El mundo y los personajes de Digimon no me pertenecen. Esta historia nació para fines de entretenimiento y no busco lucrar con ella.
Personajes:
Kazuma y Makoto Kido. Gemelos de Jou y Mariko. Diez años.
Taiyo Yagami. Hijo de Taichi y Ayane. Ocho años
Saori Ishida. Hija de Sora y Yamato. Siete años.
Yoshiro Ishida. Hijo de Sora y Yamato. Tres años.
Yuko Izumi. Hija de Koushiro y Tomoyo. Siete años.
Kevin Ryouta Washington. Hijo de Mimi y Michael. Siete años.
Daiki Motomiya. Hijo de Daisuke y Mitsuko. Diez años.
Reiko Ichijouji. Hija de Miyako y Ken. Once años.
Ozamu Ichijouji. Hija de Miyako y Ken. Ocho años.
Hoshi Hida.Hija de Iori y Ume. Nueve años.
Koichi y Tsubasa Takaishi. Mellizos de Hikari y Takeru. Diez años.
Desde el diario de Makoto Kido.
~ Mariposas ~
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La mariposa, que se ve atraída hacia la luz, era, entre los antiguos… el emblema del alma.
La mariposa negra, en muchas regiones, representa desgracia y penumbras.
El color negro es el luto.
Y una mariposa, es la guía de un alma hacía el cielo, por lo que una mariposa negra, guía a una persona...
A la muerte.
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Septiembre, 2025
Odaiba, Japón.
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Makoto Kido se desperezó, lentamente, estirando los brazos y abrió los ojos luego de un eterno segundo de oscuridad. Se masajeó el cuello repentinamente dolorido y frunció el ceño cuando las siluetas qué estaban a su alrededor comenzaron a tomar forma de muebles.
Suspiró profundamente en el momento en el que le lanzó una mirada al reloj que se hallaba en la mesita de noche.
Era demasiado tarde, o demasiado temprano.
Pero tenía la sensación de que no iba a lograr volver a dormir.
Con rapidez, se levantó de la cama y se asomó en la ventana de su dormitorio. Las calles de la ciudad donde vivía estaban iluminadas por las luces de las casas o las lámparas que se levantaban en las aceras.
Las estrellas brillaban en el cielo oscuro. Y Makoto frunció el ceño cuando cerró el vidrio, sintiendo un ligero escalofrío causado por la brisa nocturna.
Regresó sobre sus pasos y volvió a la cama, cuando, sobre la mesita de noche, vio que estaba el cuaderno que había comenzado a escribir la noche anterior, mejor dicho, unas pocas horas antes porque, cuando había escrito ese diario (No es un diario, es una bitácora de sueños) era más de medianoche.
Sujetó el pequeño anotador, y encendió el velador que estaba junto a su cama, sobre la mesita pequeña.
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Primera entrada
Septiembre, 21.
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Mi nombre es Makoto, y eso es lo que puedo decir sobre mí.
No, no es cierto aunque sigo sin entender porque mi madre desea que tenga un propio diario donde pueda escribir todo… No entiendo, pero, al igual que mi hermano, he recibido un regalo especial para mi cumpleaños. Este diario, en mi caso. Quizás a Kazuma le dieron algo parecido, lo dudo. Mamá dice que será algo especial para nosotros, considerando que…
En fin.
Ella siempre le da mejores cosas a Kazuma, supongo que ya estoy acostumbrado.
Mi nombre es Makoto Kido, tengo 10 años o los tendré. De hecho, los cumplo mañana, ya que mi padre, Jou Kido, insiste en que nací pasadas las doce de la noche. Tengo un hermano gemelo que se llama Kazuma, por si no he hablado de él. Es difícil hablar del uno sin el otro y es mucho más difícil distinguir quien es quien, para los demás, por supuesto…
¿Mi madre? Se llama Mariko Inoue. Ella es la que me pidió que escriba y…
Bueno, me estoy esforzando por encontrar el sentido a esto.
Expresamente le pedí a mi madre que me trajese una libreta sin estampas u otros indicios que indicasen que era un diario, pero ella trajo un pequeño cuaderno marrón que, en la parte delantera dice claramente, con grandes letras doradas: Mi diario. Espero que nadie lo descubra, y mucho menos mi hermano, porque Kazuma se reiría de mí cuando descubriese el anotador, aun cuando no lo lea.
