tranquila todo está bien- sus palabras me reconfortaron
Acerque mi rostro al de él y lo bese de nuevo, mientras mi cuerpo se acostumbraba al extraño que estaba dentro de mí y comenzó a moverse, primero sentí algo de dolor que en poco tiempo se convirtió en placer… tantas sensaciones no podrían ser posibles, sus movimientos se aceleraron…
Su rubia cabellera caía sobre su rostro haciéndolo ver tan sexy, sus gemidos y los míos hacían eco en mi habitación… enterraba mis uñas en su espalda, mientras me besaba mis pechos, los acariciaba, los hacía a su modo…
Nuestros ritmos se acompasaron rápidamente, nos volvimos uno en poco tiempo… mis piernas rodeaban su cintura y mis caderas se movían a su ritmo para hacer la penetración más profunda, hasta que llegamos juntos al orgasmo… y él se desplomo sobre mí con la respiración entrecortada se acomodo a mi lado y me miró…
-Perdóname por haberme ido aquella noche- le dije en un susurro mientras acomodaba su cabello rubio detrás de su oreja, su dedo índice se poso sobre mis labios y susurro un shh!
- Te amo y jamás deje de hacerlo- me dijo dulcemente mientras acariciaba mi mejilla
- Yo también te amo Draco y siempre te ame… el miedo me hizo perderte – le dije mientras nos metíamos debajo de las sábanas… - pero ahora estamos juntos y nunca más me alejare de ti-
Levantaste mi mentón con tu mano – no tengo nada que perdonarte, gracias por esta nueva oportunidad- me besaste la frente y me acurruque en tu pecho… después de un rato nos quedamos profundamente dormidos
Desperté al día siguiente temiendo que hubiera sido sólo un sueño… pero estabas a mí lado, dormido como un ángel, tu respiración era lenta y tranquila… sonreí mientras acariciaba tu pecho y una leve sonrisa se formaba en tu rostro
