Esta es una forma revisada del (primer) capítulo original. Nada cambió en la historia, solo el largo de los párrafos y los puntos y las comas. Espero que así pueda ser más entendible y no como cuando eran párrafos Gigantes e interminables. ¡Saludos!
"Deseo... que la Reina Malvada obtenga exactamente... lo que ella merece"
Esas fueron las exactas palabras del príncipe, pero él seguía sin entender que había pasado, nada, o tal vez todo.
Luego de haber pronunciado las palabras todo se volvió negro. Pero si él pidió un deseo para la Reina Malvada ¿Porque a él se le había vuelto todo negro?
De pronto sintió unas manos frías en su cara, manos delicadas, que no reconoció al momento, y cuando abrió los ojos, ojos marrones lo estaban mirando con preocupación.
"¿Regina?"-preguntó David tratando de levantarse ¿del suelo? ¿Se había caído? Ya no estaba en la oficina de la Reina, ¿pero donde estaba?
"Oh, David, gracias a Dios, ¿Qué fue lo que pasó?"-dijo Regina preocupada, tratando de ayudar a David a levantarse.
"No lo sé, todo es tan confuso, ¿Dónde está Emma? ¿Pudiste encontrarla? ¿La trajiste de vuelta? ¿Regina?"- algo andaba mal, Regina lo estaba mirando con una cara de confusión, como si él estuviera diciendo algo disparatado, como si estuviera loco, pero él sabía que no lo estaba.
"David, ¿De que estas hablando? Emma acaba de irse con Hook y Henry a su casa"-dijo la morena mientras guiaba a David hacia el living, y en ese momento David vio algo, y se dio cuenta que algo de verdad estaba mal- "¿Estas embarazada?"-preguntó David con una expresión de shock que no podía ocultar. Esto sí se había vuelto extraño.
"David cariño, te afecto la caída?"-dijo Regina mirando a su esposo de arriba abajo con ojos preocupados.
"¿Cariño? Regina ¿De que estas hablando?"- preguntó David casi gritando, levantándose del sofá y alejándose de la morena. Miro a su alrededor y lo que vio lo preocupo aún más, fotos de Regina, y el por todos lados, sosteniéndose de las manos, riendo, besándose, fotos con Henry y Emma.
"¿Regina que es todo esto?"-dijo David señalando a las fotos.
"David me estas asustando, ¿Qué pasa contigo? Quieres que llame a alguien, que busque ayuda"-dijo Regina tratando de acercarse a David, pero cada paso que ella daba era un paso que él daba hacia atrás.
"No lo que quiero es que me expliques que son todas estas fotos, como puede ser que estés embarazada, y como es que Emma está acá, hace dos minutos estaba con La Reina Malvada en tu oficina, y ahora estoy acá y vos estás embarazada, asique por favor Regina"-dijo David gritando y tratando de mantener la cordura, esto no tenía nada de sentido.
"David, no sé lo que está pasando contigo, pero está bien voy a contestar todo, esas fotos fueron tomadas durante toda nuestra relación. No sé cómo es posible que este embarazada, esto ya lo discutimos David, creemos que rompiste mi maldición. Se suponía que era imposible que tuviéramos bebes, pero lo aceptamos, íbamos a adoptar y lo hicimos, Addison está durmiendo arriba, y luego de un tiempo nos enteramos que estaba embarazada, con respecto a Emma no sé a qué te refieres y la Reina Malvada mucho menos, David yo no soy más esa persona"-dijo Regina desesperada tratando de explicarle a su esposo.
"Por favor, David, dime algo, ¿Qué es lo que pasa contigo?"-preguntó la morocha entre lágrimas, sentándose en el sofá en donde había estado el rubio.
David no podía creer lo que estaba pasando, no entendía nada, no podía creer lo que estaba enfrente de él y lo que había dicho Regina, tenía una hija ¿Addison? Estaba casado con Regina, su hija Emma estaba de vuelta en Storybrooke y venia otro bebe en camino, de pronto sintió un dolor intenso en su corazón al ver las lágrimas en los ojos de la morena.
"Lo siento, Regina, por favor no llores, de verdad lo siento, es que no entiendo nada, tengo la memoria de una realidad muy diferente a esta, no recuerdo nada de lo que dices y de lo que pasó aquí, para mí esto nunca paso, para mí todo esto pasó diferente"-dijo David acercándose a Regina y secándole las lágrimas con la palma de su mano.
