Una pequeña locura que se me ocurrió, es una mezcla entre drama, humor y romance. Vincent ha muerto, Hannah aún está con Booth y Brennan ya le ha confesado a Booth lo que ella sentía por él. La situación surge en un ligar en medio de la nada, van a ver la casa del muerto, que está a las afueras de Washington D.C.

*Montenegro*

Dos personas, un hombre, alto y fuerte, conduce, y una mujer, lista y de cuerpo escultural, está al lado de él, en el asiento de copiloto. Ambos discuten.

-¿Por qué no puedes venir? –preguntó Temperance Brennan a su compañero, Seeley Booth, con un tono de reproche notorio. Booth la miró un breve instante.

-Pues porque no, porque he quedado con Hannah. –le explicó el agente, algo frustrado.

-¡Pero me dijiste que vendrías! –exclamó ella.

-Ya… bueno, lo siento, eso fue antes de acordarme de la cita con Hannah. –se excusó Booth, avergonzado por su poca memoria en ese momento.

-Eres… ¡memoria de calamar! –le acusó la doctora y Booth esbozó una sonrisa.

-Memoria de pez, Huesos, de pez. –explicó con ternura.

-Me… me da igual, el calamar tiene menos memoria que un pez, los peces recuerdan los sitios en los que han estado, un calamar después de dormir, puede que no sepa ni de qué color es. –y empieza con sus típicos sermones explicativos, a lo que Booth rueda los ojos, aún con una sonrisa.

-Es la expresión, ¿vale? No la puedes cambiar. –y dicho eso, Booth dio por terminada la conversación, aunque ella no.

-Me parece completamente injusto. –bufó, cruzándose de brazos como una niña pequeña. Al ver que Booth no mostraba indicios de hablar, siguió ella. –Puedo cambiar lo que quiera, soy mundialmente famosa. Soy la mejor del mundo. –ella sonrió con orgullo.

-Y la más modesta. –añadió él por lo bajini.

-¿Qué has…? –pero el coche frenó de golpe, interrumpiéndola. Ambos se echaron hacia delante, haciéndose algo de daño con el cinturón. –Eres un bestia, luego me dices que no aparque en diagonal y tú frenas así en medio de… -pero Booth la interrumpió.

-¡Que yo no he sido! –alzó los brazos, exasperado por las acusaciones de la doctora. Ella frunció el ceño ante el tono de él y se dispuso a abrir la puerta, pero no pudo.

-Quita el seguro. –le ordenó, pero él negó lentamente con la cabeza. -¿Cómo que no? –preguntó, confundida.

-Pues que no, que no se puede, el coche, creo que se ha roto. –agachó la mirada, apenado por su precioso coche, al que tanto quería. Brennan no cabía en sí.

-Necesito salir de aquí. –dijo, recalcando la última palabra, pero Booth no dijo nada y ella suspiró. –Bien, no me dejas otra opción. –negó con la cabeza, metió la mano debajo de su asiento y sacó la palanca de seguridad. Booth alzó, por fin, la mirada, con duda.

-¿Qué vas a hacer? –susurró, cautelosamente, observando todos los movimientos de su compañera. Ella agarró la palanca con ambas manos y se estiró hacia el asiento de atrás, apuntó con la parte pinchuda a la ventana trasera, dispuesta a darle con todas sus fuerzas. Booth abrió mucho los ojos, la agarró por la cintura y tiró de ella.

-¡No! No, no, no, no. –negó compulsivamente, casi como un tic.

-No te he preguntado. –gruñó Brennan. –Lo voy a hacer. –sentenció, Booth entrecerró los ojos y negó de nuevo.

-Mira… vamos a hacer una cosa: tú te sientas tranquilamente y yo llamo a alguien para que nos venga a buscar. ¿Vale? –sugirió, medio ordenó, Booth. Brennan le sostuvo la mirada un rato, desafiándolo, pero él no se dejaba ganar, era duro y ella lo sabía, así que le hizo caso y se sentó a regañadientes, resoplando y dándole la palanca.

-Bien. –Booth sonrió y guardó el arma masiva que rompería sus cristales fuera del alcance de Brennan. Sacó su móvil y marcó: 555-6263 –Camille Saroyan. "Pi… pi… pi… el teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura." Marcó otro número, y otro, y otro. Todos los cerebritos, incluso Caroline, fuera de cobertura. Chasqueó la lengua, Brennan estaba viendo todo lo que pasaba y, cuando Booth iba a marcar el número de Hannah, ella negó con la cabeza y cerró el puño cerca del cristal.

-Lo haré. –amenazó y él asintió, rendido. Marcó el último número al que llamaría, aunque fuese la única persona capaz de traer un coche hasta aquí. Pi… pi… pi… pi… Booth suspiró, cuatro pitidos. "Él sí tiene cobertura." Pensó con ironía. Al quinto, alguien contestó.

-Seeh… -alargó la vocal con cansancio, la persona al otro lado de la línea.

-Jared, soy Booth.

-Anda, Booth… -se escuchó un ruido, luego un golpe y seguido de ello una exclamación de dolor. –Va… vale, ¿cómo está Brennan? –preguntó el pequeño de los Booth, animándose.

-¿Ella? Bien, como siempre, igual que yo. Gracias por preguntar por tu hermano. –añadió con sarcasmo.

-No me atosigues, Booth. –le recriminó Jared.

-Yo no estoy bien. –dijo Brennan, frustrada, mientras no paraba de darle al botón de abrir la ventanilla, sin éxito.

-Eh, eh, ¡Huesos! Te vas a cargar mi coche. –le dio una palmadita en la mano de ella, para que parase.

-¡Ya está roto! –exclamó ella, a lo que Booth respondió con un bufido.

-Hey, vosotros dos, idos a un hotel. –masculló Jared con rabia.

-Ojalá pudiésemos… -suspiró Brennan y los dos hermanos se sorprendieron, pero cada uno de formas distintas.

-Oye, pasa de mí, Booth. Estaba durmiendo. –dijo el más pequeño, escupiendo las palabras con desprecio, para luego colgar. Booth cerró los ojos y asimiló lo que acababa de pasar, cuando lo comprendió con plenitud, tiró el móvil con toda su fuerza a la parte de atrás, estrellándolo en el suelo y desperdigándose en pedazos. Tenía los puños apretados, estaba estallando, hasta que sintió una mano en el hombro. Una mano caliente y fina, suave. Puso la suya encima de la otra y la acarició. Se fue relajando más, hasta que ya sólo había paz.

-Tranquilo, Booth. –habló Brennan, conteniendo los temblores de placer que producían los dedos de él acariciando su mano. –No pasa nada. Tenemos mi móvil, es más rápido y tiene video llamada. –lo último lo dijo sin pensar, no era por restregar nada, sólo… le salió, pero Booth respondió de otra forma ante eso, y soltó una carcajada. Se acomodó en su asiento y asintió.

-Adelante, sabiondilla.

Este fic estará compuesto en 2 capítulos. Si pasa los 8 Review, mañana subo el siguiente y último sin falta. "Adelanto" del siguiente cap: saldrá una conversación sobre Vincent. Sacad de ahí vuestras teorías, sólo os recuerdo lo que pasó en la última conversación entre Brennan y Booth sobre Nigel-Murray.