Su extrema Timidez había tenido trabajosamente que adaptarse a los Caninos modos de Kiba. Pues En definitiva parecía que Inuzuka desconocía por completo la definición de espacio Personal.
No negaría que se estremecía cada que el peli marrón Comenzaba a olfatearla cariñosamente, rozando Con la Nariz Su cuello.
-Kiba- Murmuró pasando una mano por su Cabello.
El muchacho Gruñó ligeramente Sin Ánimos De Despertarse y abandonar La cómoda Posición sobre el Hombro de su Novia.
No podía Culparlo, Anoche se habían quedado Hasta muy entrada la madrugada Viendo un Drama Romántico de eso que a Hinnata Tanto le gustaban.
Era un verdadero suplicio y no porque consistía solamente Reunir fuerzas sobrehumanas para Tolerar todo el Filme, Sino en Consolar a su sensible Hyuga tras el Predeciblemente trágico Final.
El Profesor Carraspeó en su dirección y se oyeron las Tontas Risitas del alumnado.
Esto alteró a Hinnata que cargaba con la Incomoda sensación de que los ojos de la Clase estaban sobre ella. Y Volvió a sacudir a Kiba para despabilarlo.
Lo único que faltaba era que se ganaran una Reprimenda.
Sus Replicas y suaves golpecitos sobre la frente duraron largo rato hasta que
El susodicho alzó ligeramente el rostro con aire fastidiado.
hyuga había empezado con ese juego de dedos que hacia cada vez que estaba al borde del colapso nervioso, podía sentir su mirada de cachorrito clavada, ¡eso si que no!
sin siquiera abrir los ojos le plantó un Corto beso a su novia para luego volver a caer en su letargo pero esta vez con una sonrisa lobuna dibujada. Había funcionado, la pobre Hinnata estaba, Ruborizada y Completamente muda.
Demasiado azorada Y feliz para recordar que el salón estaba Repleto de Otros seres Humanos que los observaban.