"Una vez que tengo todo lo que siempre quise, una familia, hijos, un hombre que me ama, todo se desploma, sabía que no me tenía que confiar, los villanos no tienen finales felices después de todo"-dijo Regina desesperanzada, levantándose del sofá y apartándose de David.
"Regina por favor no digas eso, tú ya no eres una villana"-bueno ella no lo parecía y la Regina que él conocía tampoco lo era.
"David, no te acuerdas de mí, tienes recuerdos diferentes, de una realidad diferente, no te acuerdas de querer tener un bebe conmigo o de todas las cosas que pasamos juntos, ¿Cómo me puedes decir que el universo no está jugando en contra mía?"-dijo Regina desplomándose en el suelo, llorando desconsoladamente.
David no sabía que hacer nunca había visto llorar a Regina Mills, ella siempre era la fuerte del grupo la que siempre se mantenía entera, y eso le rompía el corazón, él sabía que ella era humana, pero esto…
"Por favor, Regina, no llores, no puedo soportar verte llorar"-dijo David acercándose a ella, sentándose en el suelo y abrazándola fuerte, Regina enterró su cabeza en el pecho de su esposo, las manos sobre su pecho y se dejó llorar hasta que se durmió.
En ese momento David no pudo no notar lo hermosa que era, obviamente sabía que Regina era hermosa, toda las veces que la vio como la Reina Malvada y cada uno de los atuendos que ella vestía eran para morirse, pero esta belleza era diferente. Él nunca la había visto así, era hermosa, la acomodo más sobre su pecho, puso un mechón de cabello, que estaba suelto, detrás de su oreja y miro hacia la hermosa pancita de 6 meses que tenía Regina, era tan hermosa, seco el rastro de lágrimas que tenía en las mejillas.
La miro y la miro hasta que se quedó dormido, con una hermosa morocha en sus brazos.
Regina despertó primera y se dio cuenta en la posición que estaba, era de madrugada todavía no era de día.
Su espalda la estaba matando necesitaba subir a su habitación, pero para eso tendría que despertar a David, que la estaba sosteniendo y abrazando fuerte como si su vida dependiera de ello, y eso sería enfrentar más preguntas a las que no quería saber la respuesta, entonces se dejó estar en esa posición, aunque estuviera incomoda, y trato de volver a dormir, pero las manos de David acariciando su rostro la detuvo.
"Regina, Regina déjame llevarte a tu habitación, esta posición no debe ser buena para él bebe"-dijo David desde su posición en el suelo sin soltar a la morena.
"No tienes que actuar así, David"-dijo Regina mirándolo a los ojos con una expresión que no se podía leer, que no mostraba sus sentimientos, había vuelto a poner una pared entre ellos.
"¿Como qué?"-preguntó David sin poder entender a lo que se refería Regina.
"Como si te importara"-respondió Regina en un suspiro.
"Me importas Regina, de verdad"-confeso David, él mismo se sorprendió de que lo que había dicho fuera verdad.
Sí, su relación con la morena había avanzado en todo este tiempo. Habían creado una relación, un acuerdo mutuo en el que ya no se odiaban uno al otro, pero ahora ella era la amiga de Snow no la amiga del Príncipe Charming, ella fue amiga de David Nolan, pero ahora ya no, después de todo lo que había pasado entre ellos…
"Por favor, solo, déjame, necesito ir a descansar"-dijo Regina levantándose y dirigiéndose hacia las escaleras.
"Puedes usar una de las habitaciones de huéspedes, si quieres quedarte aquí, no creo que Granny's esté abierto ahora"-siguió diciendo Regina sin mirar a David, siguiendo su camino hacia su habitación con una mano en su pancita.
"Gracias Regina, y de verdad lo siento"-dijo David y vio como Regina se dio la vuelta y lo miro, y él volvió a sentir ese dolor en el corazón al ver la expresión de Regina.
"Eso no va a cambiar nada, hablaremos mañana"-dijo Regina y desapareció en el segundo piso de la casa, mañana iba a ser un largo día.
David estaba en una de las habitaciones acostado sin poder dejar de pensar en Regina y en todo lo que ella había dicho "lo que siempre quise, una familia, hijos, un hombre que me ama" entonces se dio cuenta lo que había pasado.
Él había pedido que la Reina Malvada tuviera lo que se merecía, pero Regina y la Reina Malvada eran la misma persona, eso significaba que el deseo se había cumplido, y de qué forma pensó David.