El sólo pensar en eso, me dan ganas de dejar de escribir.
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En la casa de Jou Kido, se seguía una rutina. Y Makoto era plenamente conciente de ello.
Antes de las vacaciones, en época de clases, la rutina era rigurosamente cumplida.
Antes de las ocho de la mañana, Mariko Inoue tenía el desayuno preparado, servido y esperaba que sus hijos se levantasen sin chistar. Ella era cariñosa, por supuesto, en especial con Kazuma pero Makoto no podía dejar de pensar en que su madre no sabía que hacer si alguien rompía con su guión.
En verano, cuando su padre estaba en casa, la rutina era más flexible.
Kazuma se despertaba siempre antes que Makoto, ya que una de las cosas que más le gustaban a Makoto era dormir, dormir y dormir.
Pero, ese día era una excepción. Makoto llevaba despierto desde las cinco de la mañana, y había contemplado las luces de la aurora, el alba y la salida del sol desde su ventana.
Había visto como las paredes, en la noche, oscuras, retornaban gracias al juego de la luz, al azul claro que las caracterizaba. Así como había visto que las sombras rehuían del sol, volviendose las sombras de los objetos que se desparramaban en el dormitorio.
Su cama, estaba junto a la ventana, y en la litera contigua, dormía Kazuma Kido, su gemelo. Kazuma dormía profundamente, respirando bajo y pausado, igual que sus dos compañeros digimon, Bukamon y Crabmon. Los tres se hallaban sumidos en profundos sueños.
Por todo eso, cuando Makoto despertó había procurado hacer el menor ruido posible. Llevaba horas en esa tarea, pero se alegraba de no haber provocado que ninguno de sus compañeros se despertase.
Miró la puerta cuando escuchó los pasos de su madre, pero, al no oír nada más, dejó de pensar en ella. Se acomodó en la cama, de modo que la luz de su velador resultaba cada vez más innecesaria, a medida que el sol se elevaba en el firmamento.
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Una de mis actividades favoritas es dormir.
Lo califico como mi hobbie, mientras que el de mi hermano es leer.
A Kazuma le encantan los libros, aun más que a mi padre o a mi madre. No es raro encontrarlo leyendo en los rincones, cualquier cosa que hilbane palabras o tenga sentido.
Al menos, supongo que no son novelas. Las novelas de mi madre estaban en su dormitorio y ella no nos deja leerlas, aunque no logro comprender porqué. Los libros de mi padre son, principalmente, sobre medicina, pero tiene algunos volúmenes dedicados a la investigación, a las novedades, etc.
Esas son del interes de Kazuma.
Ahora mismo, mi madre debe estar preparando el desayuno. Y mi hermano duerme. Es gracioso, porque quien vive esta situación siempre es mi gemelo. Yo suelo dormir más. ¿Qué ha sucedido?
Pues… He vuelto a soñar con las mariposas negras, aunque no recuerdo qué fue lo que soñé exactamente. La primera vez que las vi fue en el digimundo, al comienzo del año.
¿Qué es el digimundo? ¿Necesito explicarlo? Creo que no.
Sólo diré que es un mundo digital parecido al nuestro pero en vez de personas, sus habitantes son los digimons. Mis padres se ríen que los niños tomen la existencia de los digimons tan naturalmente, pero no los comprendo.
¿Qué tienen de raro?
Las puertas digitales de ese mundo se abren todos los días, casi consecutivamente desde hace más de quince años. Durante mucho tiempo, según mi padre, el Digimundo había quedado sometido a investigaciones diversas a cargo de mi tío Koushiro, por esta misma razón.
Mi tío Taichi es uno de los responsables de que el Digimundo haya abierto sus puertas. Él es embajador. El primer embajador humano entre dos mundos.
Mi padre también es una persona muy importante en el digimundo. Él es el primer médico reconocido en tratar seres humanos y digimons. Además, ahora es el director de la primera clínica fundada en el digimundo, aunque, sinceramente, ya no es tan única.
Mi madre trabaja con Iori Hida desde hace unos meses, ella había perdido su trabajo en la empresa de mi abuelo y el amigo de mi papá la contrató como secretaría. Su hija Hoshi va a nuestro salón, mi padre me dice que está adelantada un año en el curso escolar. Es muy simpática. Se lleva muy bien con Tsubasa, Koichi y mi hermano...
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— ¡Kazuma! ¡Makoto! ¡Arriba! — Escuchó que decía su madre, y suspiró antes de dejar el lápiz sobre la almohada.
Estar acostado boca abajo, escribiendo, era mucho más incómodo de lo que había pensado. Le dolía el cuello y comenzaba a sentir los músculos más agarrotados.
Especialmente, por haber dormido mal.
— ¡Ya vamos mamá! — Exclamó Kazuma, mientras se incorporaba con rapidez. Makoto se sorprendió, ni siquiera se había dado cuenta de que Kazuma estaba despierto. De un salto, su hermano estaba fuera de la cama. — Apresurate Mako, mamá se enfadará.
— Ya voy — Murmuró, dejando el diario bajo la almohada.
Sin embargo, en cuanto comprendió que Kazuma se retiraba, para ir al cuarto de baño, tomó el lápiz rápidamente.
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Siendo sincero, yo le pedí a mi madre este diario para escribir sobre mis sueños, pero ahora no recuerdo cual fue mi sueño. Quizás mañana lo haga. Mi padre insiste en que, si los anoto, seré capaz de recordarlos y eso me ayude a superar mi insominio.
Tengo insomnio, sí, cosa que les preocupa a mis padres —ellos dicen que no, pero no es cierto— porque solía dormir mucho.
Realmente, me preocupa el contenido de mis sueños…
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Makoto comenzó a leer lo que había escrito. Pero, inmediatamente, frunció el ceño, y tachó la última linea con la lapicera. ¿Que cosas escribía? ¿Por qué iban a preocuparle los contenidos de sus sueños?
— ¡A desayunar! — Escuchó que decía su madre. Kazuma volvió al cuarto y Makoto sonrió al ver su expresión somnolienta.
Era increíble aquello de ser gemelos, porque, y muchas veces, resultaba que ver a Kazuma era como ver un espejo. Los dos se parecían muchisímo, aunque claro, su hermano solía llevar las gafas todo el tiempo y él no tenía tantos problemas de visión por lo que generalmente, pasaba la mayor cantidad de tiempo sin ellos.
En casi todos los rasgos, eran inmensamente parecidos, aunque el rostro de Makoto era aun más delgado que el de su hermano, y las lineas de sus facciones eran más delgadas, justo como las de su madre.
Bukamon y Crabmon se despertaron con reticencia, una vez que Kazuma, prácticamente los obligó a salir de la pequeña litera que compartían. A Makoto le resultaba gracioso cuan diferentes eran sus digimons, en apariencia, siendo ellos gemelos.
Negó con el rostro, cuando Bukamon comenzó a reñir con Kazuma —algo bastante usual, en verdad— y se encontró, entonces, contemplando la ventana que estaba cerca de su cama.
El sol radiante se alzaba en Odaiba, aunque, quizás, era la forma que tenía el verano de despedirse.
Sonrió, por la diversión que le causaba la fecha de su nacimiento. Había nacido exactamente en la linea divisoria entre dos estaciones.
Aquel era el fin del verano.
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N/A: ¡Hola! Aquí, un otro sobre Digimon.
En este caso, este está directamente relacionado con D.A: Alfa & Omega. Todos los personajes que aparecen allí, aparecen también en este pero es una trama independiente. O eso espero y pretendo. El protagonista es Makoto Kido, uno de los gemelos de Jou Kido. No va a ser muy extensa, porque es un pequeño fic dentro de la otra historia, que pretende aclarar algunas cosas y hablar de lo que sucedió con Makoto entre el año 2025 y el 2027, cuando lamentablemente…
Aclaracion: Makoto y Kazuma nacieron el 21 de septiembre de 2015. Por eso tienen once años en Digimon Adventure: Alfa & Omega.
Sin más nada que decir, hasta la próxima.
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Saludos ^^