Él se levantó de la cama y empezó a inspeccionar la habitación en la que se encontraba, las cosas que había y demás, necesitaba despejar la cabeza, dejar de pensar en Regina, en la forma en que dormía, su cara de dolor y las emociones que reflejaba. Cuando se dio la vuelta para volver a la cama vio aparecer en la puerta la cabecita de una niña, Addison.
"Papi, ¿porque no estas con Mami?"-pregunto la pequeña entrando en la habitación y pasando su manito por sus ojos.
"Oh, estaba… Hmm… chequeando la habitación porque con tu Mami escuchamos algunos ruidos, eso es todo"-respondió David poniéndose al nivel de la niña, era preciosa, ojos azules, pelo colorado, no más de 4 años.
"¿Porque no te llevo de nuevo a la cama?"-pregunto David levantando a la pequeña en sus brazos y dirigiéndose hacia la puerta.
La niña puso sus manos alrededor del cuello de su padre y puso su cabeza en los hombros del rubio, David sonrió, nunca había tenido a una niña así, y eso le gustaba.
Llegaron a la habitación de la niña y la puso en su cama, debería haber estado muy cansada, porque cuando la puso sobre la cama ella ya estaba dormida, David se inclinó, le saco un mechón de la frente a la niña y le dio un beso en la cabeza.
Cuando iba a volver a la habitación en que estaba se dio cuenta de algo y maldijo por dentro, esto iba a ser difícil, camino hacia la habitación de Regina abrió la puerta y miro hacia dentro. Regina estaba dormida con la misma cara de preocupación, que hacia una hora, abrazada a una de las almohadas.
Camino hacia el lado donde estaba Regina durmiendo y se agacho para estar a su nivel-"Regina"-dijo David despacio para no despertarla muy rápido-"Regina"-volvió a decir David esta vez un poco más fuerte.
Regina comenzó a moverse y abrió los ojos, no esperando encontrarse a David enfrente de ella, se levantó abruptamente con miedo de que algo halla pasado, David noto esto y trato de calmarla, trato de alcanzar una de sus manos para confortarla pero ella la alejo rápidamente "David, no hagas eso" dijo Regina mirando para otro lado, este no es tu esposo, este no es tu David, el que te amaba y te apoya, pensó ella-"¿Qué pasó? ¿Hay algún problema?"- preguntó Regina, tratando de encontrar una explicación al porque David estaba en su habitación y no durmiendo en la otra.
"Addison, ella me encontró en la otra habitación, me pregunto porque no estaba con vos, y le dije que habíamos escuchado un ruido, y que ya volvía contigo aquí"-explicó David mirando a Regina a los ojos. ¡Dios! que hermosos ojos, y la forma en la que tenía el pelo revuelto ¡Aún más hermoso! ¡NO! basta David, contrólate.
"Oh"-fue lo único que manejo Regina en el momento, levanto las sabanas del lado del que dormía siempre David y le hizo espacio para que se acostara, se corrió lo más que pudo para alejarse de él. Después de todo este David no te ama, ni debe querer estar cerca de tuyo, volvió a pensar la morena.
"Gracias, por entender"-dijo David un poco tímido, se acostó del otro lado de la cama y vio como Regina se daba la vuelta para el otro lado, dándole la espalda.
"Addison no tiene la culpa de nuestros problemas"-respondió Regina en voz baja y se durmió.
David despertó primero, aún no había abierto los ojos, recordó los eventos de la noche anterior y seguía sin creerlo, pero la idea ya no le disgustaba tanto, Addison era hermosa y Regina…
Para sorpresa de él Regina estaba recostada con la cabeza y una mano sobre él, la otra en su pancita. Uno de los brazos de David estaba alrededor de la figura de Regina y el otro alrededor de su pancita, protectoramente. Para su sorpresa, no era Regina la que se había movido del lugar, no, era él el que se había movido hacia el lado de ella.
Y en ese momento no pudo evitar ver lo hermosa que era, su cabello, la tranquilidad reflejada en su rostro, como el sol que entraba por la ventana la iluminaba, preciosa. David miro hacia abajo a la pancita de Regina y sonrió, se sentía tan bien, tan correcto, despertar así con Regina como su esposa, con un bebe en camino, Addison durmiendo en la otra habitación, se sentía como algo que él quería.
Tal vez era cierto y los recuerdos de él eran los que estaban mal, tal vez esta era la verdadera realidad, en la que el debería vivir, se sentía demasiado real, demasiado correcto como para que no lo fuera.
